Ambos jóvenes que recién se conocían se habían alejado un poco de aquel grupo en forma de circulo, principalmente la idea del español era alejarse nada más él, estar un rato lejos de tanto ruido que ya le provocaba leve dolor de cabeza, bueno, realmente no se sabía decir si era el ruido, el humo del tabaco y otras sustancias, el alcohol o una mezcla de todo.

— Y... entonces eres el primo de Rumanía... — Afirmó aquel chico, Noah, realmente se podría describir físicamente como cualquier chico de 17 años que seguramente estudiaba infomatica y juegaba al lol o genshin.

— Sí — Dijo el pelirrojo sin más, viendo las vestimentas simples de aquel joven, realmente fue listo al vestirse así y no como el español, entre la camisa blanca abierta, el pantalón vaquero negro con varias roturas, el cinturón con cadenas, converse y como único abrigo una chaqueta verde militar, sin contar los guantes sin dedos negros que llevaba y una gargantilla con pinchos, no era el mejor atuendo para el frío de esas noches, pero bueno, ventajas de tener el pelo largo y levemente rizado, puedes usarlo como manta.

— ¿Eres de pocas palabras? No lo pareces, ¿sabes qué pareces? el típico chico gamer que tiene una novia gótica culona, ¿acierto? — Los ojos levemente rojos de Noah se posaban sobre cada centimetro del cuerpo del menor, quedando una sensación de incomodidad en el contrario.

— En calquera caso eu son a nena —Comentó el español en aquel dialecto del norte, dandole un sorbo a un vaso que le había pasado el rumano sin si quiera explicarle el que era.

— ¿Qué eres? ¿Travesti? Porque con ese pelo lo pareces. — Comentó cual chiste, seguramente el joven por responde a la frase del contrario y su acento que se marcaba bastante era procedente de aquella comunidad del norte.

— Que tenga el puto pelo largo no significa que quiera ser chica gilipollas. — Respondió el trigueño de golpe, mirando con cierto odio al, seguramente, mayor. — ¿No te vas a ir un rato? — Preguntó, girando su vista hacía otro lado que no fuera el contrario.

— ¿Tú fumas? — Preguntó, llamando de nuevo la atención del pelirrojo.

— Solo tabaco y "mari", y no pienso comprarte nada si es a lo que vienes, no llevo dinero — Bajó su vista hacía sus propios pies apoyando su espalda contra el muro que separaba la arena de las calles y caminos de roca y asfalto con pocos metros de diferencia.

— No vengo marihuana... —  Aclaró, algo que calmó al español en cierto modo. — Pero — y ahí se fue toda su calma — Tengo PCP.

— ¿Polvo de ángel? —  Preguntó de nuevo. —  Oye mira, que no voy a comprarte nada. No tengo dinero. —  Explicó, dirigiendo su mirada hacía su propio vaso, el PCP o polvo de ángel es fácil de disolver, ¿y sí lo que estaba tomando tenía de esa mierda y no se dio cuenta?

—  ¿Y si te doy gratis?  — En si eso llamó la atención del contrario, drogas gratis, era obvio que no era buena opción consumirla fuera gratis o costara 50 pavos la pastilla, pero gratis es gratis, si no la consumía él ya la vendería por ahí a alguien que si quisiera... ¿si quiera eso era legal?

— ¿Qué tipo?

— Barbitúricos — Y tras decir eso sacó del bolsillo de su chaqueta una lamina que contenía pastillas mitad blanca y mitad azules.

Por un segundo el español se lo pensó, realmente tampoco parecían tan agresivas, ¿no? y si venían como pastillas de paracetamol era porque los compró en una farmacia. Estiro su mano dispuesto a agarrar una de las pastillas ofrecidas pero por suerte un vago recuerdo lo detuvo.

— Espera... ¿Estos no eran sedantes? — Levantó su vista, viendo al más alto y sacando su telefono de su bolsillo, entrando a Google rápidamente y buscando "Barbitúricos".

Y efectivamente, tenía razón, nada más la segunda frase sacada del primer resultado lo ponía entre múltiple información, "(...)derivados del ácido barbitúrico que actúan como sedantes del sistema nervioso central y producen un amplio esquema de efectos, desde sedación suave hasta anestesia total y euforia(...)".

— No. Son sedantes, no pienso tomarlo — Guardó su telefono mientras sus pasos se empezaban a dirigir hacía la multitud de gente.

— ¡Venga~! ¡Solo es si te tomas en mucha cantidad! — Contestó el gallego, siguiendo al español e intentando detenerlo.

— ¡Tú! ¡Deja de insistir coño! ¡No pienso tomar esa mierda aunque me pagues! ¡A saber si me vas a violar o algo! — Contestó entre gritos, la verdad que España borracho no se consideraría alguien violento, todo lo contrario, pero si que la insistencia le ponía demasiado nervioso.

El contrario pegó un grito en uno de su dialectos natales el cual el español solo ignoró, dirigió sus pasos hacía una zona junto a la misma mesa de bebidas a la cual alguien ya le había vomitado encima (asco), al llegar a un grupo que estaba a una distancia media de ese mueble le tocó el hombro a su sanguíneo, uno de los integrantes de este.

— Portugal vamonos —  Dijo directamente nada más la mirada del más alto se posó sobre él.—  Tengo sueño. —  Se excusó.

—  Son apenas la 1, es raro que te quieras ir tan temprano — Rio este, seguramente iba igual de borracho que su hermano.

— Portugal — Replicó en un tono seco y demandante. —  Me voy yo solo ehh... — Amenazó.

Sin saber si fue causa de aquel tono de voz o la amenaza el portugués entendió de una la incomodidad de su hermano al estar ahí, eso o fue directamente ese sentimiento de cuando conoces a una persona y sin falta de señales sabes que no quiere estar en ese lugar.

— Bueno chicos, nosotros nos vamos — Contestó el portugués sonriendo hacía aquel grupo de sus amigos, agarró la mano del pelirrojo y sin más salieron de la playa lo más rápido que podrían sin correr, tirando ambos aquellos vasos de plástico, uno de ellos medio lleno, en la basura que había al final de las escaleras.

España sacó su telefono dispuesto a mirar la hora o si quiera ubicarse, llamar a un taxi quizás o a Italia, pero tras varios segundos pulsando el botón de encendido y que este aparato siguiera con la pantalla apagada entendió que no lo había cargado antes de salir y ese 17% de batería de esta mañana ya se había gastado.

— Tsk... ¿Tienes batería? — Preguntó este, guardando su dispositivo y mirando a su hermano.

—  Sí... ¿deberíamos llamar a Italia? — Preguntó de vuelta, sacando su telefono y encendiéndolo mostrando el la hora junto a su fondo de pantalla.

España se asomó directamente a ver el telefono, principalmente la hora para analizar si era buena idea o no llamar a su hermano o les rentaba más pedir un taxi, pero su vista de cambió de los números al fondo de bloqueo que desapareció tras que el mayor colocase un patrón, dejando pasar de aquella foto en la que se fijaba el español a un fondo que se resumía en el mítico tranvía amarillo de Lisboa.

— ¿Por qué tu fondo de pantalla es una foto con Uk? —  Preguntó, ignorando la pregunta anterior.

El contrario miró a su hermano ciertamente desorientado, sin entender a que venía esa pregunta, apagó su telefono y lo volvió a encender dejando mostrar aquella foto junto al peliazul (en ese momento albino) que reposaba detrás de la hora y  las notificaciones que el portugués retiró para mostrar mejor la foto.

— Oh, pues una que me hice con él y ya. — Contestó sin más, volviendo a desbloquear el telefono. — ¿Llamo a Italia? Mínimo no son las 4 de la mañana como la última vez.

Rio ante su propio comentario, dispuesto a que su compañero continuara la risa pero nada, solo fue visto con cierta ¿molestia? que provocó que callara.

— ¿Y cuando te la hiciste? — Preguntó de vuelta.

—  Tío, que es solo una foto no te me pongas, que antes tenía una con todo el grupo y no decías nada.

—  Ya, pero una cosa es con todo el grupo y otra solo con una persona, ¿sabes? — Preguntó.

—  ¿Y a ti que mosca te ha picado? — Los pasos del portugués se detuvieron en mitad de la calle, siendo copiados por los del español que quedó pocos pasos más adelante.

—  ¡A mi nada! ¡Solo pregunto porque tú tampoco es que seas el mejor amigo de Uk! — Se excusó, levantando ambas de sus manos.

— España coño que es solo una puta foto con Uk, que es mi amigo, nos la hicimos un día que quedamos para estudiar y- —  Fue interrumpido.

— ¡¿Quedasteis para estudiar juntos?! — Exclamó de forma interrogativa  —  ¿Y cómo que yo no me he enterrado hasta ahora? ¿Eh? 

—  ¡No te me pongas a la defensiva tío que si quedamos a escondidas era para que tú...! —  Y antes de continuar se calló  — Déjalo y sigue caminando anda...

Los pasos de Portugal volvieron a seguir aquel camino por el que habían venido, pero al parecer la cosa no se quedó ahí, porque si para algo era bueno España era para meter leña al fuego, y más borracho.

—¡No no! ¡¿Para que yo qué?! ¡Ahora me lo dices! — Acérelo sus pasos hasta quedar detrás de Portugal, agarrando su antebrazo y tirando de él hacía atrás, la gota que colmó el vaso de la paciencia del nombrado.

Este se giró, tirando de su propio brazo y despojándose del agarre de España y mirándole con odio, una mirada que de una cambio el rostro del español de ira y molestia a incomodidad.

—  ¡Por qué por tu puta culpa he suspendido el curso y me ha tocado repetir! ¡Contigo por medio es imposible estudiar macho! ¡Solo le pedí ayuda a Uk para mínimo entender lo que no pude aprender en clases por tenerte a ti dando por saco! — Contestó a voces — ¡Si tú hubieras venido no hubiera podido estudiar tampoco así que mejor ve entendiendo que no vamos a ir siempre juntos a todos sitios porque ni yo soy tu puta sombra ni estamos pegados con cola!

Silencio, total silencio que solo era adornado por la respiración nerviosa del portugués, quizás podría ser amable, en cierto punto callado, y que hubiera gritado todo eso no significaba que odiara a su hermano, pero hasta cierto punto ambos sabían que lo dicho era verdad, que la mayoría de regaños que recibían eran por culpa del español y Portugal recibía como si fuera su "cómplice".

Ninguno de los dos habló, ni si quiera se movieron durante un par de minutos que se hicieron eternos.

— Podrías mínimo haber avisado... — Dijo el español en un tono calmado.

— ...Ya... —  Aceptó el contrario.— 

Otros segundos de silencio.

— ¿Estás mejor ahora de haber gritado? —  Preguntó el español, siendo seguido por un suspiro del portugués.

—  La verdad sí... de puta madre — Respondió, soltando una pequeña risa.

Otro silencio... ya se iba a crear un patrón.

— ¿Por qué te has puesto así por una foto con Uk? — Preguntó esta vez Portugal.

—  No lo sé. — Se sinceró España, siendo esta vez él el que suspiraba.

—  ¿Ha pasado algo? — Preguntó—  Normalmente saltas así cuando te ha pasado algo antes... 

—  Un pavo que me quería dar sedantes y me he puesto nervioso... — Hizo una pequeña pausa. —  Disculpa.

—  Tranqui... solo... ¿Estás bien?

—  Supongo... ¿y tú?

—  Supongo —  Respondió de vuelta. —  Voy a llamar a Italia a ver si nos recoge.

—  Aja.

El portugués agarró de vuelta su telefono, marcando el número del Italiano y separándose levemente del español.

 — ¡Esta noche duermes en el sofá! — Exclamó el portugués en cierto tono de burla.

— ¡SI CLARO! ¡NO TE JODE! — Comentó entre ciertas risas el español.

Porque así eran ellos, como todos los hermanos, y más si son de edades similares, pelearse de forma bruta por unos segundos, gritarse de todo y tras unos minutos estar como si nada, aunque una cosa estaba clara y ambos lo sabían, a España esas palabras le habían dolido, y el Portugués no tenía la intención de herirle, pero a la par también se sabía que era verdad lo dicho. Eso de contarse todo, ir siempre juntos y ser la sombra el uno del otro no siempre iba a ser así y había que ir haciéndose a la idea de estar separados.

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