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🍭 Under the rain

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KyungSoo no lo podía creer, sabía que tenia mala suerte, pero no había considerado que fuera tanta. Sin embargo, cuando las gotas de lluvia comenzaron a repicar sobre el cristal de la ventana, supo que no tenía nada más que hacer.

Se mojaría de regreso a casa. Sus ojos se desviaron hacia el reloj que marcaban las ocho menos diez. Faltaban minutos para que terminara su jornada laboral. Seguramente las paradas de autobús estarían abarrotadas y los transportes igual, todos queriendo llegar a sus casas lo más pronto posible para no mojarse.

Suspiró, esperando que su jefe hiciera sonar el teléfono y le dijera que había surgido algún imprevisto y que se quedaría un poco más de la cuenta. Pero aquello no ocurrió.

Dieron las ocho y KyungSoo comenzó a levantar sus pertenencias para comenzar a caminar por el pasillo, directo al elevador. Su jefe había salido a una junta más temprano, así que no tenía que despedirse.

Esperó a que se vaciaran un poco los elevadores y subió finalmente, pero para su mala suerte la lluvia terminó cayendo más fuerte.

Se detuvo fuera del edificio, observando a todos sacar sus paraguas y caminar bajo la lluvia.

A KyungSoo le gustaba la lluvia, se le hacía algo romántico, pese a lo cursi que eso llegara a sonar. Y todo estaría bien de no haber olvidado su paraguas en casa, no le importaría nada en esa situación, pero no era el caso en ese momento.

Chasqueó y asintió, tomando valor para salir del edificio y correr hasta la parada del autobús, cuando finalmente tomó el impulso para hacerlo se sorprendió de que una mano lo tomara por el brazo y le impidiera salir despegado.

KyungSoo se giró para encontrarse a JongIn, un chico alto y bastante atractivo que era parte del equipo de Recursos Humanos de la empresa, lo había visto un par de veces y podía aceptar perfectamente que le agradaba, su cercanía lo hizo temblar, porque era algo que no se había esperado en absoluto.

JongIn le sonrió con galantería y el estómago de KyungSoo se revolvió, con su corazón dando golpes en su pecho porque aquel hombre era la encarnación de un ángel bajado de los cielos, con su mirada brillante y sus labios gruesos que el bajito pensaba que seguramente eran suaves y esponjosos.

Le hubiese gustado ser un poco más atrevido como para sonreírle de regreso, como para levantarse sobre sus puntas y dejarle un beso, para demostrarle un poco de lo que le gustaba.

Pero se conformó con ver las relucientes chispas flotando a su alrededor de su cuerpo gracias a su sonrisa, iluminándose todo aunque las gotas de lluvia fuesen cada vez más intensas.

ㅡ KyungSoo, ¿verdad? Vas a mojarte si corres.

La voz del muchacho moreno lo hizo salir de sus pensamientos y parpadeó sin más.
ㅡ ¿No tienes un paraguas? ㅡ JongIn volvió a preguntar.

KyungSoo negó en silencio y después se aclaró la garganta, notando que JongIn no lo había soltado aún. ㅡ Lo olvidé en casa.

JongIn asintió, sintiendo que estaba de suerte esa tarde, porque el chico guapo que siempre veía en el elevador necesitaba ayuda y él estaba dispuesto a darle todo.

ㅡ Entonces, compartamos el mío, si no te parece mal. ㅡ El moreno se hundió de hombros para restar importancia al asunto y KyungSoo lo observó con curiosidad.

Asintió para aceptar, porque las oportunidades como aquellas no se repetían muy seguidas; así que cuando JongIn abrió el paraguas y lo tomó por el brazo para acercarlo a su cuerpo y comenzar a caminar, de sintió nervioso, pero también muy satisfecho.

Pudo sentir el golpeteo febril de su corazón en sus recónditos cuando sentía a JongIn tan cerca, cuando su mano se paseaba suavemente por su brazo, acariciando la tela de su traje y él sentía que de derretiría en un instante.

Nunca hubiera esperado que olvidar el paraguas le traería tan buena suerte y por fortuna, las gotas de lluvia que caían sobre ellos parecían favorecerlos, parecían rociarlos con mucha ilusión, esperanza.

La esperanza de JongIn de conseguir su número y la ilusión de KyungSoo de que JongIn quisiera verlo al día siguiente.

Con ambos dando pasos sobre los charcos y una sonrisa en sus labios, seguramente aquella tarde sería diferente para los dos.

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Espero que les haya gustado, gracias por leer ~

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