CAPÍTULO 5
CAPITULO 5
Hiro observaba a través de un cristal mientras podía observar como un médico le checaba el pulso a Gogo. Ya habían pasado cinco días desde que empezó a tener un muy extraño síntoma, la punta de los dedos de sus manos se estaban volviendo trasparente hasta el punto de verle los huesos de estos, muy pocos sabían sobre la nueva reacción del hechizo y su avance que aparecía toda una eternidad. Años de angustia y desesperación en tan pocas horas.
Fue entonces que recordó lo que una vez le dijo el doctor Baymax que a veces las cosas malas llegaban en triadas.
Primero Gogo, justo cuando estaba de regreso de Disnworks ya que al fin habían convencido al rey Obake de que el tratado de paz fuese firmado en San Fransokyo y tuvo que pasar esto, justo cuando más la necesitaba en estos momentos.
Segundo tenía que soportar el solo la llegada del rey Obake ¿Algo más que añadir? ¿Acaso algo peor que todo esto? Tal vez sería una guerra con la nación de Disnworks, sí, eso sería lo peor.
Un escalofrió le recorrió por todo el cuerpo erizándole la piel al instante, y quiso deshacer tal pensamiento de su cabeza.
Su consejero Wasabi, el único ser humano o robot del planeta que está autorizado, aparte de él, en ver a Gogo en tal estado en el que se encuentra, le dio una palmada en su hombro, "Ella estará bien" dijo con una pequeña sonrisa tratando de animar un poco al pelinegro.
-¿Cuánto tiempo?...-dijo muy quedo como si temiera que Gogo lo fuera a escuchar a través del cristal-
Wasabi sacudió la cabeza.
-Con los resultados y el avance que está mostrando...el medico dijo que días, si acaso.-
Hiro podía sentir la mirada de su consejero, era comprensiva pero también algo adusta.
-Pero tenemos que ser agradecimos por el tiempo que estamos pasamos con ella majestad-dijo-al menos sigue con vida.
-¿Y quién quiere ver a sus seres queridos en este estado? Muriendo lentamente-Hiro levanto un poco la mirada, observo como la joven de mechón morado estaba respirando con algo de dificultad puesto que su pecho se encontraba bajando y subiendo con lentitud.
Le dolía verla en ese estado, era como si viera a una extraña, Hiro la quería, extrañaba hablar con ella, pero no podía establecer una conversación ahora con la mujer que estaba delante de el a como lo hubiera hecho hace una semana. Una semana.
Un escalofrió le recorrió por todo el cuerpo, fue hace una semana desde que Gogo estaba completamente sana, Wasabi apretó ligeramente su hombro. Hiro había olvidado que todavía tenía su mano ahí.
-¿Hiciste lo que te pedí?-dijo Hiro- con respecto a lo que te dije.
-Algunos caballeros, 4 para ser exactos, ya partieron rumbo a la ubicación que usted ordeno majestad.
-Muy bien...-
El silencio gobernó entre los dos, ambos observaban a la joven chica que se encontraba al otro lado del cristal inconsciente. Entonces Wasabi decidió romper aquel silencio.
-Su majestad-Hiro no dijo nada, observaba como el pecho de Gogo subía y baja con dificultad. Los dedos sobre su hombro se tensaron brevemente y luego cayeron- Usted es el próximo gobernante. Creo que ya es el momento de prepararlo. Lo ha propuesto demasiado tiempo.
¿Demasiado tiempo? Solo había sido una semana. Hiro hizo como si no hubiera escuchado nada.
-Sé que usted es muy fuerte majestad. Sabe que lo apoyare y ayudare en todo lo que sea necesario-Wasabi hizo una pequeña pausa antes de continuar- todos sabemos que será un buen líder-
-No, no lo seré-se pasó la mano por su cabeza revolviéndolo más de lo que ya estaba.-
Él iba hacer el próximo rey.
Para Hiro las palabras sonaban vacías.
El verdadero gobernarte había muerto hace tiempo, Tadashi era el único que tenía el derecho de portar la corona. El solo era un impostor. Al menos él se sentía asi.
-Majestad-hizo una reverencia el caballero al entrar, ganando la atención de ambos hombres-Ya está lo que ordeno-
-Gracias, puedes retirarte-el joven caballero volvió hacer una reverencia para asi salir de la habitación-
-Espero que tenga una buena razón para eso-dijo Wasabi volteándolo a ver. Hiro solo asintió-
Ambos permanecieron en silencio cuando salían de la habitación y se encaminaban por el corredor para llegar a los elevadores.
Una mujer los esperaba. Hiro debía a verlo esperado; ya que últimamente la mujer había estado cercas de ellos. A pesar de que fuera la última persona en la tierra que desearía ver. Madre Gothel duquesa y mano derecha del rey Obake. Una mujer con una belleza excepcional, cabello azabache rizado por debajo de los hombros, piel cálida y a la vez algo fría. Usaba un vestido conforme a su estatus y rango; un largo y lindo vestido color rojo oscuro que le cubría los pies y con mangas acampanadas, pero en los bordes tenia, a su parecer, jeroglíficos que, en realidad, no significaban nada para él. Unos pasos atrás de ella se encontraba su infaltable y silencioso guardia. Un joven atractivo de piel morena, su cabello castaño amarrado en una pequeña coleta mal hecha. Algo en él le hizo recordarle a cierta persona.
-Su majestad-dijo con un sutil inclinación de cabeza- ¿Cómo se encuentra su tutora real?-
Hiro no dijo ni una palabra solo había dedicado a observarla con sospecho. Fue entonces que Wasabi respondió por él.
-Se encuentra mal. Gracias por su preocupación-
-Me siento de verdad muy mal al escuchar aquello-su voz sonaba contraída como si se tratase de un gato que acaba de acorralar a un ratón-. Mi señor le envía sus más sinceras condolencias y les desea una rápida recuperación.-
Gothel volteo su mirada hacia el príncipe, su mirada parecía la de una joven inocente e ilusa. Cosa que a Hiro le causaba un mal presentimiento al respecto. Desde la llegada de la duquesa y la primera vez que la había visto a los ojos era lo único que podía trasmitirle aquella mirada, crueldad, maldad, todo menos inocencia como ella lo quería aparentar.
Hiro aparto la mirada de ella, no podía mantener contacto visual sin sentir algo de miedo.
-¿Qué es lo que desea?-Pregunto-
-Me gustaría compartir algunas palabras para el futuro gobernante...claro que si me es posible concederme ese deseo-
Hiro volteo hacia Wasabi, pero se encontró con un rostro serio, inflexible. Diplomacia y Tacto. Siempre. Siempre era asi cuando se trataba de la maldita gente de Disnworks. No tuvo más remedio que soltar un suspiro antes de comenzar a caminar hacia el elevador.
-Cuarto piso-
Dicho esto el sensor del elevador se encendió, abriendo sus puertas pocos segundos después.
Gothel camino hacia dentro del cubículo con paso elegante como si fuese la misma reina. Su guardaespaldas entro al final, se posiciono delante de todos con la intención de observar a los 3 como si la duquesa estuviese en un extremo peligro. La mirada de este le incomodaba a Hiro por completo, pero para Madre Gothel es como si no estuviese ahí.
-Es una tragedia que su tutora haya caído enferma por estas fechas-Hiro coloco sus manos atrás de él apretándolas con fuerza por dicho comentario de la mujer, tanto que sus dedos se volvieron blancos por la gran fuera que ejercía-. ¿La próxima semana no hubiera sido mejor? –continuo sin pena alguna-Lo digo, desde luego, por las nuevas normas para el nuevo contrato de paz que mi señor ha estado negociando con su hermano en el pasado. Sinceramente estamos ansiosos por llegar a un buen acuerdo conveniente tanto como para Disnworks como para su nación-
De tan solo escucharla y verla le hacía sentirse enfermo, sin equilibrio alguno, quito la fuerza que estaba conteniendo en sus manos para solo dedicarse a ver como los números descendían sobre las puertas.
-Mi hermano había tratado de asegurar las normas justas y correspondientes con respecto al tratado de paz antes de fallecer. Es su rey el que se ha negado a ellas.-
-Él no está muy de acuerdo con las nuevas normas-Hiro se mordió el interior de su mejilla. Gothel prosiguió.-Tenemos la esperanza que, como el próximo gobernante, tenga nuevas normas que sean de nuestro total agrado-
Hiro ignoro por completo lo último y no despego la mirada de los números. Sexto piso, quinto y finalmente cuarto piso.
-Mi hermano era un hombre fuerte y sabio. No pienso y no tengo la más mínima intención de cambiar las normas que él ha establecido en el pasado. Pero aun asi espero que seamos capaces de llegar a un acuerdo justo y razonable, pero me temo que su señor tendrá que cambiar o reducir sus muy razonables y demandas peticiones-
La pequeña sonrisa que mantenía Gothel parecía a verse congelado.
-Bueno...-iba a decir antes de que las puertas del elevador se abrieran de repente en el cuarto piso.-Usted aun es algo joven-
Hiro inclino la cabeza, fingiendo como si ella le hubiese hecho un cumplido al respecto, pero luego volteo hacia Wasabi que aún mantenía una mirada neutra. Ambos salieron del ascensor sin siquiera despedirse de la duquesa o el guardaespaldas, pero en cuanto se encontraba ya a una distancia logro escuchar su voz delicada.
-Que viva el rey-entonces las puertas cerraron, terminando por fin la incómoda y sofocante presencia de aquella mujer-
El pelinegro soltó un gruñido en su dirección, no le caía, se notaba desde lejos y no era ninguna sorpresa. Entonces volteo su mirada nuevamente al frente.
-Deberíamos golpearla-gruño-
-¿A la mano derecha del rey de Disnworks? No creo que se vea bien en el tratado de paz-
-Creo que sería el mejor trato que el que ellos nos darían-se pasó ambas manos por su cabello revolviéndolo y cerrando sus ojos en la acción.-Odio a toda persona que sea de esa nación-
Pero cuando abrió sus ojos observo que estaba caminando solo, extrañado volteo hacia atrás observando a un Wasabi con cara preocupada. Entonces se acercó a él.
-¿Pasa algo Wasabi?-
-Majestad, todos sabemos que estamos pasando por una situación difícil-
Hiro se frustró por unos momentos, pero aun asi trato de no mostrarlo y controlarse.
-Creo que estas lento de noticias-
-Pero su majestad, en algún momento tendremos que hablar sobre el rey Obake y lo que usted tiene planeado hacer con respecto a ello. Asi que un plan sería lo más conveniente ahora.
El pelinegro se había quedado viendo al piso como si fuese a tener algo de interesante, pero no había nada, se había quedado pensando en el pequeño plan que había diseñado hace semanas atrás antes de que la duquesa llegara al castillo.
-Desde que cambio las normas de mi hermano a que un casamiento es lo más correcto para el tratado de paz-se quedó callado unos segundos antes de continuar- mi plan es no casarme con él y ya, punto. Que la diplomacia se vaya a la mierda, fin de la discusión-
En ese momento Wasabi hizo una mueca y su mandíbula se tensó.
-No quiero que me mires de ese modo. Estoy bastante seguro que él nos destruirá-susurro esto último.-Él nos convertirá en sus títeres-
La mueca de Wasabi hizo diluir la creciente desesperación de Hiro.
-Majestad créame que jamás se lo pediría-dijo quitando por completo la mueca.-Al igual que jamás se lo pedí a su hermano.-
Hiro retrocedió y se apoyó de golpe en el muro del pasillo. Un par de doctores pasaron junto a ellos con sus respectivas batas blancas, venían muy concentrados en su conversación y anotando rápidamente en sus libretas que; si hubieran notado la presencia de Hiro o Wasabi no dieron ninguna se señal de ello.
-Muy bien, tienes mi atención-dijo volviendo a caminar cuando los doctores dieron vuelta al pasillo-¿Tienes un plan al respecto?
-No creo que sea el mejor lugar majestad...-
Hiro se pasó la mano por la nunca soltando sus suspiro de cansancio.
-Por favor dímelo, dame en que pensar que no sea en esa maldita maldición y casamiento-
-No necesitamos hacer normas nuevas para el tratado de paz. Seguiremos con las mismas con las que su hermano selecciono en el pasado. Pero ahora, nos mantendremos con toda la exigencia posible sobre las normas ya puestas sobre la mesa-
-¿Y si se niega a firmarlo? –Exclamo con un poco de desesperación.- ¿Qué pasa si su paciensa se acaba y decide iniciar una guerra? ¡Una guerra! ¿Te imaginas como nos ira en una guerra justo en estos momentos? La gente asustada sobre las criaturas mágicas, personas "desconocidas" lanzando hechizos de muerte a mi pueblo...él nos matara a todos-
-¿No cree que si quisiera él una guerra ya la hubiera iniciado?-Pregunto-
-O tal vez solo está esperando el momento indicado, a que nuestra gente y nosotros estemos por los suelos para asi poder rendirnos a sus pies-Hiro rasco su frente, mirando como personas caminaban de ahí por allá, para encontrar alguna solución con respecto a hechizos y magia-
Solo pudo soltar un suspiro de cansancio, era San Fransokyo, la nación número 6 en no tener un conocimiento específico sobre hechizos y magia, pero todos estaban buscando por todos lados tratando de encontrar al menos una esperanza para toda esta locura.
-Ojala me hubiera casado-.dijo-Tal vez si ya estuviera casado, el rey Obake no sería problema alguno. Tendría que firmar el tratado de paz...claro que...si quisiera la paz.-
El silencio gobernó entre los dos, cosa que extraño al asiático asi que volteo a mirarlo para encontrarlo con una rara calidez en el rostro.
-Tal vez conozca a una chica en el baile de la paz-dijo Wasabi- y tenga una linda conexión y un gran final feliz. Asi viviría sin preocupaciones ni estrés por el resto de su vida.
Hiro quiso fulminarlo con la mirada, pero le fue imposible, más bien le salió una pequeña sonrisa.
-¡Por supuesto! ¿Cómo no lo pensé antes?-dijo caminando hacia atrás para apoyar su espalda en la pared.-Puede que haya una tercera opción que has ignorado mi confiable consejero, ademas de ser un pensamiento que me ha estado rondando por la mente desde hace algún tiempo-
Wasabi se colocó a un lado suyo agachándose un poco para quedar a la altura del pelinegro, dando la oportunidad a Hiro de bajar la voz y solo ser audible para él.
-Hace semanas he estado investigando al respecto-Susurro ganando una mirada de confusión por parte de Wasabi.-Se trata sobre...el heredo al trono de Disnworks-
-Majestad, eso solo son cuentos...-fue interrumpido antes de poder terminar-
-¿Quieres escucharme?-dijo Hiro alzando un poco la voz para callar a Wasabi, porque ya sabía las palabras exactas de este; El príncipe, el único heredero al trono de Disnworks, está muerto. Ya que hace más de 11 años que la noticia recorrió el mundo entero, El príncipe Marco murió al ser envenenado por un sirviente del castillo. Fue entonces que Disnworks se había quedado sin heredero al trono.
-Se dicen que hay rumores de ello-exclamo Hiro-que hay personas que lo vieron, que le ayudaron...-
-Su majestad, todos hemos escuchado esos rumores –dijo- pero usted y yo sabemos que solo son rumores sin un fundamento concreto-.
Hiro se cruzó de brazos he hizo la cabeza hacia atrás recargándola también en la pared, volviendo a hablar, pero esta vez en voz baja hasta casi convertirla en un susurro.
-¿Qué tal si fuese verdad? ¿Te imaginas? Afuera puede a ver un chico que pueda arrebatarle el trono a Obake, alguien con más poder y derecho.
-¿Ya se escuchó asi mismo? ¿Alguien con más poder y derecho que el rey Obake? Ósea que se refiere a alguien como el antiguo rey de Disnworks, que solo porque una chica le había rechazado a verse acostado con él, la mando a ejecutar el día de la boda de esta misma y desde ese entonces el prometido de esta no le quedo de otra que ser castigado con 50 latigazos en la espalda a tal grado que murió en el mismo día. Estamos hablando del descendiente de ese rey lunático.
-No estamos hablando del rey Eugene-
-Por supuesto que no, estamos hablando de su hijo-
Hiro se dio cuenta que había contenido la respiración, asi que tuvo que respirar con cuidado para regular su respiración.
-Tal vez no sea peor –dijo- ¿Pero quién podría saberlo? Si las teorías y los rumores resultan ser ciertos, y tal vez se encuentra aquí en San Fransokyo, no lo sé...tal vez sea diferente, recuerda que nuestro pueblo es muy, pero muy diferente a como son los de Disnworks, quizás hasta sea comprensivo con nosotros.
-Pero todo eso está basado en rumores-
-Mi hermano dijo que nunca mostraron el cuerpo...-
Wasabi no pudo evitar soltar un bufido.
-Más sin embargo mostraron la ejecución del sirviente, no creo que hayan matado a una simple sirvienta solo para aparentar que en serio el príncipe Marco haya muerto ese día-
Fue entonces que Hiro volteo la mirada hacia su consejero con una ceja alzada y una mirada de incredibilidad ¿Acaso era una broma?
-¿Enserio dijiste aquello?-
-Está bien-se corrigió.-Tal vez si sean muy capaces de hacer aquello, pero si asi fuera, no hay pruebas de ello y más si fue algo que pasó hace 11 años.
-Pero aun asi no habría nada de malo en investigar ¿verdad? –dijo Hiro con un ligero tono de desesperación, había estado aferrado en una esperanza con mucho anhelo por mucho tiempo, pero nunca quiso pensar que tan solo se estuviese aferrando a una simple mentira, una ilusión. Pero dentro de él no podía quitar la pequeña posibilidad de sea todo mentira.
-Por supuesto que tendría algo de malo-exclamo Wasabi.-Si Obake llegase a enterar que usted está considerando esa opción, de por seguro que el tratado de paz puede ser tirado a la basura. Ademas estas cosas no deberían hablarse en un pasillo, es muy arriesgado.
-¿Ahora dime quien es el que sigue a los rumores?-
-Majestad, esta conversación se terminó. Su deber es evitar a toda costa una guerra con la nación más poderosa de todas y no estar ni siquiera pensando en príncipes fantasmas, y cosas asi-
-¿Qué pasa si no puede ser evitada?-
Wasabi se acarició las cienes, dando la señal de estaba cansando de la discusión.
-Entonces la gente peleara-
-Muy bien. Me gusta el plan. De verdad que me siento muy tranquilo después de a ver tenido esta conversación contigo Wasabi –dijo con sarcasmo empezando alejarse-
Emprendió su camino hacia su estudio con paso veloz. Estaba muy seguro que la gente de San Fransokyo pelearía, pero si fuese a pelear con el reino de Disnworks por la paz... está convencido que en la situación que se encuentran ahora.
La derrota estaba asegurada.
Es el capítulo más largo que he escrito en toda mi vida TwT, pero valió la pena, ya que, pudimos adentrarnos un poco a la vida de Hiro, pero tranquilos ya que más adelante habrá capítulos así.
Pero díganme ¿Que les pareció? ¡Por qué las cosas se están poniendo interesantes!
Los leo ¡bye bye! 💜
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