La central es como un edificio en forma de estadio de fútbol a una escala mucho mayor. En el centro se encontraba la sala de androides, donde ellos convivían un poco antes de hacer sus pruebas del mes. Y toda la estructura que lo rodeaba conformaba los laboratorios y habitaciones de androides y maestros.

Alguien podía desplazarse casualmente por todo el lugar, las puertas estaban abiertas para quien sea, pero habían sensores en el suelo, y se decía que una alarma sonaba si alguien que no pertenecía a cierto lugar se atrevía a entrar.

Beomgyu tenía que confiar en que el extraño sistema de la central no lo había eliminado de la lista de integrantes del laboratorio de Soobin. Jungkook, por otro lado, tenía que esperar fuera de la habitación de Taehyun sin llamar demasiado la atención hasta que el androide llegara, poniendo toda su fe en que Taehyun utilizara su habitación y no se quedara en el laboratorio de Soobin.

-¿Cuando lo vea qué tengo que decirle?

-Va a ser una situación extraña, pero trata de hacerlo parecer como una visita -dijo Jungkook- no es a él a quien estamos probando, es a ti.

-De acuerdo.

-Luego tendrás que decirme con detalle todas tus reacciones.

Beomgyu jugó con el borde de su suéter, nervioso.

-¿Qué pasa si él me echa del laboratorio?

-¿Por qué lo haría? -Jungkook frunció el ceño- fuiste su alumno, seguro que estará feliz de verte.

¿Soobin feliz? Si claro. Beomgyu no comentó nada más, tratando de no ilusionarse. El trataría, y si no funcionaba tampoco se podría sentir peor que como ya se sentía. ¿Cierto? No había nada que perder.