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🍃Capítulo XVI

30 de octubre.

↪UK.

Para ser sinceros, sabía que algo iba mal cuando entre todos los preparativos finales de la fiesta Francia sacó tiempo para hablar conmigo, encima diciendo que era algo importante y viniendo ella hacia mi casa.

Los dos a solas, en mi habitación, sentados en la cama en completo silencio, esperando a que alguno de los dos hablase.

Uk... — Empezó a decir ella, sacándome de mi mini trance — Tenemos que romper — Finalizó.

Mi garganta se cerró a la par que todo mi cuerpo, mordí mi labio inferior y la miré, intentando buscar alguna explicación.

Pe-Pero — No me dejó hablar.

Oye, eres un chico genial, y te quiero mucho y sé que tú también me quieres a mi... Pero lo que tú sientes no es amor... — Confesó, algo dentro mía sabía que tenía razón, no sé, simplemente eso que lo sabes y ya.

Entonces... Estos últimos años... — No pude terminar la frase, esta vez fui yo quien la cortó — ¿Cómo estás tan segura?

Por como me hablaste la última vez de aquella persona... No sabías ni si quiera que era amor... Y realmente no siento para nada que esto fuera a algún lado. — Explicó — Te quiero, eso tenlo claro... — Ella agarró mis manos, acariciándola levemente e intentando calmar el ambiente. — Pero de verdad creo que estaremos mucho mejor como amigos...

Mire sus manos, tan delicadas y arregladas, tal como era ella, bueno, arreglada sí, delicada a veces.

Ya... Tranquila, lo entiendo — levanté la vista, viéndola con una entristecido sonrisa que ella también llevaba. — Entonces ... ¿Solo amigos? — Pregunté.

Solo amigos... Y así aparte te pones a intentar algo con aquella persona que te gusta — Río levemente, sacándome también una leve carcajada.

No voy a mentir, doler dolió, todas las rupturas lo hacen de cierta forma, pero me alegraba saber que mínimo no fue por alguna cosa como cuernos o por llegar a un odio mutuo, y ella tenía razón, realmente lo que sentía por aquella persona no lo había sentido por ninguna otra, ni si quiera por Francia por mucho que la quisiera... ¿Realmente había amado a alguien antes?

Cuando Francia ya se había ido me acerque a la cocina, sirviendo una taza de té mientras suspiraba, oficialmente volvía a estar soltero... Era raro decirlo.

¿Vino Francia a casa? — Preguntó mi madre mientras miraba por la ventana, encendiendo un incienso, porque sí, mi madre era de ese tipo de personas que tienen inciensos por toda la casa.

Solo un rato — Contesté, agarrando una taza y echando el té.

Awww... ¿Y por qué no se quedó a tomar algo? — Preguntó, a veces su insistencia me ponía nervioso pero a la vez me entretenía.

Emmm... Hemos roto — Me giré, viéndola y notando que su expresión cambió, a una de preocupación.

Hay mi vida ...

Ella se acercó a mí, abrazándome y acariciando mi cabeza en modo de consuelo, correspondí el abrazo, mirando hacia algún punto fijo.

No... Esta bien, hemos quedado como amigos... — Comenté.

¿Por qué habéis roto? — Preguntó ella, agarrándome de las mejillas en busca de alguna lágrima a suponer.

Emm... — hice una pequeña pausa, le miré a los ojos, es mi madre, podría confiar en decírselo sin que me fuera a juzgar, ¿No? — Me gusta otra persona...

Pude ver como una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

Ojalá todo vaya bien con esa nueva persona — Me dijo, dándome un corto beso en la frente para luego salir de la cocina.

Realmente siento que no diría lo mismo si supiera de quién se trataba...

Agarre la taza con el té con cierta fuerza, di un sorbo en esta y subí a mi habitación, encerrándome en esta y yendo a mi escritorio. Dejé el té a sobre un pequeño posavasos de cerámica posado en el escritorio de abedul.

Me dejé caer sobre mi silla, estirando mis manos hacía el portátil y encendiéndolo, viendo de reojo a la ventana hasta que el típico sonido de Windows indicó que ya se había encendido el dispositivo. Introduje la contraseña de mi cuenta y entré al escritorio el cual tenía de fondo una foto de Londres totalmente despejada, sin ningún icono a la vista más allá de la papelera en una esquina y dos carpetas que dividían los documentos del colegio con cualquier otra cosa personal.

Pinché en el icono de Google, esperé a que este se abriera y una vez listo me dirigí a la barra de búsqueda, a ver... esto de buscar tus síntomas en Google nunca fue buena idea, pero por echar un vistazo no me iba a pasar nada, ¿no? para eso está Google, buscar por qué el cielo es azul, cómo funciona el aparato digestivo... "¿Puedo ser gay aun habiendo tenido novia?" buscar.

Después de... lo que creo que fue más de una hora de lecturas de entrevistas, artículos, comparaciones, buscar en diferentes idiomas y caer en esa tontería de hacer test de "test para saber si estoy enamorado" o "test para saber tu sexualidad" (me sentí imbécil, la verdad), también directamente busqué términos de una, "ser gay" "homosexualidad" "Lgtb en adolescentes"...  y no se ni como, llegando y saltando de una página a otra casi perdiendo la fe en encontrar respuesta llegué a una que me llamó ciertamente la atención. "¿De verdad estas roto o solo eres asexual?" tenía de título.

Empecé a leer por pura curiosidad, realmente sé que no hay que fiarse de lo que viene en internet y eso pero mirad, ya que estaba una ojeada no me iba a venir mal, y aunque no fuera el tema que estaba buscando aquella primera frase bajo el título me hizo fijarme más de lo que esperaba.

"¿Alguna vez habéis estado con vuestra pareja y la cosa subió de tono hasta llegar a cierto punto "sexual", don él o ella estaba incitando al acto o similar y tú no sentías lo mismo? Bueno, olvídate lo de pensar que eres mala pareja o estas roto, estas completamente normal, solo eres asexual."

Suspiré, recordando lo que pasó con Francia hace unas semanas, aun sin llegar a fiarme seguí leyendo.

"No, no tienes porque haber vivido una experiencia sexual o haber estado apunto para saber que eres asexual, la asexualidad es la nula atracción sexual hacía una persona, y si algo me han enseñado estos años de vida es que la atracción sexual y el sexo como tal no van tan ligados como parece. Sé que te resultará difícil de entender, pero es verdad. Hablando de forma directa  (ya que esto es un blog personal y me voy a tomar esa auto licencia) la gente puede querer tener sexo por muchas razones, la más común (o normalizada) es el que te ponga esa persona, una atracción sexual. Pero tras hablar con mucha gente de este colectivo y yo misma haberlo notado en primera piel se puede llegar a la conclusión de que siendo asexual (y contando ya por obviedad que la atracción sexual no es una opción) puedes o no querer mantener relaciones sexuales, o no querer relaciones sexuales pero sí auto placer, o querer tener sexo por cualquier otra razón, ya sea porque tú pareja quiere y a ti no te importa o por muchas otras. En mi otro post cuando dije que era asexual y mantenía relaciones de ese tipo (Sexuales) una persona me preguntó el por qué lo había, pues porque yo no veo el sexo como algo que sea pura atracción sexual".

Detuve la lectura y le di un trago a mi té, no sabía ni quién era la persona a la que le pertenecía ese post pero ya me había enganchado a leerlo.

"Yo soy asexual, hay gente demisexual que se sienten atraídas por personas pero para eso tienen que tener una fuerte conexión, gente graysexual que fluyen entre asexual y demi... y seguramente más, pero no, yo soy ASEXUAL, no siento atracción sexual, no siento aquello que otros piensan "ufff, como le daría" en muy malas palabras, pero si mantengo una vida sexual. No siempre será así, habrá gente asexual que no querrá mantener relaciones sexuales, y eso es completamente válido, pero otras sí, y también es válido. En mi caso yo lo hice tanto porque mi pareja quería como porque yo no veo el mantener esas relaciones solo como algo de lujuria, poniéndonos filosóficos yo veo ese tipo de relaciones como una unión, como una muestra de amor hacía mi pareja, y no por eso soy menos asexual o cambio a ser demi o gray, que no coño, que yo soy asexual con la a mayúscula y en negra si hace falta, no voy a sentir una atracción hacía nadie nunca, no me ha pasado y no pasará(...)"

No sé cuanto tiempo pasé leyendo ese post, y los comentarios que redactaban sus historias, sintiendo como un "oh, eso me pasa a mi" pero en otro punto... era algo tan complejo que sentía como si estuviera minimizándolo, ¿la gente puede leer un termino y decir automáticamente "OH CLARO, SOY ESTO"? ni si quiera lo sé... yo solo me puse a investigar para saber si era gay y salgo sin la respuesta más otra duda... tsk.

Mordí mi labio inferior, una notificación hizo vibrar mi teléfono el cual agarré, mirando esta por encima, era Italia diciendo que al final no iba a ir a la fiesta porque le había cambiado el turno a una compañera suya, entonces solo íbamos a ser Francia, Portugal, España y yo... aunque con España tampoco me hablaba tanto desde lo del beso.

Solo de pensarlo me puse rojo, mordí mi labio inferior y miré a otro lado, ese idiota, mira que es bobo, y encima después va Francia riéndose de mi, si es que con ellos no se pude enserio, no entiendo a los europeos...

Uk — Escuché una voz desde la muerta, levanté mi vista y ahí estaba Gales, mirándome por medio de su flequillo que cubría parte de sus ojos.

Dime. — Me acomodé en la silla, esperando una respuesta.

Mamá dime que bajes. — Comentó, simplemente se fue tras eso, seguramente me iba a pedir ayuda con algo, así que con cierta pereza me levanté de la silla y caminé hacía fuera de la habitación, cerrando la puerta y bajando al salón.

(...)

31 octubre...

Noche de Halloween.

Alcohol, luces, música, lo normal en una fiesta de adolescentes, ¿no? no lo sé, realmente no soy tan fan de la vida nocturna, pero en fin.

Sigo preguntándome como es que tienes tan buen culo — Me dijo Francia, sirviéndose una copa y viendo sin disimulo mi trasero. — Te queda bien el disfraz de pirata. — Comentó, mostrándome una tierna sonrisa.

Gracias, y a ti ese vestido — Respondí, dándole un sorbo a un vaso que, sí vale, tenía alcohol, pero por un vaso no iba a pasar nada. — Decorasteis genial la zona — Le dije, mirando como toda la zona de la playa que estaba "reservada" iba decorada con múltiples decoraciones típicas de esa festividad.

El estilo es lo mío~. — Se auto alagó, girándose a ver a múltiples personas del lugar, había algunas que con solo ver sus trajes pensaba que les iba a dar una hipotermia. — Uk, ten cuidado con beber, ¿sí? — Me miró, fijándose en mi vaso.

Solo va a ser un vaso y como mucho tomaré Fanta. — Respondí, mirando hacía todos sitios en buscar de algo que hacer, o más bien alguien.

Y como si mi vida estuviera a coincidencia, a varios metros de la multitud, cerca de una pierda algo lejana pude ver como aquel pelirrojo que buscaba se escondía, parecía ir solo.

Ahora vuelvo — Respondí, sin esperar respuesta dirigí mis pasos hacía aquella zona, dejando a la Francesa atrás.

Crucé detrás de aquel lugar, nada más asomarme pude ver al español ahí sentado en la arena, iba vestido de blanco, con una camisa desabotonada, unos pantalones con el bajo doblado y unas converse que, como no, cada una era de un color, su pelo estaba atado en una coleta alta, se le veía algo diferente, un mechón morado adornaba su flequillo, ¿se había teñido? aparte de eso tenía una diadema dorada similar a la de los griegos.

Hey.

¡JODER! — Gritó de golpe, alarmándome a mi y tirando parte de su bebida por el salto que dio, se giró a mirarme, relajando su rostro. — Coño Uk... vaya forma de avisar... — Dijo, con molestia en su tono de voz, pero mi mente solo pensaba en que era por el susto.

Lo siento. — Respondí.

Caminé hasta su lado, sentándome a su lado y mirándole mejor, tenía su móvil en su mano Spotify abierto y este conectado a unos auriculares.

¿Qué escuchas? — Pregunté, viendo el título de la canción Alien Blues de Vundabar, no me sonaba la verdad.

Ni yo lo sé. —Respondió, sacándose un auricular y mirándome, se tambaleándose levemente.

¿Ya estás borracho? — Pregunté con una pequeña risa, aun así sabía de sobra la respuesta, sus mejillas rosadas lo delataban.

5 vasos, no es tanto. — Contestó, apoyando su cabeza contra la piedra. — ¿Qué haces aquí? — Preguntó.

No tenía nada que hacer allí, ¿y tú? — Me acomodé, rascando levemente mi cuello.

Se me fue la energía social... — Finalizó, realmente tenía un tono de voz monótono, cansado— Llevo una semana de perros. — Rio para si mismo, quitando aquella sonrisa en pocos segundos. — Uff...

¿No tienes frío? — Pregunté, viendo como sus piernas temblaban de forma algo brusca.

Un poco — Resumió.

Me separé de la piedra, moviéndome levemente hasta poder quitarme la gabardina que llevaba el traje de pirata, poniéndosela sobre los hombros al pelirrojo, ninguno comento nada, pero el simple hecho de verle ahí, acurrucando su cuerpo en la chaqueta y casi envolviéndose en ella daba a entender que lo agradecía.

Si renta que vayas de pirata — Me sonrió levemente.

Ya... ¿De dios griego? — Pregunté, él solo asintió — Te queda bien el blanco... Pero se me hace raro verte sin ese estilo tan rockero — Sonreí, viendo de nuevo su teléfono, la canción había cambiado "Por amor al arte".

¿Quieres? — Me preguntó, acercándose a mí y extendiendo un auricular, sabía que lo más seguro es que las canciones que él escuchará no fueran lo mío, pero no iba a negar que sí necesitaba alejarme un poco de la música de fondo de la fiesta.

Agarré la parte de ese auricular, poniéndomelo, España se acercó a mí hasta quedar literalmente acurrucado en mi pecho, la canción ya estaba casi por terminar, aún así ningún dijo nada hasta esos pocos segundos de pause entre canción y canción, oh... Un anuncio.

Perdón por lo del beso... — Dijo, aún con su vista fija en la pantalla de su teléfono, rota.

Tranquilo... No fue nada.

Sentí su cuerpo tensarse, como si en realidad no quisiera estar ahí, la canción siguiente pasó, "Why'd you only call me when you are high" de Arctic Monkeys.

Francia me ha dicho que habéis roto — Dijo, jugando nerviosamente con sus pulgares.

Sí... Justos ayer, quedamos como amigos, al final creo que... Ella nunca me gustó, ¿Sabes? — Le miré, aún seguía sin mirarme, solo atento a la pantalla del dispositivo.

Otra canción, una en español, "Mi nuevo vicio" realmente no entendía la playlist de España, pero bueno.

¿Nunca te gustó ella? — Repitió.

Al parecer no... Aún tengo que investigar.

Bueno — se resumió a decir.

No sabía a donde iba esa conversación, pero realmente siento que no era el mejor momento para charlar, estábamos ambos alejados de la gente, fuera de sus vistas, vinimos a una fiesta para estar lejos de ellos, genial... Pero estaba mejor aquí, con él apoyado sobre mi pecho y viendo como la música pasaba, realmente tampoco estaba tan mal esa música.

Sentí como España se removía, en busca de acomodarse.

¿Te quieres sentar? — Le miré, él solo me miró confuso. — Así...

No espere respuesta, directamente agarré su cintura y lo senté en mi regazo, ¿Por qué hice eso? No me preguntéis, creo que tardamos en notar la acción ya que él quedó algo rojo.

¿Pero que haces, idiota? — Se quejó, mirándome como enfadado.

Je... Creo que me está empezando a subir el alcohol... — Reí para mí mismo, solo recibí una sonrisa de burla por parte de España y este se volvió a apoyar en mi pecho, sentado sobre mi regazo y aún con la música puesta.

Oye... — Empezó a decir— ... ¿El beso no fue nada para ti?

Depende... ¿Tú quieres que sea algo? — Pregunté, le miré de reojo, seguía sin mirarme. — Oye que no tengo mis ojos en tu pantalla.

No me cambies de tema — Se quejó.

— ¡No te he cambiado de tema! — Reí, vale, sí, el alcohol me están afectando.

—  Tú estás borracho. — Me sonrió, esta vez alzando un poco su vista.

Solo con medio vaso... Me siento débil.

Eres débil.

¿Sí?

Pues sí.

No soy débil.

Demuéstralo.

Agarré sus mejillas, este tenía sus manos agarrando la gabardina de mi traje que él mismo portaba, se giró a mirarme, en busca de alguna reacción, pero no podía, por alguna razón quería devolverle aquel beso, seguro efectos del alcohol, o no, no sabría decirlo, era confuso, no podría llegar a decir que estaba borracho, pero sí en ese punto como para que te falte cierto autocontrol.

... ¿No me vas a besar? — Preguntó este, mirándome, más bien fijándose en mis labios, sus ojos verdes brillaban aún bajo la oscuridad de la noche...

¿Quieres que lo haga? — Esa fue mi respuesta.

El español pasó sus manos de la gabardina a mi pecho, seguro podría sentir lo acelerado que estaba mi corazón en ese momento, porque yo sentía que se iba a salir en cualquier momento, por favor que no me vaya a dar un ataque de asma ahora...

Pasó su vista hacia mis ojos, yo bajé mis manos apoyándolas de vuelta a la arena, su mirada temblaba y de seguro la mía estaba igual, posó una de sus manos en mi mejilla, acariciándola con su pulgar mientras su otro brazo rodeaba con cuidado mi cuello, de fondo sonaba 888 de Cavetown, ya por los minutos finales, en anda pasaría a la siguiente canción, ¿A qué estaba esperando?

UK, llevo queriendo que lo hagas más tiempo del que yo mismo sé... — Confesó — Pero ahora mismo solo quiero algo en concreto...

¿El qué?

... Quiero arruinar nuestra amistad — Comentó, con una voz tan calmada que no sabía en qué sentido lo decía, pero por el concepto podría hacerme una pequeña idea. — Pero de verdad eres mi mejor amigo... Y no sé cómo decírtelo.

¿Y por qué no me lo muestras? una acción vale más que mil palabras

Acercó sus labios a los míos, la música seguía de fondo, posó estos en un muy leve roce que ni si quiera podría considerar un "pico" como algunos le decían, su labio inferior tembló levemente, bajo de vuelta sus manos hacia mi camisa, apretándola con fuerza, bajo su vista también, sus ojos tablaban y pequeñas lágrimas amenazaban con caer.

Hey... — Puse mis manos sobre su cintura, subiéndolas levemente por su espalda y obligándolo a que se apegase a mi, abrazándolo levemente.

Di-disculpa... — Dijo, su voz temblaba a la par que parte de su cuerpo, me preocupaba, de eso estaba claro, pero en cierto modo me calma verlo así, no sabría explicar ese sentimiento.

Ven aquí...

Me saque el sombrero, uno que iba de conjunto al traje de pirata, posee este sobre la cabeza del pelirrojo nada más ambos cuerpos se separaron un poco, volví a acercarme a él, esta vez nuestros labios se volvieron a juntar, la música de fondo iba a un paso melancólico a la par que el calmado movimiento del beso, acaricié levemente su mejilla, las lágrimas empezaron a humedecer su rostro, correspondió el beso, empujándome levemente hacia la roca para pocos segundos después seguir el paso lento y dulce de este, apretó con fuerza mi camisa, tirando de esta, sabía que no quería que me separase pero por desgracia tuve que hacerlo, mirándole a los ojos. Me gire a mirar la pantalla del teléfono, eran las 1 de la mañana recién dadas y la canción de fondo marcaba "Saturno" de Pablo Alborán, justo cuando está terminó cambió al instante a "Sweater Weather" de The Neighborhood, me giré a volver a mirarle, se estaba limpiando las lágrimas, recién notaba que la sombra de ojos negras que tenía se había corrido, manchando sus mejillas también de este mismo color.

... ¿Mejor? — Pregunté, en un tono leve, agarrando una de sus manos, con la otra España de colocó la gabardina que todavía estaba sobre sus hombros mientras asentía.

... Te amo... — Dijo, dejando un silencio entre sus palabras, volviendo a bajar la vista.

No respondí nada, no le veía necesidad, solo agarré sus mano con delicadeza y dejé un pequeño beso, le pude ver sonreír con dulzura, era tan tierno...

Aquí estoy para lo que necesites... — Le dije, bajando su mano y apoyándome en la roca.

He tenido una pelea con mi padre antes de venir...— Comentó, mirando hacia otro lado, entre el sombrero y el flequillo apenas veía su rostro. — ¿Me podría quedar esta noche en tu casa?

Sin problema — Respondí, volviendo a atraerlo hacia mí y abrazando le, apartando el sombrero y el flequillo para darle un corto beso en la frente.

Un gran peso se fue de mi pecho, se sentía un ambiente cálido aún estando en la playa a finales de otoño, pero no era el tiempo, era el momento, el estar con España ahí, sin palabras alguna para saber lo que cada uno sentía... Mínimo ciertas cosas se habían aclarado, ¿No?


3698 palabras.

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