2/6

—Hyung...

—Dime.

—Estaba tocando guitarra y una de las cuerdas se rompió.

—Sabes como repararla.

—S-sí —hizo a Soobin levantar la mirada, Beomgyu tenía una mano detrás de su espalda—. Se reparar la guitarra, pero necesito que usted repare otra cosa.

Soobin cerró los ojos y contó hasta diez.

—¿Cuantos dedos?

—Uno.

Por lo menos... pensó Soobin. ¿Por qué Beomgyu perdía los dedos con tanta facilidad?

—La  próxima vez te voy a dejar sin dedos una semana —reprendió luego de colocar el miembro en su sitio— si fueras un humano ya no tendrías manos.

—L-lo siento.

Soobin comprobó el arrepentimiento y la vergüenza en la cara del pequeño androide.

—No, cambié de idea, por cada dedo que pierdas serán veinticuatro horas en las que te prohiviré besarme.

—¡¿Qué?!

Eso si era efectivo, casi infalible.

Soobin era un genio.