糖 s u g a r; ホジ
"Siempre los cariñitos me han parecido una mariconéz,
y ahora hablo contigo en diminutivo,
con nombres de pastel."
— Quédate en Madrid, Mecano.
—No pienso ir contigo Cheol, ahora lárgate de mi habitación — un muy enojado Woozi gritó desde el escritorio en donde su pequeño cuerpo era apenas visible entre tantos libros.
—Woozi...— el mayor chilló — es la mejor fiesta del año— aún tenía aquel puchero que formo desde que encontró a su mejor amigo enfundado en sus pijamas y no en algo similar a las llamativas ropas que él mismo usaba en ese momento.
—Lo mismo dijiste de la fiesta de Daehyun la semana pasada.
—¿Y acaso no lo fue? —Seungcheol hizo una pausa —...te lo pregunto porque la verdad es que ni si quiera la recuerdo— su mejor amigo bufó.
—Cómo la vas a recordar si bebiste hasta que Shownu tuvo que llevarte de regreso al dormitorio en su espalda.
Seungcheol suspiró con ilusión, sacudiendo sus hombros hacia abajo.
—Una buena noche con Shownu— Woozi le contestó atragantándose con el aire, haciendo afán de querer vomitar. —¿Qué? Solo porque tú no has follado en años, no significa que yo deba hacer lo mismo.
—No con alguien diferente cada noche, Seungcheol— el bajito rodó los ojos —como sea, no quiero acompañarte, tengo que pasar el examen de enología, son quince culturas vinícolas diferentes, el clima, los suelos, los procesos, jamás lo voy a lograr —el peli-rosa dejo caer su cabeza sobre su libreta abierta.
—No todos podemos exentar los exámenes, mi buen amigo— Seungcheol se acercó a desordenar los cabellos rosas con su mano.
—No todos queremos acostarnos con los profesores para pasar las materias— el menor alejó el brazo con un manotazo, subiendo su cabeza.
—El vino ciertamente relaja a las personas— su mejor amigo le dijo, más con intención de molestarle que de afirmar algo.
—¡Asco! Ya lárgate.
—¿Nos vamos ya?— Chanyeol apareció por la puerta de su habitación, peinando los cabellos plateados con sus dedos.
—Te toca, no logro convencerlo— Seungcheol se dirigió al recién llegado dejando caer sus brazos y caminando hasta la cama de su amigo, arrojándose ruidosamente a ella.
—Ni lo intentes, Chanyeol— Woozi le advirtió, cambiando la página de su libro. Su mejor amigo obviamente no le escuchó y siguió su camino.
—Woozi haz asistido a cada clase, anotado cada palabra del profesor y leído una y otra vez ese libro, es un tema que conoces al derecho y al revés, dudo mucho que repruebes el examen.— el bajito se quedo pensando, jugando con uno de sus lápices, fuera de su ángulo de visión Seungcheol le mostraba sus pulgares en alto a Chanyeol.
—Es en casa de Irene, ¿verdad? —la pregunta provocó que sus mejores amigos pudieran casi saborear la victoria.
—Sip— Seungcheol habló aún desde su lugar en la cama de su amigo, pasándose las manos por detrás de la nuca —Piscina, mesa de billar y teatro en casa.
—Sus padres están fuera de la ciudad y está desesperada por encontrar cualquier excusa para poder besarse con Seulgi —escuchó a Chanyeol hablar mientras cerraba de a poco su libro.
—Mierda,... ésta bien, sólo tengo que cambiarme — Woozi jamás imaginó lo que vendría después de esa decisión.
~ ✩ ~
—¿Reprobaste?— Yuju preguntó a la mata de cabello rosa que se esparcía por la mesa de la cafetería de la escuela. Un gruñido fue la única respuesta que recibió hasta que Chanyeol llego a la mesa con dos bandejas de comida, dejando una frente al asiento vació que su novio ocuparía en unos minutos más.
—También es tu culpa amigo, ¿cómo aceptas ir a una fiesta si sabías lo nervioso que te pone ese examen? —Woozi levantó peligrosamente lento su cabeza, su filosa mirada atravesando el alargado cuerpo a su diestra. Chanyeol tomó eso como una clara pista de que su amigo no estaba para bromas por lo cual optó ahogar sus comentarios en su hamburguesa.
Woozi suspiró, apretando sus párpados para tratar de tranquilizarse, moviendo su cabeza de un lado a otro hasta que escuchó su cuello tronar.
—Woozi, me tope al profesor Kim en el pasillo, quiere hablar contigo después de clases — Seungcheol llegó a su mesa con una lata de bebida energética como único alimento.
—Me van a echar, lo sé—el más bajo se quejó, murmurando mientras mordía la punta del popote de plástico en su jugo. Yuju le volteo a ver sorprendida.
—¿Echar de dónde?
—Del club de música, —respondió Chanyeol— la lista de espera para ingresar al club es larguísima, debemos mantener cierto promedio si no queremos perder nuestro cupo y...
—Esa materia reprobada bajo por completo mi promedio general— Woozi chilló, pasando una mano por su cabello.
—Podrías unirte conmigo al club de lucha, siempre necesitamos más costales para golpear— Seungcheol se burló, tratando de animarlo muy a su manera, ganándose el dedo medio del menor.
—También podrías estar conmigo en el club de baile, tenemos algunas vacantes— Yuju se ofreció, y Woozi lo pensó por un momento.
—No suena mal esa idea. —Chanyeol le animó — Siempre me ganas en el DDR.
—Cualquier idiota con dos pies puede ganarte, Chanyeol, pero tienes un punto— Seungcheol señalo al más alto, hablando con un bocado de arroz en la boca, que había robado del plato de su amiga.
Yuju rodó los ojos, definitivamente sus amigos no sabían como alentar a los demás.
—Me ayudaste para mi dueto con Soonyoung cuando él no podía practicar conmigo, te aprendiste todos los pasos en menos de dos días. Creo que podrías lograrlo.— Woozi pareció pensarlo más a fondo ésta vez.
Soonyoung era el líder del grupo de baile de la escuela, nunca había entablado una conversación con él, y las únicas veces que le había visto era en los eventos escolares cuando compartía el escenario con su amiga.
—Anda, prometo que es muy divertido— su amiga le observó con mirada esperanzada, una bastante conocida por sus amigos.
—...Bien— Woozi articuló en medio de un suspiro, Yuju aplaudió emocionada y Chanyeol le palmeó la espalda.
—Le avisaré a Soonyoung—ella dijo con el móvil ya pegado a la oreja.
~ ✩ ~
Resultó que Woozi tenía razón. Su profesor le había pedido abandonar el club de música para permitir que la larga lista de espera se acortara por lo menos una persona. El profesor Kim era quizás el único catedrático que le agradaba y saber que dejaría de asistir a sus clases le había deprimido, sin embargo, el músico le había prometido que era bienvenido al salón si algún día necesitaba consejo.
Para el día siguiente Yuju ya había hablado con Soonyoung, quien le pidió presentarse en el salón de baile para una pequeña prueba de entrada.
Sinceramente Jihoon no tenía ninguna expectativa en sus, según su auto evaluación, carentes habilidades de baile, su amiga le insistió en lo equivocado que estaba y al menos ella creía que si había alguien que podía explotar las habilidades del estudiante de gastronomía era en definitiva Kwon Soonyoung.
Entonces con ropa deportiva y una botella de agua en mano, Woozi caminaba junto a su amiga al salón.
—Verás que es divertido, Soonyoung es un bailarín excelente y todos en el equipo son muy agradables— Yuju parloteaba cómodamente al mismo tiempo que abría la puerta de la sala de prácticas. —¡Buen día! — vociferó animadamente a los chicos que estiraban sus cuerpos sobre el brillante suelo de madera.
—Yuju, veo que has traído a nuestra nueva víctima— Kwon Soonyoung habló, dejando su lugar a un lado de la bocina para acercarse a ellos, ahora que le veía de cerca no era sólo el cabello rubio lo que parecía llamar su atención, sus mejillas eran regordetas y sus ojos tan rasgados que le hacían parecer un hámster, el mero pensamiento le hizo esbozar una suave sonrisa que el bailarín devolvió con mayor ímpetu. —Soy Kwon Soonyoung, y tú debes de ser Lee Jihoon— Woozi sacudió la mano frente a él, asintiendo sin ganas.
—Woozi, todos me llaman así— Soonyoung pareció detener sus acciones cuando le dijo aquello, volviendo a tener esa tonta sonrisa que nunca dejaba su rostro.
—Oh, entonces Woozi será. ¡Chicos, den la bienvenida a nuestro nuevo integrante, Lee Woozi!— el más alto le tomo de los hombros sin preguntarle y Woozi soportó el deseo que hacerle a un lado, sabiendo que esa no era la primera impresión que esperaba dejar ahora que todos los ojos estaban sobre él, ya hallaría el momento para decirle que el contacto físico no era algo que le gustara en lo absoluto.
El resto de los miembros del club se presentaron mientras le felicitaban por haber ingresado. Fue entonces que algo le pareció sospechoso y prefirió preguntar, quizás estaban equivocados.
—Un momento, ¿acaso no necesitan hacerme una prueba o algo así?— Woozi rascó su nuca, recordaba que su amiga le había dicho que se preparará pues el club esperaba verle bailar antes de aceptarlo.
—Yuju me envió el clip de ustedes dos bailando— Soonyoung le respondió, moviendo su cabeza hacia la dirección de su amiga— decidí mostrarlo a todos para asegurarme que estuviéramos de acuerdo en dejarte entrar.
Woozi volteó a ver a su amiga tan rápido que quizás pudo lastimar su cuello, sus ojos llenos de pánico. ¿Todos le habían visto? ¡Que vergüenza!. Por supuesto que recuerda aquel clip que Yuju insistió en grabar una vez que Jihoon tenía aprendido el baile entero, recuerda los pasos torpes y su gesto frío. ¿Cómo es que eso le aseguro un cupo en el club de baile?
—Falta pulir técnica, claro, pero tus pasos son precisos— Seulgi le aseguró. Ella era la única aparte de su amiga que conocía dentro del club, como olvidarla si fue gracias a la fiesta de su novia que había perdido toda concentración en su examen.
—Nada que haya sido peor que la audición de Rocky cuando olvido los pasos a media canción—un enojado "¡Hey!" pudo escucharse de quien creía que era Rocky, cuando un chico... ¿Yugyeom? se burló de él.
—¿Qué estás estudiando Woozi?— Una chica de cabello naranja y aspecto extranjero le preguntó.
—Gastronomía, el último año— todos expresaron su sorpresa y aceptación de inmediato, claro, la comida siempre sería popular en cualquier lugar.
Resultó que Yuju tenía razón, pronto se sintió aceptado e incluso su introvertida manera de ser pudo darle un descanso cuando todos se acercaban a hablarle y preguntarle más cosas, los nombres de cada uno poco a poco se quedaban grabados en su memoria y era fácil reírse con lo que sucedía a su alrededor, Soonyoung era un gran líder y definitivamente un excelente bailarín. Durante los primeros treinta minutos el trabajo de Woozi se baso en ser quien detenía y volvía a reproducir la música, así como lanzar botellas de agua a quien se lo pidiera, Soonyoung le dijo que sería más fácil si primero observaba los pasos y sincronizaba los movimientos de todos con la música antes de intentarlo.
Para los cuarenta minutos fue bienvenido a la alineación, a su diestra la chica de cabello naranja y sonrisa contagiosa, Lisa, y a su izquierda Noh Taehyun, un chico apenas unos centímetros más alto que él, lo cual le hizo sentirse más seguro, sobre todo cuando Chae Hyungwon con su impresionante 1.80 se erguía confiado al extremo derecho de la formación.
Seguir los pasos fue impresionantemente fácil ya que había memorizado el conjunto de movimientos en su mente, tal como el líder le había dicho, la clase pasó más rápido de lo que le hubiera gustado, su humor había dado un giro total y su sonrisa no podía abandonar su rostro, comenzaba a entender a Soonyoung, que incluso con sudor cayendo de los mechones teñidos y zapatos desgastados, sonreía a todos.
~ ✩ ~
Fueron hasta dos semanas después cuando las cosas se pusieron raras.
Woozi parecía haber sido atornillado a las baldosas del suelo frente a su casillero, su mano aún sosteniendo la pequeña puerta de metal y sus ojos escaneando el interior del mismo.
—¿Qué demonios es eso?— Baekhyun le dijo, sosteniendo el libro de Chanyeol mientras su novio volvía a amarrar las agujetas del más bajo. Sí, Baekhyun tiene a Chanyeol comiendo de la palma de su mano y ese es un hecho que Woozi sostendrá hasta el fin de sus días.
—¿Qué cosa?— pregunto su mejor amigo, ya erguido y tomando el libro de las delgadas manos de su novio. Fijo su vista en el interior del casillero de Woozi y no pudo evitar soltar una carcajada —Oh~, el pequeño Woozi tiene un admirador secreto.—Chanyeol atrapó su cuello entre su brazo, revolviendo su cabello con la mano libre, antes de caer de cuclillas al suelo cuando recibió un golpe en las pelotas otorgado por Woozi. Baekhyun suspiró y rodó los ojos, su novio se lo había ganado, regresando la mirada al regalo posado sobre los libros de gastronomía.
Un brownie descansaba sobre papel rosado y dentro de una bolsita transparente de celofán, un llamativo moño rojo con corazones blancos sostenía una nota con la forma de un oso que fue tomada inmediatamente por Baekhyun, harto de la nula movilidad del mejor amigo de su novio.
—"Para mi brownie con caramelo..." —Baekhyun no pudo continuar la frase cuando una risotada salir de sus labios, sosteniéndose de su novio quien volvió a caer al suelo después de escuchar el inicio de aquella poética confesión. Woozi dejo golpear su frente contra su casillero, estaba furioso. —¡Ay por dios!— el novio de su mejor amigo jadeó, limpiando una lagrima con su dedo, tratando de controlar su risa, aclaro su garganta para intentar seguir leyendo — "Para mi brownie de..." ¡Es que no me la creo! —sus hombros se sacudieron en una risa más fuerte, y eso no ayudaba a disminuir el rojo en la punta de las orejas del estudiante de gastronomía.
Trató de no pensar en las miradas extrañadas de quienes pasaban a su alrededor. Eran un desastre, con su mejor amigo riendo en el suelo y el novio de éste sujetándose de los casilleros para no terminar en las mismas.
—¡Joder! ¿Puedes terminar de leer de una buena vez? — Woozi le ordenó con voz molesta contra su casillero.
—Ya va, ya va, esta bien— Baekhyun inhaló por unos segundos antes de continuar, pequeñas risitas aún escapándose de sus labios pero al fin logró leer nuevamente.— "Para mi..."
—¡Ya no leas esa parte, mierda! —el más bajo al fin se despego de la pared de metal y les miró con brazos cruzados.
—Bueno, "Para mi..." eso —interrumpió antes de proseguir— "Espero que tu día pueda alegrarse con éste pequeño presente, la verdad es que no puedo dejar de pensar en ti y deseo que puedas sentir lo mismo que yo. Disfruta un postre casi tan dulce como tú..." —Chanyeol quien apenas pudo ponerse de pie, golpeo su espalda contra los casilleros una risotada retumbando por el pasillo de la escuela, el rostro de Baekhyun denotaba lo mucho que estaba conteniéndose para no hacer lo mismo. —"... De tu admirador secreto." Vaya, vaya, un admirador secreto. —Woozi arranco la tarjeta de la posesión de Baekhyun, revisando la letra sobre el papel, pensando que era claramente alguna broma de uno de sus amigos, pero la caligrafía no le parecía conocida en lo absoluto.
—¿Esto es una broma suya?— vociferó hacia la pareja de idiotas, quienes le vieron de vuelta, completamente ofendidos.
—Claro que no, Woozi nosotros no iríamos tan lejos y lo sabes— Chanyeol le respondió.
—No tomaría parte de mi tiempo para hacer esto, seamos muy realistas— Baekhyun le contesto con las manos en las caderas. —Además, ¿acaso no crees que esto es real?, que tal que sí tienes un admirador secreto, la tarjeta parecía bastante romántica, muy cursi, pero igual parece un lindo gesto — se hincó de hombros.
El futuro chef exhalo con fuerza, botando la tarjeta dentro del casillero y tomando en su lugar el libro que necesitaba para su siguiente clase.
—Ya lo pensaré después, ahora tengo que ir a clases— la pareja asintió y ajustaron sus mochilas a sus hombros.
—También nos vamos, te vemos a la salida— exclamó Chanyeol, tomando la mano de su novio en la propia y yéndose al lado contrario del corredor.
Woozi asintió y les observo por un momento, sus dedos entrelazados y la cabeza de Baekhyun recargada sobre el hombro de su novio antes de desaparecer por las escaleras del edificio. Se mentiría si dijera que no le gustaría también tener a alguien especial, pero su difícil carácter le impedía abrirse y confiar en las personas.
Borrando aquel pensamiento cerró la puerta de su casillero, no sin antes dejar caer la bolsa de celofán dentro de su mochila, era suyo así que igual lo podía comer, ¿cierto?.
~ ✩ ~
—¿De nuevo?— Seungcheol le preguntó en medio de una sonrisa. El de mechones rosas asintió, sacando una libreta de su mochila, dejándola a un lado de la bolsa que ahora contenía una dona con glaseado color rosa y corazones morados de azúcar espolvoreados sobre la misma, una nueva tarjeta en forma de flor se sujetaba de un listón blanco.
—¿Qué pasa? —Seulgi, quien se había vuelto más cercana a él, le preguntaba a sus espaldas.
—Woozi tiene un admirador secreto que le ha dejado postres todos los días desde la semana pasada— Seungcheol contestó en su lugar, divertido por el rubor en las mejillas de su amigo.
—¿De verdad? — el menudo cuerpo de la bailarina le hizo a un lado, tomando sin permiso la bolsa entre sus manos, admirando el detalle. —¡Pero que ternura!, ojalá Irene fuera igual de atenta, uy, tiene un mensaje— el más bajo tomo su regalo antes de que su amiga pudiera leer en voz alta las vergonzosas palabras que éste "admirador secreto" le escribía todos los días.
Ya había pasado más de una semana desde que recibió el primer regalo, y si Woozi imaginó que tal vez, quien fuera que le mandaba estos regalos se detendría después de que no tuviera ninguna reacción, entonces estaba muy equivocado. La persona era constante y no parecía obtener un no por respuesta. Bombones, rebanadas de pastel, ositos de goma, chocolates y demás postres habían sido religiosamente dejados dentro de su casillero todos los días, todos con notas atadas dónde su admirador le profesaba su amor y siempre se refería a él como: "bomboncito", "pastelito", "gomita azucarada", "chocolatito" o cualquier cosa que le regalara. Todo éste misterio le tenía harto.
—¿Qué pasa? ¿Tienes celos de que alguien más vea tus cartitas de amor? — Seungcheol se burló, jugando con las mejillas de Woozi antes de ser quitado por una manotada, pero eso no hizo que las carcajadas de su amigo se detuvieran.
—No tengo celos, tengo vergüenza, no sé quién sea el responsable de esto, pero cuando lo encuentre lo va a pagar.— Woozi suspiró, tomando el regalo entre sus manos y dejándolo caer en su mochila, al igual que la pequeña tarjeta que no se molestó en leer, tampoco iba a desperdiciar un postre, no se lo perdonaría.
—¿Y por qué no le preguntas?— Seulgi dijo como si nada, recibiendo miradas confusas de los otros dos. —De alguna forma tiene acceso a tu casillero, ¿cierto?
—No es tanto así como "de alguna forma", —marcó las tildes con sus dedos— todos sabemos la combinación de Woozi, siempre la olvida y la anota por todas partes— Seungcheol interrumpió.
—Está literalmente escrita en mi banca del salón, no hay nada más que libros y libretas en mi casillero, dudo mucho que a alguien le interese husmear entre mis cosas.— Woozi admitió sin mucho sentimiento.
—¿Es en serio? — Seulgi preguntó y Jihoon se limitó a alzar los hombros. —Bueno, el punto es que ésta persona puede entrar a tu casillero, ¿por qué no simplemente le dejas una nota respondiéndole? podrías decirle que te deje en paz o que confiese su identidad— Seungcheol silbó en aprobación, asintiendo con la cabeza.
—¿Cómo es que no lo pensé antes? — el menor entrecerró los ojos, mirando algún punto en las baldosas del suelo con odio.
—Porque son hombres, son idiotas— Seulgi dijo con toda sinceridad, observando las notificaciones de su móvil. —. Tengo clase, nos vemos en la práctica Woozi— palmeo su hombro antes de caminar por el corredor.
—¡Espera!— Seungcheol le detuvo, sosteniéndola por el brazo. —¿Crees que esa táctica del admirador secreto funcione con Joy? Quiero invitarla a la fiesta de San Valentín—preguntó entre una sonrisa que mostraba su encía.
—Ya te dije que a va a ir con Sungjae, no va a dar resultado— Seulgi le reprochó mientras caminaba de nuevo.
—Vamos Seulgi, tienes que ayudarme...— Seungcheol pedía patéticamente, caminando a su lado, volteando el rostro hacia su amigo... —Te veo en la salida, Woozi— antes de seguir suplicando a Seulgi por el pasillo.
Jihoon observó a sus amigos alejarse antes de clavar la mirada en el postre del día, mordisqueando su labio inferior. Sin pensarlo más abrió una de sus libretas y arrancó un pedazo de la última hoja, garabateando una respuesta, dejándola en el lugar del regalo. Cerró de un portazo su casillero y saco la dona de la bolsa, tirando el plástico vacío en un basurero cercano y masticando un bocado del pan mientras caminaba a su siguiente clase.
El estudiante de gastronomía jamás se percató de la presencia de una chica que le miraba con atención, escondida detrás de uno de los pilares de la escuela, esperando unos minutos a que el pasillo se vaciará de estudiantes para caminar tranquilamente hacia la puerta de un casillero ajeno, actuando como si fuera el propio, introdujo la contraseña que ya sabía a la perfección para ese entonces y saco presurosa el pedazo de hoja, guardándolo en el bolsillo de su mochila antes de cerrar la puerta y abandonar el lugar.
~ ✩ ~
—¡Tenemos el primer evento del semestre! — Soonyoung vitoreó entrando a la sala de prácticas, empuñando una hoja que dejó en el centro del espejo del aula, provocando que los bailarines se fueran sobre de él, todos tratando de leer lo que contenía aquel papel, Soonyoung logró salir del tumulto de personas, subiendo sobre una de las grandes bocinas del lugar. —¡La fiesta de San Valentín de la escuela!
La misteriosa hoja resulto ser el cartel de invitación para la fiesta de San Valentín que su escuela organizaba todos los años, el entretenimiento siempre recaía sobre los grupos de baile y los de música al inicio de la velada antes de dar paso al grupo musical o al DJ que la escuela decidiera contratar.
Woozi siempre había formado parte del grupo de música que se presentaba al inicio, y según parecía éste año no sería la excepción, pero ahora siendo parte del grupo formado por el club de danza.
Todos parecían bastante emocionados, y fue casi de inmediato que todos se reunieron sentándose en un circulo mientras Soonyoung explicaba los números que iban a realizar, dando órdenes de posicionamiento aquí y allá. Se había acordado que la primera mitad de la presentación consistiría en un número que ya habían practicado anteriormente, por lo tanto Woozi tuvo que ser asistido primeramente por Yuju para enseñarle el baile, sin embargo, Soonyoung dijo que sería mejor si él se encargaba de ayudar a Woozi, después de todo, él había creado los pasos de baile y será difícil que pudiera olvidarlos. La siguiente hora la pasó junto a Soonyoung, aprendiendo y siguiendo sus movimientos alejados del grupo y frente al espejo.
Soonyoung y él congeniaban mucho más de lo que hubiera creído, tenían temas en común y el bailarín era una persona con la que simplemente era fácil hablar de cualquier tema, no solía estar a la defensiva de nada y siempre daba su opinión con respeto y siendo cuidadoso de sus palabras. Yuju se le acercó para despedirse de ambos, algo que le pareció extraño pues siempre solían caminar juntos a los dormitorios.
—Tengo que terminar un proyecto en equipo, Eunha y Yerin me están esperando en la biblioteca, pero, ¿Por qué no vas junto a Soonyoung?, también vive en los dormitorios, ¿verdad? — Yuju le preguntó al líder con entusiasmo.
Soonyoung boqueo como pez, sin nada saliendo de sus labios hasta que Yuju le palmeó la espalda, "raro", pensó.
—Ahm... sí, sí... vivo en el edificio D, ¿Te queda cerca?— le preguntó con cautela. Woozi ajustó los cordones de su mochila a sus hombros mientras asentía.
—De hecho sí, estoy en el edificio B, ¿Nos vamos juntos? — Woozi preguntó sin pensarlo mucho, el camino que dividía al campus de los dormitorios no eran tan largo, un par de cuadras nada más y coincidentemente el edificio de Soonyoung quedaba no muy lejos del suyo.
—¡Sí! — contestó eufóricamente, tosiendo un par de veces para hacer más grave la voz —ehm, quise decir, sí, estaría bien— Yuju rodó los ojos mientras el más bajo miraba al otro con extrañeza.
—Entonces los dejo, nos vemos mañana— Su amiga se despidió con la mano antes de desaparecer por la puerta de la sala de ensayos.
~ ✩ ~
Woozi sostuvo sus costados con las manos, riendo como nunca, Soonyoung imitaba a una de las maestras más estrictas de inglés a la perfección. Resultó que habían cursado la misma clase obligatoria de inglés pero en horarios diferentes, su profesora había sido la misma y el dolor de aquellos exámenes finales de seis hojas impresas por ambos lados les unieron.
Soonyoung era hilarante, hacia gestos que lanzaban las comisuras de sus labios al cielo, sintiendo su garganta cerrarse debido a las fuertes carcajadas que le producía, riendo con ganas aún en medio de las oscuras calles que dividían sus dormitorios.
—Pero en serio, ella simplemente no conocía el bien— Soonyoung se quejó, satisfecho al ver como Woozi apenas volvía a controlarse después de aquel ataque de risa.
—Dudo que alguien en la escuela lo conozca, ya soy más bolsa de huesos que alma, maldita escuela chupa vidas — fue el turno del otro de reír, no sabía que es lo que Soonyoung encontraba tan hilarante de su sarcasmo que para muchos solía ser bastante hiriente, el bailarín no era una de esas personas y le alegró saber que al fin podría tener a un amigo que no se tomara las cosas tan a pecho.
—Bueno al menos estás estudiando algo que te gusta, Yuju me contó que eres bastante buen repostero. Bien, ella dijo una palabra diferente pero es que el francés no se me da mucho, excuse moi— dijo en un muy mal francés y abultando los labios de manera extraña, sacándole otra risa.
—Patissier, esa es la palabra extraña, pero repostero esta bien.— le aseguró— La verdad es que me gusta mucho lo que hago, pero nadie me dijo que para estudiar gastronomía también debía leer libros y aprenderme certificaciones internacionales de alimentos, pero después de todo igual terminaron siendo interesantes. ¿Tú que estás estudiando? —recordó de repente que jamás le había preguntado ni a él ni a su amiga que es lo que estudiaba, pero la verdad con la actitud de Soonyoung siempre estuvo muy seguro que estudiaba algo artístico o humanitario.
—Administración de empresas— le dijo con simpleza y Woozi le miró impactado. ¿Cómo había dicho?
—¿Qué?— se le escapo por los labios, cubriendo los mismos con sus dedos al darse cuenta que lo había dicho en voz alta, provocando la risa de Soonyoung.
—¿Qué pasa? ¿Crees que no me va?— el bailarín le miró con... ¿ternura?. Bajó los dedos de inmediato y asintió con lentitud.
—No sé, pensé que quizás estarías estudiando algo más artístico, no pareces un estudiante de negocios, ¡sin ofender!— el más alto no pareció ofenderse en lo absoluto, regalándole la misma sonrisa que portaba todo el tiempo.
—No te preocupes, no eres el único que lo dice, hasta mis padres se sorprendieron cuando les dije lo que pensaba estudiar, pero la verdad es que me gusta, siempre me pregunté que es todo lo que una empresa exitosa debe tomar en cuenta, creo que es útil para muchas cosas— se alzó de hombros antes de llegar a las escaleras del edificio de Woozi.
—Es una buena forma de pensar— Jihoon se sinceró, cruzado de brazos— Nunca se me pasó por la mente algo así.
—Supongo que no soy todo lo que aparento. —Soonyoung dijo entre una de sus juguetonas sonrisas.
—No, creo que no lo eres— le sonrió.
Esa fue la primera noche que Woozi descubrió una nueva faceta de Soonyoung.
~ ✩ ~
Su clase de enología era la primera, y si no quería volver a reprobar entonces no debería perderse nada de ella. Claro que no contaba con que su profesor decidiría no asistir y ahora Woozi había terminado sentado sobre una de las mesas del jardín trasero del edificio donde tendría su siguiente clase, prefiriendo utilizar la hora y media libre que, forzosamente, tenía para estudiar la misma clase mientras mordisqueaba el postre que dejo ésta mañana su "admirador secreto".
Esta vez se trataban de barritas de piel de naranja confitada con un extremo bañado en chocolate dentro de una cajita transparente, un moño amarillo que sostenía una nueva tarjeta, ahora con la forma de una pareja de conejitos.
Parece que la idea de Seulgi había dado resultado y su admirador había leído la nota que dejó el día anterior con sus suaves palabras, algo entre las líneas de: "Mira no sé quién te creas que eres pero esto del misterio no me gusta, y si quieres seguir gastando tu dinero en darme regalos ese es tu problema. sólo quiero saber quien demonios eres.". Las palabras con tacto no eran su fuerte ¿de acuerdo?.
Resultó que esta persona tenía bastante tolerancia con Woozi, sus palabras seguían siendo dulces a pesar de no haber recibido la respuesta que quizás esperaba.
"Para mi naranjita:
Mi dulce naranjita, no hay cosa que más quisiera que presentarme frente a ti, la verdad es que soy demasiado cobarde como para hacerlo, no estoy seguro si me aceptarías, por lo menos no aún, creo que por ahora me siento mejor con sólo mirarte a lo lejos y pensar en lo que podríamos ser.
Tu admirador secreto."
Este chico no conocía de decepciones y Woozi lo sabia, ahora al menos tenía un dato más acerca de esta persona, se refería a si mismo como un hombre y eso era algo. Eso no le espantaba en lo absoluto, él era bisexual y eso lo sabía desde siempre.
Lo que le espantaba es que con el pasar del tiempo esta persona comenzaba a lograr lo que había prometido en su primera carta, no dejaba de pensar en él.
¿Desde cuando le había visto? ¿por qué se propuso conquistarlo? ¿qué diablos veía en él?. No era exactamente amigable ni social, no tenía una buena personalidad y lo sabía, llego a preguntarse si su admirador no se había equivocado de persona, pero ya había pasado el suficiente tiempo como darse cuenta de ser así. Decidió que no volvería a contestarle con ninguna nota, quizás lo había incentivado más de esa manera y nada podría resultar de una relación en la que ni si quiera se conocían. Lo único que sabía de su admirador eran las melosas palabras que siempre le escribían y la única nota que Woozi le habrá respondido.
—¡Hey Woozi!— escuchó una voz que le llamó y de inmediato volvió a guardar la vergonzosa tarjeta entre las hojas de su libreta, girando el rostro hacia la dirección de aquella voz. Se encontró con Soonyoung corriendo hacia su misma mesa.
—Hola, ¿qué pasa?— Woozi le preguntó una vez que el bailarín se sentó a su lado.
—Nada, simplemente te vi sentado tan solitario y quise acompañarte, ¿no deberías de estar en clase?
—Debería, pero el profesor decidió que sería una gran idea faltar hoy y hacerme levantar temprano para nada.
— ¿De verdad? que malévolo — le hizo soltar una risa ahogada debido a su elección de palabras, y es que últimamente se había percatado que el bailarín le hacia reír sin esfuerzo, era agradable.
—¿No deberías de estar en clase también?— Soonyoung negó con la cabeza.
— Tengo hora libre, digamos que estoy evitando a alguien con quien no quiero cruzarme por ahora.
— ¿Gustas? — Woozi le acercó la caja con la naranja confitada dentro, Soonyoung asintió con emoción, frotando sus manos juntas antes de tomar rectángulo del fruto y mordiendo con gusto.
—¿Tú las haz hecho? — le preguntó mientras masticaba, algo que si cualquier otra persona lo hiciera le daría asco, pero sorprendentemente no en Soonyoung. Se preguntó por un momento si sería buena idea comentarle acerca de éste admirador secreto, algo que de por si ya era muy bien sabido por su círculo de amigos, Seulgi también lo sabía así que solo era cuestión de tiempo para que el club de baile también se enterara.
— No, ha sido un regalo.
— ¿Tu novia? —preguntó mientras jugaba con el moño en la caja, sin mirarle.
Aquella pregunta le había tomado por sorpresa y quizás por eso es que su respuesta salió apresurada.
—¿Eh? No, yo no tengo novia. — la mirada de Soonyoung se posó sobre él de nuevo, asintiendo y dejando salir un pequeño "oh". — Alguien ha dejado postres todos los días dentro de mi casillero, ya son unas tres semanas de ello, siempre me deja cartas de amor y eso.
—¿En serio? ¿Puedo verlas? —el más alto le pregunto, codeando su brazo.
—¡No! Son muy melosas y cursis, me daría vergüenza si las leyeras y seguramente tú también sentirías vergüenza ajena— Soonyoung rió fuerte, casi cerrando sus almendrados ojos.
—Vamos... ¿acaso no te gustan las cursilerías? a todo mundo le gustan aunque lo nieguen. A menos que ya tengas a quien te las diga o... ¿será que las esperas de alguien más? — su gesto era travieso, acompañado de una sonrisa de lado. Woozi le golpeó el brazo aún cuando trato de luchar con una risa.
—Claro que no, ni las espero de nadie ni tengo a alguien más que me las diga. No sé... supongo que su léxico de adolescente enamorado no es lo que me molesta, me molesta el misterio, ¿por qué no simplemente se acercó a mí?, ¿doy tanto miedo?— el peli-rosa volteó a verle con su característico rostro inexpresivo y Soonyoung hizo como si un escalofrío le recorriera el cuerpo, levantando los hombros y abrazándose a si mismo. —No seas tonto— Woozi regresó la mirada a su libreta, escuchando la sonora risa de su amigo a su lado.
—Estoy jugando. Quizás ésta persona creyó que sería más fácil llegar a ti de una forma diferente, así notarías que no quiere que le trates como a los demás. ¿Quién no quisiera ser tu admirador secreto? eres bastante lindo— Soonyoung pareció decir sin pensar, dejándolos helados a ambos.
Woozi no supo como contestar por un instante, tratando de procesar aquello en su mente. Muchos le habían llamado lindo, sí. Pero siempre se trataba de sus amigos burlándose de él, pinchando sus mejillas o enredándolo en abrazos que claramente no quería. Sin embargo nadie le había llamado de aquella manera así... tan en serio. Porque quizo analizar los ojos de Soonyoung por el breve momento que duró el silencio y nunca vio humor en ellos.
—¡Soonyoung!— Woozi boqueó por unos minutos sin que nada saliera de sus labios. No se había percatado lo cerca que sus rostros estaban hasta que Soonyoung buscó la voz que le llamaba con el rostro, dejando que los rayos de luz de nuevo cayeran sobre su piel.
—Oh... hola Eunha— murmuró sin muchas ganas mientras se acomodaba el flequillo con una mano.
—Estuve buscándote por toda la escuela— Eunha era una chica dulce que Jihoon conocía por ser buena amiga de Yuju, recientemente había tenido un nuevo corte de cabello, deshaciéndose de un largo bastante grande de sus mechones y su amiga le había obligado a él y a Seungcheol a decirle a la chica que se veía bien para hacerla sentir mejor. —Hola Woozi.— Eunha le saludo agitando su mano, acto que la amiga a su izquierda, Eunbi, imitó.
—Hola Eunha, hola Eunbi.— contestó. —Sigo pensando que el cabello corto te va muy bien.— le recordó con cortesía, no es que no fuera verdad, pero Yuju le mataría si no lo decía cada que viera a la chica.
—¿En serio?— Eunha toco las puntas de sus mechones con los dedos, junto a una gran sonrisa. —Gracias, ya me he acostumbrado.
—Bueno yo estaba aquí hablando con Woozi desde hace un rato, ¿verdad? —Soonyoung cruzó su brazo por los hombros de Woozi, sorprendiéndole al atraerle tan de repente. Entonces fue que conecto todos los puntos. Quizás era de Eunha de quien Soonyoung estaba huyendo.
— Ah, ya veo. — Eunha replicó, jugando con sus dedos y mirando con duda a Eunbi quien de brazos cruzados solo asintió suavemente. —Yo... quería saber si podrías ayudarme con los ejercicios de estadística, la verdad es que estoy perdida. — le pidió con una bonita sonrisa y mejillas rojas.
—Cl-...claro, ehm, ¿En qué tienes dudas?— contestó mientras el calor del brazo ajeno abandonaba sus hombros, y empujó el pensamiento que le pregunto por qué no había deseado quitarlo.
—¿Podrías ir conmigo a la biblioteca? Tenemos todo el material allá, ¿cierto Eunbi? — su amiga asintió sin muchas ganas, dándose la vuelta y adelantándose a caminar hacia el edificio principal de la escuela donde la biblioteca se encontraba, prácticamente dejando a Soonyoung sin poder negarse a la petición.
—Vale, supongo que nos vemos en la práctica Woozi, mensajéame si necesitas algo o estás aburrido, puedo enviarte memes— Soonyoung le sonrió antes de levantarse y caminar junto a Eunha quién inmediatamente le tomó del brazo, caminando detrás de Eunbi.
Un mensaje sí llego cuando Soonyoung y Eunha desaparecieron por los jardines de la escuela, Woozi estiró su cuello, leyendo las notificaciones en la pantalla de su móvil, resultó ser un mensaje proveniente de Seungcheol, pidiéndole que le acompañara a comprar un regalo para Nayeon, la nueva víctima de la semana, al terminar las clases. Rodó los ojos y después desbloqueó su teléfono para enviarle una respuesta afirmativa.
~ ✩ ~
CARATLAND era la pequeña pastelería que se ubicaba a unas cuantas cuadras del campus de su universidad, los tonos azul y rosa pastel podían verse apenas te adentrabas a la calle, Seungcheol empujó la puerta haciendo sonar la pequeña campana sobre de ella. Pequeñas mesas de los mismos colores se repartían por todo el lugar, naturaleza adornando los centros de las mismas y levantándose delicadas en diminutas macetas cerca de la ventana.
—¿Por qué quieres regalarle postres? Dudo mucho que eso funcione para que se fije en tu personalidad de mierda —Woozi le murmuró a su mejor amigo, observando la vitrina principal a un costado de la barra.
—Funcionó para tu admirador secreto, ¿no?— Seungcheol le sonrió con malicia, antes de voltearse al mostrador y pedirle a la chica en la caja que arreglara una bolsa con un surtido de adorables galletas, sonrisa y coqueteo incluido por supuesto.
—Imbécil— le susurró con veneno, distrayendo su mente mientras repasaba las vitrinas con la mirada, deteniéndose abruptamente cuando se encontró con una paleta de caramelo idéntica a la que su admirador había dejado dentro de su casillero el martes de la semana pasada. No es que Woozi supiera con claridad que había dejado cada día, tampoco que recordara el color lila del listón ni que la paleta tuviera forma de corazón y fuera más grande que su rostro.
"¿Debía ser una coincidencia, cierto?", fue su primer pensamiento, caminado apresuradamente al final de la vitrina, encontrándose con la misma bolsa de bombones con chocolate del primer jueves, los chocolates en la adorable caja verde pistacho de ese mismo lunes, los ositos de goma en tonos rosas y naranjas del viernes pasado hasta por fin observar frente a él una caja de naranja confitada idéntica a la que se encontraba dentro de su mochila en esos momentos.
—¡Cheol!— su llamada interrumpió las palabras de flirteo que su amigo estaba utilizando con la pobre chica del mostrador. Su amigo le miró con el ceño fruncido y Woozi le llamó desesperadamente con la mano, Seungcheol rodó los ojos y se despidió de la chica guiñando el ojo y tomando la bolsa con el nombre de la pastelería en manos antes de caminar hacia dónde estaba su amigo.
—¿Qué quieres? ¡Estaba a punto de conseguir su número!— le reprochó en voz baja.
—Aquí es donde ese tipo me compra los postres, todos son idénticos a los que han dejado en mi casillero, mira— Woozi rebuscó entre su mochila, sacando la caja casi vacía del día, comparándola contra la que estaba en la vitrina.
—Joder... es exactamente la misma— Seungcheol observó todo, impresionado. —¿Crees que ella sepa algo? —señaló con discreción a la chica en la caja. —Si tu admirador compra aquí todos los días, ¿no resulta obvio que ella al menos reconozca su rostro? — Woozi se quedo pensando por un momento, tenía sentido.
—Verdad, anda ¡pregúntale!— tomó a su amigo de los hombros y le volteó bruscamente, casi arrojándolo a la barra. Por inercia Seungcheol se dio la vuelta mostrándole el puño en el aire, dejándolo caer al notar que la cajera le miraba.
—Hola de nuevo hermosa, —dijo en esa empalagosa voz que utilizaba con todas sus conquistas , recargando su codo sobre la barra—verás, mi amigo aquí— tomó a Woozi de los hombros, acercándole, ganando un moretón en la piel cuando su amigo le aventó el brazo. —¡Auch!... Ha estado recibiendo postres anónimos todos los días, y pensamos que es aquí donde éste admirador secreto compra sus cosas, ¿de casualidad no haz notado a alguien que viene a comprar aquí diariamente?— la chica inclinó el rostro, mirando hacia arriba mientras mordía su labio, parecía estar pensando detalladamente antes de contestarles.
—En realidad no he notado de ningún cliente que venga aquí tan seguido, hay una chica que viene bastante seguido pero no es diaria, yo diría que es algo así como una vez por semana, nada más. Pero yo sólo estoy en el turno de la tarde, no sé si mi compañera que toma el turno de la mañana sepa de alguien, yo salgo a las ocho, por cierto— La cajera paso un mechón de su cabello tras su oreja mientras hablaba únicamente hacia Seungcheol, obteniendo una gran sonrisa en respuesta.
—¿De verdad?, es bueno saberlo. — su amigo olvidó el tema por completo mientras intercambiaba números con la cajera. Woozi suspiró derrotado, por un momento creyó que podría saber quien era este misterioso admirador. Pero ahora más que nunca estaba decidido a descubrirlo.
~ ✩ ~
Pasando saliva en su garganta seca y cerrada por los nervios Woozi cerró la puerta de su casillero, guardando los caramelos junto a una tarjeta en forma de gatito que su admirador había dejado aquel día reemplazándolos con una otro pedazo de hoja y una respuesta garabateada en tinta negra.
"Quiero conocerte."
Woozi se alejó, tomando las escaleras hacia el piso de arriba para su siguiente clase. Pasando de largo a la chica que le observaba por el espejo de mano en el que arreglaba su labial.
Cuando el pasillo estuvo despejado, ella camino presurosa, sus botas haciendo eco en el corredor, hacia el casillero abriéndolo con maña ahora que tenía la combinación grabada en fuego en su mente, tomó el pedazo de papel y lo metió en su mochila, cerrando la puerta y dándose la vuelta, deteniéndose cuando un cuerpo le aprisionó entre dos fuertes brazos a cada lado de su cabeza, haciéndola jadear de sorpresa.
—¿Qué estabas haciendo?— Seungcheol preguntó a la, bien conocida, chica atrapada en el acto. —Te pregunté qué hacías en el casillero de mi amigo, Irene.— Irene evitó su mirada, sujetando con fuerza la correa de su mochila.
~ ✩ ~
Woozi miraba la tarjeta en forma de corazón como si ésta fuera a escapar. Estaba sentado con las piernas cruzadas sobre su cama, cuando descubrió la tarjeta, ésta vez sin ningún postre atado a ella, y sin leerla la metió a su mochila, bastante asustado de la respuesta de su admirador a su petición. Así que espero hasta estar en la comodidad de su habitación para leer lo que decía, caminando más rápido de lo común hacia los dormitorios cuando sus clases concluyeron.
Llevaba varios minutos en aquella posición, juntando la fuerza suficiente para leer por fin la respuesta. Inhaló aire una vez, pasó una mano por sus cabellos y tomó por fin la tarjeta, leyendo el reverso.
"Para mi terroncito de azúcar:
He esperado todos los días la propuesta que me haz hecho ayer. Por supuesto que quiero conocerte, ahora más que nunca. Búscame en la fiesta de San Valentín de la escuela. Estaré usando una rosa color lavanda, es cursi, lo sé, pero es poco comparado a lo que mereces.
De tu admirador secreto."
Woozi perdió el aire, releyendo una y otra vez la última frase. ¿Lo merecía?, fue la pregunta que rondo por su cerebro un buen rato.
El sonido de su celular le sobresaltó, una pequeña sonrisa se dibujo involuntariamente sobre su rostro al abrir la nueva conversación en el chat con Soonyoung.
Soonyoung
Hey Woozi
Mi clase parece nunca terminar
Por qué tomé ésta optativa???
Ví éste meme y me acorde de tí
Ojalá hablar con su admirador secreto fuera tan fácil como hablar con Soonyoung.
A veces necesitas que alguien más te haga ver que, sí, lo mereces.
~ ✩ ~
El corbatín alrededor del cuello de Woozi parecía sofocarlo más que nunca, cambiaba su peso de un pie a otro, bailando nervioso mientras trataba de asomarse por la cortina que tapaba la vista del público desde el lugar tras bambalinas en el que se encontraba.
Buscaba una rosa color lavanda entre las personas, sin éxito.
—¡Woozi! Tenemos que estirar— Meiqi, otra de las integrantes del club de baile, le llamo desde su lugar en el suelo, flexionando sus piernas a la par de Lisa.
Se movió hasta ellas, imitando sus acciones mientras la persona cuyo rostro aún no conocía rondaba por su mente.
~ ✩ ~
—Joder, joder...— Soonyoung murmuró desesperado mientras volteaba el contenido de su mochila en la mesa del camerino que se les había prestado a los integrantes del grupo.
—¿Qué te pasa? — Yugyeom le preguntó, arreglando su cabello frente al espejo.
—¡No encuentro la maldita rosa!— sus amigos le miraron con pánico, quitando la atención de lo que todos hacían.
—¿Cómo que no?— Hyungwon preguntó, levantándose de su silla y ayudando a buscar entre los bolsillos de la mochila de Soonyoung.
—¡Sobre mi escritorio!— Soonyoung gritó, empuñando mechones de cabello entre sus dedos. —Olvide guardarla en la mochila, ¡mierda! la deje en mi dormitorio. — Un gruñido grupal se escucho en el pequeño camerino improvisado.
—¿Y ahora qué?— Rocky preguntó.
—¡Salimos en cinco!— Yuju se detuvo en el marco de la puerta, repasando los rostros asustados de todos. —¿Qué pasó?
~ ✩ ~
—Vale, actúa como si nada, tenemos que hacer una buena presentación y después ya veremos que hacer— Seulgi le murmuró al líder, ayudándole a acomodar el cuello de su chaqueta de cuero.
Soonyoung asintió y fingió la mejor sonrisa que pudo al ver a Woozi, parecía un ángel con su camisa blanca y corbatín negro, pantalones ajustados con tirantes y su frente despejada, agradeció silenciosamente la insistencia de Woojung por maquillarlos a todos.
Todos se alinearon a la entrada del escenario, esperando por el bajar de las luces. Woozi miró a Soonyoung de pie a su derecha, murmurando apenas audiblemente sobre la música de la fiesta.
—Suerte— Soonyoung le sonrió, adorando el tener que bajar ligeramente la mirada para encontrarse con la del peli-rosa.
—Suerte.
La línea se movió con rapidez mientras todos se separaban, tomando su lugar sobre el escenario en medio de la oscuridad, pudo ver de reojo a Chanyeol sosteniendo su guitarra al otro lado de la entrada del escenario, dándole pulgares arriba.
La rutina de baile había sido practicada una y otra vez, su cuerpo pudo moverse como lo recordaba al compás de la música. El ritmo electrónico junto al mix de canciones taladraba en sus oídos, atado a los gritos de los compañeros de su escuela, el acto del grupo de baile siempre era esperado, todos sabían que Kwon Soonyoung tenía el carisma y la fuerza de un tigre sobre el escenario.
Su mente volaba entre las posiciones y los pasos de baile que seguían, uno después de otro. Cuando al fin tuvo un respiro en medio de la coreografía, todo el equipo arrodillado mientras Soonyoung tomaba el escenario. Le pareció brillante la manera en que su cuerpo se movía con fluidez, se apoderaba del suelo bajo sus pies y del público.
Por supuesto que le había visto bailar antes, cada tercer día frente a los espejos de la sala de practicas, pero nada se compraba con esto, nada era igual a la fuerza que Soonyoung tenia cuando estaba en medio de una presentación.
Retomó su lugar de pie cuando el compás de la música se lo indicó, tratando de no pensar en otra faceta que había conocido de Soonyoung.
Empujando la idea del pequeño enamoramiento que no se atrevía a admitir.
~ ✩ ~
—¿Nada aún?— Chanyeol le preguntó, tomando el vaso de soda que su novio había servido para él. Woozi negó, sin quitar la mirada de la pista, buscando la rosa en todas las personas.
—Ya va a aparecer— Baekhyun le aseguró, dejando otro vaso rojo en sus manos.
—Creo que estoy empezando a dudarlo— Woozi se hincó de hombros, tratando de no parecer afectado.
—¿Qué pasa no piensas bailar?— Seungcheol llego de la mano de su cita, Eunwoo, un chico un año menor que ellos pero quizás la persona más guapa del lugar, Woozi sabía admitirlo.
—No tengo muchas ganas.
—Eso no parecía cuando estabas sobre el escenario— Seungcheol insistió.
—Creo que fue eso, estoy cansado— Chanyeol entrecerró los ojos debido a la respuesta de su amigo, prefiriendo contar la verdad él mismo.
—Su admirador aún no aparece— el más alto gritó para ser escuchado sobre la música, Seungcheol le miró con sorpresa.
—¿En serio?— su mirada viajó por el lugar hasta encontrar al líder del grupo de baile. —No preocupes esa cabecita tuya,— Seungcheol picoteo la sien del más bajo con su dedo índice— quizás está juntando valor para hablarte, no debe ser fácil después de cubrir su identidad por tanto tiempo, no te desanimes.— Woozi no le contestó, su mirada aún fija sobre la pista de baile. Seungcheol elevó la mirada para cruzarla con Chanyeol quién solo alzó los hombros. —Iremos a bailar, los vemos en la pista— Seungcheol gritó antes de caminar de vuelta junto a Eunwoo, volteando su rostro para murmurar a su pareja. —Eunwoo, ¿sabes guardar un secreto?
~ ✩ ~
—¿Qué hago ahora? Seguro piensa que jamás voy a aparecer.— Soonyoung gritó desesperado a Seulgi, Yugyeom y Jungkook, que quemaban sus neuronas tratando de pensar en una solución.
—¿Cuándo piensas decirle? Woozi se está desesperando— Seungcheol llegó de la mano de su cita, gritando a Soonyoung.
—Olvidé la jodida flor en mi dormitorio, esa era la forma en que me iba reconocer.— Soonyoung le explicó.
—¿Y luego? Preséntate así, tal cual, igual la flor no iba a cambiar el hecho de que tú eres su admirador secreto.—el líder del grupo de baile dejo caer sus hombros en un suspiro, por supuesto que nada iba a cambiar ese hecho. Pero portar aquella flor podría tranquilizar a su ya de por si nervioso corazón.
—¿Qué debo hacer? Caminar hacia él y decirle "Hey Woozi, yo soy tu admirador secreto estoy... —suspiró al ver la menuda figura de Woozi de pie junto a la pista— "...estoy enamorado de ti."— el silencio le hizo observar a sus amigos, todos parecían compartir la misma mirada de ternura, incluso la cita de Seungcheol que parecía bastante entretenido con todo lo que sucedía.
—Sí, eso es exactamente lo que estoy diciendo. — Seungcheol le sonrió.
Fue suficientemente cobarde ocultar su identidad detrás de aquellas cartas y regalos, y aquella estúpida flor no le iba a dar más o menos valentía que la que necesitaba para presentarse frente a Woozi. Soonyoung asintió con su cabeza varias veces.
—¿Cómo me veo?— les preguntó ganado sonrisas de parte de todos y las manos de Jungkook arreglando su peinado y Yugyeom arreglando su corbata.
—A él, campeón— Seungcheol le bromeo, palmeando sus hombros.
Soonyoung combatió contra el nudo en su garganta y movió con trabajo sus pies, que parecían pesar una tonelada, hacia la pista de baile, cruzó entre los cuerpos bailarines de sus compañeros de escuela, divisando lentamente a Woozi entre las personas, cuando estuvo a punto de salir del tumulto de gente, una pequeña figura apareció frente a él.
—¡Soonyoung, al fin te encuentro! —Eunha habló fuerte para atravesar la música en sus oídos. —¡Vamos a bailar!— le tomó de las muñecas y le jalo, con fuerza que no debería pertenecer a una chica tan pequeña, hacia ella para enredar sus brazos por su cuello.
—Eunha, no, yo tengo que-...—trató de hablarle dejando caer sus brazos para no sostenerla más.
—Sólo una canción— Eunha elevó su mano para tomarle de la barbilla, alejando su mirada que buscaba a Woozi viéndole darse la vuelta por el rabillo de su ojo al mismo tiempo que una lenta canción sonó por las bocinas.
~ ✩ ~
Era estúpido.
Era estúpido creer que ésta persona realmente aparecería, todo el tiempo supo que se trataba de una mala broma y seguramente ahora, quien quiera que hubiera sido, se estaba riendo de él y de su mirada expectante.
¿Por qué no mejor se iba de una vez? Él no iba a aparecer, eso estaba claro, aún estaba a tiempo de sacarse aquel estúpido smoking, sacar con agua el maquillaje de su rostro, enfundarse en sus pijamas y dormir hasta que la presión en su pecho desapareciera o le hiciera cerrar los ojos.
Podía aún... ¿ese era Soonyoung?, sí, sí que lo era y parecía caminar hacia su dirección. Woozi se obligó a no esperar nada, ni si quiera sabía quien era la cita de Soonyoung, si es que había decidido traer a alguien, separó su cuerpo de la mesa de bebidas en la cual se había estado recargando los últimos diez minutos, esperando conversar con él...
Oh.
Claro, obviamente Soonyoung también tenía una cita, Eunha y él parecían bastante lindos juntos, supuso. Quizás el líder del grupo de baile cambio de opinión aquella vez que parecía huir de ella.
Está bien, no era como si Woozi hubiera esperado que algo pasara. Claro que no.
Sacando el aire de sus pulmones se irguió y se dio la vuelta para dirigirse a las puertas de salida. Ya no quería perder más su tiempo esperando a alguien que no vendrá.
~ ✩ ~
—¡Soonyoung! ¿Qué haces?— Yuju llegó apresurada a su lado, cambiando la mirada hacia su amiga y su cara de sorpresa, fruncido el ceño y retiro las manos que le acorralaban.
—¿Qué te pasa Yuju?— Eunha le preguntó, tratando de zafarse de su agarre.
—No lo echarás a perder— le contestó, acallando a su amiga por la sorpresa. —¡Ve por él!— giró su rostro hacia su amigo, gritándole.
—S-sí... ¡gracias Yuju! y... los siento Eunha, tengo a alguien más — Soonyoung dijo apresurado, no escuchando nada más mientras salía corriendo por las puertas del gimnasio de su escuela.
~ ✩ ~
La música se hundía cada vez más a cada paso que daba, atravesó el jardín principal de su escuela y lamento por un momento que las luces que iluminaban los arbustos y la fuente principal no pudiera animar su humor azul.
Caminó con las manos en los bolsillos de su pantalón, el delgado saco apenas le cubría del frío de la noche y hundió levemente su cuello para tratar de guardar calor. Tratándose de idiota cuando recordó que no había traído ninguna otra prenda más de ropa para no arruinar el atuendo que Yuju le había ayudado a elegir.
—¡Woozi!... ¡Woozi!— el estudiante de gastronomía creyó escuchar su nombre a lo lejos —¡Jihoon! — de acuerdo, definitivamente alguien le llamaba. Se giró sobre su eje, encontrando a Soonyoung corriendo a su dirección hasta tenerlo en frente en cuestión de segundos, las puntas de su cabello peinado hacia arriba mojadas por sudor y su pecho subiendo y bajando, respirando ruidosamente. —e-...espera.—
Woozi se espantó al verle de aquella manera, agachando su rostro para tratar de encontrar la mirada de Soonyoung.
—Soonyoung, ¿estás bien? ¿qué pasa?
—Tengo... algo que... decirte.— trató de hablar entre las pesadas respiraciones, intentando tomar aire para sus pulmones.
—¿Acaso no podía esperar hasta mañana?— Soonyoung ya estaba erguido pero su respiración aún no se normalizaba del todo y Woozi se preguntó si debería llamar a la enfermera de la escuela o algo así.
—No, definitivamente no puede esperar más, ha esperado por casi un mes y ha esperado por toda la fiesta. — Woozi se quedó quieto... ¿Dijo un mes?.
—¿Vas a echarme del club de baile o algo así?— No encontraba algo que fuera lo suficientemente urgente como par poner al bailarín de esta manera. Pareció al fin controlar su respiración y sus oraciones por fin pudieron salir.
—No, no es nada de eso. — Soonyoung sonrió débilmente. —Yo... quiero disculparme por ser un cobarde— Bien, eso definitivamente no era lo que Woozi imaginaba. —Lamento no haber confesado ser tu admirador secreto desde un inicio.
Jihoon le miró sin expresión, sus labios partidos y su ceño uniéndose.
—¿Qué cosa?— No podía ser posible.
—Soy tu admirador secreto, y también soy un idiota que olvido tomar la estúpida rosa color lavanda y guardarla en mi mochila, digo, ¿de verdad que tan difícil es guardar algo tan importante primero que nada?, es que solamente a mí me suceden estas cosas, al fin me voy a confesar al chico más lindo y divertido que he conocido, ¿y qué hago? ¡Lo arruino!
—Soonyoung.
—Claro porque todo fue planificado a la perfección, convencí a Yuju de que me diera la combinación de tu casillero, hice que Lisa, Hyungwon y Jungkook se turnarán para comprar los postres que iba a regalarte para que nadie sospechara, y después hice que Seulgi le pidiera a su novia que dejará los regalos por mí y Taehyun me llevó todas esas tarjetas en blanco que robó del cajón de su hermana para después pedirle a Meiqi que escribiera las cartas para que no descubrieras que era mi letra y morir de vergüenza porque su amiga XuanYi se riera de lo que quería escribirte.
—Soonyoung— Woozi volvió a llamarle en medio de una sonrisa.
—¡Pero todo lo que hago tiene que salir mal! Y cuando por fin me hago de pantalones para hablar contigo aunque no tuviera esa flor Eunha me detiene y tuve que explicarle que yo estaba enamorado de alguien más y después desapareciste y...
—¡Ya! ¡Soonyoung! —Woozi gritó, cruzado de brazos y tratando de no verle para no romper en una sonrisa. —¿De verdad hiciste eso por mi? ¿Todo?— Soonyoung asintió, un puchero medio formándose en su rostro, era adorable.
—Perdón por arruinarlo— Soonyoung dijo en una pequeña voz, mirando a sus zapatos.
Woozi se acercó a él a pasos lentos, hasta que prácticamente compartían respiraciones, fue entonces que Soonyoung elevó su mirada, y al fin pudo analizar aquellos ojos avellana por los que tanto trato de detenerse desde que le conoció
—Es lo más tierno que alguien a hecho por mí.
Woozi no era bueno con las palabras, no. Y al recordar las cartas que Soonyoung le escribió, estaba lejos de ser como él, de poder hacerle saber su sentimientos como él bailarín lo había hecho. Pero Woozi sentía, y joder sentía hasta el alma, amor por el bobo frente a él. Salía por sus poros y daba vueltas a su alrededor, era felicidad la que le abrazo hasta asfixiarlo. Porque Soonyoung era lo que jamás pidió y ahora no quería perder.
Quizás fue el frenesí de emociones, el cansancio sobre sus pies, el nudo en su garganta o el color rosa que corrió por sus venas como electricidad, lo que sea que haya sido, lo que le hizo tomar el cuello de la camisa de Soonyoung y acercarle para besarlo. Movió sus labios tímidamente contra los impropios, alejándose rápidamente y Soonyoung le sonrió, abrazó sus caderas y le pego a él, sus manos descansaron sobre su pecho antes de que el bailarín le acercara nuevamente, besándole con ganas.
Fueron separados por gritos y silbidos. Cuando giraron sus rostros no pudieron evitar reír ante la imagen del club de baile y los amigos de Woozi festejando y fotografiándoles desde la entrada del gimnasio.
Woozi escondió su rostro en el cuello de Soonyoung, odiando el hecho de saber que sus amigos le molestarían por esto hasta el final de los tiempos.
—Ignóralos... bomboncito— Soonyoung murmuró contra su cabello, y ese cursi sobrenombre sonaba como música cuando al fin lo pudo escuchar de su voz y no de letras sobre el papel. Claro que nadie tenía que saberlo.
—No me llames así— murmuró contra la tela del traje del bailarín, provocandole una carcajada.
—Si armó todo esto para pedirle ser su novio, imagina lo que hará para pedirle matrimonio— Seungcheol le dijo a Chanyeol, abrazando a Eunwoo por la cintura.
—¿Matrimonio? —Chanyeol se carcajeó —primero me caso yo antes de que esos dos pisen el altar— el más alto que quejó después de recibir un codazo en las costillas por parte de su novio.
—Como sea, no quiero estar ahí cuando eso suceda.— Seungcheol dijo.
~ ✩ ~
—Cheol, tú sabes la historia de Soonyoung y Woozi, ¿cierto? — Jeonghan le preguntó, subiendo su rostro de estar recargado sobre su hombro a buscar su mirada. Joshua dormía ya sobre su regazo y sus dedos peinaban sus cabellos mientras le arrullaba su tranquila respiración. Los tres estaban acurrucados en el sillón de su nuevo departamento, una película reproduciéndose en la pantalla de la sala.
—No en realidad, ni si quiera la recuerdo bien, sólo sé que cuando menos lo esperé mi mejor amigo llegó de la mano del ruido hecho persona, quedé tan sorprendido como tú— Jeonghan le miró con un puchero, asintiendo a lo que su novio le contaba.
—¿Por qué será que Woozi no quiere que sepamos cómo se conocieron?
"Porque es la historia más cursi que hayas escuchado jamás" pensó.
—Ni idea, quizás algún día la contaran cuando estén llenos de nietos y arrugas— le dijo en broma, sonriendo al escuchar la melodiosa risa de su novio.
—Y nosotros seamos igual de ancianos y tengamos hijos...¡ah! y un gato, a Joshua le gustan los gatos.— Jeonghan le contó, sonriendo de solo imaginarlo.
—Si, justo así, ángel— besó la frente de su novio antes de que él volviera a acomodarse sobre su hombro.
Había prometido no contar su historia a su mejor amigo y Seungcheol apreciaba tener sus pelotas, muchas gracias.
~ ✩ ~
—Soonyoung~ —Woozi llamó al otro, los rayos de luz colándose por la pequeña cortina de la ventana del avión, iluminando el anillo de oro en su dedo anular. Llevando su vista a la masa de cabello oscuro que reposaba sobre su hombro. —Vamos Soonyoung hemos llegado— movió su hombro de arriba a abajo con la intención de despertar a su esposo, Soonyoung balbuceó, pasando su cabeza del hombro de Woozi al respaldo del asiento, estirando sus brazos y tronando sus huesos, perezosamente levantó el antifaz de sus ojos.
—¿Ya llegamos? —Woozi dejó salir una carcajada que trato de controlar con el dorso de su mano al ver el cabello apuntando a todos lados y el rostro semi-dormido de Soonyoung.
—Ya, estamos apunto de aterrizar, ponte el cinturón— Soonyoung asintió, ajustando el cinturón en sus caderas y peinando su cabello con las manos, guardando su antifaz en la mochila de Woozi.
—Pronto estaremos en casa, bizcochito— el gerente le sonrío, tomando su mano y entrelazando sus dedos. Woozi asintió.
—Pasajeros del vuelo Roma con destino a Seúl, les habla el capitán, en breves momentos tomaremos tierra en el aeropuerto internacional de Incheon. Deseamos que hayan tenido un buen vuelo, gracias.— Woozi suspiró, oficialmente la luna de miel había terminado y volverían a la rutina en la cocina que de cierta manera ya extrañaba.
—Ya lo estamos— Woozi se acercó a susurrar sobre el oído de su esposo— caramelito de miel. — El rostro de Soonyoung se volvió rojo escarlata y risitas nerviosas le hicieron esconder el rostro alzando el cuello de tortuga de su suéter.
Ningún día era monótono a su lado, y a Woozi le emocionaba pasar el esto de su vida a su lado.
~ ✩ ~
—Venga idiotas, que Wonwoo se está congelando, caminen más rápido.— Mingyu habló por la bocina del móvil de Woozi mientras Soonyoung tomaba las maletas de ambos de la banda.
—No es mi culpa que tu novio sea tan delgado que cualquier brisa le afecte, imbécil — Woozi replicó.
—¿Puedo hablar con Woozi? —la voz de Chan se escuchó a la lejanía por la línea de Mingyu.
—¡Yo quiero hablar primero con él!— Seokmin se escuchó esta vez.
—¿Para que quieren hablar con él si los veremos en minutos?— la cansada voz de Minghao atravesó la bocina.
—¡Ya, ya! ¡Calm down!— el grito de Mingyu se escuchó antes de que la línea se cortara y Woozi rió.
También estaba ansioso por pasar los días junto a los idiotas de sus amigos.
Significado de la rosa lavanda: Lo nuestro fue amor a primera vista, estoy perdidamente enamorado de ti desde el primer momento que te vi.
💎 💎 💎
Han pasado 84 años...
De verdad que yo no tengo cara para decirles nada, siento mucho el retraso, (el mío y el del capítulo ajdh) pero yo les debía especial a ustedes y a mí misma, porque joder ésta es mi pareja favorita de la historia (después de la principal claro).
Creo que la relación del SoonHoon permaneció en misterio porque nadie sabía como es que funcionaba y creo que eso es lo más bonito de todo.
Yo iba a escribir un capitulo pequeñito, un one-shot para medio explicar lo que había sucedido y de repente ¡BAM! Éste monstruo de 10k+ palabras me tomo por completo, es que esta parejita me puede de verdad que si.
Espero que hayan disfrutado de ésta secuela así como yo me divertí al escribirla, ya había terminado de escribir cuando de repente extrañe a los demás bebés que el SoonHoon y compañía aún no habían conocido durante la precuela y obviamente les tuve que agregar al final.
También conocieron un poco del pasado playboy de Seungcheol hahaha y espero que eso les haya ayudado a entender el porque a él se le hizo tan fácil estar en una relación de tres.
Y hablando de mi trío favorito les tengo una noticia, quiero escribir también un especial de ellos (más pequeño que éste, lo juro) y otro del JunHao.
Para el JunHao ya tengo más o menos pensado en la trama, pero para JiHanCheol, caray, vale, voy al grano...
¡Sólo me sale escribir porno para el JiHanCheol! es más conflictivo de lo que parece en serio, si tiene un poquito de trama pero.... no me puedo contener. Entonces recurro a ustedes, (si es que aún hay alguien que lee ésta cosa </3).
¿Les gustaría que publicara el especial JiHanCheol aunque fuera puro nopor? o ¿Sólo subo el especial JunHao?
Lo dejo en sus sabías manos. Estoy de vuelta y ahora si para quedarme, tengo muchos proyectos en puerta que me emocionan muchísimo pero ya hablaremos de eso después.
Hasta la siguiente actualización ~ 🌵
⏤ Luna v;🌻
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