🍒Capítulo XXVII
31 de Diciembre... Fiesta de Francia.
↪España.
Me habían dado el alta hace poco, el doctor recomendó reposo, pero quitando el que llevaba un parche en el ojo todo estaba igual que días antes de ingresarme.
Estaba parado frente a aquella mansión, Portugal estaba a mi lado, viendo su teléfono mientras yo me preparaba mentalmente para la fiesta. Francia se había dedicado a ponerme al día de todos los chismes así que tampoco me sentía desconectado de la gente que había dentro.
— ¿Listo? — Preguntó Portugal, guardando su teléfono en el bolsillo de la chaqueta. — Sabes que cualquier cosa volvemos a casa... solo dímelo.
— Sí sí... oye, que llevo meses sin salir de fiesta, y el ser tuerto no me va a detener. — Reí levemente, agarrando la mano de mi hermano y tirando hacía el interior, él se adelanto a mi riendo.
El lugar era amplio... demasiado a mi parecer... ¿y a esto Francia lo llamaba "casita de campo"? joder...
— ¡España! — Gritó la voz fémina en la que justo estaba pensando, acercándose a mi, me giré a mirarla, Francia, con un minivestido negro y tacones, su pelo corto sobre la mandíbula. — ¡Viniste!
— Epa~, mira si la bruja esta guapa y todo...
Y así, lo que empezó siendo un abrazo acabó en una cachetada... no me arrepiento de nada.
— Je~, ni una broma soporta la divaza... — Rodé los ojos de forma sarcástica.
— ¿Cómo va lo de ser tuerto? — Preguntó ella, sonriendo levemente ante mi y señalando el parche.
— Se liga más de lo que uno piensa. — Bromeé, ambos reinos levemente. — Oye... ¿él a venido? — Pregunté, pude verla rodar sus ojos y suspirar.
— Dijo que no iba a venir, tuvo una pelea con su padre, ¿sabes? A admitido que es gay ante ellos. — Dijo, no pude evitar que mi rostro de sorpresa y confusión se notase, ¿él? después de lo que me dijo me sorprendió de más.
— ¿Y la gente lo sabe? Modo... ¿es público? — Pregunté.
— No todavía... dijo que quería que fuera algo lento o así... no sé, lo dijo muy rápido — Respondió. — Bueno, el alcohol está en la mesa de allí — Comentó, dándome un codazo y sonriendo. — Yo me voy que un guaperas me esta invitando a la piscina~, diviértase Españita.
— Tú usa condón que no queremos bendición — Respondí, bajando las escaleras de la entrada y yendo hacía hacía una mesa blanca paralela a la "pista de baile" donde aparte de comida había bebida.
Me acerqué a esta, viendo hacía la gente que bailaba animadamente, la música estaba tan alta que apenas se escuchaba la voz de alguien a tu lado. Agarre un vaso de papel sirviéndolo de lo primero que vi y, después de beberlo todo de un trago directo, me metí donde la pista, siguiendo el ritmo de la música. Hacía tanto que no salía que se sentía tal como la primera vez y con la adrenalina del principio.
La gente iba a lo suyo, vestidos tal como fin de año y disfrutando que en pocas horas todo quedaría en el pasado, ya había perdido a Portugal y a Francia, estaba yo a mi bola sin gente encima mía tal como fueron los últimos meses... se sentía liberador, me sentía sin una presión en mi por primera vez.
Iba tan sumergido en mi mismo que choque con alguien, un golpe fuerte ya que ambos tropezamos fuera del grupo de la gente pero ninguno cayó.
— Ostia, disculpa illo, es que con tanta gente es difícil. — Me giré, riendo, risa que poco duró al ver con quien había chocado.
— Tranquilo, cosas que pasan... — Él también se giró, viéndome.
Ambos en silencio, la música sonaba y no acompañaba para nadan la situación.
— Oh... emmm, hi. — Dijo este, saludando con su mano.
Le miré de arriba abajo, llevaba una chaqueta vaquera, una camisa blanca y vaqueros negros, demasiado informal para ser Uk...
— Adiós. — Dije sin más, dispuesto a dar media vuelta pero su mano agarró mi brazo, tirando de vuelta hacía donde no había nadie.
— Hey espera. — Dijo, de forma calmada... demasiado calmada... — Me comentaron lo que pasó...
— Ya, y a mi lo que a ti te pasó. — Dije, viéndole a los ojos... esos putos ojos que me hipnotizaban.
— ¿Qué tal el ojo? — Dijo, señalando mi parche.
— Me lo sacaron, es una cuenca vacía ahora mismo... — Respondí, cruzando mis brazos, esto no es lugar para hablar de eso, ¿sabes?
— Sí... tienes razón.
— Vale, pues adiós.
Y de vuelta, esta vez sin darme tiempo, agarró mi brazo, llevándome a rastras hacía el segundo piso, pasando unas largas escaleras tales como mis quejas, abriendo una puerta y entrando en una habitación cualquiera.
— ¡Eh Eh Eh! ¡¿Pero qué haces?! — Le grité, soltándome de su agarre.
— Dijiste que ese no era lugar para hablar, pues ya no estamos ahí, así que ahora sí podemos hablar.
— Tú... — Hice una pausa, viéndole, su pelo volvía a ser blanco quitando un poco de sus puntas las cuales se habían quedado azules. — Ahg... ¿de que quieres hablar? — Llevé una mano hacía mi rostro.
— De lo que pasó... — Respondió, rascando su nuca. — Creo que... ya sabes lo que pasó con mis padres, ¿no?
— Francia me comentó algo así. — Me apoyé en la puerta, podía irme, pero no lo hice. — Oye... ¿Estás borracho?
— Demasiado... — Dijo. — Pero si no bebía no podría haber hablado contigo y decirte que lo siento tanto ya que antes si me daba miedo el que todos lo supieran pero en realidad quiero besarte y nunca perderte, pero me daba miedo que me pegaras por lo idiota que soy y aceptaré si quieres hacerlo, me lo merezco... ¡Pero quería hablar contigo!
Le miré, se le notaba bebido, en cierto modo distinto, o quizás era yo, quien sabe...
— Te amaba tanto... y me dijiste que te daba asco... — Respondí a sus palabras, viéndole a los ojos para luego sacar de mi bolsillo un paquete de tabaco y un mechero.
— ¿Sigues fumando? — Preguntó, supongo para desviar el tema.
— Nunca lo deje... no sé de que te sorprende. — Respondí, encendiendo un cigarrillo y dándole una calada. — Este último mes me dejo jodido, lo necesito más que nunca.
— Te ves muy sexy cuando fumas, ¿sabes? — Dijo, yo le miré extrañado.
— Odiabas que fumase... —Respondí.
— Y lo odio... odio el tabaco y que la gente fume, pero todo lo que tú haces se te ve bien... — Habló, apoyándose en la pared.
— Uk... ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así? No te estoy entendiendo... — Dije, viéndole extrañado. — Lo del baño del gimnasio.
— España, somos adolescentes, no le busques el sentido y la coherencia a todo lo que hacemos... — Dijo, soy yo o... los roles se habían intercambiado. — Te amo... y lo noté más que nunca al saber que mis padres se iban a divorciar, que estabas en el hospital, que posiblemente me vaya a la mili... Te amo, y si tengo que estar borracho para decírtelo es porque siempre fuí un puto cobarde comparado a ti... — Se acercó a mi, agarrando mi mano libre. — Soy una mierda de novio y lo sé... y no te voy a pedir regresar pero quiero que sepas que te amo... y que soy gay y lo descubrí por ti... y... yo... lo siento por todo esto...
— Uk... — Le llamé, pero no me escuchó.
— I'm a bad boyfriend, I know... but... You are... You are so fucking perfect...
— Uk...
— Solo... — Él se acercó a mi. — quiero pedirte algo...
No respondí... mi corazón iba a mil, ¿por qué? ¿no se suponía que le odiaba? Dios... la gente tenía razón, el corazón y la mente piensan distinto y por separado.
Pude verle arrodillarse, hincando su rodilla y agarrando mi mano entre las suyas, su tacto era frío pero... reconfortante.
— ¿Te quieres casar conmigo cuando nos graduamos?
Tiré el cigarrillo al suelo apagándolo con mi propia rodilla en cuanto me hinqué al suelo. Acercándome a este y besándola de una... ¿Por qué, impulsividad? ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué me haces amar a este chico que supuestamente odiaba? ¿Esto es la adolescencia?
Él correspondió el beso, se mezclaba la nicotina y el alcohol, sus labios fríos, los echaba de menos, y me odio por eso y por todo lo que estaba por pasar.
La música se escuchaba al fondo dejando una leve sensación de eco al retumbar contra las solidas paredes de aquella casa Francesa, la fiesta seguía aun siendo esas altas horas de la madrugada y parecía que iba a seguir un largo tiempo.
A pesar de la magnitud de la casa los invitados estaban distribuidos entre el salón, la cocina, el comedor y algunos por la zona de la piscina, le notaba que habían llegado a la cumbre de la fiesta. Todos estaban borrachos, y los que no iban en camino a ello. Nunca fue buena idea mezclar alcohol y jóvenes en plena pubertad, pero eso a nadie le importaba. Los invitados iban y venían entre la mesa del alcohol y los aperitivos, de piscina al salón a bailar, ya sin distinguir donde estaban sus amigos o si quiera si seguían ahí, entre ellos el portugués que había perdido a su gemelo de forma tan rápida que no supo ni en que momento fue.
Le restó importancia a este hecho y siguió con su propia diversión al igual que los demás, suponiendo que fuera donde fuese que estuviera iba a estar bien, y tampoco se equivocaba tanto.
En el segundo piso, la última puerta a la izquierda, una habitación alejada de la música y donde las paredes opacaban el ruido, dejando a ambos europeos centrarse solo en ellos después de tantos meses de penumbra.
Los ruidos de los besos se hacían presentes de hace un rato, románticos pero apasionados, superaba a todos aquellos tímidos y rápidos que se aportaban desde un principio, y aunque ahora mismo seguían igual que en un principio, a oscuras, en las sombras y sin nadie que pudiera verlos o juzgarlos, el ambiente era distinto. No estaba esa incomodidad, no estaba ese malestar, no estaba esos pensamientos; quizás por el alcohol en el cuerpo de ambos o aquella sustancia antes consumida por el ibérico, o quizás era el simple hecho de haber estado separados tanto tiempo.
— Umh... — La mano del británico se poso sombre el hombro del pelirrojo, separando a estos levemente y dejando un nervioso jadeo por medio. — De-Dejame respirar... ¿no?
Tras esta orden el de pelo azul apoyó ambas de sus manos que hasta ese momento no se habían separado del cuerpo del moreno sobre las blancas sabanas, echando su cabeza levemente hacía atrás, dejando sus ojos grisáceos cerrados pero con orientación hacía el techo.
— Pues no me da la gana. —Respondió el español ante lo que él tomó como una petición, negando la y sin dejar ni si quiera un pequeño margen de reacción agarró con sus manos las mejillas del más pálido, atrayendo lo de nuevo y volviéndolo a besar.
Esta vez la unión no duró más que un par de minutos, o incluso segundos se podría decir, ambos necesitaban respirar, pero si a España se le conocía por algo era por ese instinto de llevar la contraria aunque le perjudicase.
Al separarse las respiraciones se mezclaron, el español sobre el regazo del británico, agarrando sus mejillas y uniendo una mirada comparada con las olivas junto al cielo nublado de los ojos de su amante, los corazones latían rápidamente junto a ambos pechos que subían y bajaban con nerviosismo.
Una boba sonrisa se mostró en los labios del más bajo, siendo contagiosa al contrario y empezando ambos con un leve cantar de risas.
Al recostarse Uk fue España el que cayó sobre su pecho, dejando su cabeza en el hombro de este y ocultando su rostro en el, dejando oler aquel perfume caro sobre las prendas de las cuales en ningún momento se despojaron.
— I think I love you — Comentó el británico tras unos segundos de silencio donde las respiraciones se regularon.
— ...Dejé de creerme lo que piensas hace meses...
— ¿Puedo hacer algo para que me creas? — Preguntó el contario, viéndole de reojo y acariciando su cabeza.
— ¿El qué?
La vista del de ojos grises se posaron en un reloj, eran las 23:54, la hora perfecta.
— Ven conmigo...
↪España.
Los últimos minutos del año, Uk estaba a mi lado, estábamos al frente viendo una pantalla que iba contando los últimos segundos del año, algunos iban con uvas y otros con chupitos, reí, con mi miraba iba buscando a Francia y Portugal pero nada.
— ¿Me puedes escuchar un momento? — Preguntó Uk, deje de ver la pantalla y mi búsqueda para mirarle.
— A ver que estupidez vas a decir ahora...
— Spain, darling, you're my best friend... and I love you... I'm gay and you know... We aren't boyfriends now and... If we are friends I wanna ruin our friendship... We should be lovers... Boyfriends...
Las últimas campanadas del año empezaron a sonar, le miré a los ojos, en cierto modo sabía lo que se venía.
— Sé que no vamos a poder estar juntos... Italia me dijo que os ibais a otro país y yo me voy a la mili... — Comentó.
10... 9... 8... iban contando las campanas.
— Pero no quiero que los últimos momentos juntos sean de odio y ocultando que ambos nos amamos.
7...6...5...4... Agarré mi vaso de papel, apreté con fuerza este contra mis labios y bebí lo que quedaba de una en los últimos 3 segundos, y justo a tiempo me giré a verle, juntando ambos labios en un beso iniciado por él, abrazándolo del cuello y él de mi cintura, la gente aplaudía y brindaban, escuchaba varios gritos.
— ¡EH! — Escuché una voz detrás mía, me separé del beso y me giré, viendo a Portugal con la boca totalmente abierta junto a Francia. — ¡Desgraciados! — Este río, acercándose a nosotros.
Rei, apegándome a Uk.
— Venga~, solo son un par de besos, ¿no? — Dijo Francia, acercándose a nosotros entre risas. — Feliz año nuevo chicos~.
— Feliz año nuevo. — Dije, sonriendo y viendo hacía Uk.
Y por desgracia ella tenía razón, por mucho que quisiera que el alcohol afectase todo el día no iba a poder ser... no se habían necesitado un "perdón" directo para saber que ningún daño fue intencional... todo se había perdonado, pero por desgracia el cuento de hadas nunca existió y eso lo supe el día de antes de empezar el nuevo trimestre.
Mis pies corrían más que nunca, yendo hacía la casa del británico, supuestamente Portugal e Italia venían conmigo pero me adelanté, y con gusto lo hice ya que nada más subí la cuesta final vi que había llegado justo, Uk estaba metiendo una maleta en su coche.
— ¡UK! — Grité, llamando su atención, él se giró a verme, sorprendido. — ¡Uk espera!
Él soltó su mochila rápidamente en el coche, y en contra de los gritos de su padre también salió corriendo hacía mi dirección.
Habíamos estado hablando durante estos días de en medio, sabíamos que esto era inevitable pero que nos gustaría que no fuera así... que los últimos días juntos hubieran sido mejor... no jodidos por una estúpida pelea.
— ¿Qué haces aquí? — Me preguntó, agarrando mis brazos y yo los suyos, jadeante, una vez nos encontramos en un punto medio, con su familia a lo lejos.
— No puedo huir contigo ahora por mucho que me gustase... pero no podía no despedirme... — Dije entre jadeos, él me miró negando con una nerviosa sonrisa. — Joder tío, ¿Qué no entiendes nada?
Pasé mis manos a sus mejillas, agarrándolas con fuerza para luego tirar de ellas hacía mí, uniendo nuestros labios en un último beso, uno que nos gustaría a ambos que fuera eterno. Correspondió, no tardó nada en hacerlo, un beso que esta vez no requería alcohol.
— ¡Uk Joder! — Escuchamos a su padre gritar, yo me separé, riendo levemente.
— Estate soltero para cuando vuelva... ¿Sí? — Dijo el británico, sonriendo.
— Tú me pediste matrimonio borrachísimo, así que no me pongas los cuernos en la mili~.
Toqué su nariz levemente, el coche de su padre se acercó, ya cansado de esperar y de ver a su hijo así, ambos nos miramos por ultima vez y un último beso rápido fue la despedida antes de que él entrase en aquel coche blanco.
Nada más la puerta se cerró este arrancó, me abracé a mi mismo, acariciando aquel anillo que compartíamos habían sido unos meses locos y quedaba demasiado para volver a verlo...
Y más de lo que pensaba en ese momento...
Y en palabras vacías de adolescentes se quedarían esas despedidas, puesto que los años pasaron, Uk en la escuela militar y España en otro país a larga distancia... Hasta cierto punto se deseaban reencontrar, pero para ser sinceros, ambos se olvidaron... puesto que una montaña rusa tal cual era esa relación no tenía mucho que esperar...
La primera vez que se vieron después de todo eso fue en la boda, en la boda de UK con Francia, puesto que al final era lo mejor para todos el callar esa "etapa" de su vida, al igual que para lo ultimo que hablaron fue cuando ambos tuvieron su primera descendencia, usándolo indirectamente como un "Punto y final" en aquella relación que tanto les importó en su momento... ¿Qué más daba? Total, podrían ser buenos amigos realmente, cada uno por su lado... pero buenos amigos que seguían quedando para verse.
Buenos amigos que se veían con otros ojos.
Ahhhh... dios, son casi las 1 am y aquí ando... no voy a mentir, al final no quise terminarla pero a la vez sí.
Como siempre, muchas gracias por leer <3, ¡en poco subiré un nuevo libro de este tipo si todo sale bien! y también tengo pensando un 30 Días OTP de Ukspa, aunque esta vez me tomará algo de tiempo y eso... idk.
Bueno... dios, voy a llorar ;w;
Gracias por leer y nos vemos en futuros libros <3
Love of 2 Guys - Ukspa NsW — 24/10/2022
FIN
3092 palabras.
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