—¡Socorro! ¡Ayúdenme por favor!

Gritaba con fuerzas, clamando a todas las deidades existentes, y de las que negaba su existencia, por un milagro. Hace tan solo unos momentos atrás había jurado que no necesitaba de nadie para sobrevivir, ahora se sentía patético al recibir un poco de karma instantáneo.

Quizás no debió de haber sido tan duro al momento de terminar con su amante, quizás debió omitir la parte de "te estaba usando, eres solo mi juguete y ya me aburriste, comprare otro más bonito en el aparador".

—Tsss—Chasqueó la lengua negando con la cabeza.— ¡Ya entendí, no debí ser tan duro con Baekhyun! ¡Lo siento! ¡Maldición!

Dicen que cuando uno está por morir ve su vida pasar frente a sus ojos como si fuera una película, Sehun solo vio a su hermanastro celebrando su muerte para por fin heredar la empresa de su padre, y eso lo cabreó aún más que estar colgando de una barra a 30 metros del suelo.

Su costoso traje hecho a la medida, paso de un negro intenso a un gris casi blanco debido a la tierra, su cabello negro lucía despeinado, tenía un pronunciado rasguño en la mejilla derecha y una gran herida en la parte superior izquierda de su frente, la sangre resbala por su mejilla, sus nudillos estaban blancos de la fuerza que ponía para evitar caer al vacío, ¿Cómo es posible que el piso del estacionamiento se hubiera convertido en un socavón?

—¡¿Hola?! ¡¿BaekHyun?! ¡Eish!

Miró hacia abajo preguntándose si sobreviviría a aquella caída, recordando como había llegado hasta aquella situación; Después de terminar con su amante bajo a su exclusivo estacionamiento, se subió a su lujoso auto amarillo, que ahora maldecía por partirse a la mitad, y pocos metros antes de salir del lugar, escuchó un crujido tan fuerte que por un segundo soltó el volante. Cuando se dio cuenta estaba varios metros bajo aquel primer estacionamiento, si se asomaba por la ventana podía ver el siguiente piso, tocó el claxon tratando de ser escuchado, pero fue difícil debido a que las alarmas de los demás autos se encendieron, entonces intentó salir del auto por la ventana. Detuvo su acción solo unos segundos al escuchar como el concreto volvía a crujir y alcanzó a sostenerse de aquella barra justo cuando el piso terminó de romperse lanzando su auto como si se tratara de una hoja de papel.

—Maldita baratija—gruñó viendo su auto hecho pedazos bajo él. — ¡¿Y te haces llamar de lujo?! ¡Eish! Tranquilo Sehun, luego pondrás una demanda ... ¿Estoy hablando conmigo mismo? ... ¡Genial! ¡He perdido la cabeza! ... Aunque a veces necesito la opinión de un experto... ¡Ah! ¡Ya sáquenme de aquí!

Pataleo solo deteniéndose cuando vio a la barra encorvarse. Puso más fuerza en sus brazos auto-felicitándose mentalmente por tener una rigurosa rutina en el gimnasio, suspiró perdiendo la paciencia.

—¿Quieres que prometa ser bueno? ¿Eso quieres? —se quejó mirando el techo fingiendo ver el cielo, — ¡No lo haré! ¡Jamás voy a ...! —otro crujido interrumpió sus quejas, la barra se inclinó aún más, SeHun cerró los ojos con fuerza. — ¡Ah! ¡Está bien, está bien! ¡Seré bueno! ¡Solo sálvenme! ¡Si sobrevivo seré la persona más buena de todo el mundo, lo promet...!

—Tranquila princesita, te sacaré de ahí—Una voz interrumpió sus lamentos, Sehun miró hacia arriba nuevamente, encontrándose con un par de ojos marrones mirándolo con algo de diversión a pesar tener la boca cubierta por aquel grueso uniforme.

—No prometí nada.

— Bajaré por ti y te sujetare a este par de cuerdas, luego te subiremos ¿De acuerdo?

Sehun tenía el ceño fruncido, no era una persona muy alegre y no le gustaba que se burlaran de él; Sin embargo, no pudo reclamarle nada al bombero por que la barra de donde se sostenía se quebró por completo.

Gritó una maldición antes de que su cuerpo chocara con el contrario. Todo pasó rápido, lo siguiente que vio fue el rostro de su salvador, sus grandes ojos marrones lo miraban con preocupación, SeHun no pudo escuchar nada más, todo lo que sonaba en su cabeza era un insoportable pitido que le impedía escuchar lo que el bombero frente a él decía, estaban tan cercas que bien pudo contar cada una de sus pestañas y sus cejas pobladas, sus delgados labios rosados le sonrieron cuando sus regordetas mejillas se tornaron rosas.

—Tranquila princesita, estás a salvo.

Sehun frunció el ceño pero no dijo nada, por primera vez en su vida se había quedado mudo ante un hombre. Él era de esas personas que veía a alguien atractivo y lo cazaba como si fuera su presa, siempre eran rubios tontos fáciles de convencer ya sea por sus falsas palabras de amor o por el dinero en su cuenta de banco, de cualquier forma,  SeHun era quién lideraba la relación, quién iniciaba los coqueteos robándole el aliento al contrario, esta vez sucedió al revés.

—Puede que haya sufrido un traumatismo—dijo su salvador cuando los paramédicos lo subieron a la camilla. —Hey, niño, debes decirle a los paramédicos tu ficha médica y todo lo que sucedió, no te saltes nada o no podrán atenderte adecuadamente ¿Bien?

—Junmyeon—su salvador giró a ver a uno de sus compañeros.— Necesitamos ayuda aquí por favor.

—Bien, es todo suyo.

Palmeó la camilla antes de darse la vuelta y seguir su camino sin siquiera mirarlo por última vez, cosa que hirió ligeramente el orgullo de SeHun.

🔥🚒🔥

—Kim Junmyeon, te buscan.

El nombrado giro a ver su compañero con curiosidad, dejó su casco junto con la pesada chaqueta del uniforme sobre la mesa en aquella pequeña oficina, solo llevaba puesto los pantalones y la playera azul que se pegaba a su cuerpo.

—¿Quién es?

—No lo sé, es un chico... —su compañero se encogió de hombros.— Un civil.

Junmyeon se mordió los labios tratando de pensar por qué un simple civil estaba buscándolo en la estación de bomberos. Salió de la oficina dirigiéndose a la entrada, saludando a sus compañeros en el caminó, finalmente viendo a un chico vistiendo jeans, chaqueta de cuero negra y playera blanca, tenía el cabello negro bien peinado y se movía impaciente en su lugar.

—Hey, pero es la princesa de Gangnam—sonrió al verlo.— ¿A qué debo el honor?

—Yo... ugh, traje esto—se aclaró la garganta entregando una caja blanca que no había notado antes, Junmyeon la cargo frunciendo el ceño cuando sintió lo pesada que era.— Son 1000 dólares de la mejor carne de res.

—¡¿Qué?!—lo miró sorprendido abriendo el paquete con dificultad.— Son casi 15 kilos.

—17.

—¿Qué voy a hacer yo con 17 kilos de carne? —lo miró sorprendido y el chico frente a él solo se encogió de hombros con inocencia.— ¿Por qué me das esto?

—Por qué me gustas.

—¿Qué est....— frunció el ceño, dejó la caja en el piso y suspiro mirándolo. —Mira, se que estas agradecido por haberle salvado la vida y todo eso, es normal que sientas una especie de atracción, pero créeme se te pasara en unos días y volverás a tu vida normal, y....

—No lo creo.

—Esto es algo así como un capricho, ahora mismo me crees una especie de dios por haberte salvado, pero en un par de días...—

—¿Cuántas veces debería venir para que entiendas que no eres un capricho?

—Escucha, niño bonito, tu dinero, tu fortuna, tu ascendencia, nada de eso podrá impresiónarme, conozco a los de tu clase y...—

—Entonces vendré todos los días, bien—. Afirmó ignorándolo.

—No eres el primero en tener esta clase de "Sentimiento"—hizo comillas con sus dedos.— Ya otros han venido con el mismo cuento, créeme, se te pasará pronto, no eres el primero en hacer esto.

—Pero sí seré el último—Su seriedad hizo que Junmyeon perdiera la confianza, le sonreía como un jodido bastardo. —Por qué yo si voy en serio, serás mío.

Junmyeon trago fuerte, nunca había conocido a alguien con tanta seguridad y sinceridad en sus ojos, aquella princesita de Gangnam, le había pegado muy fuerte la famosa "atracción bombero".

Si estuvieran en un drama de KBS, ese sería el momento justo en donde comenzaban las tomas de diferentes ángulos mientras sonaba la canción principal de fondo, pues no podía dejar de verlo a los ojos, incluso el viento comenzó a soplar entre ellos como una suave y refrescante brisa de verano, era definitivamente una escena de drama.

—¡Kim Junmyeon! ¡Vámonos!—gritó uno de sus comapeños, finalmente saliendo de aquel sueño y escuchando la alarma de la estación.— ¡Deprisa!

—Si te acepto un trago ¿me dejaras tranquilo? —. Suspiró al ver que él chico parecía clavado al piso.

—No, pero intentaré intentarlo.

—Como sea, no tengo tiempo para discutirlo—dijo tomando su traje cuando su compañero se le acercó. —¡Nos vemos en la salida de Hongdae a las 7!

🔥🚒🔥

Suspiró cansado lanzándose a su sofá, había sido un día pesado en su trabajo, rescato a personas pero también regaño a civiles por hacer llamadas falsas ¿por qué el mundo no podía entender que los "números de emergencia" era solamente para emergencias?

Miró un poco el techo desgastado de su departamento, preguntándose cuándo tendría la energía para mandar a repararlo, no  era como si le molestase, de cualquier forma casi nunca estaba en casa.

Su celular comenzó a sonar en una llamada, respondió sin verificar el número de teléfono.

—¿Hola?—murmuró.

—No olvides nuestra cita a las 7—. Arrugó la frente al notar el número desconocido.

—¿Quién es?

—Oh Sehun.

—¿Oh Sehun? Perdón pero no me...—

—La princesita de Gangnam—. respondió con fastidió y suspirando.

—Ah....¡Claro, claro, estoy en camino!

Junmyeon se paró de inmediato, no tenía muchos ánimos de salir pero algo en su inconsciente le decía que si no lo hacía, tendría a ese niño mimado todos los días en la estación y eso sería un problema.

—Espero que no estés llamando la atención, y recuerda que solo acepte salir contigo para que me pagaras el favor de salvarte la vida—. Dijo aburrido, se había aprendido aquel discurso de memoria.

—... Sí que te lo dicen mucho ¿cierto?

—La "atracción bombero" es más común de lo que te imaginas.

—Hum. Descuida, pronto dejarás de decir aquel aburrido discurso.

—No lo creo.

—¿Quieres apostar?

—Por supuesto—bufó.— Si la princesita de Gangnam se cansa de mí en tres días deberá heredarme toda su fortuna.

—Hummmm... ¿De verdad crees que me aburriré de ti?

—¿Qué pasa que no aceptas? ¿Tienes miedo de perder? —se burló mientras terminaba de arreglarse.— Estoy seguro de que sabes que tengo razón.

—No la tienes, apostaré contra ti.

—Genial, ya me veo viajando a Dubai.

—Oh, por supuesto que lo harás—asintió a pesar de que no podía verlo.—Pero conmigo a mi lado.

—Claro—dijo sarcástico.— Llegaré pronto.

—Te esperaré.

—Como sea, colga... espera—se detuvo abriendo la puerta de su departamento. —¿Cómo conseguiste mi número?

—¿Apenas lo notaste?—escuchó su risa.— No hay nada que un hombre enamorado no consiga.

Junmyeon abrió tanto la boca de la sorpresa que su mandíbula dolió, SeHun le colgó de pronto, dejándolo tan incrédulo, sorprendido y un poco fascinado. Miró el buró de su recamara, quizás se arrepentiría de hacerlo, pero aún así tomó aquel sobre plateado y lo guardó en su bolsillo.

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Hola! Esta es JHS con una nueva historia.

Es mi primera historia SeHo, será algo corta y espero que la disfruten, este año estaré experimentando con nuevas shipps, así que, dejen sus recomendaciones, soy toda oídos ;)

Ya saben, si gustan apoyarme, dejen sus votos, comentarios, y lo más importante: Síganme para más contenido ♥

Hasta aquí fue.
JHS.