❍τωєทτy σทє
5 días Antes.
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»Un experimento dulce.«
❝Y desde ahí, comprendí porque las personas les dan tanta importancia a los besos. Yo los atesoré y los seguiré atesorando. Y arrepentiré de no haber continuado ❞
Por la mañana, acudí al taller de Tails. Y esta vez, después de tanto tiempo. Me permitió volver a trabajar con él, dijo que Scourge ya había hecho lo suyo, y se retiró. Me encantaría que “Para siempre” Porque de esa manera puedo trabajar más con mi mejor amigo. Y seguir apretando tuercas. Es para lo que sirvo.
Hace tres días atrás que no volví a ver a Amy. Solo de reojo y en el parque, con sus amigas, con el puesto de los Muffins. Me alegraba que al pasar por ahí la gente se acercara y le comprara.
Me alegraba que ya faltaba poco para juntar el dinero necesario e ir a rentar por fin la tienda para que ella se instalara. No necesitaba preguntarle. Cuando la había espiado ese par de veces vendiendo.
Y era normal volviendo a no verla. Supongo, a veces nos veíamos, días si, y otros no. Pero hoy era miércoles. Y tenía entendido que hoy no trabaja, quería volver a pasar tiempo con ella. Claro.
Eran las 5:30 de la tarde. Hora perfecta para un descanso e ir a pasear por la calle un rato. En cuanto a los demás, no sé habían presentado de nuevo a fastidiarme, pero era claro que no lo volverían a hacer. Knuckles y los demás, que se comportaron tan tontos con su suposición. Aunque de pronto se olvidarán que habían sacado ese tema. Y volvíamos a la normalidad.
Voy caminando por el parque. Hay poca gente, unos haciendo ejercicio. Otros sentados mientras leen, otros paseando sus mascotas. Y otros no hacían nada. Los rayos dorados del sol eran cálidos y para nada calurosos. Camino por la banqueta, viendo alrededor, el aire pega en mi cara, un aire fresco y tranquilo, algunos pajarillos cantan y hacen una relajante melodía.
Me siento en una banca bajo un árbol de cerezo.
Hace muy buena sombra, me recargo y pongo mis manos atrás, escucho a alguien gritar mi nombre a lo lejos.
—¡Sonic! — se acerca Amy corriendo hacia mí — ¡Sonic, te estaba buscando!
— Hola, Amy. Me alegra volver a verte. ¿Sucede algo? — pregunté al ver en su rostro un brillitos en sus ojos y una espléndida sonrisa.
—¿Puedo? — señaló la banca. Asentí y se sentó a mi lado — Tails me dijo que estabas aquí. ¡Adivina que he hecho! — se remueve en la banca, suelta un risita y se recuesta en mi pecho. — Lo conseguí. — masculló.
—¿Qué cosa? — Pregunté confundido. Ella permaneció ahí recostada. Pero después voltea hacia arriba. Nuestros rostros están demasiado cerca.
—¡El restaurante, tonto! — me besa la mejilla. Se separa, se levanta y exhala — ¡Ya me falta solo un poco de dinero. Lo eh estado contando!. ¡Es grandioso!
—¡Esa noticia es buena! — me limpio la mejilla con la mano. Me levanto y poso mis manos en sus hombros — Estoy muy contento por tí. Amy.
—Todo gracias a tí. — me abraza. — Tus consejos y tu apoyo me han ayudado mucho. — se separa. Parpadeo un par de veces para asimilar lo que acabo de escuchar.
— ¿En serio? ¿Por mí? — digo, ella asiente. Sin dejar de sonreír.
—¡Si! ¡Vamos a celebrarlo! — toma de mi mano y tira de ella, echando risas traviesas.
— ¿A dónde vamos? — forcejeo. — ¡Eh, Amy!
—A un lugar bonito.
»✿«
— ¿Desde cuándo caminar por un barrio feo es bonito? — comenta Amy apegándose a mi brazo.
—¿No dijiste que querías celebrarlo?. — respondo.
—¿A dónde vamos exactamente?
— Solo sígueme.
Así seguimos caminando por un buen rato.
La llevé a un lote de dónde venden café, muy retirado de donde estábamos. Pedí dos frappé para llevar. Después seguimos caminando hasta llegar al muelle de la playa. Donde el sol ya se estaba ocultando.
—Ah, era aquí. — deja el vas en las tablas y se pone de rodillas para sentarse.
—Si. Es aquí. — me puse de rodillas y me acomodo para sentarme a su lado. — Aquí nadie molesta.
Nuestros pies quedaban colgados. A unos cuantos centímetros del agua del mar agitado.
Tenía el cabello amarrado en una cola alta. Se quita la gomita del pelo y deja que el aire sople sobre ella.
— ¿Qué has estado haciendo últimamente? — me pregunta después de darle un sorbo a su vaso.
— Trabajando en el taller. Scourge ya se fue y me toca a mí ahora hacer lo que falta.
—¿Scourge? ¿El erizo verde?
—Si. Nunca hablé con él realmente. Era más Tails que yo.
—Ah. Ya veo. — miramos juntos el horizonte. El sol comienza a verse un tono más naranja y oscuro. — A propósito, Sonic. —comento sin despegar la vista de enfrente. — ¿Por qué Shadow se ha estado viendo raro?
—¿Shadow? — cuestiono extraño — La otra vez lo ví. Es el de siempre.
— Hay algo raro en él. Lo saludo y me evade a toda costa. La última vez que fue amable conmigo, fue cuando me ofreció llevarme en su moto a la ciudad.
— No te preocupes por eso. Shadow es Shadow. Así es con todos, no te preocupes.
—Me da mucha pena. Al principio si nos quería como sus amigos y ahora se aleja cada vez más. Pero sé que él tiene un buen corazón. Quizá muy escondido, porque nunca lo demuestra —empieza a reír— pero es un erizo que me sorprende. Cream me dijo que un día se dejó poner una corona de flores porque ella estaba en un curso de manualidades. Y en eso pasó Shadow y le dijo. Así que aceptó.
—Pues conmigo nunca ha sido amable. Creo que siempre habrá una rivalidad entre nosotros —dije.
Escucho un sonido de sirenas acercarse a la costa, seguido de una ambulancia. Volteo por encima de mi hombro, al igual que Amy. La patrulla y el otro vehículo de emergencia pasan a toda prisa, haciendo que los demás autos se movieran.
—¿Crees que algo malo haya pasado?
—Me imagino que sí. — volteo de nuevo lentamente y miro hacia el sol. El cual ya ah bajado, y el cielo empieza a tornarse más oscuro, lo cual hace que las olas del mar empiezen a agitarse.
Los sonidos de las sirenas se alejan mucho. Que ya no se escucha tanto, el sonido casi es inaudible, solo se escuchan las olas romper.
—Amy...el silencio como éste, me pone los pelos de punta.
Volteo a verla. Se sobresalta, sus ojos se vuelven brillosos.
—Sí, me sucede lo mismo. Pero el lado bueno del silencio, es que uno puede valorar más la vida. Y pensar en lo que ha hecho.
—No lo había pensando así —respondí.
—Bueno, yo lo pensé porque. Ver este hermoso paisaje y el silencio. Creo que incluso puedo dar gracias de todas las cosas maravillosas por las que estoy pasando.
Iba a abrir la boca. Dispuesto a responder. Pero renuncié al ver su expresión. Tenía razón del sentimiento.
—Dicen que la muerte es aún más silenciosa.
Amy arquea una ceja. Y me mira.
— ¿Y que tiene ver con el silencio? — respondió.
—Bueno, lo pensé. Pero no importa.
A Amy le tembló el labio inferior.
—Está bien, cambiemos de tema —vuelvo a hablar.
— Sonic. — habla en voz temblorosa. — bueno, yo quería decirte...— mira por encima de su hombro hacia atrás y murmura —; ¿Ese de ahí no es Knuckles?
Me giro y veo que se aproxima por la derecha. Arriba del puente.
—Tengo una idea. — Le digo poniéndome de pie. — Vamos a gastar una broma, anda Amy. Dame la mano, rápido!
Lo hace, asoma una sonrisa de nuevo. Corremos saliendo de ahí. Él está tan distraído caminando por encima del puente de arriba que ni se da cuenta.
—Dame una piedra. — La carretera está encima de nosotros. A unos cuantos metros, va silbando. Hablé en voz baja. — Una piedra grande.
Asiente entre risas. Corre por ahí buscando una tras las rocas grandes, me la pasa. Es pequeña y poco pesada, hago como si fuera a jugar baseball y arrojó la piedra con todas mis fuerzas.
Exactamente. Cayéndose en su cabeza.
—¡Amy, corre! — le gritó en voz alta a la vez que Knuckles voltea hacia atrás quejándose.
—¡Anda, vete! — le vuelvo a gritar.
Se esconde debajo, Knuckles reniega desde arriba agitando los brazos. Corro hacia Amy y nos escondemos los dos debajo del puente.
Se aprieta el estómago para no reír escandalosamente. Sigo escuchando a Knuckles arriba de nosotros, gritando; »¡Quién hijo de su tostada madre fueee!«
La risa de Amy no tardó en manifestarse.
••••
—¡Viste eso! ¡Su cara! — hablaba entre risas.
Ya era noche. El sol se había ocultando. Caminábamos de nuevo regresando por la calle y de ahí pasar por el parque. Knuckles al final nos vió por la risa de Amy. Que nos delató, nos persiguió a ambos. Y; ¡Uff! ¡Esta mujer si que sabe correr!
Ahora estábamos tranquilos.
Estábamos sudando hace un par de minutos, pero después el aire nos quitó el calor.
— Hay que sentarnos en esta banca. — dice caminando rápidamente y alcanzar el lugar. Se desploma y suelta un gemido después de un largo suspiro. — ¿Cómo es que empezamos hablando de cosas feas y después nos estábamos riendo?
—No tengo idea. — me siento a su lado. La luz del foco es lo único que ilumina aquel solo parque. — Pero fue divertido.
—Totalmente...Pero.— entorna sus ojos a mí, pone su pierna sobre la otra y su mano detrás de mi espalda. — Falta...Algo.
—¿Qué?
Se acerca más a mí, lentamente hacia mi boca, casi sintiendo si aliento sobre mis labios. Me estremecí y la sujeto por los hombros. Deteniendo.
—Amy...¿Qué haces? — susurré a su oreja.
— El beso. Solo... regálame eso.
—Estas mareada.
—Tú también. Un poquito. — suelta un risita. Aparto mi cara hacia el otro lado. — No sabes lo que quieres...
— Si, lo sé. Siempre lo he sabido.
No, la verdad. No.
— Sonic. Es solo una emoción más.
—No. — corté — Olvídalo. Es una locura.
Me volteo y veo que su mirada se apagó. Mirábamos al frente, sintiendo solo el aire, hasta que soltó;
—Está bien. Me quedaré eternamente con la duda.
No me gustó cómo sonaba eso; »Eternamente« parecía mucho tiempo. Nos movimos juntos, intenté alejarme de ella, pero no lo conseguí.
Que va, joder.
Me sentía raro, y eso era notable. Algo en mí estaba más encendido que nunca. Tenerla tan cerca me nublaba la razón, pero aflojé las riendas y me permitió ser yo mismo, el que no pensaba en normas ni consecuencias, el que solo vivía el presente y nada más. Carraspeo, suelto un suspiro. Entonces la miro y le digo:
—Está bien. Solo un beso. Uno.
—¿Lo dices de verdad? — me miró. Sin poder creerlo.
— Pero mañana no lo recordaremos.
—No. Claro que no. — murmuró.
—Cierra los ojos, Amy.
Respiré hondo y me incliné despacio hacia ella. Fue apenas un roce suave, pero me calentó por dentro. Dejé aquel beso en la comisura de sus labios y me aparte mientras Amy fruncía el ceño desilusionada.
—¿Eso es todo, ya está?
— ¿Qué rayos esperabas?
—Un beso en condiciones.
—No.
Y luego, un poco frustrado. Volví a besarla.
Esa vez de verdad. Nada de un roce, nada de una caricia temblorosa. Tomé su rostro entre mis manos, sujetándola por las mejillas, y le mordí la boca. Apresé su labio inferior con los dientes. Antes de dejarlo resbalar entre los labios.
Amy gimió. En respuesta, un maldito gemido que fue directo a mi entrepierna. Alejé la excitación cerrando los ojos, al ser conciente de que estaba besando una chica, por primera vez. Y no era cualquier chica, era Amy. De que, carajo estaba sintiendo, de que estaba cometiendo un gran error...
Me aparté de golpe.
Amy me miró en silencio, mientras recogía el vaso de café que había dejado sobre el suelo.
Me pongo de pie rápido, y tiro el vaso en la basura. Caminando lejos de ahí. De ella..
— ¿Te vas? — preguntó.
Asentí sin volverla a mirar y me alejé de ella. Sin decir nada más.
(...)
El corazón seguía latiendo, ahora con más fuerza. Llegué a mi casa, abro la regadera, el agua está fría, dejé que me despejara. Pensé que besarla tenía que ser desagradable, pensé que tenía que dejar de empalmar por culpa de ella. Pensé que debería haberlo visto venir, pensé....pensé tantas cosas.
Me acosté en la cama aún confundido.
Estuve horas dando vueltas sin poder dormir, buscando la manera de encajar la escena. Parecía irónico que yo intentara aclarar los pensamientos de Amy y ella se dedicara a enredar los míos.
Suspiré hondo recordando su endiablado sabor. Que por cierto. Había comprado una paleta de fresa. Otra vez.
Nunca había entendido por qué la gente le da tanta importancia a los besos; solo es un contacto entre dos bocas.
No es instintivo. Era emocional, era todo lo que nunca logré ser. Y al besarla me di cuenta de que llevaba media vida equivocado.
Por qué después de ese beso.., Ese beso iba a quedar conmigo para siempre, lo supe en cuanto cerré los ojos tras el primer roce.
Ya no podía frenar esto.
━━━━━━ • ✿ • ━━━━━━
*yo diciendo que los capítulos iban a ser cortos y hago puros de más de 2000 palabras*
:I m p o r t a n te:
Eh utilizado »Esteganografía«
Que es un término para ocultar mensajes camuflajeados con metáforas, o frases.
Las frases que aparecen arriba con las: “”
Son escritos de Sonic del FUTURO.
Esas frases son escritas desde el libro love, Sonic. Que le regaló Amy. Y que es 5 años después. Así que Sonic escribe frases a esos eventos con camuflaje.
Están escritos en todos los capítulos.
Adivinen de qué está anticipando Sonic ;)
1.21 editado.
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