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-¿Desde cuándo siente que no puede respirar?- preguntó Yoongi mientras dejaba el etetoscopio a un lado.
-Aproximadamente una semana- admitió avergonzada, Min arqueó una ceja-. P-Pero era soportable, hasta el día de ayer- puntualizó, bajando un poco la mirada-. Caminé de la cocina a mi habitación y sentí como perdía el aire poco a poco.
-Entiendo- murmuró mientras sus ojos escaneaban la habitación, reparando en la otra figura femenina yaciente en el consultorio-. Enfermera Park.
-¿Si doctor Min?- la castaña no tardó en acercarse hacia el mayor.
-¿Puedes preguntarle al doctor Choi si está disponible para realizar un ecocardiograma?
-Sí, enseguida doctor- Shin-hye se giró sobre sus pies para ir hacia la puerta.
El blanquecino la observó atentamente con sus hermosos y afilados ojos azul-grisáceo ocultos detrás de unas enormes gafas redondas, la joven cerró la puerta al salir y entonces, Yoongi volvió su vista a la mujer mayor y le sonrió ligeramente.
Seungcheol no tardó en aparecer y abrir la puerta, Yoongi no comentó nada al respecto sólo porque había una paciente en el consultorio, pero sabía por su aspecto que estuvo muy ocupado.
Ocupado con el enfermero Lee.
-Doctor Choi- pronunció el más bajito, el mencionado le sonrió un poco mientras inclinaba ligeramente la cabeza.
-Oí que necesitabas que realizara un ecocardiograma- comentó y luego miró a la mujer mayor-. ¿Puedo saber su nombre, señorita?
La mujer soltó una risita aniñada mientras sus mejillas adquirían un color rosa-. Kim Sae-ha.
-Muy bien, señorita Kim...
-Sólo Sae-ha, doctor Choi- se mordió ligeramente su labio inferior.
-Oh, está bien... Señorita Sae-ha- Choi alzó sus cejas mientras extendía su mano gentilmente-. ¿Me permite escoltarla a la sala?
-Claro doctor- ella agarró la mano del castaño oscuro, Seungcheol le dedicó una brillante sonrisa antes de ayudarla a ponerse de pié, la mujer se colgó de su brazo-. No sólo amable, también caballeroso.
-Es parte de mi encanto, señorita Kim- fué lo que Yoongi escuchó mientras Seungcheol conducía a la mujer a la puerta.
-Ya veo porque todas las señoras quieren que tú las atiendas- el rubio arena lo siguió hasta la puerta-. Cuando Jihoon lo sepa te arrancará las pelotas y te las pondrá de pendientes.
-¡Yoongi hyung!- exclamó el joven de labios esponjosos, mirándolo con ojos muy abiertos -. Lenguaje... Por favor.
El rubio arena soltó una risita mientras ocultaba su sonrisa con el dorso de su mano, él sabía que Seungcheol no se refería expresamente al vocabulario-. Esperaré un informe detallado sobre el procedimiento y tu diagnóstico, Cheol.
El menor cabeceó con la cabeza, emitiendo un ruidito afirmativo.
-Claro, Doctor Min.
Yoongi cerró la puerta luego de que Seungcheol y la enfermera salieran con la señora Kim, dió unos pocos pasos antes de dejarse caer en la silla giratoria.
Cerró sus ojos por un momento antes de que un toque contundente en la puerta le hiciera erguirse y sentarse derecho.
-Pase- dijo con su habitual voz ligeramente ronca, pero varonil.
La cabeza pelirroja y el característico rostro de Jung Hoseok se asomó con una de sus hermosas sonrisas, Yoongi se contuvo de rodar sus ojitos, pero se abstuvo a resoplar.
-¿Ahora que se te ha quedado, Hoseok?- cuestionó con burla.
-Tú- soltó sin pensar.
-¿Perdón?.
El menor abrió sus ojos desmesuradamente al procesar lo que acababa de decir, su corazón comenzó a saltar en su pecho, y sus manos y espalda empezaron a sudar. Preso de los nervios dió unos cuantos pasos torpes antes de tropezar y cerrar los ojos esperando el impacto del suelo.
Pero eso no pasó.
Abrió un ojo con inseguridad y sus manos estaban apoyadas firmemente en el escritorio del pálido, su mirada subió un poco más y entonces se encontró con la felina mirada del mayor, Yoongi lo contemplaba en silencio con ambas cejas levantadas.
-¿Estás bien?- Jung volvió en sí nuevamente luego de quedarse admirando cada detalle del rostro de Yoongi, sus labios delgados, rojizos y suaves que cuando se curvaban en una coqueta sonrisa el corazón del pelirrojo se derretía, sus esponjosas mejillas con un ligero rubor decorando estas.
Hoseok quería atraparlas entre sus dedos y darle muchos besitos...
Y mordidas también.
Su pequeña y redonda nariz de botón que se escondía al reír o llorar, y se fruncía cuando Yoongi estaba molesto o disconforme con alguna cosa, sus lunares, su ojitos rasgados y pequeños, con una mirada felina que atrapaba, consumía e hipnotizaba. Un iris de color azul-grisáceo que le recordaba a Jung Hoseok un día nublado, con un sutil pincelado de oscuras pestañas. Sus cejas, su cabello rubio arena peinado meticulosamente con pequeñas ondas que le daban una imagen más adorable y su inmaculada piel blanca.
Para el doctor Jung Hoseok, el doctor Min Yoongi era la mejor obra de arte.
-Hoseok- Yoongi frunció ligeramente su entrecejo y el aludido sacudió la cabeza cayendo en la situación y el lugar donde estaba. Sus tersas mejillas recorrieron el pecaminoso camino de la vergüenza, coloreándose de un rojo sutil que esperaba que el mayor no notara.
-He perdido mi lapicero rojo y necesito colocar mi firma para oficializar la salida de Soobin.
-Oh- Yoongi formó una 'o' con sus labios-. ¿Es hoy?.
-Sí, hoy es el día hyung.
Min asintió, mientras bajaba la mirada y hacía su silla hacia atrás para abrir uno de los cajones del escritorio. Removió unos cuantos papeles y Hoseok ladeó la cabeza al ver que le extendía la mano, era un lapicero.
De color azul.
-No es rojo, pero espero que te sirva- dijo Yoongi en voz baja.
Hoseok volvió a mirarlo, y sintió que su corazón latía con más fuerza al ver las mejillas rosadas del mayor, si Yoongi lograba escuchar los acelerados latidos de su enamorado corazón, moriría de vergüenza.
Sonrió con tranquilidad (tranquilidad que no tenía), y lo tomó, inevitablemente los dedos de ambos hombres se rozaron y...
-Sirve más que el mío, de eso no tengo dudas- bromeó torpemente-. Después de todo, su propietario es Min Yoongi.
-¡No exageres!- rió dándole un pequeño golpecito en el antebrazo.
Sus ojos se encontraron y se dedicaron miradas cómplices con sonrisas coquetas que se disimulaban tras pretextos de compañerismo y relación profesional laboral.
Ellos sintieron algo.
....
Un nuevo beso fue depositado en las tersas mejillas del enfermero, quién intentaba escapar patéticamente del firme abrazo del doctor.
-¡Suéltame!- beso-. ¡Cheol!
El mencionado le dedicó una mirada traviesa, Jihoon sabía lo que eso significaba pero antes de poder hacer algo, Seungcheol ya lo había cargado a volandas y se lo había echado al hombro llevándoselo como el hombre de las cavernas que Lee siempre decía que era.
Los golpes de Jihoon no se hicieron esperar al igual que el movimiento frenético de sus piernas, se retorcía constantemente tratando de bajarse, pero el doctor sólo le propinó un azote en una de sus nalgas y...
Se sobresaltó-. ¡Doctor Choi, maldito pervertido de mier-...!-. otra nalgada.
-¿Con esa boquita me besas, bebé?
-Esto no es nada ético, doctor Choi.
-¿Y decir groserías lo es, enfermero Lee?- Seungcheol sonrió con astucia, sabiendo que aunque Jihoon no lo veía, sabía que estaba allí.
-¡Pero no es lo mismo!
El castaño oscuro no respondió, saludó al doctor Boo Seungkwan con una pequeña inclinación de cabeza para seguir su camino.
En cambio Seungkwan al voltear la mirada con disimulo, se quedó pasmado, con ojos muy abiertos y sorprendidos al ver a Lee Jihoon mirando con expresión resignada a un punto inexistente. La mirada de ambos conectó, el médico meneó las cejas sugerente y el pequeño pelirosa juntó sus cejas molesto.
El mayor pasó delante de la sala de emergencias y luego abrió la puerta de una sala que Jihoon desconocía su uso. Tragó en seco, su pulso se aceleró en cuestión de segundos y su rostro se coloró al momento que ató cabos.
Los besos, el rapto al estilo cavernícola, los azotes.
-Te siento muy nervioso...- Seungcheol cerró la puerta con dificultad dejándolos en la absoluta oscuridad, excepto por la tenue luz de la pequeña ventanilla que poseía la puerta en la parte superior, cubierta por una pequeña cortina translúcida de color blanco.
Lo bajó con cuidado y lo acorraló en la pared más cercana, apoyando sus manos a cada lado de la misma dejando preso al menor, se encorvó para estar casi a la misma altura que el pelirosa, su nariz rozó con la de Jihoon y sonrió de lado al sentirlo temblar un poco, se inclinó más hacia la oreja.
-¿Me has pillado?- le preguntó con una susurrante y estremecedora voz ronca.
Y eso fué lo que hizo Jihoon; se estremeció.
-Deja que al menos pueda caminar...- fué todo lo que respondió el más bajito con voz ahogada.
-Lo intentaré...- su lengua se escabulló y se las arregló para darle una lamida a su lóbulo-. Pero no te prometo nada, Hoonie- ronroneó.
El menor se encogió en su sitio, cubriendo su boca con ambas manos para acallar el gemido que escapó involuntariamente de sus labios, Seungcheol tomó ese significativo y adorable sonido como luz verde para atacar.
Atrapó entre sus labios el lóbulo de la oreja de Jihoon, succionando eróticamente, sus manos bajaron de la pared y se colocaron en la pequeña cintura del bajito, con una gran velocidad, había desabrochado los pantalones y sus manos se colaron debajo de la holgada camisa de botón. Recorrió con parsimonía cada centímetro de piel blanca y cálida, sus dedos cepillaron su espalda baja y Jihoon se arqueó con expectación.
Seungcheol lo estaba torturando, entreabrió su boca con sus ojos entrecerrados y aferrado a los brazos del doctor, el sonido morboso y bastante excitante de la succión con algunos chasquidos de por medio, estaban subiendo a niveles escándalosos los líbidos de Jihoon.
Con manos temblorosas, Lee no quiso quedarse atrás. Tanteó a ciegas la hebilla del cinturón de Seungcheol, antes de arreglárselas para poder sacar la pieza de cuerina. Suspiros se escapaban de sus labios cuando el mayor se desplazaba por su semidesnudo cuerpo, haciendo una sinfonía en conjunto con los roncos gemidos del castaño oscuro. Sacó el botón de los pantalones de vestir y cuando bajó el cierre, sus piernas flaquearon un poco y emitió un pequeño chillido, en cuanto sintió los largos dedos del castaño oscuro en uno de sus pezones.
-Ah~...- cerró sus ojitos inclinando la cabeza-. C-cheol...
-Lo sé, mi amor- delineó el borde del suave y rosado pezón antes de apretarlo entre sus dedos, arrancándole un gimoteo al pelirosa que intentó silenciar-. ¿Te gusta?
-Es-estamos...- suspiro-. En el t-trabajo...
-Sólo somos tú y yo- interrumpió el mayor mientras plantaba húmedos y calientes besos a lo largo del cuello del menor.
Jihoon ladeó la cabeza para darle mayor acceso-. Seungcheol...
-Déjate llevar, ternurita- pronunció entre cada beso, disfrutando con absoluto placer ver como el menor se estremecía ante su tacto-. Déjamelo a mí.
Seungcheol y Jihoon se contemplaron, hablando y transmitiendo todo con una sola mirada. El pelirosa asintió, el castaño oscuro sonrió antes de acortar la distancia para capturar los finos labios del enfermero en un fogoso, caliente, pero sobre todo amoroso beso.
Inmersos en su propia burbuja de amor, ambos enamorados no se dieron cuenta cuando la puerta se abrió abruptamente y la brillante luz del corredor se coló tras el umbral, asustándolos finalmente.
Choi les dió la espalda cubriendo el cuerpo del menor con el suyo, los observó sobre su hombro con ojos desorbitados.
-Me encantaría decir que esto no es lo que parece- una sonrisa avergonzada apareció en el rostro del médico-. Pero definitivamente lo es.
-Doctor Choi- finalmente habló la enfermera con sus mejillas rojas, mirando hacia otro lado apenada-. El doctor Min lo solicita... Para realizar un ecocardiograma.
Asintió-. Correcto, iré en un momento.
-Nos vemos.
La enfermera Park se fué tras haber cumplido su misión, cubriendo sus mejillas con sus manos, sin salir aún de su estupor.
Seungcheol desvío su mirada hacia el otro intruso, arqueó una ceja y entrecerró sus ojos-. ¿Le dijiste donde estaba, verdad?
Seungkwan negó reiteradas veces con sus manos, retrocediendo dos pasos.
-No, sólo la ayudaba a buscarlos.
-Me pusiste esa cara cuando Cheol pasó a tu lado- intervino Jihoon mirando desde uno de los costados del más alto-. Sabías lo que iba a pasar, eres un mal amigo.
-Bueno, las coincidencias suceden- repuso encogiéndose de hombros-. Ahora si me disculpan, tengo a una bebé que revisar.
-Vas a verte con Hansol, ¿Verdad? Dale saludos de mi parte- habló el hombre de grandes ojos y largas pestañas, sonriendo con burla.
-Estúpido- refunfuñó el chico de mejillas abultadas, alejándose de la comprometedora escena.
Jihoon y Seungcheol quedaron a solas nuevamente. Pero contrario a lo que ambos pensaban, se alejaron a duras penas del otro. El menor bajó la mirada totalmente sonrojado mientras acomodaba su ropa e intentaba peinar su cabello para que no fuera muy evidente el aura de haber estado haciendo eso.
-Jihoon...
El mencionado lo miró apenas lo llamó-. ¿Qué pasa?
-No quiero dejarte así, pero...- rascó detrás de su cabeza con una mueca, Jihoon sonrió al ver sus grandes y graciosas orejas enrojecer-. Yo...
-No te preocupes, el deber llama. Además, luego podríamos continuar en tu casa o en la mía.
El mayor alzó sus cejas con lujurioso interés.
-Eso me encantaría- susurró antes de inclinarse para tomar las mejillas del más pequeño y plantar un besito en sus labios-. Nos vemos después, bebé.
Seungcheol finalmente se marchó luego de despedirse unas dieciséis veces más, corriendo con premura porque sentía que se le iba el tiempo.
No era la culpa de ninguno, el tiempo se escurría como el agua entre los dedos cuando estaban juntos.
Suspiró, tocando su pecho-. Nos vemos después, Cheollie.
....
Namjoon hizo una mueca mientras se enjuagaba las manos en la sala de preparación del quirófano, la cirugía fué un éxito, no hubieron derrames o reacciones contraproducentes a la anestesia, aunque la presión arterial bajó sorpresivamente, pudieron estabilizar al señor Dong.
Su cabeza dolía horrores, y todavía tenía que hacerle una intervención a un chico de 18 años para sacarle el apéndice.
Pero estaba agotado, no había dormido y no había recibido su dosis diaria de besos porque Seokjin estaba ocupado con Hoseok y Taehyung.
Cerró el grifo con dificultades, antes de tomar una toalla de papel y secar sus manos. Su mirada cansina se dirigió a su propio reflejo en el espejo.
-Te ves terrible- dijo una voz.
-¿Ya ha terminado tu turno en la ambulancia Kwon?.
Soonyoung lo observó con una pequeña sonrisa, acercándose un poco más a él.
-Sí, al menos por ésta tarde- respondió-. Luego de ir a casa debo regresar para el turno nocturno... Pero, ¿No vas a echarme porque estoy en un lugar donde sólo entra personal autorizado?.
Namjoon soltó una carcajada-. Debería, pero podría dejarlo pasar por ésta vez, ¿Qué sucede?.
-Nada, cuando entré al hospital vi a Jin hyung y me extrañé no verte con él, entonces decidí buscarte. Pero escuché que una de las enfermeras hablaban de la cirugía en la que estaba el doctor Kim.
-Hay muchos Kim en este lugar- Namjoon lo miró con humor-. ¿Cómo podías saber que se trataba de mí?.
-Una corazonada- el peligris se encogió de hombros.
-Soonyoung...- la mirada acusadora del peliplata hizo reír al mencionado. Asintió, alzando las manos en son de rendición.
-Bien- respondió entre risitas-. Le pregunté a Momo y ella me dijo que eras tú. También recalcó el hecho de que estabas en un espacio donde sólo entraba personal autorizado y me sugirió esperarte en la sala de espera.
-Pero fuiste en contra de las normas y apareciste aquí- adivinó el moreno.
-Sí.
-Entonces sólo viniste a comprobar que no haya muerto en la sala de cirugía- sonrió divertido mostrando sus hoyuelos-. Conmovedor.
-¿Cómo salió todo?- preguntó cambiando de tema, como siempre hacía.
-Bien, no hubieron problemas más que una disminución de la presión arterial- Namjoon tomó su teléfono y lo metió en unos de los bolsillos de su uniforme azul, se dió la vuelta para caminar a la salida de la habitación. Soonyoung lo siguió por detrás.
-Eso es un alivio.
Doctor y paramédico se encontraban caminando tranquilamente por los pasillos del hospital, habían un amplio número de pacientes y enfermeros congestionando la zona, pero Namjoon y Soonyoung estaban bastantes acostumbrados, era cosa de todos los días.
Se detuvieron al ver a Yoongi hablando con un joven en el lobby-suponiendo que es un paciente- y una chica que lo tenía de la mano (suponiendo que era su novia). Estaban algo alejados por lo que no escuchaban mucho realmente.
-Ja-Sung, me imagino que ya sabes que es lo que pasa hoy- el mencionado le sonrió al rubio.
-¿Hoy me dan de alta?- preguntó y Yoongi confirmó con un asentimiento. Apretó los labios porque no podía gritar, ojalá pudiera saltar y bailar allí mismo, pero se sentía un poco cansado, todavía tenía mucho sueño-. Genial, ya era hora doctor.
-¿Te he atendido tan mal como para que quieras irte de aquí rápido?- hizo un inconsciente puchero que Namjoon si vió con ojos abiertos de par en par.
-¡No!- exclamó el joven con nerviosismo-. Al contrario, me he sentido muy cuidado con todas las atenciones y servicios de este lugar, pero realmente no quisiera volver por otra intervención quirúrgica.
Yoongi sonrió divertido y negó-. Yo tampoco quiero verte por aquí por motivos como esos, espero que la próxima vez que te vea, sea casado y con muchos hijos.
El chico se sonrojó y su pareja se cubrió la boca con su mano libre para ahogar las risas.
-Puede ser una posiblidad, doctor Min- respondió la chica que los acompañaba-. Gracias por todo.
-Sólo hago mi trabajo- se cohibió un poquito, dedicándoles a ambos chicos una sonrisa apenada-. Los papeles de salida fueron firmados y el informe médico les llegará por correo mañana.
-Sí, gracias.
-De nada.
La feliz pareja de novios abandonaron el recinto con una sonrisa, y Yoongi los vió partir detrás de la puerta de cristal en el lobby del hospital. Se dió la vuelta y pegó un pequeño saltito en su lugar al ver a Kwon y al doctor Kim muy cerca.
-¿Qué?.
-¿Qué fué todo eso?- preguntó el paramédico con interés.
-¿Qué fué qué?- volvió a preguntar estúpidamente.
-Eres bastante profesional, lo sé hyung- admitió Namjoon-. Pero, ¿Hacer pucheros? Sabía que en el fondo eras un hombre adorable.
-Y manipulador también- agregó Kwon con una pequeña sonrisa.
Yoongi arrugó su nariz y su entrecejo mientras tomaba una de las esquinas de las gafas y las movía un poco para acomodarlas.
-No estoy de acuerdo- dijo tras realizar un escrutinio sobre Namjoon y Soonyoung.
Ambos hombres pusieron sus ojos en blanco, abriendo ligeramente la boca.
-Pero si Hoseok lo dice, te callas y desvías la mirada ¿No?- acusó Namjoon entrecerrando sus orbes.
-Eso no es cierto- se defendió-. Además, esto no se trata de Hoseok.
-Es sólo un ejemplo de los hechos, y si es cierto- replicó-. Jimin y Jungkook me darían credibilidad si se los preguntara.
Yoongi frunció verdaderamente su entrecejo, cruzó sus brazos a la altura de su pecho y pasó de largo entre Namjoon y Soonyoung, escapando del improvisado debate con paso airado.
Soonyoung parpadeó, observando la dirección que tomó Yoongi.
-¿Crees que se haya molestado?- preguntó.
-Es lo más seguro, aunque el es así normalmente- respondió Namjoon rodando sus ojos.
Cuando volvió a enfocar su vista en la espalda del rubio arena, doctor y paramédico observaron la escena donde Hoseok aparecía interceptando al malhumorado pálido.
-¡Le ha dado un empujón!- exclamó el peligris sorprendido de la acción de uno de los mayores hacia su compañero.
Y en efecto, cuando el pelirrojo tuvo la intención de acercarse más al rubio arena, las blancas manos de Yoongi se posaron sobre su pecho y lo empujaron unos dos centímetros más lejos.
Namjoon alzó ligeramente las cejas con obviedad al ver lo siguiente-. Y su trato tosco duró poco, convirtiéndose en una masita de ternura cuando Jung pasó uno de sus brazos por sus hombros y se fueron juntitos.
Soonyoung soltó otra carcajada abrazando su abdomen sobre el uniforme azul marino-. Ni yo lo hubiera detallado mejor.
El moreno negó con una amena sonrisa, antes de observar el perfil de Soonyoung.
-Bueno, debo irme... Tengo una cirugía dentro de quince minutos- su mano rascó ligeramente su nuca, el menor lo miró-. Es todo un protocolo por lo que si me apresuro tendré tiempo de prepararme.
-Claro, claro- restó importancia con un gesto vago de manos-. Yo también debo irme, tengo que darme un buen baño, la última llamada que recibimos fué por un hombre que estaba vomitando y...
-Eso explica ese desagradable hedor mezclado con tu perfume- interrumpió Kim con una mirada más clara.
-¡Hey!- se quejó abultando sus labios en un puchero, pero al final se encogió de hombros-. Son cosas que pasan, como sea, adiós, Nam hyung.
-Adiós Soonie- agitó ligeramente su mano al verlo irse.
....
Jimin observó a Jungkook con una expresión aburrida, agarró su café con leche de la mesa y tomó un sorbo.
-¡No me mires así!- chilló Jungkook mirándolo mal.
-¿Y cómo te miró entonces? Jungkook, la operación de Irene saldrá bien, Seokjin estará a cargo.
-Es que estoy nervioso, Irene es una chica agradable y tranquila, sus padres y sus amigos la aprecian mucho...- murmuró dejándose caer en la silla, otra vez-. Sería una pena perder a una persona como ella, he podido intercambiar palabras con ella, es muy dulce.
Park arqueó una de sus cejas, volviendo a llevar el recipiente desechable de café a sus abultados labios.
-¿Te gusta?- preguntó con un ápice de impresión.
Jeon lo miró con horror, soltando un jadeo escándaloso-. ¡NO!
Las miradas de algunos colegas en otras mesas disponibles de la pequeña cafetería del hospital recayeron en ellos como dagas. Jimin tosió fingidamente con una mano cerrada en un puño sobre su boca, Jungkook se sonrojó violentamente y se encogió en su sitio.
-Sin gritos, por favor- musitó Jimin un poco apenado-. O me iré de aquí haciendo como que no te conozco.
-Eso es cruel- se quejó el menor-. Yo no lo haría en tu lugar.
-Lo harías.
-Que no.
-Que sí.
El mayor se enfrentó a los grandes y oscuros ojos de Jeon, entonces, sonrió ladeado.
-Bien, no lo harías- dijo.
-Sí lo haría- respondió Jungkook, entonces al analizar sus palabras frunció el ceño confundido, hasta que entendió lo que Jimin hizo con él-. Eso fué sucio.
-No- replicó el rubio-. Se llama psicología inversa, mi amigo.
Jungkook rodó los ojos y tomó su lapicero azul, pasándolo entre sus dedos. Jimin dejó su bebida en la fina mesa blanca con textura de marmol, hizo su silla metálica hacia atrás y se levantó-. Cuida la mesa, ya regreso.
-¿A dónde vas?- Jeon agarró su teléfono para deslizar sus dedos por la pantalla, desplazándose por la aplicación de Twitter.
-A buscar algo un poco más fuerte para ésta noche- la determinación se apoderó de su mirada-. Un café.
-Detestas el café mientras no tenga leche, vas a malgastar tu dinero, recordarás mis palabras.
-Eish, hoy es la excepción- musitó-. Tengo turno nocturno.
-Ah- fué todo lo que dijo Jungkook alzando sus cejas que se perdieron tras su flequillo, sin prestarle más atención al mayor.
A Jimin no le importó mucho, fué al mostrador donde estaba la barista del hospital.
-Buenas tardes noona- saludó el menor con una de sus encantadoras sonrisas.
-Jimin-ah, ¿Qué te ofrezco?- apoyó sus antebrazos en el mostrador y se inclinó un poco hacia adelante.
-Un café... Amargo- vaciló al final frunciendo un poco sus labios, Hyemi alzó sus cejas ligeramente.
-¿Amargo?- preguntó con una mirada de "¿Estás seguro?", el rubio de mejillas rellenas asintió-. Amargo, ya te lo traigo.
Jimin soltó un pequeño suspiro bajando la mirada y poniéndose en la misma posición que estuvo Hyemi al apoyarse en el mostrador.
-Ve a sentarte, no necesito que vengas conmigo- una voz apareció, que se volvía mucho más audible para los oídos de Park-. Sí, descafeinado para tí, con leche para Tae, latte para Namjoon y un ice americano para Yoongi.
El pelinegro finalmente se paró a un lado de Jimin, y el menor sólo tuvo que ver sus hombros para saber quién era. Se enderezó.
-Oh, Jin hyung.
-¡Jiminnie!- el mencionado sonrió-. ¿Ya has ordenado?
-Uhm, sí- desvío su mirada hacia el frente, Jin hizo lo mismo.
-¿Te gustaría sentarte con nosotros? Están todos los chicos menos Jungkook.
Jimin río corto-. Jungkook está conmigo en una mesa...
-Te lo traes entonces, estamos allá- el hombre de hombros anchos apuntó el lugar con un dedo, Jimin apreció la icónica escena de aquellas películas donde el típico grupo de amigos estaba reunido en una cafetería (aunque fuera de un hospital) y todos compartían un café.
Hablando de sus vidas, de sus problemas amorosos o simplemente de cualquier banalidad.
Cliché pensó Jimin con gracia.
Asintió, mientras veía a la chica volver con su café, agradeció con otra sonrisa y dijo:-. Estaremos ahí en un momento.
-Correcto, nos vemos ahora- y el rubio tomó esas palabras como el final de la conversación para irse con su café en mano hacia la mesa que compartía con Jeon, escuchando como la estridente voz de Jin hacía eco, haciendo su pedido y el de los demás.
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¡Actualización! Disculpen que me haya demorado bastante en actualizar... Ya no recuerdo cuando fué la última vez que lo hice. (Sí, he estado olvidadiza, pero es por la escuela).
Finalmente tengo mi nuevo teléfono y ahora si puedo garantizar actualizaciones... Sólo que está el detalle de que ha empezado los días de actividades pesadas en mi escuela, por lo que no sabría cuando traer el próximo capítulo.
Pero me he planteado la meta de traerles una actualización regular. Espero poder cumplirlo.
Es un capítulo de casi cinco mil palabras que espero que compense un poco mi ausencia este tiempo.
Espero que les haya gustado el capítulo, no olviden dejar su voto y su comentario al final, denle amor a ésta historia. Nos leemos luego.
¡Muchos besitos y abrazos! ♡
PD: Soy CARAT (fan de Seventeen) si lees esto principalmente por las parejas de BTS, puedes saltarte las partes donde hay Smutt Jicheol (SeungcheolXJihoon).
En la sinopsis he mencionado que habrán menciones o apariciones de parejas secundarias, pero les garantizo que no opacará el enfoque en las principales.
PD2: Dispersen cualquier error ortográfico... Todos serán corregidos al final de la historia.
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