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Una sonrisa complacida se dibujó en los finos labios de Min Yoongi cuando su café fue entregado. El vaso donde venía su bebida tenía grabado unas palabras con una letra que conocía terriblemente bien, adicionando el hecho de que nadie en ese hospital hacía ese peculiar garabato de flor con un corazón por sonrisa.
Solo había alguien que hacía eso, y era esa misma persona que le sonrió devuelta al entregarle el recipiente.
Jung Hoseok.
-Disfrútalo hyung, será una noche larga- anconsejó el pelirrojo mientras tomaba un lugar delante de él, tomando un pequeño sorbo de su propio café.
-Si con larga te refieres a aburrida, entonces estoy de acuerdo contigo- Taehyung bufó mientras tomaba un popote del centro de la mesa, donde habían muchos de ellos colocados en un cilindro de color azul marino y lo introducía en su vaso desechable revolviendo su café con leche-. Los turnos de noche suelen ser aburridos.
Jimin lo miró divertido, colocando sus antebrazos sobre la mesa-. No dijiste eso aquella vez cuando una mujer entró en labor de parto y yo no había terminado de llegar- miró apenas su café amargo, no queriendo admitir que Jungkook tenía razón y que realmente fué un desperdicio pagar por algo que no consumiría del todo-. Pero, aún debo reconocer que, a pesar de que no era tu especialidad, la recibiste muy bien. Dejaste todo listo para mí.
Yoongi alternaba su mirada azul-grisácea entre Jimin y Taehyung, pensando vagamente en cosas sin sentido y, de vez en cuando repasando información crucial sobre el procedimiento para realizar una incisión. Inevitablemente, entre su pensar, se encontró a sí mismo releyendo la nota de Hoseok grabada en su café con aquel lapicero azul que le había prestado.
Me pregunto si el americano está lo suficientemente malo como para que tengas esa carita, sonríe hyung, porque tu sonrisa es lo más bonito que hay.
-Hoseok.
Y luego estaba ese garabato de la flor sonriente. Eso sin duda le sacó una minúscula sonrisa, las esquinas de sus labios apenas se curvaron hacia arriba, haciendo amago de querer formar dicho gesto, pero, no pasó de eso.
-Hoseok- lo llamó con voz casual, ganándose la atención inmediata del menor.
-¿Si?
-Esta noche me gustaría que cambiemos posiciones de vigilancia- recargó su mejilla sobre la palma de su mano, profiriendo un suspiro cansado-. Si no me equivoco, te ha tocado la sala de emergencias ¿Verdad?
Hoseok asintió con un deje dudativo, antes de abrir nuevamente la boca-. ¿Por qué?
-Pues por eso, si cambiamos de posición cada dos o tres horas, pienso que no podríamos aburrirnos al estar desplazándonos al puesto del otro.
-¿Podríamos aplicar este método con todos en general?- preguntó Namjoon observando atentamente al rubio arena.
El blanquecino asintió-. No veo porqué no. Pero debería ser con nuestro círculo cercano, sabes que no todos los médicos y enfermeros estarán de acuerdo con mi sugerencia.
-Es cierto, este año han ingresado nuevas caras que no parecen dispuestas a acatar sugerencias o indicaciones de otro colega más que las órdenes del señor Kwon.
Seokjin negó suavemente mientras le daba un mordisco a la galleta de avena-. Y eso está bien, es el dueño del hospital y la figura médica que todo joven pasante desea ser cuando se gradúe. Él problema es su terquedad, no escuchan opiniones y consejos de los demás doctores-...
-Y por eso salen de aquí tan pronto como entraron- completó el peliplata con una mirada pensativa, sonriendo como un tonto al ver a su novio comer de aquella forma tan adorable.
Para los demás, era idéntico al masticar de una alpaca, pero para el moreno de hoyuelos, era los más tierno del mundo.
-Bueno, Jiminnie, como bien es sabido- comenzó Jungkook juntando sus manos sobre la mesa-. Estará en la sala de maternidad, y como solo personas que coinciden con las especialidades relacionadas al tema tienen permitido entrar. Queda descartado.
-¡Hey!- Jimin se quejó abultado su labio inferior en un puchero pronunciado-. Siempre me dejan por fuera.
-Es lo que dicta la normativa- argumentó el castaño encogiéndose de hombros, tomando de su vaso, Jimin a dos asientos lejos, entrecerró sus ojos y arrugó su entrecejo en su dirección.
-¿Y esa norma no aplica con ustedes también?
-No necesariamente, la mayoría de los hyungs son cirujanos- argumentó el menor de ojos grandes y achocolatados.
-¿Y mi trabajo no incluyen cirugías Kook?- cuestionó el rubio con un tono sarcástico.
-Sí y no, porque tus intervenciones quirúrgicas tienen un nombre: Cesárea- enfatizó en la última palabra, alzando sus cejas y mirándolo desde arriba, cosa que irritó un poco al más bajito-. Tienes el fin de extraer al bebé con casi los mismos procedimientos que en una cirugía normal, pero, eso no quiere decir que la intervención se generaliza con las demás.
-Entonces ninguna cirugía debe ser tomada como un concepto general de la palabra ¿No lo crees Jeon?- el rubio se cruzó de brazos, agarrando el vaso desechable con el contenido marrón (ahora tibio) y bebiendo todo de un solo trago, el menor abrió sus ojos desmesuradamente ante la acción de Jimin, pero decidió responder a su pregunta.
-A lo que me refiero, Jimin-sshi- rió-. Es que los temas que tu tratas son, en retrospectiva, relativamente más delicados.
Jin resopló al ver al rubio abriendo la boca con la clara intención de replicar, miró debajo de la mesa, ubicando uno de los pies del menor cerca del suyo. Se enderezó y sonrió con inocencia antes de dar una fuerte pisada sobre el calzado ajeno.
-¡Auch!- el pelinegro sonrió aún más cuando la mirada enojada de Jimin se posó en él-¿¡Por qué hiciste eso, hyung!?.
-No empiecen a pelear ustedes dos que por eso llego a mi casa con dolor de cabeza- dijo como única respuesta, dedicándole una mirada afilada al rubio de mejillas abultadas, quién se encogió en su sitio, intimidado-. Están advertidos.
-Bueno, cambiando de tema- intervino el peliplata, golpeteando rítmicamente sus dedos sobre la mesa-. Parece que el señor Moon estará de visita en éstos días.
Yoongi alzó ligeramente sus cejas con interés, dejando su bebida a un lado-. ¿Sabes cuál es la razón?
-No- respondió y Yoongi bufó dando un golpecito en la mesa mientras desviaba la mirada-. Pero es lo que oí decir de Chwe y Kim.
-¿Cuál de todos los Kim?- preguntó el ojimiel con una risa-. Te recuerdo que hay muchos en este lugar.
-Kim Young-Kwan- rodó sus ojos con diversión.
-¿Cuándo vendrá el señor Moon?- preguntó ahora Hoseok jugando con su vaso de café, mirando el poco contenido que aún tenía y volvió su mirada al moreno, Namjoon volvió a negar dando a entender que eso tampoco lo sabía.
-Supongo que debemos esperar a que aparezca de repente- Seokjin hizo su silla metálica hacia atrás para levantarse, emitiendo un bajo chirrido ante el roce de las patas con el suelo-. Iré a desechar esto y me iré.
-Voy contigo- anunció el hombre de lentes, levantándose también para salir de la mesa-. De todos modos, tengo que recibir a un paciente dentro de unos minutos.
El pelinegro de labios prominentes solo asintió mientras se inclinaba sobre su cuerpo, apoyando las manos en la mesa para unir sus labios con los de Namjoon, en un corto beso.
-Nos vemos luego, Namjoonie.
Hoseok atrapó su labio inferior entre sus dientes, mirando el perfil del rubio arena con incertidumbre, quería acompañarlo solo para compartir un poco de tiempo a solas con él, pero cada excusa que pasaba por su cabeza parecía más estúpida que la anterior, y, si cometía un solo error, no solo Yoongi pensaría que era un idiota, sino que podría comenzar a sospechar. Miró hacia la salida de la cafetería del recinto y luego volvió su vista hacia el mayor, saltando en su lugar al ver esos impenetrables ojos azul-grisáceo contemplarlo con atención.
-Yo... Lo veré después, hyung- fué todo lo que pudo decir sin tartamudear o sonrojarse en el proceso.
Yoongi lo miró un par de segundos más, realizando otro pequeño escrutinio sobre el pelirrojo, su mano subió hasta una de las esquinas de sus gafas, las acomodó vagamente y sonrió muy pequeño, sin siquiera mostrar los dientes.
Asintió-. Te veré después, Hobi-ah.
Cuando estaban considerablemente retirados de la mesa donde estaban los menores, Seokjin agarró a Min del brazo para llevárselo a rastras.
-¿¡Qué estás haciendo!?- reclamó el blanquecino mirándolo incrédulo y colocó su mano sobre la del mayor intentando zafarse del agarre. Pero el contrario no cedió, al menos hasta que salieron del cafetín.
Yoongi jaló de su brazo bruscamente, retrocediendo con pasos tambaleante para alejarse de Seokjin, sobó la zona afectada mirándolo ceñudo, el pelinegro solo le sonrió en disculpa.
-Lo siento, es que necesito preguntarte algo sin que Hoseok esté escuchando.
Con la sola mención de su compañero, prestó toda su atención. Inconscientemente un poco preocupado, ¿Le pasó algo y él no estaba enterado?
Es cierto que no eran los mejores amigos de todo el mundo, principalmente porque Yoongi era reacio al contacto físico-o, en palabras más precisas, tímido-, especialmente con Hoseok. Pero, consideraba que se tenían la confianza suficiente como para hablar sobre algún problema.
No necesariamente personal, pero si estaba en las posibilidades de Min Yoongi, podía haberlo ayudado.
Era un sentimiento extraño que solo aparecía cuando se trataba del menor, así que no tardó mucho en asociarlo con un cariño fraternal, o como un sentido de protección sólo porque era el mayor de los dos.
-¿Le ha pasado algo malo?
-Oh, ¡Oh!- abrió sus ojos escandalizado, antes de negar varias veces con su cabeza, alzando sus manos, Yoongi solo miraba su cabello azabache sacudirse ante los bruscos movimientos-. No, no es nada malo y tampoco le ha ocurrido nada.
-¿Entonces?
Kim Seokjin, al notarlo tan centrado y atento a lo que tenía que preguntar, suspiró antes de decir claramente:
-¿Estás enredado con el doctor Jung?
....
-Ya hyung, sabemos que le gusta el doctor Min.
-Eso no es cierto, él no me gusta- el pelirrojo hizo un mohín con sus labios, mientras se cruzaba de brazos.
Se había esforzado tanto en ocultar sus sentimientos... Mucho trabajo y mucha fuerza de voluntad para no atrapar ese pequeño y menudo cuerpo con sus brazos para atraerlo al suyo, autocontrol para no besar esos finos y rosados labios sin consentimiento.
Mucho autocontrol y fuerza de voluntad para no gritarle a los cuatro vientos y confesarle a su gruñón compañero de trabajo lo mucho que lo amaba.
Tanto trabajo arduo... Arruinado.
-Hyung, ya, deje de fingir- el pelirrojo de tez acaramelada arrugó más su entrecejo cuando Jimin se colgó de su brazo, colocó su mano sobre la cara del rubio intentando apartarlo.
-No estoy fingiendo ¿Por qué aún insisten con eso?
Jeon subió y bajó las cejas, con una sonrisa coqueta adornando sus labios-. ¿Porque se nota que babeas por Yoongi a kilómetros de distancia?
Hoseok hizo una mueca ¿Tanto así se le notaba?
-¿Porque sabemos que le dedicas miradas y no precisamente de amigos?- comentó ahora Taehyung, apoyando sus codos sobre la mesa y recargando sus mejillas entre sus manos.
-¿Qué-...?
-¿Porque tenemos que traer una cubeta para recoger el líquido que segrega tu boca?- Jimin.
Suspiró, cubriendo su rostro con sus manos para hundirse en el asiento, quería hacerse pequeño, tan pequeño que ninguno de sus amigos notara cuando desapareciera.
-¿O porque simplemente descubrimos eso que tanto querías ocultar?- finalmente añadió Namjoon, mirándolo con ojos perspicaces, la mirada dura de Jung vaciló por un segundo y el menor supo que había dado en el blanco.
Un suspiro cansado abandonó la boca del cirujano, dejando caer sus hombros tensos con derrota-Si...
Jimin iba a decir un: ya lo sabíamos, pero se contuvo, sobre todo por las miradas fulminantes de sus menores.
-Ay... Hobi hyung- fue lo que dijo en cambio, haciéndose el sorprendido, algo estúpido de su parte si recordaba todo lo dicho anteriormente.
-No tienes que fingir sorpresa Minnie- Hoseok soltó una risa, carcajeándose un poco al ver los labios rellenos del menor abiertos en una pequeña o, con sus ojos relativamente más abiertos que de costumbre para detonar sorpresa y sus cejas levantadas que se perdieron bajo su flequillo-. Ya yo sé que lo saben, me lo acaban de decir.
-Eso suena como un buen trabalenguas- dijo el castaño trigo de la nada, posando sus ojos color miel sobre Jungkook-. Ya yo sabía que lo sabían, porque sé que saben lo que sabía.
El castaño no supo que decir, tomado por sorpresa con tan repentino comentario, Taehyung se sonrojó sutilmente, desvió la mirada del menor y se encogió de hombros.
Jungkook sintió un mal sabor en la boca, su rostro se arrugó un poco ante esa sensación.
-¿Cómo lo supieron?- Hoseok miraba a Namjoon ahora intrigado, luego de que el pudor haya pasado-. ¿Desde cuándo?
-Supongo que lo sé desde que llegamos aquí y lo viste por primera vez- el peliplata acarició su mentón con una expresión pensativa-. Habías quedado tan ensimismado, encandilado por hyung, que no escuchaste mi advertencia sobre una camilla pasando a toda velocidad en tu dirección y chocaste con él.
-Cayendo sobre su cuerpo, para ser más precisos- añadió Jimin mirando algo en su teléfono, Hoseok sintió sus orejas enrojecer.
-Tus manos en el suelo, a cada lado de su cabeza, mirando intensamente esos ojos azul-grisáceo a través de vidrios circulares- Taehyung.
-Con sus narices rozándose y sus labios a milímetros de entrar en contacto- y ese era Jungkook.
Definitivamente era bastante vergonzoso que sus menores supieran explícitamente esa información confidencial, ¡Nadie lo sabía! A parte de Yoongi, Seokjin y Namjoon.
Suspiró pesadamente, pasando sus manos por su cansino rostro.
-Deben creer que soy patético al suplicar por tener la atención de Yoongi- los miró abriendo unas pequeñas ranuras entre sus dedos para que sus ojos se encontraran con el de sus amigos.
Los labios prominentes y rosados del doctor Park obstruyeron su campo visual-. De hecho, creemos que deberías hacer algún movimiento ahora.
Hoseok descubrió su rostro, irguiéndose en su asiento cuán alto era, pero que no sobrepasaba a Namjoon. Los pequeños ojitos de Jimin se hicieron dos pequeñas líneas oscuras al sonreír.
-Estás estancado amigo- el castaño trigo de bonitos orbes color miel se levantó de su silla, tomando su vaso desechable con una servilleta-. Debes tener iniciativa, ¿No crees que deberías invitarlo a salir?
-Hemos salido- objetó Jung apretando sus labios en una fina línea, remarcando los agujeritos de sus mejillas, apretando sus manos sobre sus muslos con incertidumbre.
¿Eso quería decir que no ha progresado ni un poco en todo ese tiempo? ¿Cómo no se dió cuenta?
-Sí, pero con nosotros... o alguna cena que haya planificado el señor Kwon- acotó Namjoon soltando una risita.
-Pero cuenta como una salida.
Jungkook escribió algo en su teléfono antes de bloquearlo y guardarlo en uno de los bolsillos frontales de su uniforme azul marino.
-Definitivamente, necesitas orientación explícita sobre el concepto de la palabra cita- pronunció mientras metía sus manos en los bolsillos de su pantalón-. En fin, nos vemos después hyungs- y dicho eso, empezó a caminar hacia la puerta de madera con una ventanilla arriba, donde anteriormente, Yoongi y Seokjin habían salido.
-¿A donde vas Kookie?- cuestionó Park en voz alta.
Se escuchó un lejano: "iré a casa, prometo volver antes de que empiece el turno". Y el rubio de labios gruesos se dió por satisfecho con esa corta respuesta.
Las miradas cayeron nuevamente sobre Hoseok, quien había estado en silencio tratando de ser invisible ante los ojos analíticos de sus compañeros.
-¿Entonces?- preguntó Namjoon.
-¿Entonces?- preguntó de vuelta el pelirrojo.
-¿Vas a invitarlo a salir?.
Una mueca se formó en sus labios mientras se derrumbaba en su silla, exhalando ruidosamente. No era que no quisiera invitarlo a salir, no sabía que esperar cuando colocara su propuesta sobre la mesa.
¿Le diría que sí?
¿Le diría que no?
¿Lo mandaría a la mierda?
-Sí- pronunció con convicción, tratando de creerse sus palabras.
Porque el doctor Jung Hoseok amaba tanto-profundamente- a Min Yoongi que no sabía como demostrarlo sin asustar a ese pequeño hombre de inmaculado y perfectamente peinado cabello rubio arena, con suaves ondas en las puntas, ojitos afilados y una mirada felina azul-gris.
Su pecho se oprimía un poco cada vez que Yoongi llegaba a mostrar rechazo a su contacto. Pero él no lo culpaba, el rubio arena no sabía nada, de hecho, Hoseok casi podría afirmar que él mayor ni siquiera se percataba de sus indirectas.
Frunció ligeramente su entrecejo mientras tomaba su vaso desechable y hacía su silla hacia atrás para salir de la mesa, hizo una escueta reverencia a sus menores y dijo:
-Gracias por el café, pero me temo que tenemos trabajo por hacer- una gran sonrisa se dibujó en sus labios-. Así que dejen de comportarse como viejas chismosas y vayan a trabajar.
Namjoon resopló tratando de reprimir una carcajada-. Está bien, Hoseok hyung.
-Pero no creas que te librarás de nosotros- Jimin pasó por un lado del contrario, mirándolo con advertencia-. Queremos ser los primeros en saber si Yoongi hyung acepta salir contigo.
-¿Por qué?
-¡Así podremos ayudarte a escoger un atuendo apropiado para la cita!- saltó Kim Taehyung con una brillante sonrisa cuadrada.
El pelirrojo de tez acaramelada bufó rodando los ojos, se estaban precipitando a unos hechos que todavía no tenían seguridad de ocurrir. Era sólo una probabilidad, así como también puede decirle que no y alejarlo de su vida para siempre.
¿Muy exagerado? Tal vez, pero Jung intentaba aferrarse a la peor situación posible-en este caso el inminente rechazo-, para que después no le doliera tanto.
-Nos vemos en la noche- se despidió con una sonrisa que se esfumó en cuanto se giró sobre sus pies y le dió la espalda a sus amigos y compañeros de trabajo.
Kim Taehyung observó con ojos atentos como el porte siempre recto del doctor sonrisas (como había sido apodado por Jihoon y Minho) decaía poco a poco hasta quedar ligeramente encorvado, un andar apesadumbrado y letárgico que habría desentonado con su característica energía y actitud positiva.
-Y así mis queridos espectadores, es como el Ardens Risus se ve cuando presenta actitudes poco comunes fuera de su hábitat natural- relató el castaño trigo de ojos color miel cuando el pelirrojo abandonó la cafetería.
-¿Eso es latín Tae?- preguntó Namjoon con una sonrisa incrédula, el menor asintió con orgullo.
-Sí, de algo me sirvió ese curso de tres días- Namjoon se carcajeó.
-Sonrisa resplandeciente es un buen adjetivo para Hoseok- se levantó agarrando su teléfono de la mesa-. ¿Y Yoongi-sshi?
-Genis Mollis, su hábitat natural es entre la espesura de las frazadas con una superficie suave y acolchada- explicó realizando movimientos más precisos y explícitos con sus manos, el rubio de mejillas abultadas sonrió un poco al contemplar la escena-. El Ardens Risus es habitante de esa área, posee cierta preferencia por esa criatura.
-Ahora no puedo sacarme eso de la cabeza Kim- el hombre moreno y de cabello plateado negó reiteradas veces-. Bien, me marcho.
-Adiós Namjoon-sshi- dijeron Taehyung y Jimin a la par, haciendo una sincronizada reverencia.
Ahora, solo quedaron ellos dos, Kim y Park compartiendo un mismo ambiente, un mismo espacio. El castaño trigo tragó pesadamente mientras rascaba detrás de su cabeza.
-Uhm, Jiminnie- llamó en voz baja y trémula.
-¿Si?.
-Ven, te acompaño a tu consultorio.
Kim hizo amago de levantarse y empezar a caminar hacia la puerta de salida, pero sus intenciones fueron abruptamente interrumpidas por el firme-y a la vez suave- agarre de Jimin en su mano. Evitando que avanzara en su camino, Park se cohibió un poco ante la interrogante pintada en esos hermosos ojos color miel.
Se aclaró la garganta, se puso de pié sin soltar su mano en ningún momento y dijo:
-Mejor yo te acompaño Tae- le dedicó una de sus sonrisas encantadoras que hacían sonrojar a sus pacientes y ponían celosos a sus parejas. Reacciones que no obtenía de su amigo.
Pero, Park Jimin era bastante observador, las miradas discretas de Jungkook decían-gritaban- muchas cosas a un despistado Taehyung que aún no se daba cuenta de lo que estaba pasando con el menor de todos.
Y, sabía que se arrepentiría de no haberlo intentado si dejaba ir al ojimiel así como así.
-...innie, Jimin.
El chico de mejillas abultadas y labios carnosos sacudió su cabeza para volver en sí, recayendo en la mirada ligeramente preocupada de su mejor amigo.
-¿Sí?- sonrió tranquilamente, aparentando no tener una tormenta en su interior.
Esto le pasaba por intentar hacer de cupido, primero Hoseok con Yoongi, ahora Kook con Taehyung.
-Había dicho que está bien- repitió con una sonrisa extraña-. Vamos.
El pequeño hombre de cabellos dorados asintió enérgicamente antes de acompañar al menor hasta la salida del pequeño espacio de descanso-ahora abandonado, con solo personal de limpieza desinfectando la zona-, seguido para conducirlo hasta las escaleras, poder acompañarlo hasta su área y platicar un poco.
-¿Tae-Tae?- musitó entre el silencio que los albergó en cuestión de segundos, el aludido alzó ligeramente sus cejas sin apartar sus ojos del camino, emitiendo un bajo: ¿Mhnm? Dándole a entender al mayor que lo escuchaba fuerte y claro-. Necesito que hablemos... Sobre Jungkook.
Y entonces, Taehyung le prestó toda su atención, observándolo con su entrecejo ligeramente fruncido.
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¡FELIZ NAVIDAD! Actualización después de siglos ♡ personalmente no es mi preferido por algunas parte en su contenido, pero salió así 😅.
Como no había podido terminar de escribir el capítulo, me coloqué un poco de presión para acabarlo ayer. Pero también estaba la celebración de noche buena y esas cosas èwé.
En fin, espero de corazón que les guste, volveré pronto con 144 horas.
Glosario:
Ardens Risus: Sonrisa resplandeciente.
Genis Mollis: Mejillas suaves.
Y, está es la imagen de la flor que dibujo Hobi al final de su grabado en el vaso de Yoongi:
Denle mucho amor a esta historia, no olviden dejar su voto y comentario que me animan a seguir <3
Sin más que añadir, me despido. ♡
¡Nos leemos luego!
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