03| Frío Y Calor
El frío recurrente de finales de año tocaba la suave piel de Sophie, la cual, no sentía ni pisca de frío al tener su rostro aún ardiendo de pena.
"¿Celosa? ¿Yo? ¡Ja!" Sophie trató de burlarse.
Pateó un poco de nieve en su camino. No sabía dónde debía ir, o con quién podría hablar. Megan no era una opción, Elly... tal vez no.
"Artur no es diferente de otros hombres... Pero es más amable que la mayoría de ellos..." Sophie se apoyó en un poste de luz.
"¿Qué está pasando conmigo? Nunca había reaccionado de esta manera antes." sus pestañas se congelaban. ¿Temblaba por frío o por nervios?
"Estúpido Artur." susurró ella abrazándose a sí misma.
"Oh... ¿Acaso no es la señorita criticona?" Megan apareció a lo lejos en el rango de visión de Sophie.
Disgustada Sophie llevó su mirada a otra dirección tratando de ignorar a la molesta e irritante persona que se acercaba a ella.
"De entre todas las personas, ¿por qué ella?" cuestionó Sophie al ver a la persona menos deseada en estos momentos.
"¿Acaso vas a ignorarme?" preguntó Megan al estar más cerca de Sophie.
Megan alzó una ceja mientras sus manos se posaban en su cadera. No tardó segundos en descubrir que Sophie no estaba como de costumbre.
Con una sonrisa pícara se acercó a ella rodeando sus hombros.
"Hola Sophie~ ¿hay algo de que te preocupa?" Megan intentó mirar de reojo fingiendo preocupación.
Sophie alzó sus hombros tratando de cubrir su rostro con el abrigo.
De un rápido movimiento Sophie apartó a Megan. Con un paso veloz tenía la intención de alejarse de ella. Hablar con Megan sólo haría que su situación empeorara.
"¡Sophie, espera!" exclamó Megan. "¿Qué le pasa a esta?" suspiró.
Sophie no quería cruzar miradas con Megan, lo mejor era retirarse y luego ser molestada por su comportamiento en otra ocasión pero no ahora.
Caminar por los montículos de nieve que aún no habían quitado los residentes del sector y la superficie resbaladiza de la acera retrasaban y entorpecían a Sophie en su escape. Megan caminó detrás de ella esperando detenerla. Sin embargo, Sophie se percató de que Megan la seguía, y como si estuviera en peligro, aceleró el paso aun más.
Sophie terminó por perder su equilibrio por la superficie helada. Cayendo de cara en un montículo de nieve.
Megan la miró desde la distancia muy extraña, aunque con ganas de reír y burlarse de ella. No evitó en tomarle una foto.
Antes de que Artur se despidiera de su madre, esta le reclamó por lo de Sophie, la chica se había escapado y no ayudó para nada en el aseo del lugar. Carmen suspiró con una sonrisa, de igual manera la iba a perdonar, su reacción es de esperarse para una joven de su edad. Con una sonrisa en su rostro, dio un beso en la mejilla a su hijo y un beso en la frente a Erika, esta última susurrando algo.
"Suerte ~". Mencionó sin más.
A pesar de lo despistada que es Erika a veces, entendió perfectamente por qué la madre de Artur le daba ánimos.
"Dile a Sophie que también le deseo suerte." con eso último dicho, Erika asintió como si no le importara.
Artur que seguía parado, no entendió nada. "Cosas de mujeres, eh." pensó Artur.
Desde luego a él le costaba en muchas ocasiones, saber lo que Erika y Sophie querían decir. Pensaba que era ridículo el dicho que los hombres no captan indirectas, pero la realidad es esa.
Vio como en pocos gestos era suficiente para comunicarse entre mujeres.
"¿Es lo mismo que nuestros códigos de hombres?" Artur se fue por las ramas entre pensamientos uno tras otro, olvidándose de asuntos más importantes.
Carmen ya marchándose, sólo miró desconcertada la incredulidad de su hijo.
"Estas chicas necesitarán más que solo ánimos." concluyó.
De vuelta con Sophie, ahora dentro de un restaurante. Ambas; Sophie y Megan bebían un poco de chocolate caliente, Megan ya había tomado un poco y era suficiente para ella, pero tuvo que invitar unas cuantas tazas más para que Sophie dejara de temblar.
Recostada en la silla de madera, Megan miró a Sophie soltando un sonoro suspiro, claramente tratando de llamarla la atención de su acompañante en la mesa.
Sophie cerró sus labios con fuerza, pero tuvo que abrirlos. "G-Gracias." soltó fugaz.
"Sabes, podías haber sido una paleta humana." molestó Megan.
"¡Ya te di las gracias!" exclamó Sophie molesta.
"Ya te oí, lo que no estoy escuchando es por qué rayos comenzaste a correr."
Sophie bufó. "¿Acaso no es obvio? Eres una molestia, es mejor no estar cerca de ti."
"¿Y preferiste tirarte de lleno a la nieve? Vamos Sophie, es claro como el agua que algo pasó."
"N-No pasó nada." llevó su vista a otra dirección.
"¡Ves! Eres como una niña, no sabes ni ocultarlo." Megan se había levantado de su lugar sólo para señalar a Sophie.
Sophie se encogió de hombros.
"¿Y bien, me lo dirás?"
"¿Por qué debería?"
"En primer lugar nunca hubieras aceptado a venir a tomar algo conmigo, segundo; me gustaría estar hablando con algún chico... Y tercero, llevamos más de media hora aquí y no te he visto sacar tu celular." Megan hizo gestos con las manos, indicando la falta del aparato táctil.
"Sólo... Sólo no tengo ganas de usarlo."
"Pues eso es muy extraño." sentenció Megan.
Los ojos de Megan se entrecerraron viendo a Sophie.
"¿Tiene que ver con Artur?" Sophie agarró la taza con chocolate caliente y trató de beberla rápido para largarse de aquí.
"¡Bingo!" pensó Megan con una sonrisa.
Luego de que Sophie terminó su chocolate, esta vio preocupada la sonrisa de victoria de Megan.
"Muy bien, de aquí no te vas hasta que hayas respondido a menos que quieras que suba la foto de ti dando un clavado en la nieve."
En el apartamento, Artur y Erika veían como de reluciente estaban las habitaciones.
"Me preguntó cuánto tiempo durará." dijo Artur.
"No lo sé la última vez ¿cuánto fue?"
"Dos días..." respondió Artur.
Artur y Sophie no pasan mucho tiempo en el apartamento, en su mayoría Sophie esta buscando algo de que hablar en las redes sociales y Artur trabajando junto con su amigo rubio y Megan. Erika es la única que se queda aquí, jugando y comiendo, haciendo que todo el esfuerzo de limpiar este lugar de esfume en unos cuantos días. Pero últimamente, por razones muy obvios que son querer comprar consolas y videojuegos, Erika comenzó con un trabajo de medio tiempo.
"Bueno, iré a mi habitación a seguir con un pequeño proyecto que me pidieron."
"uh... Esta bien. Yo... Jugaré un rato."
Artur en realidad no le dio muchas vueltas a lo sucedido con Erika, en primer lugar, ya había sucedido situaciones similares una fue en la navidad pasada con el asunto de los muérdagos. Sophie se negó obviamente, pero Erika fue más abierta a seguir la tradición.
Lo único que lo preocupaba era la reacción de Sophie. Ella a estado presente cuando Erika da algunas muestras de amor fuera de límite que ella impuso sobre Artur, pero claramente no era Artur quien rompía las reglas si no Erika, así que nunca fue del todo regañado.
Siempre hay una excusa, pero esta vez se sintió diferente, como que lo que hizo no debía de suceder en ese preciso momento. Se siente incómodo de solo pensarlo. Pero en su pensamiento, es casi normal que esto suceda, y a las pocas horas todo vuelve a la normalidad.
"Me gusta vivir aquí, también me alegra tener a Erika y a Sophie de compañeras." Artur sonrió. Encendió su computadora y manos a la obra. "Cuando Sophie llegue, le daré algunos malvaviscos antes de que Erika se los coma todos."
En la sala, Erika tenía un dilema, ¿sobre lo del beso? ¡No! Un dilema sobre qué consola usará hoy...
Al parecer estos dos; Artur y Erika no le daban mucha importancia a este asunto, después de todo, es lo mismo de todos los días y se sienten bien llevando este estilo de vida, con Artur sería, pero ahora Erika y Sophie tenían sentimientos que salían a flote poco a poco.
Hablando de Sophie, esta ya se hallaba afuera del restaurante, a un lado de ella, Megan. Ambas caminaban a la par, en silencio.
"Wow." soltó Megan.
Sophie suspiró. "¿Por qué demonios le conté?" se cuestionó. "Bueno, ya te lo dije, ahora no me molestes." contó media historia, no toda la verdad.
Con media verdad, Megan se llenó de sorpresa.
"No pensé que la madre de Artur fuera a ayudar en su apartamento." sonrió. "Además de ponerlas a limpiar, les dijo que tenían que ser buenas esposas." Megan divagó por una de las mentiras de Sophie. "Yo también fuera salido de ahí."
Sophie se tranquilizo de que esta cabeza hueca se creyera el cuento.
"Entonces dejaste que Erika se te adelantara." mencionó Megan dando un codazo.
"¿¡Qué!? ¡N-No!" se detuvo Sophie.
"Pero tu lo dijiste no, si la madre de Artur las estaba evaluando para ver quién es mejor esposa, es sensato elegir a la chica que no huyó." se encogió de hombros. "No quiero esas responsabilidades y al parecer tú tampoco, lo más lógico era huir del león."
"N-No, no es así. Hablamos de Erika, seguramente no quiso ayudar." Sophie río nerviosa.
Megan la vio extrañada. "Chica, creo que estas dando por hecho cosas que pueden cambiar. Quien quita que Erika se quiera ganar a la madre de Artur, es más fácil de asegurar a tu presa."
"¿Presa?"
"Perdón, es un hábito. A lo que iba, ¿qué pasa si Erika se llega a interesar por Artur? Dudo que eso pase, pero es una suposición."
"No... Eso no sucedería." dijo algo asustada.
"Sí... Llevan viviendo juntos que ¿3 o 4 años? Y nunca a pasado nada entre ustedes. Si es así, puedo seguir molestando a Artur todo lo que yo quiera... Pero últimamente me presta menos atención. ¿Por qué será...?" mientras Megan seguía con su conversación, Sophie parecía hundirse en su mar de dudas.
Todo este tiempo los tres juntos, riendo, jugando, paseando, comiendo, disfrutando de películas, charlas y cosas mundanas. No les así falta casi nada, Erika compraba sus juegos favoritos, Sophie los artículos de sus marcas favoritas, Artur sus mangas, cómics y figuras de acción de unas serie. Tenían amigos, su familia venía de visita, no había problemas, la pasan muy bien todos los días. ¿Pero siempre fue así los primeros días?
"No pasaras la línea con nosotras." la primera y única sentencia dicha el primer día de haberse conocido, desde ese entonces... Él a mantenido dicha advertencia.
Pero... La primera en cambiar fue Erika, ¿no? ¿Erika fue la que contagio a Sophie? Seguramente era eso no.
Entre pensamientos, ambas damas llegaron al apartamento donde rápidamente fueron recibidas por Artur y Erika.
Megan visualizó la calidad sonrisa de Sophie, que está misma tapó con su vestimenta para que nadie la viera, pero su rostro se enrojecio al ver como Artur se acercó con preocupación a ella.
"Oh~ eres una mala mentirosa."
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