La música se encontraba en un volumen moderado, había chicas y chicos bailando por doquier. Hye comenzaba a arrepentirse, pues no le gustaba estar en un lugar con demasiada gente.

— ¿Sucede algo, pequeña?

Sin darse cuenta, HyeSook había comenzado a apretar la camisa de Jin, puesto que se sentía incómoda.

— Es sólo que hay mucha gente — susurró la castaña.

SeokJin recordó que a Hye no le gusta socializar con casi nadie, de hecho, entre más alejada esté de las personas a las que no conoce, ella se siente mejor.

— ¿Quieres que busquemos a tu hermano para avisarle que hemos llegado, y después busquemos un lugar alejado para conversar?

— Por favor...

Sin dudarlo ni un poco, el castaño tomó la mano de la chica entre la suya y comenzó a caminar en busca del rubio Min.

— Ahí está. — murmuró el mayor minutos después de que comenzarán a buscar a YoonGi.

— ¡Oh, Hye, Jin!

— Hola, chicos. — Hye saludó a JiMin y a su hermano.

Se quedaron platicando un rato con ellos... Aunque en realidad Hye no prestaba atención a la platica, pues su atención se encontraba en aquel árbol afuera de la casa de Jackson. Un árbol de cerezos.

— Listo pequeña, podemos ir a un lugar más tranquilo.

La de ojos marrones sonrió y comenzó a caminar junto a él. Lo miró de reojo, su perfil era demasiado para ella; aún no podía creer que él la invitara a una fiesta como su acompañante. Ella lo consideraba como una cita.