Jeon Jungkook jugó con el lapicero en su mano, pasándolo entre sus dedos para repetir la secuencia. Tarareando suavemente una melodía, antes de detenerse en las puertas del ascensor.

-So far away...- canturreó en voz baja, mientras presionaba el pequeño botón que se encendió de un ligero color amarillo.

Aguardó unos cuantos minutos, cruzándose de brazos, cambiando su peso de un pié al otro.

Los hyungs dijeron que irían, así que debería adelantarme para buscar una buena mesa pensó, entrecerrando sus ojos.

Pero me faltó Taehyung hyung...

-Aunque tampoco es como si tuviéramos el tiempo para coincidir- musitó bajando ligeramente la cabeza-. Ni siquiera por casualidad.

Quizás estuvo divagando en sus propios pensamientos por un buen rato, ya que no se percató en el momento que sonó el timbre característico del elevador, y las puertas se abrieron.

-Oh, ¿Doctor Jeon?- dijo una voz grave que Jungkook reconoció al instante.

Parpadeó dos veces antes de recaer en su presencia.

-Hola, Doctor Kim- saludó el menor alzando su mano, con una minúscula sonrisa plasmada en su rostro.

-Te hacía en tu consultorio, como siempre estás ocupado...- el castaño trigo se encogió de hombros.

Jungkook soltó una risita contenida, negando reiteradas veces-. Taehyung hyung, todos estamos ocupados.

-A lo que me refiero, Jeon- el menor rió de nuevo ante su ligero tono de reproche-. Es que últimamente tú lo has estado.

-Ah...

-¿Subes?- se hizo a un lado con la intención de dejarlo entrar.

-Claro- aceptó mientras se adentraba al elevador, quedándose a un lado del mayor, hombro con hombro.

Las puertas metálicas se cerraron, y en la parte superior del ascensor el número de pisos en descenso, resplandecieron en un color rojo brillante.

-Hyung- Taehyung lo miró con atención-. ¿Tiene algún plan para el almuerzo?

-De hecho, me había idealizado un panorama poco atractivo de mi solitaria oficina, con un insípido arroz simple y unos palitos de pescado seco.

Jungkook se cubrió la boca con una mano, amortiguando las carcajadas que intentaron escapar ante la descripción bastante precisa de su plan.

Sonrió un poco más-. ¿Y si le presento un panorama mucho mejor para el almuerzo?

El castaño trigo desvío su mirada hacia el frente, guardando sus manos en los bolsillos de su impecable bata blanca que milagrosamente portaba correctamente, lo miró por el rabillo del ojo y dijo:

-Soy todo oídos, Doctor.

-Sopa de algas, kimchi, ramyeon, hamburguesas, arroz frito, pizza, Munbak y beef bulgogi; en un pequeño y acogedor restaurant, en compañía de los chicos y su humilde servidor- sonrió mostrando una blanca dentadura-. Con la garantía de muchas risas, comida, bebida y diversión.

-Eso sin duda suena mejor que mi oficina, ¿Estamos en camino hacia dicho restaurant?

-Precisamente, hyung, vaya casualidad...

Taehyung sacudió la cabeza en un movimiento afirmativo-. Sí, mucha casualidad.

Ojos castaños oscuros, chocaron con la espesa y dulce miel en la mirada del doctor Kim. Antes de dedicarse miradas cómplices y estallar en carcajadas.

Ambos sabían en el fondo que esto no era casualidad.

....

-Hola, Jin hyung y Namjoon hyung-. Saludó Park Jimin prácticamente en un susurro, antes de asomarse más en la puerta de su consultorio-. ¿Sucede algo?.

-Bueno, íbamos de camino al punto de encuentro que Jungkook indicó-...- Namjoon fué interrumpido por una exclamación desmedidamente alta por parte del más bajito.

El rubio se encogió un poco en su sitio ante las atentas miradas de los mayores-. Lo siento... ¿Ya es la hora?

Seokjin asintió, Jimin volvió a suspirar-. Creo que no podré ir.

-¿Por qué?- preguntó el pelinegro.

-Es que... Aún estoy en servicio, luego de atender a la señora Kim es que finalmente entro a mi descanso.

-¿Cuánto dices que te falta Minnie?

-No mucho, acabo de realizar el ultrasonido y sólo estaba realizando la observación que se hace en cada control- llevó su mano hacia su nuca, en un gesto de nervios-. Así que llegaría tarde, o en su defecto, tal vez ni alcance a ir.

-No digas más, Nam y yo te esperaremos- decretó el hombre alto de hombros anchos con una sonrisa satisfactoria-. Ve a terminar Jimin.

El mencionado abrió sus ojos desmesuradamente, comenzando a negar con premura-. N-No, no...

-Ve a terminar Doctor Park.

No le quedó más remedio que acatar la orden, Seokjin y Namjoon eran persistentes y hasta cierto punto inflexibles cuando una idea se adueñaba de su cabeza, no había poder sobre la tierra que los hiciera cambiar de opinión.

Asustaba-. Pueden esperar ahí- con un movimiento de cabeza indicó las sillas metálicas instaladas al lado de la puerta de la sala de obstetricia-. No tardaré mucho... Espero.

Pelinegro y peliplata observaron como el obstetra volvía al interior de la habitación, se dedicaron breves miradas antes de sonreír levemente y finalmente estallar en divertidas risas.

-Tengo el presentimiento de que Jimin tiene miedo del doctor Jeon- comentó Namjoon tras haberse sentado en una de las sillas libres.

-¿De Jungkook?- Seokjin se le unió unos segundos después-. ¿Por qué? Es un conejito adorable.

El moreno se encogió de hombros, sin saber que decir realmente-. Es una suposición, cariño.

Seokjin se carcajeó flojamente antes de dejar caer su cabeza en el hombro de su pareja, Namjoon, en un gesto totalmente normal, tomó la mano del mayor y entrelazó sus dedos.

-No sé porqué eres cirujano, debiste ser psicólogo-. Se burló, sintiendo un ligero apretón en su mano.

-Era una opción tras realizar mis exámenes de carrera, cirujano, psicólogo, maestro, abogado...- explicó el peliplata tranquilamente, realmente se sentía en absoluta calma cuando estaba con su hyung.

-Pero decidiste ser cirujano-. Acotó el pelinegro cerrando sus ojos.

-Sí- rieron ante la respuesta directa-. Así fué como conocí a Yoongi hyung, así fué como te conocí a tí...

Un ambiente romántico los envolvió rápidamente, perdiéndose en el tacto del otro, en la presencia del otro, en los ojos del otro. Sus respiraciones acompasadas eran lo único que rompía el cómodo silencio que prevalecía.

Las palabras escaseaban, no eran necesarias de todos modos. Tanto Jin cómo Namjoon lo sabían, sus silencios, sus miradas y sus expresiones corporales decían más que todas las palabras del mundo.

El moreno sintió como su amado se removía en su lugar, con el inquietante pensamiento de que podría sentirse incómodo con la posición, estuvo a punto de hablar hasta que sintió unas cálidas manos sobre sus mejillas.

Caricias sutiles y suaves como la seda, Namjoon giró la cabeza en dirección al mayor para hacer contacto visual, pero unos labios rellenos, jugosos y rosados lo tomaron por sorpresa; por supuesto que no le molestaba en absoluto que Seokjin le robara los besos, pues él se encargaba de recuperarlos uno a uno todos los días. Sus manos se deslizaron cuidadosamente hacia la cintura del pelinegro, afirmando su agarre tras haber respondido al contacto de sus bocas con un movimiento de sus labios. Se movían de forma lenta y pecaminosa, pues no había prisa, ninguno de los dos tenían prisa.

Cerró los ojos, dejándose llevar por el mar de emociones que se asentaban en su estómago. Sus manos sobre el cuerpo de Kim Seokjin, sus respiraciones mezclándose entre sí, y el incomparable dulzor de sus labios de fresa. El doctor Namjoon podía garantizar que ninguna fresa era más dulce que la fruta en los labios de su chico.

Sus pulmones comenzaron a arder, exigiendo aire. Para muy a su pesar, rompieron el beso. Namjoon entreabrió sus orbes oscuras, para ver la más maravillosa obra de arte. Seokjin tenía las mejillas arreboladas, sus labios rojizos y un poco más hinchados de lo habitual, sumándose su respiración ligeramente agitada, su pecho subía y bajaba rítmicamente debajo de sus prendas.

Precioso.

El pelinegro entreabrió sus ojos, topándose con el chocolate oscuro y espeso, se sonrieron con complicidad, sus narices rozaron al acortar la distancia nuevamente, dispuesto a tener otro beso.

Sólo uno pequeño y...

-Hyungs traviesos- reclamó un tono elevado de voz, sobresaltando a ambos hombres-. Los dejo sólos un ratito, contento de que se ofrecieran a esperarme ¿Y qué es lo que veo al salir? Namjoon hyung devorándose la boca de Jin hyung.

El último mencionado rodó los ojos mientras separaba al menor sutilmente, se acomodó la bata médica y se levantó con elegancia.

-Estás celoso Jimin- se mofó-. Pero no tienes porqué, en algún momento encontrarás a tu alma gemela y se comerán la boca de la misma manera que nosotros- hizo una pausa dramática, dedicándole un mirada analítica al pequeño hombre de mejillas abultadas-. O peor.

-Verlos a ustedes así, es como pillar a mis padres haciéndolo- Jimin hizo una mueca de desagrado, realizando un ademán desdeñoso de mano-. No gracias, ¿Y si mejor nos vamos?

Namjoon cerró los ojos sonriendo ampliamente, revelando aquellos coquetos hoyuelos en sus mejillas, asintiendo.

-Jungkook seguramente ya está en el lugar, mejor nos damos prisa.

Jimin tomó bien su bolso, para seguir a sus mayores y abandonar el recinto, observó los pasillos del hospital y a los escasos pacientes de la tarde, finalmente recayendo en los meñiques agarrados de Namjoon y Seokjin quienes lideraban el camino. Bufó suavemente arrugando su entrecejo.

Definitivamente él estaba bien soltero.

....

-Yoongi hyung...

El hombre de cabellos rubio arena lo miró brevemente, antes de cruzar sus brazos a la altura del pecho sin detener su caminar. En cambio, emitió un sutil "¿Uhm?", haciéndole saber que lo escuchaba atentamente.

Siempre lo hacía, aunque el doctor Jung no lo supiera.

-Yo... Quería saber...- Hoseok nuevamente quedó mudo, como cada vez que quería invitar al blanquecino a tomar un café, era patético lo sabía, pero era mejor eso que confesar sus sentimientos deliberadamente.

-¿Querías saber...?

Min Yoongi se giró sobre sus pies, haciéndole frente al otro doctor, animándole a terminar su oración; el pelirrojo pareció olvidar como respirar al toparse con ese intenso azul-grisáceo en las orbes del pequeño hombre, un cielo azul cubierto por algunas nubes grises en los ojos del otro doctor.

Un cielo en el que deseaba perderse por el resto de su vida.

Pasó saliva con dificultad, mientras intentaba conectar sus neuronas nuevamente. Jugó nerviosamente con sus manos antes de carraspear. Llenando sus pulmones de aire al recordar sobre una intervención quirúrgica que ocurrió hace unos días.

-Quería saber sobre el señor Kang, supe que tuvo una reacción a la anestesia antes de realizar la operación.

El rubio arena se encogió de hombros ligeramente antes de realizar un cabeceo sutil-. Pudiste preguntarle a Seungcheol, o a Mark... El anestesiólogo general.

-Bueno...- soltó una risa vacilante-. A Cheol no lo he visto en toda la mañana, y Mark debe estar en otros quirófanos- explicó de manera atropellada, el mayor parpadeó un par de veces antes de asentir.

Haré como que le entendí, sí eso haré. Pensó el de lentes.

-Sí, la tuvo- empujó el puente de sus gafas con su dedo, emprendiendo su caminar nuevamente siendo seguido por el pelirrojo-. Pero fué por uno de los componentes químicos, así que lo cambiamos rápidamente a otra composición de anestésicos.

-¿No hubo reacción?- cuestionó Hoseok arqueando una ceja, Yoongi negó suavemente.

-No, por eso es que continuamos con el procedimiento, al final, todo salió maravilloso.

Hoseok le dedicó una sonrisa brillante al contrario, Yoongi no pudo evitar mirar disimuladamente la expresión cálida en el rostro del pelirrojo, desvió rápidamente la mirada al sentir sus mejillas entibiarse y su corazón acelerarse de repente.

Tapó sus mejillas rosadas con sus pálidas manos, acelerando el paso.

-¡Yoongi, espérame!- exclamó el menor, acelerando el paso, intentando alcanzar al mayor.

-¡Honoríficos Jung Hoseok, recuerda que soy mayor que tú!- chilló el blanquecino en su huida, haciendo reír al más alto, enternecido por la actitud tímida del más pequeño en estatura.

Jung Hoseok supo tres minutos después que no alcanzaría a Yoongi, por lo que optó correr tras él. El rubio al oír fuertes y rápidos pasos detrás, giró la cabeza un momento antes de que sus afilados ojos se abrieran desmesuradamente en sorpresa.

-¡NO CORRAS, ESTAMOS EN UN HOSPITAL ESTÚPIDO!- rugió, antes de correr tan rápido cómo sus piernas y su capacidad física le permitía.

-¡No grites, estamos en un hospital Gigi!- exclamó el pelirrojo aguantando una carcajada.

....

-Vaya, hasta que se dignan a aparecer.

-No seas dramático, Jackson- refunfuñó Yoongi mientras se separaba disimuladamente de Hoseok para acercarse a la mesa.

-Me muero de hambre, ¿En dónde se metieron Mingyu y Jungkook?- se quejó un adorable pelirosa, dejándose caer en su asiento.

-No han de tardar mucho, dijeron que serían breves en su pedido- respondió el doctor Choi con una sonrisa divertida.

-¿Hace cuánto que están esperando?- preguntó Hoseok con interés, apoyando sus antebrazos en la mesa de color blanco, cubierta con un mantel de bordado celeste inclinándose un poco sobre la misma.

-Oh, no much-...

-¡Una eternidad!- interrumpió el pelirosa a Choi abruptamente-. Siento que me saldrán raíces en cualquier momento, mi estómago está suplicando por un pequeño bocado de comida.

-¡Jihoon!- El más alto lo miró con los ojos abiertos desmesuradamente.

-¡Cheol!- El más pequeño lo imitó, sólo que con un tono de reclamo.

Hoseok intentó evitarlo, mordió su labio inferior, respirando hondo para no reír de la situación tan cómica de la pareja.

"Sé que estás hambriento, por lo mismo el doctor Jeon y el doctor Kim fueron a buscar un festín."

"Están tardando demasiado..."

"Ranita, estás agravando la situación, no tardan en venir."

"¡TENGO HAMBRE, DOCTOR CHOI!"

"¡ENFERMERO LEE, POR FAVOR!"

Park Jimin estalló en carcajadas al oír las voces de ambos hombres subir de tono, ganándose la atención absoluta de ambos implicados en dicha disputa.

-Cheol, Jihoonie- risa-. No tienen que hablarse de manera tan formal-los miró a ambos de hito en hito, Seungcheol y Jihoon se miraron, y luego miraron al rubio-. Al menos no aquí. estamos en el descanso y todos sabemos de su relación profesionalmente romántica.

-¿Perdón?- preguntó el pelirosa de ojos afilados, ladeando la cabeza.

-Los rumores se esparcen como el agua- murmuró el castaño oscuro, desviando los ojos con pesar-. No se puede tener un secreto de nada, porque al final... Todos lo sabrán.

-No son especialmente disimulados...- añadió Taehyung afirmando sus codos en la mesa, recargando sus mejillas en sus manos.

-¡Doctor Kim!- el pelirosa de tez pálida le dedicó una mirada fulminante.

-Cuando quiera casarme con él de seguro y ustedes le vendrán con el chisme y arruinarán la sorpresa- se quejó nuevamente el castaño oscuro.

-¡Doctor Choi!

Y con esa escena, Hoseok no aguantó más y empezó a desternillarse de la risa.

-La verdad es que, también tengo hambre- añadió Félix, acariciando su vientre-. Analizar tantas muestras en el laboratorio me abrió el apetito.

-Yo también- añadió la enfermera Park Shin-hye.

-Y hablando de comida- intervino Namjoon mientras repartía caricias en el dorso de la mano de Seokjin.

-¡Al fin!- exclamaron los hambrientos con alegría.

Kim Mingyu sonrió con algo de vergüenza por demorar, Jungkook por su lado sólo presumió la comida que pronto podrían disfrutar.

-Perdonen la demora, los encargados del lugar dijeron que hoy era un día inusualmente ajetreado- se explicó, depositando las bebidas con ayuda de uno de los meseros.

-Sí, sí lo que sea- Jungkook soltó un risita al oír la voz malhumorada de uno de sus colegas, dejando cada platillo en la mesa, el bulgogi de carne ubicado en el centro al ser el platillo principal.

-¿Añadieron postre?- cuestionó el doctor Boo.

-Sí, helado- respondió Mingyu- en un momento lo traerán-. Comentó para sentarse finalmente.

Jungkook colocó los vasos, y tomó sus palillos, levantando el brazo victorioso-¡Provecho!

"¡PROVECHO!" fué lo que dijeron el resto de los invitados en un sólo coro antes de comenzar a comer.

Yoongi tomó un trozo de pizza con sus palillos, acercando ésta a su boca.

-Normalmente les diría que comieramos algo más ligero- comentó el nutricionista acercándose la sopa de algas-. Pero, hoy el hambre abunda... Y el hospital está extrañamente apacible, así que pueden llenar bien sus estómagos.

-Mingyu- lo llamó la voz de Jackson- Si sigues hablando te meteré los palillos por la nariz.

-Pero... Yo sólo-...

-Habla menos y traga más, Doctor Kim.

Hoseok tomó algo de carne, arroz frito y Kimchi. Antes de seguir degustando del delicioso almuerzo, entre conversaciones livianas que cambiaban de rumbo constantemente, era tan acogedor y familiar, se sentía tan bien que el pelirrojo no dudaría en escoger la medicina nuevamente si le dieran a elegir.

Seokjin y Namjoon se daban cariño por debajo de la mesa, acariciando el dorso de la mano o los dedos del contrario, llevaban tiempo haciéndolo. Pero el mismo sentimiento prevalecía como si fuera la primera vez.

Jungkook y Taehyung conversaban animadamente con Mingyu, sin darse cuenta de que los estratégicos palillos de Park Jimin les robaba algunas porciones de sus platos.

Jackson Wang golpeaba la mano del doctor Boo constantemente, evitando que le robara de su comida mientras tomaba de su bebida gaseosa, Shin-hye se reía de la escena mientras grababa desde su celular.

Seungcheol y Jihoon se encerraron en su pequeña burbuja de amor, el mayor alimentando al pequeño enfermero y el menor abriendo la boca para recibir más comida de su novio.

Hoseok comía junto a Yoongi en un súbito silencio, el menor observó las mejillas rellenas del mayor, enternecido por la imagen adorable que el rubio arena dedicaba.

Su mano subió involuntariamente al moflete sonrosado de su hyung, hundiéndolo superficialmente en la suave piel. Yoongi lo miró con la interrogación pintada en sus ojos azul-grisáceo.

-Eres muy tierno Yoongi hyung- susurró sólo para su oído, alterando internamente al hombre pequeño.

Yoongi abrió sus ojos desmesuradamente y se atragantó de un momento a otro, tosiendo ruidosamente ante la curiosa vista de todos. Hoseok le dió suave golpecitos en la espalda en lo que le acercaba un vaso de agua.

-¿Mejor?- el blanquecino asintió.

El pelirrojo de ojos almendrados estiró suavemente las esquinas de sus labios en una sonrisa tímida, antes de tomar un trozo de carne en el plato que estaba en el centro.

El hombre de cabellos rubio arena esperó un momento, cerciorándose de que el menor estuviera inmerso en la comida como los demás. Subió su mano temblorosa a la zona del corazón, sintiendo el acelerado palpitar del mismo.

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¡Nuevo capítulo en amor de doctores! Buenas madrugadas para aquellos lectores nocturnos.

Sí, aquí la escritora publicando a las dos de la mañana para traerles algo para leer. Lamento la demora en la publicación en esta historia. No tengo un teléfono propio y tengo que pedir uno prestado para escribir algo rápido y tenerlo bien redactado para vosotros ♡

¿Me perdonan? :'3

En fin, espero que les haya gustado, hay muchos personajes... Y ya se puede apreciar más interacción entre las parejas principales. Así como la aparición de una secundaria.

• ¿Qué les pareció el capítulo?

• ¿Qué creen que pasará después?

• ¿Alguna pareja que deseen leer en específico?

Dispersen los errores ortográficos, serán corregidos en cuanto pueda. No olviden votar y comentar, así puedo saber que les está gustando 😙

Nos leemos luego en una nueva actualización ♡

PD: No lo sentí lo suficientemente apto para publicarlo, pero aún así decidí arriesgarme, denle mucho amor porfavor~ ♡♡♡♡♡♡