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El último día.

—¿Te vas? — vi un aura negra, no pude distinguir quien era, estaba muy oscuro. Pero me parecía que esa silueta la conocía.

No quiero irme, Sonic. Ayúdame por favor.
No te asustes. — le respondí a aquella silueta negra de voz femenina, mis piernas flaqueaban. — Yo estoy aquí.

No me dejes ir.

No lo haré. — respondí en voz bajita. Pero la silueta cuya voz femenina comenzó a alejarse, empezé a ir tras ella, pero no podía correr, escuché un llanto, gemidos ahogados, voces de desesperación — ¡Espera, no te vayas! — grité en voz alta. Pero un lugar sombrío con hojas negras iba llevándose la chica poco a poco.
No la pude alcanzar.

Desperté empapado de sudor. Me levanté de golpe, el corazón se aceleraba. Me froté los ojos para ver bien. —fue solo un mal sueño — respiré profundamente y después exhalo el aire. Sonriendo y acotando los malos sueños, siempre los ignoro y los olvidaba, pero sentía que esté no. Miré hacia la ventana, aún arriba de la cama, un pájaro negro estaba parado en mi ventana, viéndome fijamente. Me le quede viendo, me levanté rápido, abrí las ventanas y este se fue volando.

La mañana había comenzado muy rara.
Pero pese a eso, no pude evitar sonreír.
Tenía cosas que hacer, y no debía darle importancia a los sueños ni cosas. O supersticiones. Afuera los pájaros cantaban como cada día. Buena señal.

••••
❝No puedo escribir una frase, solo dejo mis lágrimas rodar por mis mejillas. Arrancando la hoja...No pude, No pude. ❞

»Declararme a tí«

—¡Buenos días, Tails! —abrí la puerta de par en par, con todos los ánimos del mundo aquel día. —  ¿Cómo está mi mejor amigo, mi confidente, mi compinche, mi compadre, mi todo todo?

—Si vienes a pedirme un favor. Creeme que no lo pienso hacer. — se levanta del suelo y se sacude la tierra.

— No, solo que hoy es un buen día.

—No lo diría así. —responde secamente. — Anda, que hay trabajo que hacer, quiero tener la tarde libre.

—¿Vas a hacer algo?

—La fiesta que habrá esta tarde en la playa. ¿Irás, verdad?

— Ah, no me acordaba. — me doy un golpe leve a a cabeza. — Si creo que sí. —extiendo el brazo y remango mi brazo, como si de una camisa existente estubiera ahí — ¡Bien, a trabajar!

Después de un rato, equipando el Tornado X para un próximo vuelo, parece que está nuevamente listo. La última vez que voló, dice que algo salió mal, por ende; volvimos a reajustarlo,  Scourge ya no volvió.

—Bueno, ya que terminamos esto. Recordé que tenia que llevarle esto a Amy. — extiende el brazo con una bolsa. — ..Eh..¿Por qué sonries así?

—¿Sonriendo? Pff. —sacudo la cabeza. — No que va, es que...¿Me estás pidiendo que se lo lleve?

— A..já. — esboza una sonrisa de pronto. —Oh, ya sé que te pasa.

—¿A mí?

— Sonríes como retrasado al momento que hable de Amy...¡Y estás sudado y estás rojo! — suelta una risa — Ya vete a verla, se te nota en la cara.

¿Yo...En verdad?

—Bien. Vuelvo al rato.

•••

Al llegar a su puerta. Trago saliva antes de tocar la puerta. Rectifico mi comportamiento nervioso, pese a eso. Mis manos medias temblorosas tocan su puerta, escucho pasos al interior acercándose a la puerta, que mi postura esté bien y exhalo aire. La puerta se abre.

—¡Sonic! Buenos días.— sonríe al momento que me ve, dejando que pase — ¿Qué traes ahí?

—¡Ah! — le extiendo la bolsa. No tengo idea de qué contendrá — Tails me pidió que te lo trajera.

—Ah. — toma la bolsa y usmea que hay dentro. —Oh ya sé que es. Esperame aquí, ya vuelvo.

Se va llevándose la bolsa escaleras arriba. Mientras tanto, yo miro alrededor. Tiene en la sala, un florero pequeño de con un ramo de rosas blancas.  Creo que ha ido a cortarlas al campo.
A un lado del televisor tiene un librero, con todos los estantes llenos, y en ellos figuritas de todo.
La esfera con el chao dentro está sobre éste. Me acerco, lo tomo y lo agito, después lo depósito en su lugar.

— Listo. — anuncia llegando. — ¿Qué miras?

—Ah, perdona. Estaba viendo tus cosas. Sinceramente creo que nunca les había prestado atención suficiente.— me siento en el sofá. — ¿Haz leído todos esos libros?

—Dios, no. Pero los leeré todos algún día. —  toma asiento al otro lado del sofá. Posando su nuca en la mano. — Lo llamo “Biblioteca de vida”

Nos quedamos en silencio un momento. Pero después ella continúa;

— Desde que era niña, iba a ventas de garaje, y tomaba los libros que me parecían interesantes. Solo para tener siempre algo que leer. Pero hay mucho que hacer, ¿Sabes? —sonríe — tendré más tiempo para leer cuando sea vieja y aburrida.

—Es muy difícil imaginar que algún día seas aburrida. — suelto.

Me voltea a ver, apaga su sonrisa un instante, pestañea varias veces, pero después se vuelve más sonriente y se remueve el asiento.

—Es curioso. Bueno, ya sabes. Pero te digo, hay cosas más importantes que hacer ahora. ¿Ves ese libro de ahí? — señala a uno del estante, una libreta color rosa pequeña. — Es un libro que estoy escribiendo. Ya solo me falta el final. Tal vez lo escriba mañana en el autobús cuando vaya.

— ¿Dices que vuelves en una semana?

— Si, volveré el próximo lunes. Y hoy Domingo hay cosas que hacer.

—Hablando de eso. — mencioné. — ¿Irás a la fiesta de ésta noche?

—Ah...No, creo que no. ¿Por qué? ¿Tú irás?

—Si.

—Mmm, no lo sé. Preferiría quedarme a hacer mi maleta. Pero puedo tenerla hecha antes de ir para allá. Entonces yo también. — se levanta y se encamina. — Bueno, ahora debo ir a casa de Cream y preparar la venta de los últimos Muffins para vender. Hoy hay mucha gente, y aprovecharé.

—Está bien. ¿A qué hora vuelves?

—A las siete.

—Voy a pasar a recogerte antes para irnos. ¿Esta bien?

—Claro.

Concluimos. Y así salí de su casa y me regresé al taller.

6 Horas Antes.
◃───────────▹

Según Knuckles. Esa fiesta iba a ser de etiqueta. Por lo que le pedí a Tails que me prestara solo un chaleco de manga larga negro y la camisa blanca, un moño negro tal vez también. Con eso bastaba, una cosa es segura: No voy a usar pantalones. Y usaré los mismos zapatos rojos que siempre llevo.

Así pues. Vuelvo a casa de Amy, como prometí.
Le pedí a Knuckles que pasara por ambos a la casa de ella, de ahí nos iríamos todos juntos.

Voy a toda prisa. Al ir casi llegando, escucho un ruido proveniente de arriba. Volteo y la veo arriba de las tejas rojas, está sentada, leyendo un libro con tanta atención que ni se da cuenta que estoy abajo.

—¿Está muy interesante? — le pregunto alzado la cabeza. Ella deja el libro y se levanta. Y se acerca a la  punta del tejado.

—Perdón. No te había visto. Ven aquí arriba, el cielo pinta muy bonito.

Así lo hice.
Al subir las escaleras y abrir la ventana de arriba para treparme: siento las primeras brisas de otoño que trae el aroma de las hojas. Paso una pierna por el alfeizar y curvo mi cuerpo para salir por la ventana hacia el techo plano del porche, A la distancia, el atardecer tiñe el cielo con los últimos dejos de color lavanda, que se transforma en un violeta oscuro. Apenas aparecen las primeras estrellas, parpadeando, llego hasta ella y me siento sobre las tejas ásperas.

Amy ya está vestida, y lleva un vestido azul corto. Unas zapatillas rojas, muy parecidas a las mías.
Tiene algunos mechones del cabello sueltos y lo demás está recogido en un listón, como una deadema, color roja, sus guantes blancos están muy limpios y me temo que es de una tela más suave, no lleva brazalete ni collares. Entonces recuerdo que yo traía unos que mi madre mandó para ella.

— Amy mi madre me pidió que te diera este collar y el brazalete. — los saco del bolsillo.

—¿Para mí? ¡Oh, qué bonitos! ¿Podrías ayudarme en ponerlos?

Con su mano izquierda alza su cabello para que pueda ponerle la gargantilla. Me acerco a ella y se la coloco en el cuello. El hilo era de oro, y en el centro tenía 10 bolitas azules, pequeñas.
Cuando se la coloco bien, ella la toma en sus manos y la observa.

—Es muy bonita. Me gustaría volver a ver a tu mamá y darle las gracias.

—Y eso no es todo. — doblo mi cuerpo buscando el brazalete. — También me pidió que te diera ésta.

—Oh, Sonic. ¡Es hermosa! — dice tomándola en sus manos — Me encanta. Tiene un montón de figuritas, de las que representan la buena suerte. — tocaba con cuidado pasando los dedos por los 7 dijes de plata adheridas al brazalete. —Tiene un trébol, estrellitas, llaves, casitas...¡De todo! Muchas gracias. — se acerca a mí y me besa la mejilla.

—De nada Ames...me alegra que te guste.

—¿Me ayudas a ponerla en mi mano?

Así lo hago.

—Este día se me a figura a uno de los mejores. ¿A qué si? — yo asiento mirándola — mira el cielo, es precioso, las estrellas, las cosas. La vida es muy hermosa y...

— Y tú también. — me río — Me encanta verte así, sabes...Bueno, siento mucho haberte tratado de esa manera, prometo que de ahora en adelante seré diferente.

—No te preocupes Sonic. Nunca hiciste nada malo, creo que tenías razón. Aunque si me eh salido de control yo también.

••

Después de 10 minutos. Seguimos hablando de todo un poco. Parecía caótico, ahora todo encajaba.

—¿Sabes algo, Sonic? Yo creo que tenemos más en común de lo que crees.

— Puede ser. Pero entendemos el mundo de diferentes formas. Tu miras un cielo con nubes y ves tormenta. Yo veo el cielo con nubes y lo veo despejado.

Amy tragó saliva. Contemplé su garganta moviéndose.

—¿Y cuál de las 2 opciones es mejor?

— Curiosamente. Creo que ninguna.

Ella río. Y se le formaron 2 hoyuelos. Mierda, me dieron ganas de morder, me removí, porque era eso o sucumbir la tentación, a las ganas.

Ruedas crujiendo sobre la gravilla llaman nuestra atención hacia la entrada del garaje y vemos al escarabajo rojo brillante de Knuckles estacionar frente a la casa.

— Nunca voy acostumbrarme a su auto. — dice Amy poniéndoce de pie, sacudiendo la mugre del techo con su vestido.

— Lo sé. Además, ama esa cosa. Hasta pone florecitas en un jarrón cerca del volante.

—¿Ah, sí? ¿Y tú se las regalas acaso?

Finjo estar en shock. Mientras veo a Knuckles salir del auto, Rouge se asoma por el quemacocos.

Knuckles se ve tan negro que se podría perder en la noche. Lleva puesto un smoking negro con la camisa blanca debajo y una corbata roja. Es definitivamente elegancia al extremo.

—¿Lista para esto? — le digo a Amy, ya de pie estirandome como un gato.

—Oh, sí— responde inexpresiva. — Espero que haya jugo en esa fiesta. Porque no pienso tomar nada que me atonte.

— Buscaremos una tienda si es que no hay nada más ahí que alcohol. ¿Te parece?

Ella asiente.

Ambos voltemos hacia abajo. Knuckles se ve tan chistoso viendo hacia arriba que me hace reír.

— ¿Por qué están en el techo? — Grita él, sus pulgares en sus bolsillos de su chaqueta y la cabeza inclinada hacia atrás.

— Pensamos en catapultarnos hasta el auto ésta noche. — respondo.—¿Te parece bien?

— Ya bajen y vayamos. — se cruza de brazos.

— Cobarde. — murmuré mientras doblo mi cuerpo para volver a entrar por la ventana.

Ya estoy abajo. Amy sigue arriba del tejado.
Nos quedamos viendo, ahora de arriba a abajo.

—Mmmm, ¿Quieres que te atrape o algo? — pregunto, y me doy cuenta que ya llevamos un minuto entero. Ella se acerca al borde y agita un pie en el aire.

— Tal vez...

—Amy Rose, ni se te ocurra — me abalazo a su dirección alzando mis manos, como si realmente pudiera evitar su caída al saltar.

— No me digas que hacer. — replica y sigue agitando su pie en el aire.

— No seas tonta. — involuntariamente la miro con desprecio.

Aunque no puedo evitar reírme.

—Por dios Amy, déjate de ser antagonista con todo mundo — dice Knuckles. — Vamos, todos necesitamos un trago.

Y yo no sé si necesito un trago, pero definitivamente, necesito algo.

••••
5 horas antes.

Tails iba también en el auto. Solo éramos Rouge, Knuckles, Amy, Tails y yo.
Ya íbamos llegando por la costa. Con la canción de »The Nights - Avicii «. A todo volumen, todos coreabamos la estrofa, íbamos en los asientos traseros con Tails y Amy.

En un rato. Estacionamos en la dichosa casa. Había una pila de autos larga, tenía pinta de que iba a estar buena.

— Bajen. — exclama Knux"s.

— Knuckles, te advierto que no nos quedaremos tan tarde. ¿Oiste? — reclama Rouge.

—Si, si lo que digas. Ya entremos que es tarde.

—¡Oh, es una cámara instantánea! —Amy la recoge del asiento de Rouge. Y nos hace una seña que nos acerquemos a la luz. — ¡Una foto, para recordar este día! Digan Pollo

— P...ollo? — vociferamos todos al unisono.
Amy presionó el botón cuando estábamos todos juntos. Clik.

— Perfecto. — exclama con su tono alegre. La cámara emite un ruidito y sale la foto. — La veremos cuando regresemos. Para recordar este día.

Deposita la cámara y la foto en el porta vasos. Knuckles cierra con llave y nos encaminamos dentro.
A la entrada, veo a Shadow, sé que es él.

Pienso en que puedo hablarle. Pero alguien se me adelanta.

—¡Buenas tardes, Shadow! —Amy es la valiente que se atreve a hablarle.

—Qué hay —le responde secamente, Amy pasa al interior.

Es como hablarle a las piedras y que te contesten.  Pasamos al lado de él. Y no lo saludo porque sé que no me responderá.

Cuando ingreso, hay un pasillo. Y alguien choca con mi hombro, por ir viendo hacia atrás, y veo de quién se trata, era Scourge salir de ahí, me mira por encima de su hombro después de chocarme, que hasta me pareció ver sus ojos de par en par. Y se va a toda prisa.

—¿Era Scourge? — pregunta Tails.

—Me temo que sí —respondí — y  creo que ni siquiera te vio, Tails.

—Da igual.

Continuamos adentrándonos hacia el festín. Había mucha gente, me acomodé el cuello, me apretaba. Amy se va a la mesa de postres y la veo servir chucherías para ella.

—¿Qué hacemos primero? — cuestiono a Tails.

—La música es buena. Yo creo que voy a hablar con esa chica de ahí. — Al escuchar eso le sonrío y levanto el pulgar de aprobación. — Tu deberías estar con Amy. Ya sé que empieza a ver algo más entre ustedes.

— ¿Sabes? Mierda. ¡Si! Hoy me siento eufórico. Que no te puedo negar nada.

— El amor te ha vuelto blando y vomitivo.

—Lo que digas. Pero no a tal grado, y pues...Creo que lo he reconocido. ¿Sabes? Todo mundo debería querer a alguien, a qué si.

—No te lo negaré. —y me empuja —anda, ve con ella. ¡No pierdas tiempo!

3 horas antes.
◃───────────▹

Estube bailando con unas chicas. A Amy no le molestó, de hecho. Ella agarró otra pareja y así empezamos un rato. La chica me dijo que se llamaba Mina, y no tengo idea de quién sea con el que baila Amy. Después de un rato, le digo a la chica que estoy cansado. Voy a buscar una soda para refrescarme, mientras me recargo sobre la barra del obbie.

Veo a Tails continuando hablando con una gata amarilla. Ya tiene buen rato, aunque sabemos que él le es fiel a Cream. Es un niño, lo dejé divertirse. Rouge y Knuckles parecen trompos, tienen un buen rato dando vueltas.
A mi lado, llega Amy y se recarga junto a mí.

— Estoy exhausta. —me dice entre jadeos. — Deberíamos parar. Sonic ¿Jugamos?

— ¿A qué?

— Verdad o reto. Anda, di que si. — tiene una mirada traviesa, los mechones sueltos están revueltos por su cara.

— Bien. Empiezo.
— Verdad o reto.
— Reto.

Amy se impulsa a la con sus manos y se sienta.
—Ven a aquí. — me hace un ademán con sus dedos juguetona.

Y así lo hice.
Iba a besarla. Iba a hacerlo. A la mierda el mundo entero.
Fue así de rápido, me reí, parecía nervioso, y ella se inclinó hacia mí y ladeó la cabeza y nos estamos besando. La acorralé, tome su cintura y la rodeo con mis manos, apresionadola contra mi. Nuestras lenguas danzando de ida y vuelta en la boca del otro, hasta que ya no había ni su boca mi la mía, sino solo nuestra bocas entrelazadas. Ella sabía a fresa, la maldita había tenido una en la boca. Sabe a fresa, sus labios siempre sabían a fresa.

Dios, lo seguí haciendo, la embestía con la lengua, amé esto. El momento.  Me encanta, lo admito. Estoy enamorado, estoy perdido. Me sentí un estúpido al no darme cuenta, al haberla botado por tanto

Fue un poco rápido, estaba yendo demasiado rápido. Pero ya no quería poner un freno, ya no. Quería seguir acelerando.

En ese momento supe que mi vida iba a cambiar algo, sentía algo sumamente fuerte, y sabía que algunos riesgos valían la pena, por ejemplo éste.

2 horas antes.
------

Estuvimos un buen rato ahí, sin despegarnos, dejamos los besos por un rato. Posé mi nuca en su hombro y ella en el mío, ahí estábamos abrazándonos. Olía su perfume de rosas, era delicioso, cerré mis ojos, oliendo el perfume. La música resonaba en lo alto, pero no al grado de reventar nuestros oídos.

— Amy. —levanto mi cabeza y la miro de frente. — ¿Quieres subir al tejado?

—Tenemos un extraño afán de subir a los tejados.

Me encojo de hombros y me río.
—Vamos a ver las estrellas un rato y para que me cuentes de que va tu historia y todo eso.

—Claro. Además, tengo algo muy importante que decirte. — acaricia mi mejilla con su pulgar.

—Si, y yo también...

— ¿Otra ronda? — pregunta divertida.
—Otra. — respondí volviendo a besar sus labios.

Alguien me jalo del hombro, tirandome lejos de ella. Volteo por encima de mi hombro y veo a Knuckles, en la pista de baile.

— ¡Venga, Sonic! Vamos a sacar el paso prohibido!

Volteo a ver a Amy. Está sentada ahí viéndome. Sonríe al verme, entonces bailo, ella me sigue viendo.
Suena una canción de Indie pop de esas que te hacen mover la punta del pie con solo escucharla.

Vueltas y vueltas por la pista. El ambiente, los colores, todo es bonito.
En ese momento; solo pude pensar que
el amor sabía a fresa. Tenía catorce años y mirada color esmeralda.

Pensé...Pensé en qué esta noche lo daría todo, todo de mi.
Pensé en las palabras.
Vuelta, punta del pie.
¿Cómo voy a decirle?
¿Amy...Quieres ser mi novia?
¡No, no! Demasiado cliché.
Mejor; Amy. ¿Puedo ser tu novio?
Las palabras quieren salir, y revolotear por todos lados. Estoy tan contento, es un gran paso. Y demasiado.

Dejo la canción. Y me acerco a ella después de unas vueltas.

—Me he divertido. — me acerco a ella y la beso en la boca. — Vamos al tejado.

—Bien. — sonríe y me responde el beso— Pero después de un último baile aquí.

Le seguí. Y así estuvimos, tiré de ella y me la llevé a la pista.

[...]

15 Minutos Antes.

Volvimos de nuevo a sentarnos a la barra, continuamos con los besos. Mierda, pero qué me pasaba.

—Sonic. — me detuvo. — ¿Continuamos luego? Debo ir al baño. Después que regrese vamos arriba. ¿Te parece bien?

—Okey. — Asentí y la besé por última vez.

Ella sonrió...y se marchó.

»¡Sonic!«

Me alerté.

Escuché otra vez la voz. Una voz llamándome, la misma que del sueño.
La misma con voz desesperada, la piel se me puso de gallina. Vi a lo lejos a Amy irse al baño. De pronto sentí un cosquilleo recorrer mi cuerpo. Sentí como si corazón me fuera a doler, me asusté. Traté de relajarme, y me recargue a la barra.
Debería ser por tanta descarga de emociones de esta noche. Y con tanta voz aquí, pensaba cosas.

—Sonic. — llega Knuckles a mi lado y se pone frente a mi — ¿Estabas besuqueandote con Amy?

—Sí.

—Esto va a terminar mal. — se dijo así mismo. Yo volteo a verlo, se ve muy mal — Cuando Amy llegue ya tenemos que irnos, ya casi son las 12:00 —chequea el reloj en su mano. — Faltan trece minutos. Y ya no soporto a Rouge. Está de fastidiosa borracha.

—Mira quién habla. — me río y le doy una palmada en el hombro. — El que decía que una relación le vendría bien.

—Si, si lo que digas. Le dices a Amy que ya nos vayamos cuando regrese...

11:50 P.M
11:55 P.M
11:59 P.M

•••••

Empezé a preocuparme. ¿Qué tanto hacia? ¿Por qué tardaba tanto?
Le hago una seña a Rouge para que se acerque. Pasaban de las 12:15 y ella no aparecía. Ya llevaba media hora que se fue.

— Rouge. Ve al baño y fíjate si Amy está bien. — le dije y ella asintió.

3 Minutos después.

—No está en el baño— me anuncia llegando. — le he preguntado a una amiga de Amy. Ella asegura que Amy le dijo que iría afuera para tomar aire.

—¿Se salió? — respondí alterado.

—Eso creo —responde con tranquilidad. Tiene un vaso en la mano.

Knuckles se acerca. Rouge le dice lo que pasa. Veo que Tails se acerca. Le digo que si no la ah visto. Pero niega. Knuckles me dice;

—¿Sonic, se pelearon o algo?
—¡No, no! ¡Claro que no!
—¿Entonces?
—No sé. Ella dijo que iba al baño.
—Te digo que Amy salió afuera —dice Rouge.

—Tiene que haberce metido en algún lado. Esta debe de ser una de sus bromas.

Entonces recordé..
—¿Subimos al tejado?
Me encamino a toda prisa.
Salgo, no hay nadie fuera y lo único que escucho es el mar agitándose.
¡Amy! ¿Estás arriba? grité alzando la cabeza.

Nada..
Nada..
No se escucha nada.

— ¡Amy! — grité estando fuera. Todos salimos deprisa. Tails, Rouge y Knuckles. Gritamos su nombre en voz alta.

Por más que gritamos por todos lados..

Amy jamás contestó....

••••
1.23 editado.

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