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Soobin tuvo que notificar esto a sus superiores, y lo que ellos le dijeron fue exactamente lo que ya se le había pasado por la mente.

Lo odiaba. No porque ellos insinuaran que estaba fallando en su primera vez como mentor, sino porque eso implicaba...

—Beomgyu, tengo algo que decirte.

El androide dejó de lado un experimento químico en el que estaba trabajando y se acercó a Soobin, iba a darle un beso, pero este se alejó. Supo enseguida que Soobin no le diría nada bueno.

—Lo diré rápido y vas a tener que entenderlo y asumirlo como el androide inteligente que sé que eres.

Beomgyu frunció su ceño en preocupación.

—¿Qué-

—Debes repetir tu año de aprendiz.

Beomgyu parpadeó. Toda la tensión de su cuerpo fue liberada, eso no era ni de cerca tan malo como imaginó.

—Está... bien.

Incluso se emocionó. Eso quería decir que no se preocuparía por el futuro. No ahora. Tendría otro año para pensarlo, otro año junto a su maestro.

—Hay algo más —Soobin agregó con mucha, mucha, dificultad.

—¿No dijiste que lo dirías rápido? —Beomgyu sonrió— ¿qué es?

—Yo no seré tu mentor esta vez.