One Year Of Love
- Anne porque no subes a tu habitación y te cambias el uniforme mientras yo preparo todo aquí abajo.— no puedo creer que Roger siga viviendo en donde era nuestra casa... se siente tan rato volver aquí. Todo estaba igual que antes, tal y como se quedó. Sentí tanta nostalgia al entrar aquí. No se si haya sido una buena idea el venir pero necesitaba hacerlo. Quería volver a ver a Roger.
- si papá.— eso también era tan rato de escuchar.... no puedo creer que llevo tanto tiempo dándole clases a la pequeña y jamás me fije en su apellido. Bueno, jamás estuve en la hora de salida de la escuela como para ver a Roger o a Daniela venir por la niña .
- me encantaría en estos momentos ofrecerte una hamburguesa y papás a la francesa.— recuerda que es lo que más me gusta comer. Ay Roger, me sacas sonrisas de nuevo a lo menso.— pero... hay pasta y... pasta. Oh si, y más pasta.
- me encanta la pasta.— dije mientras me recargue en la barra de la cocina.— ¿quieres que te ayude con algo?
- no, el día de hoy eres la invitada de nosotros.— empezó a sacar la comida y a calentarla. Ay Roger, como te extrañaba.— ven, siéntate en el comedor mientras yo preparo todo.
- okay.— fui a la mesa y tomé asiento en el que era mi lugar antes, es tan raro todo esto.
Roger se queda en la cocina preparando... realmente no se que está preparando si la pasta ya la tenía hecha. Pero bueno, yo tan solo lo miraba desde aquí y pensaba en... en lo mucho que lo extrañaba. Tanto tiempo que no nos vimos fue bueno para mi. Seguí yendo con la psicóloga la cual me decía que era bueno para mi el ya no verlo. Ella entendía esa expresión que solía decir de "Roger es mi droga" y me decía que lo mejor sería alejarme de todo eso que fuera demasiado para mi.
Pero ahora que lo veo, por supuesto que siento amor por el. Aunque lo único que quisiera ahora es que haya una amistad entre nosotros. Así podré seguir viéndolo y pues platicar. Ser amigos nunca está mal. Y Anne seguirá siendo mi alumna así que puede que siga viéndolo.
Anne viene bajando las escaleras y se sienta a un lado mío. Ella aprovecha para hablar conmigo ya que su padre no estaba escuchando.
- maestra— ella empieza a decir pero era de lo más extraño ahora el que me llamara así.
- dime Emma, si quieres.— acaricie su mejilla, es de lo más tierna. Ahora que lo pienso, tiene los ojos de Roger.
- eso lugar donde estás sentada, mi papá dice que no debería sentarme.— oh, se refería a mi lugar de antes. Eso fue tan... tierno. Supongo que la niña no sabe que yo vivía aquí, realmente no se que sepa de mi.
- oye Anne, ¿quien crees que soy? Aparte de tu maestra por supuesto.
- pues tu eres la niña — era muy tierno el hecho de que me dijera niña.— de la cual mi papá me contó hace poco.
- ¿que fue lo que te contó?
- pues yo le pregunté que porque tenía que pasar una semana con el y una semana con mi mamá.— oh, así que se turnan los días. Es tan extraño todo esto. Siento que esta niña tan hermosa no puede ser hija de Daniela.— y antes de irme a dormir me dijo que me contaría un cuento.
- ¿un cuento?— eso que tiene que ver con lo que le pregunté.— ¿que cuento?
- pues es sobre una chico el cual se enamoró de una princesa con un pincel mágico.— no podía con esto, una sonrisa enorme se mostraba en mi rostro e inclusive quería reír.— y el chico con cabellera mágica.
- Ay no.– solté una risa.— okay continua.
- el chico con cabellera mágica empezó a salir con la princesa y fueron muy felices juntos pero el chico con la cabellera mágica perdió a su princesa y que estaba muy triste. Y que luego conoció a la princesa Anne y esa soy yo.
- oh Anne.— Roger llega y pone la pasta en la mesa y de inmediato se rasca la nuca nervioso.— te dije que ese era un cuento para nosotros.
- déjala que termine el cuento.— dije. Roger tomó asiento al frente nuestro.
- ¡ya cuando mi papá dijo que la pequeña princesa era yo entendí que el era el chico del cuento!— dice emocionada.— y le pregunté por la otra princesa.— Voltee a ver a Roger y este estaba todo rojo.— y me dijo que ese cuento era real y que existía una Emma la cual llamaba baquetas y que amó demasiado. Ahora se que eres tú maestra. ¡Que loco!
- que loco, Anne, que loco.— voltee a ver de nuevo a Roger y para quitar esto tan incomodo decidí hablar.— bien Roger, probemos de tu deliciosa pasta.
- dejen les sirvo.— dice este.
- y bueno, ¿cuando vienes a vivir con nosotros?— a Roger y a mi se nos atora el agua que estábamos tomando y empezamos a tomar.— ¡cuidado!
- Anne yo...— como decirle que es imposible que yo viva aquí con ellos.— esta pasta es deliciosa.
- que bueno que te haya gustado Emma.— me dice este. — es el platillo favorito de Anne.
- si, cada que me quedo con mi papá me la prepara.
...
Anne se había ido a dormir y Roger y yo nos quedamos solos, hubo un silencio incómodo. Creo que ni uno de los dos sabíamos que decir. Así que fui yo quien pensó en decir lo que sea, con tal de que esto no fuera raro.
- Anne es un amor— este acerca más su silla y yo también para hablar más de cerca.— no puedo creer que sea tu hija.
- yo no puedo creer que tu seas su maestra.— cuando apenas llegue aquí, supuse que Roger sabía y quizá hasta le dijo de la cena pero me queda claro que no.— ella me dijo el día de ayer que quería invitarla y pues no creí que hubiera problema y en serio no sabía que eras tú. No sabía que eras maestra.
- si... es algo nuevo, lamento no habértelo dicho.— no le había dicho nada de al menos los últimos dos años.— ¿cómo está Daniela?
- bien, ella está muy bien de hecho.
- por alguna razón creí que estaban casados.— este me mira confundido.— vaya, que los dos vivían con Anne.
- amo a mi hija como a nadie pero desde siempre le dije a Daniela que no nos casaríamos. Hasta donde se yo solo he tenido intenciones de casarme una vez en mi vida.
- Roger...— me muestra que en su mano tenía su anillo que cambiaba de color. - yo también lo tengo.— reí y le mostré el anillo que lo termine usando en un collar.
- Ay pero como te extrañé baquetas.
- yo también te extrañé, y mucho.— me anime a decirlo, pues al final del día es tan solo la verdad.— deberíamos seguir siendo amigos.
- ¿amigos?
- pues si, así como estábamos cuando estaba por nacer Anne.
- claro...— aún sabiendo que eso no es lo único que quería ser de él.— oye, ¿has hablado con Freddie?
- ni una sola palabra.— solté un suspiro.— lo extraño también.
- hay un concierto llamado Live Aid al cual Queen está invitado y hemos llamado a Freddie tantas veces pero no contesta.
- ¿y ahora que pasara?
- no lo sé.
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