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🍭 Coffe Shop


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KyungSoo se acomodó las gafas por quinta vez en la hora, momentos después se acomodó el gafete que anunciaba su nombre y observó el reloj que estaba colocado en la pared del frente.

ㅡ Cualquiera diría que estás nervioso... ㅡ JongDae sonrió y KyungSoo frunció el ceño de inmediato.

ㅡ ¿Nervioso? ¿Por qué? ㅡ KyungSoo lo observó unos segundos y después volvió a lo suyo cuando un par de jóvenes llegaron a la caja registradora.

Trabajaba a medio tiempo en aquel café desde hacía más de seis meses, ahí había conocido a JongDae y se habían hecho grandes amigos y cómplices, pese a que estudiaran en lugares diferentes y los dos tuvieran personalidades un poco distintas.

JongDae siempre le sacaba la verdad de todo y eso que él era un experto en disimular. Siempre lo había sido.

ㅡ Bienvenido, nuestro cliente favorito ¿Qué va a pedir hoy? ㅡ JongDae habló, puesto que estaba a cargo de la caja ese día y él se giró hacia las licuadoras tras observar al chico alto y moreno que todos los días asistía casi a la misma hora.

El muchacho hizo un puchero tras buscar detrás de la barra y encontrar a KyungSoo en el área de preparación ese día. Así que suspiró y se hundió de hombros.

ㅡ Un frapuccino... de cookies & cream, con leche de coco, por favor ㅡ JongIn habló y JongDae asintió con una enorme sonrisa, al notar la mirada constante de su cliente sobre la barra de preparación.

KyungSoo se puso manos a la obra y cuando JongIn se movió hacia el área de entrega, el bajito, un poco nervioso, decidió que no pasaba nada si le aplicaba un poco más de chispas ese día.

ㅡ Aquí tiene su entrega, JongIn ㅡ KyungSoo leyó el nombre del vaso, pese a que lo sabía de memoria.

El moreno le sonrió y tomó el vaso con delicadeza, dándose un tiempo para que sus dedos tocaran los del muchacho tras la barra.

ㅡ Muchas gracias

ㅡ Ten un buen día, JongIn

JongDae, que no se aguantaba la risa observó como el cliente se iba a colocar a una de las mesas frente a la barra de entrega, acomodando las bolsas de sus compras con cuidado.

ㅡ tin in biin dii Jiingiin ㅡ JongDae lo remedó y KyungSoo frunció el ceño, malhumorado.

ㅡ Cállate...

ㅡ ¿Por qué no le pides su número? Es obvio que te gusta.

KyungSoo negó en silencio, esa tarde los clientes escaseaban y ambos tenían demasiado tiempo como para hablar, pero el bajito no deseaba hacerlo, las mejillas estaban coloradas y se sentía extraño. El chico moreno parecía concentrado en su teléfono mientras disfrutaba su pedido y JongDae iba a estar jodiendo con sus preguntas.

ㅡ Es guapo si, pero no somos compatibles.

ㅡ ¿Cómo lo sabes? ¿Le preguntaste su horóscopo o su tipo de sangre? ㅡ JongDae arrugó el ceño.

KyungSoo rodó los ojos. ㅡ No, pero... no le gusta el café.

Su amigo resopló. ㅡ ¿Y cómo sabes eso?

ㅡ Uy no lo sé, será porque siempre pide un frapuccino de cookies & cream o de fresa? Nunca toma café.

El muchacho frente a ellos sonrió, haciendo relucir sus dientes mientras se dedicaba a observar el teléfono, probablemente texteando con alguien.

JongDae suspiró un poco cansado. ㅡ Viene a una cafetería, no pide café pero se queda dos horas haciendo shows y malabares y tú ¿realmente piensas que no tiene que ver contigo? Estás un poquito loco, amigo.

KyungSoo tragó saliva. No creía que fuera posible que el chico sintiera cosas por él, se notaba que eran muy diferentes, probablemente no tendrían un buen tema de conversación, probablemente no llegarían ni a una segunda cita.

Pero entonces, por qué le temblaba todo cuando el muchacho en cuestión levantaba la mirada y lo observaba largo y tendido.

KyungSoo respiró profundamente y se giró para hacer el siguiente pedido, incapaz de ver cómo JongIn lo seguía con la mirada y sonreía satisfecho, porque pese a ser bastante bueno en todo lo que se proponía, aún no se le daba bien hablar con extraños, sobre todo si se trataba del chico del café, que era especialmente guapo y parecía bastante interesante.

Le daba nervios hacer algo mal y que el chico pensara que era un estupido. Pero un día de esos se atrevería a preguntarle si podía esperarlo a su salida o si podía tener su número de teléfono.

Un día de esos, quizás correría con suerte.

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Espero les haya gustado. Gracias por leer ✨

Ary.

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