Capítulo 48
✵༄ Lando Norris –
Desperté con mi brazo rodeando a Cass, y su cuerpo apoyado contra el mío. Sonreí el sentir su suave respiración contra mi pecho, y no pude evitar tragar saliva al notar su trasero en contra de mi pelvis.
Joder.
Dejé un beso en su cuello, mientras mis dedos movían su cabello, que cubría todo su rostro.
— Despierta, rayito. — Murmuré. — Me dijiste que tenías clases en la noche en la universidad, ¿Oh no? — Comenté recordando lo que me dijo por llamada anoche.
Ella se quejó mientras tomaba mi brazo, acercándose más a mí, y no pude evitar jadear ante el contacto, causando que me mirara divertida.
— Buenos días a ti también, Norris. — Bromeó moviendo sus caderas.
— Eres malvada. — Murmuré poniendo mi mano en su cadera, dejando un pequeño pellizco.
Ella giró su cabeza, para poder mirarme aún sin dejar de moverse contra mí. — ¿Lo soy? — Murmuró. — ¿Y que harás al respecto? — Su trasero chocó con mi creciente longitud y retuve un nuevo jadeo. — Ya me azotaste, y no pareció funcionarte demasiado bien.
Era increíble. Como a veces podía parecer tan reservada y avergonzada, y luego la tenía hablándome de esta forma, desnuda contra mí. Amaba ese lado de ella, amaba que lo mostrara conmigo.
— Oh no, rayito. — Murmuré yo, siguiéndole el juego. — Eso fue una simple advertencia, pero si sigues así, quizás quiera ver tu lindo trasero teñido de rojo.
Ella tragó saliva, aunque ví el brillo en sus ojos, como si lo deseara. — No sabía que te gustaba el rojo, quizás deba empezar a usar merch de Ferrari.
Gruní, tenía suficiente con verla usando ropa de RedBull. — Eres muy habladora.
— Te encanta.
— Ya. — Dije resignado y ella se rió, mi mano fue a su mentón y me apresuré a acercarla para poder unir nuestros labios. — No vayas a clases. — Murmuré mientras mi mano descendía, hasta llegar a su trasero y apretarlo, logrando que soltara un gemido en mis labios.
Se alejó rápidamente y me miró con diversión. — Lo siento, ricitos. Algunos tenemos que ir a la universidad para conseguir trabajo. — Dijo con sarcasmo y se levantó de la cama, dándome la espalda. — Se que es difícil de entender, ya que apenas terminaste la secundaria, pero no todos podemos conducir carritos para vivir.
La miré con el ceño fruncido, mientras ella se reía de mí. — Cada cosa que dices me da más ganas de follarte, a ver si así puedes cerrar la boca, rayito. — Le dije con seriedad.
Ella soltó una carcajada y se acercó para dejar un casto beso en mis labios. — La próxima, intenta amordazarme, porque yo nunca me callo. — Mis ojos se abrieron con sorpresa ante sus palabras. ¿Qué clase de fantasías tenía esta chica? Cada vez que pensaba que no podía sorprenderme más, lo conseguía. Me dejó en la cama, dirigiéndose hacia el baño. — Voy a bañarme, ricitos. — Me guiñó el ojo, y cerró la puerta detrás de ella.
Me levanté y me acerqué con rapidez, tratando de unirme a ella; pero para mi desgracia, descubrí que había cerrado la puerta con pestillo.
Cabrona.
Cuando salió de ducharse, lo hizo con tan solo una toalla alrededor de su cuerpo, lo cuál me hizo imposible alejar mi mirada de ella, causando que se riera.
— ¿Te gusta lo que ves, ricitos?
Asentí. — Me encanta, de hecho. — Admití mientras me levantaba de la cama. — Sigo pensando que deberías quedarte, pasar algo de tiempo conmigo... — Mis dedos acariciaron su hombro.
— No, lo que tu quieres es follar. — Dijo con seguridad y negó. — Y yo enserio tengo que asistir a clases, Lan.
Suspiré. — Mañana es sábado, ¿También tienes clases? — Pregunté mientras me alejaba algunos centímetros, recogiendo mi ropa interior del suelo y colocándomela de nuevo.
Ella negó con su cabeza, aunque mordió su labio un segundo. — Necesito hablarte de algo, pero tienes que escucharme antes de enloquecer, ¿Bien?
La miré intrigado y asentí con mi cabeza. — Claro, rayito. ¿Todo bien?
Ella se sentó en la cama, y yo la seguí, sentándome a su lado y acariciando su mano.
— El otro día, en la universidad... Owen se acercó a hablarme, quería esperar a que estuvieras aquí para contártelo.
Fruncí el ceño. ¿Su ex? ¿Por qué era importante ese idiota?
— ¿Te hizo o dijo algo? — Pregunté preocupado, aunque ella negó con la cabeza.
— Me invitó a su exposición de arte, mañana. Y se disculpó por lo que pasó entre ambos... Me gustaría ir.
Quería ir. ¿Lo había perdonado? ¿Quería volver con él?
— Quiero cerrar todo con él, y quiero que me acompañes.
Oh. Quiere que la acompañe.
Sonreí.
— ¿Quieres que yo vaya contigo?
Ella asintió, como si fuera lo más obvio del mundo. — Quiero estar contigo sin importar que estemos haciendo, y quiero que vea que tengo a alguien más, a alguien mil veces mejor. — Sonrió algo avergonzada. — Pero si te incomoda, esta perfecto, no iré sin ti, así que si no te gusta la idea simplemente no iré y listo.
Mi mano se entrelazó con la suya. — Si es lo que quieres hacer, estaré encantado de acompañarte, Cass.
Ella sonrió y se acercó a mí, besándome con fuerza y lamiendo mi labio inferior. — Eres lo mejor que me pasó, Lando.
Mi pecho se hinchó. Amaba escucharla. Verla reír. Hacerla gemir. Era todo lo que quería en mi vida y más.
No tenía miedo, era más como... Vértigo.
— Te quiero muchísimo, no te imaginas cuanto, rayito.
Ella solo sonrió, mientras volvía a besarme. — Quiero tener una cita contigo.
— Lo que usted ordene. — Le respondí y ambos reímos.
¿Mi chica quería una cita? Pues le daría la mejor cita de todas.
— Ahora tengo que irme, ya estoy tarde. — Sonrió y se levantó, se dirigió a su clóset y tiró la toalla al suelo, quedando desnuda de nuevo.
Tragué saliva.
— Cass te juro por lo que más quieras, que tienes cinco segundos para ponerte algo, o te amarraré a la cama y no te moverás de esta habitación hasta la próxima semana, cuando tenga que viajar.
Ella rió mientras deslizaba unas bragas por sus piernas, y buscaba una camiseta para ponerse.
Cuando un par de minutos después estuvo vestida, empezó a cepillar su pelo. Yo me quedé sentado en la cama, mirándola moverse alrededor de la habitación con tanta normalidad.
No pude evitar imaginar esto como parte de mi vida diaria, tan espontáneo, con ella durmiendo conmigo cada noche, despertando a mi lado cada mañana, ambos arreglándonos para el día, con la certeza de volver a la cama por la noche, juntos.
Joder. Quizás Oscar si tenía razón. Quizás después de todo si que estaba enamorado.
— ¿Siempre iremos de viaje? — Me preguntó mientras terminaba de hacerse una coleta. Mirándose al espejo.
— Claro, ya lo tengo todo planeado.
— ¿A dónde iremos? — Me preguntó emocionada, y yo reí con ternura, aunque negué con mi cabeza.
— Ya te dije que es una sorpresa.
Bufó. — Me tienes que-
— Decir que empacar, si, ya me lo dijiste un millón de veces. Tranquila, te diré días antes del viaje, para que puedas tener tiempo de empacar.
Ella sonrió suavemente y asintió con la cabeza. — ¿Irás a casa por navidad?
Asentí. — Mamá y Cisca me amenazaron con convertir mi cuarto en un mini salón de spa si no me aparecía pronto por allí. — Ella se rió al escucharlo, y yo sonreí ante el sonido de su risa. — ¿Tú lo pasarás aquí?
Cass asintió. — Así es, con Vienna.
─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───
Cass me ofreció ir con ella a la universidad, aunque en cuanto mencionó su motocicleta, opté por quedarme y descansar un poco más. Después de todo, un viaje de más de 10 horas es algo que deja exhausto a cualquiera.
Me agradó la normalidad con la que me dejó en su apartamento, con toda la confianza del mundo. En cuantó se hubo ido, entré a su habitación de nuevo y me recosté en la cama.
Tomé mi teléfono y llamé a mi madre.
— Hola cariño, ¿Cómo estás? — Contentó alegre, con su típico tono enérgico, haciéndome sonreír.
— Hola, ma. Estoy bien, todo bien. ¿Y tú?
Mi madre me habló de todo lo que había pasado, o de todo lo que podía pasar en el lapso de tres días, que era el tiempo que llevaba sin llamarla. Yo escuché todo con atención, disfrutando de seguir al tanto de lo que sucedía en casa, incluso si estaba lejos.
— ¿Cuándo vendrás, Lan?
Suspiré. — Probablemente llegué el miércoles de la próxima semana.
— ¿Por qué en tanto tiempo? — Preguntó entonces la voz que reconocí como la de Cisca.
— Hola a ti también, Cis.
— Si si, hola. — Dijo desinteresada. — George me dijo que todos los equipos terminaron sus asuntos entre ayer y hoy, así que porque no llegarás hasta la próxima semana.
Joder.
¿Qué hacía George hablando tanto con mi hermanita?
— El próximo sábado es la gala de fin de año de McLaren, tengo que asistir.
— Pero eso es en Woking, ¿No? — Preguntó confundida mi madre. — Puedes venir a Bristol esta semana, y viajar para la gala, son solo un par de horas en avión, cariño.
Suspiré. No era una conversación que quisiera tener por teléfono. — Lo siento, mamá. Pero justo ahora estoy en otro lugar y no puedo ir a casa hasta después de la gala.
— ¿A dónde viajaremos por Año Nuevo? ¿Papá te dijo? Nadie quiere decírmelo. — Dijo Cisca, cambiando de tema.
Aunque no para mejor.
Todos los años la familia viajaba a algún lugar nuevo a recibir el Año Nuevo. Lo había olvidado por completo.
— De hecho... — Empecé algo nervioso. — Solo pasaré navidad en Bristol este año, ya tengo planes de Año Nuevo.
El silencio al otro lado de la línea se mantuvo por varios segundos, hasta que escuché el suspiro de mi madre. — Lando Norris, quiero que me digas ahora mismo que esta ocurriendo, y si estás en problemas.
Sonreí ante su preocupación, así era mamá. Siempre cuidándonos y preocupándose por todos nosotros.
— No estoy en problemas mamá, tranquila. Simplemente tengo otros planes.
— ¡Ay por Dios! — El gritó de Cisca se escuchó probablemente por todo Bristol. — Tú viajarás con Cass, ¿No es así? ¿Pasaran Año Nuevo juntos? Joder, joder, joder.
Me reí cuando escuché a mi madre regañar a mi hermana por su lenguaje, aunque segundos después, se dirigió de nuevo a mí. — ¿Quién es Cass?
Me quedé en silencio.
Y supuse que algo en la mirada de Cisca en casa debió delatarme, porque mi madre no tardó en hablar segundos después.
— Espera, porfavor dime que es cualquier otra chica, y no la jovencita que metía en problemas a tu hermana en el año escolar pasado.
Suspiré. — Si la conocieras, te agradaría mucho, mamá.
— ¡Siempre lo dije! Cass es la ostia.
— Cisca Norris, cuida tu lenguaje.
Sonreí divertido. Amaba a mi familia.
— La conocí mejor con el tiempo, y enserio me gusta mamá, yo... Yo la quiero, enserio lo hago.
El gritito de emoción de Cisca se combinó con la respiración pesada de mi madre. — ¿Eres feliz, cariño?
Asentí aunque no pudiera verme. — Lo soy, ella me hace muy feliz.
Y aunque tampoco pudiera verla yo a ella, tenía la certeza de que estaba sonriendo. — Bien. Eso es lo único que importa. — Suspiró, con una risa nerviosa. — Quiero conocerla, deberías traerla a casa pronto. Hace mucho no traes una novia.
— No es mi novia. — Aclaré.
Mi madré rió. — Pues si te hace tan feliz como dices, no se que es lo que estás esperando, cariño.
Sonreí. — Quiero hacer las cosas de la manera correcta.
— Confió en que así será, Lan.
— Bien, esto es muy lindo, pero mamá prometió llevarme de compras, así que...
Me reí ante el comentario de mi hermana. — Claro que sí, las veré en una semana.
— Espera. — Me cortó mi madre. — ¿Estás con ella justo ahora?
Tragué saliva. — No... Bueno no exactamente, ella está en la universidad justo ahora, pero sí, vine a verla.
— Bien, al menos va a la universidad. — Bromeó mi madre. — Okey, bien si. — Suspiró. — Escúchame, cariño. Ya estás grande, no hay mucho que pueda hacer para controlarte desde hace mucho, es decir eras un adolescente y te la pasabas más de viaje que en casa; pero sigo siendo tu madre, así que te diré esto muy enserio. Como tu embaraces a esa jovencita, estarás castigado hasta que cumplas los 40, ¿Entendido?
Me sonrojé al escuchar a mi madre, y la risa de mi hermana menor de fondo. — Joder, mamá. — Me quejé.
— Cuida tu lenguaje, jovencito.
Me reí ante su reprimenda. — Bien, colgaré ahora.
— Más te vale usar un condón, lo digo enserio Lando-
— Adiós mamá. — Grité nervioso y me apresuré a colgar, sintiendo mis mejillas calientes.
Dejé el teléfono en la mesa de noche, y me acomodé en la cama, dispuesto a dormir un par de horas más.
✯· ✧· ✧· ✧· ✯
Actualización de madrugada! Así pueden despertar y encontrar ya el capítulo <3
Muchas gracias por todo el apoyo, no olviden votar, comentar y seguir las redes sociales de la historia.
Espero que les haya gustado! <33
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro