CAPITULO 7
CAPITULO 7
Solo faltaban 3 casas para poder llegar la zapatería. En todo el viaje de regreso no había dicho ninguna palabra, solo se encontraba pensado al respecto de lo que acaba de suceder. Pero ahora que pensaba todo con más claridad ¿Acaso era verdad que Hiro solo lo llamo, para darle una simple sudadera? Aunque eso no le convencía del todo no quito la posibilidad de que sea verdad, entonces no pudo evitar mostrar una sonrisa ante aquello. Estaba a tan solo 2 casas cuando escucho un fuerte grito.
El grito de María se escuchaba bastante fuerte y claro, pero Miguel cuando quiso empezar a correr hacia la tienda vio como una persona encapuchada salía corriendo del lado contrario de él. Tuvieron que pasar unos segundos antes de que sus piernas reaccionaran, fue en de poco tiempo para llegar a la entrada de tienda.
María se encontraba en el suelo, temblando, incapaz de mover un musculo, solo observando sus manos con temor y angustia. Miguel observo sorprendido la escena, sus manos se encontraban transparentes solo los huesos eran visibles, asi que a paso lento se acercó a su prima.
¿Cómo era posible?
Solo 4 personas sabían de este hechizo, pero era imposible, llevaban escondidos tantos años que, no era posible y no podía ser que ahora los hayan encontrado de la nada, no, no y simplemente no.
La joven castaña no dejaba de llorar, frotándose repetidamente las manos incapaz de creerlo.
-María...déjame...-
Miguel intento acercarse, pero ella se alejó rápidamente haciendo que su espalda chocara con la fría pared para después limpiarse las mejillas y la nariz llenas de lágrimas.
-¡Ni se te ocurra! No pienso dejar que lo hagas-
Entonces dio dos pasos hacia atrás y se detuvo, observando como su prima se abrazaba asi misma y se mecía adelante y, hacia atrás, fue entonces que Dante llego a un lado suyo y empezó a escanear a María con una luz amarilla.
-María ¿Quién era la persona que vino?-Observo como su prima levanto la mira hacia el-
María no respondió. Todo su cuerpo estaba temblando. Miguel se estremeció. Froto sus manos en sus brazos tratando de calmar su enojo, todo estaba pasando en cámara lenta para ambos mexicanos, quien diría que ayer se encontraban felices y riendo como siempre y ahora se encontraban en esta situación. El moreno se enojaba consigo mismo, podía hacer algo, pero María no se lo permitiría por nada del mundo y jamás se lo permitiría.
¿Acaso alguna vez podrían vivir en paz?
Fue entonces que recordó a la señora Ariel y a su hija Melody. La turba atemorizada huyendo de su joyería. El sonido de las sirenas rodeando el local.
Sintió un hueco en el estómago.
Apretó sus manos en ambos brazos tanto que sus dedos se volvieron blanco al igual que su mandíbula se tensó. Los sollozos de María llenaban su cabeza, apabullándolo. Apretó los dientes, sintiendo como sus ojos se humedecían. Un dolor en su cabeza le indico que dejara de contener el llanto, pero Miguel no podía llorar en estos momentos tenía que mostrarle a su prima que todo estaría bien. Pero no lo estaba.
-María déjame hacerlo-.dijo Miguel con algo de desesperación en su voz.-sé que puedo, solo necesito...-
-U-un día prometiste...-.dijo tartamudeando.-nunca volver hacerlo...ahora espero que lo cumplas-
-¡Entiende!-grito con desesperación-Puedo salvarte, puedo curarte ¡¿Por qué no quieres?!-
Por qué no quiero que desaparezcas tú pensó María.
-Mi localizador indica que varios autos de emergencia y policías vienen en camino-indico Dante- llegaran en 20 minutos-
La joven le mostro una pequeña sonrisa antes de volver a bajar la mirada. Su cabello castaño era un desastre de nudos cayendo sobre sus hombros. Se sentía totalmente cansada y sabia el por qué.
-Por favor...-sollozo Miguel dejándose caer de rodillas frente a ella-déjame salvarte...-
-Tú más que nadie sabe que a todos nos llega la hora tarde o temprano-
Entonces Miguel se acercó a ella abrazándola con todas sus fuerzas, ahora sin poder retener las lágrimas que empezaron a caer por sus mejillas.
-Pero tú no, tu eres la única familia que me queda...por favor...no me abandones tú también-
-¿Recuerdas lo que nos decía tu mamá?-
El sollozo del moreno se detuvo ante lo dicho ¿Lo que siempre les decía? ¿Se refiere al lema de su madre?
-Al momento que veas brillar esta flor...-.dijo limpiando su nariz con su antebrazo para empezar soltar a María-...sabrás que estoy contigo...-
Cuando se separó por completo de la castaña vio como esta tenía una sonrisa en el rostro y le entregaba una hermosa flor amarilla. El rostro de Miguel solo podía mostrar una total sorpresa, aquella flor solo la conocían su familia, solo podían cultivarla ellos, pero también era una señal de...o no.
-Flor de cempasúchil...-susurro sosteniendo aquella flor con delicadeza.-Pero eso solo significa que...-
-Que no importa lo hagas o digas-dijo María-iba a morir de todas formas.-
Miguel se encontraba desconcertado. Aquella flor tan hermosa solo aparecía cuando un miembro de su familia iba a fallecer muy pronto, era una señal de que partiría muy pronto al otro mundo. Hace mucho tiempo que no veía algo asi, ya que cuando aquella flor hacia su aparicion, nadie, absolutamente nadie, podía intervenir en la muerte de aquella persona. Ni la persona con mayor poder podía hacerlo. Para Miguel en esos momentos era más bien una maldición, una pesadilla.
Ninguno de los 2 dijo nada hasta que el aullido de las sirenas llegó a sus oídos y ambos alzaron la cabeza hacia la puerta. Miguel clavo la mirada en la distancia, en la entrada de la zapatería. Tenía la garganta seca, sus labios temblaban. Estaban por llegar para llevársela. El corazón Miguel también estaba temblando. No podía evitarlo. Fue entonces que volvió a abrazarla, María se aferró a su camiseta soltando sollozos.
-Lo siento mucho...-
-No es tu culpa...-exclamo con voz entre cortada-...no...es tu culpa...-
Los brazos de María cayeron sin más a sus costados. Los sollozos del moreno y las sirenas era lo único que se podía escuchar en aquella zapatería. Miguel abrazaba con fuerza el cuerpo inconsciente de María. Sentía impotencia. Enojo. Tristeza. Miedo. Aquellas emociones que pensó que no volvería a sentir y ahora le causaba un gran dolor.
Tres personas con un traje negro y una cinta verde en un brazo se hicieron presentes en la tienda.
-¿Los 2 son víctimas del hechizo?-Pregunto uno de los hombres-
Miguel con mucha fuerza de voluntad se separó de María para levantarse y hacerles frente a los hombres.
-No...solo ella-dijo con voz apena audible-
Dos de los hombres alejaron a Miguel hasta la entrada, para después acercarse con María. El moreno observaba con detalle como empezaban a checarle el pulso.
-¿Usted es pariente de la víctima?-Pregunto el hombre que se había quedado atrás-
-Si...soy su primo-dijo volteando a ver al hombre frente a el-
-¿Usted tuvo contacto con la persona que fue la responsable de esto?-
Miguel abrió la boca. Dudando. Podía decir la verdad, revelar lo que tanto han escondido por años, pero no tenía pruebas de ello, ademas que si decía algo, el rey de Disnworks lo mandaría a ejecutar sin duda alguna. Entonces todos el esfuerzo de María y el se irían por la borda.
-No-soltó- se fue antes de que lograra llegar a la zapatería.-
Y no estaba mintiendo. Aquella persona tenía una capucha que no le dejaba ver el rostro. Ahora es cuando se maldecía internamente por no a ver llegado justo antes, si lo hubiera hecho podría averiguado quien era aquel desconocido y sobre todo pudo a ver evitado que María estuviese en estas condiciones.
Pero a pesar de todo aquello. El dolor. Tristeza. Enojo. Sentía un mal presentimiento desde que despertó aquella mañana. Algo malo se avecinaba.
Ya que ésto sólo es el principio.
Soy la chica del drama!! Pero tranquilos gente, ya que la situación sobre Baymax y el por que vió tan sorprendido a Miguel, será contestada en el siguiente capítulo (Que por cierto...también será muy largo x"D)
Así que ténganme paciencia ya que el lunes (osea hoy xD) comienzan mis tareas por línea...y eso me atrasará un poco con la historia.
Bueno,ya aclarando todo. Espero les haya gustado!!💜
Pd: ¿Lloraron en este capítulo? ¿Se lo esperaban? :V
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro