Nighttime - Bright
Desde aquel encuentro habían pasado dos semanas y durante esos días la pequeña Annika había estado llena de deberes y cosas que su profesor le habían encargado.
—maestro ¿Cuando me vas a dar tiempo libre? —la pequeña hizo un adorable puchero que de inmediato le sacó una sonrisa a Nathaniel, pero este disimuló bastante.
—¿Tienes muchos pendientes? —Arqueó una ceja con algo de burla.
—¿tengo muchas cosas que hacer? —suspiró limpiando sus manos en su lindo vestido púrpura en lugar del mandil que llevaba.
—supongo que de ser así tus pendientes tendrán que esperar hasta el próximo martes, solo hasta ese día vas a estar totalmente libre si no terminas el retrato que te pedí— concentrado el pelirrojo pintaba un maravilloso cuadro de muchas flores rosas.
—¡uh! Es que estoy aburrida ahora —se cruzó de brazos y le sacó la lengua al pelirrojo.
—tu pintura lleva más de 2 meses. Siempre eres muy responsable con la entrega y es muy poco educado sacarle la lengua a tu maestro.
—Lo siento —bajó la cabeza avergonzada. —¡ridículo! —alzó las manos de forma dramática y entonces Nathaniel al notar lo familiar de la expresión se echó una la carcajada que desorbitó a la niña.
—¿Que? —preguntó con una risita angelical.
—mira que te parece si me muestras lo que llevas de tu pintura y entonces yo te llevo a recoger a Tommy de la guardería, luego a comer croissant de la panadería de mis suegros —la pequeña se apresuró para terminar su pintura, la cual sorprendió por completo a su maestro puesto que se trataba de un joven hombre de cabello azulado que tocaba el violín. Nathaniel observó con cuidado. —Te dije que era la imagen de la persona que más te inspiraba pensé que harías algo con tu abuela.
—Es que hace poco pasé por el puente de las artes y ahí estaba él tocando —Sus ojos se llenaron de ilusión —fue casi como ver magia maestro. Tocaba el violín y estaba tan serio pero yo lo único que podía sentir era alegría y calor como cuando estás tomado el sol pero hay brisa fresca. Fue mágico.
—¿Mágico? —sonrió Nathaniel.
—Si. Al terminar el me sonrió y yo sonreí.
—Pues una pintura sencilla pero me agrada, así que creo que si te ganaste un croissant de los señores Dupaint-cheng. Asi que ve por tu mochila.
—¡Si al fin! —sonrió radiante.
La pequeña pasaba mas tiempo junto a Nathaniel que el que alguna vez había pasado con otra persona. El pelirrojo era su maestro pero también era un protector para la pequeña niña solitaria: Algunas veces bebían chocolate caliente mientras tomaban inspiración en la terraza del estudio, otras salian a caminar para charlar de arte (cosa que ella comprendía poco) o aveces de la nada observaba como ella realizaba dibujos para nutrir su mente y últimamente este la llevaba a convivir con su pequeña familia y ese día no fue diferente.
—¡Marintte! —la pequeña corrió adentrándose al estudio de la chica.
—Trajimos galletas de dinosaurios —con una sonrisa se plantó frente a ella dejando a Nathaniel atrás mientras cargaba las galletas y se la arreglaba para entrar con la carriola en la que Tommy dormía.
—¡Hola Anni! —acarició su cabeza con cariño. —Oye ese vestido se te muy bien.
—Gracias.
—Tus padres insistieron en que trajera las galletas. Fue imposible decir que no.
—Y yo comí 3 croissant.
Mientras tanto muy cerca del lugar se encontraba cierta pareja disfrutando de lo que precia una de sus tantas citas románticas. Sin embargo en está ocasión el muchacho se veía distante y algo serio, cosa que obviamente llamó la atención de su acompañante.
—¿Joven Agreste? — los bellos ojos Azules lo miraban fijamente mientras que su rostro era adornado con una pequeña mueca. Ambos permanecian sentado en una pequeña banca de un parque y disfrutando de un calido te.
—¿Qué pasa Chlo? —respondió bastante distraído
—tu estas aquí pero parece que tu mente no. ¿Te encuentras bien?.
los ojos del joven de nuevo se fijaron en ella. ¿Como demonios hacia esa mujer para estar cada vez mas hermosa? Ella tenia todos los atributos de un ángel sobre la tierra, las largas pestañas sus delgados labios rosados y esas adorables mejillas que por el fresco ambiente se tornaban rojisas, ella era la mujer que ponia su mundo de cabeza. Pero y...
"he venido hasta acá para comprobar que alejarme de ti a sido la mejor decisión de mi vida"
Marinette.
—Adrien-boo —de nuevo habló ella, pues otra vez, había dejado de responderle.
—Hace mucho que no usabas ese apodo conmigo —Sonrió.
—¿Que pasa? ¿No te gusto él Te? ¿estás cansado? —preocupada fruncio el ceño, haciéndola lucir mas que adorable. Provocando una risita en el. —¿Que pasa bobo? —preguntó confundida y sonriente.
—pensaba en lo bella de esta tarde y lo mucho que me agrada estar tomando algo de té con la chica que amo —Sonrío mas ampliamente, pero a la vez a ella notó que algo le afligía.
Caminaron por un rato hasta llegar a una zona más familiar donde algunos niños quemaban luces de bengala con alegría, varios de estos corriendo y los padres observado como de poco en poco el cielo se llenaba de estrellas.
—Mañana es la lectura del testamento de mi madre, no tengo idea de qué clase de locuras voy a escuchar —cerró los ojos con molestia —esto es ridículo totalmente ridículo.
—hace mucho que no decías esa frase tan característica —le dio una palmadita en la cabeza.
—Este es el poder de Paris querido —y con cierta picardía tocó la punta de la nariz de su novio.
—Sea lo que sea que tu madre haya preparado voy a estar a tu lado y te prometo que no vas a sufrir mas.
—Adrien —conmovida sollozó tras sentirse acompañada y querida.
Fue en ese momento que el chico comenzó a reír de una forma bastante cómica. —¿Que? ¿Ahora que tienes? ¡oye! —preguntó la rubia al ver a su novio reír como tonto tras ver a una niña correr tras un niño.
—recordé cómo éramos antes, ¿Recuerdas? Tu me seguías a todas partes tratando de abrazarme y queriendo darme besitos —la miró fijamente —cuanto han cambiado las cosas, en este momento soy yo quien te seguiría a ti a cualquier lugar por un beso Chloe Bousgoise —Sonriente, se dejo cobijar por los brazos de su amado. El llenaba muchos de los vacíos en su corazón, había decidido pasar el resto de su días con alguien que no la necesitaba para nada pero que la quiera para todo y estaba a punto de besar a ese alguien cuando una llamada los interrumpió. —Es importante, debo contestar.
—Claro.
Adrien se puso de pie y se alejó un poco para poder hablar mejor por teléfono, Chloe se puso por un momento de pie y recorrió un poco el lugar. Era bastante bonito y junto a Adrien estaba muy feliz sin embargo no podía alejar aquellos pensamientos que de vez en cuando la abordaban.
Si tan solo el destino no nos hubiese separado ¿Qué habría pasado? Seguramente traeríamos a nuestro hijo a un lugar como este.
Lo acompañaríanos mientras que él jugaría y seguramente tú le darías ánimos.
¿bebería mi café y tu estarías ahí?
Perdida en sus pensamientos seguía recorriendo el lugar, cuando sin querer un pequeño cuerpo chocó contra el de ella. Chloe vio caer una pequeña luz de bengala y unas pequeñas manos recoger.
—Lo siento pequeña —con amabilidad le ayudó a levantar la casi apagada bengala.
—No te preocupes —sonrió angelical.
Y entonces Chloe la miró más detalladamente esa pequeña de rasgos limpios, una carita llena de melodías de dulce sonar. —Dama melancólica —de inmediato Annika la reconoció.
—señorita Lefebvre —saludó Chloe con una todavía más dulce sonrisa. —¿Estas solita por aquí?
—mi maestro está cerca ¿Tu qué haces aquí?.
—Mi acompañante está cerca.
Con tan solo una sonrisa conectaron muy bien, fue cuestión de solo un par de minutos para que ambas alargaran su conversación, Chloe le compró otra luz de bengala y Annika le contó una extraña historia de unas galletas de dinosaurios y unos zapatos, algo que a Chloe le parecía muy gracioso e interesante.
—las estrellas parecen ser de diferentes colores ¿no? —Dijo la niña con una expresión tranquila en el rostro. Puesto que ambas estaban recostadas sobre el fresco pasto contemplado el cielo.
—Las estrellas del cielo parecen de diferentes colores porque sus temperaturas no son iguales —la miró de forma cómica.
—¿Qué?
—Las estrellas calientes son blancas o azules, mientras que las más frías parecen tener tonos rojos o anaranjados.
—Eso quiere decir que en las estrellas ¿el color de los elementos está invertido?
—Creo que si — se quedó pensando un momento y luego se sorprendió al ver a la niña mover la cabeza para mirarla de manera fija. —¿Qué pasa?
—es que las estrellas lucen muy bellas esta noche. —La expresión de sus ojos le parecía muy familiar, pues le recordaban los ojos que había mirado solo por una vez.
—¡Espera! —alzó la mano llamando la atención de la chica. —Luces de paz, purísimas estrellas, De la noche feliz lámparas bellas, Bordáis con oro su luctuoso manto —Lo aprendí en mi clase de poesía ¿Te gusta?
—Es precioso — Chloe observó a la niña y entonces se percató de que realmente era un ser hermoso : sus claros ojos verdes y adorables, su hermosa cabellera y sus pequeñas y bellas manos... Tenía algo en su rostro que inspiraba confianza.
—¿Chloe? —una voz conocida la hizo salir del trance. ¿dónde estabas Anni, te hemos buscado por una largo rato.
—Marinette, lo siento —de inmediato se puso de pie. —Estaba platicando con La dama melancólica y...
—fue mi culpa — Chloe también se puso de pie —Todo esto fue mi culpa y...
—¿Marinette? —Adrien estaba frente a ella y entonces casi desfalleció.
—No te preocupes Chloe, despídete Annika. Iremos con Nathaniel, está bastante preocupado por ti pequeña
—sonrió gentil.
—Adiós —Anikka tomó su mano y de nuevo esa sensación tan envolvente la invadió, ¿Por qué sentía de nuevo la misma sensación? La miró alejarse en compañía de Marinette y eso por alguna razón le rompió el corazón.
—¿Chlo? —su novio la abrazó con mucho cariño.
—Adrien —limpió una lágrima de su rostro. —Nose que es lo que pasa —abrazó con desesperación a su novio quien confundido la intento consolar, sin embargo el dolor en su corazón no paraba. Así que sin pensarlo escapó, Adrien quiso detenerla pero fue imposible la chica comenzó a correr como intentando escapar de todas las extrañas emociones que tanto le estaban afectando corrió tan lejos como pudo parando exactamente donde siempre terminaba.
Por su puesto habia notado la naciente lluvia, sin embargo no quería marcharse...
Se había sentado a esperar en la banca más cerca del lugar, luego se había puesto a caminar de una lado a otro. Pero después de un rato sus pasos se volvieron cada vez más lentos, sus maldiciones habían cesado por fin.
resignada se sento en la pequeña banca de nuevo.
El agua estaba helada pero sinceramente no podía solo irse, algo mas fuerte que ella le impedía abandonar el lugar, cerro los ojos perdiendo la noción del tiempo hasta que depronto el sonido de la música la envolvió.
—Tardaste mucho en llegar —la muchacha volteo la mirada solo para encontrarse con el.
—Tu estás aquí —pronuncio en voz baja.
No podia apartar los ojos de aquella mirada tan serena y amable ala vez...
la joven de inmediato se levantó e inesperadamente colocó, una de sus frías manos sobre el varonil rostro. Él, la abrazo fuertemente, mientras ella cerraba los ojos, aspirando su olor.
CONTINUARÁ...
Este el fin del capítulo.
Gracias por seguir aquí y recuerden que cada parte de la historia tiene mucha importancia. Los amo.
Bueno.
Sin más me despido. Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía, si les gustó no les olvide votar o comentar, como siempre su opinión es lo más importante💙💛
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