Capítulo 2
Aún recuerdo aquella noche y se me eriza la piel, por días le había hecho un rechazo a la idea de tener sexo y esto le molestó a Carlos, por lo que el reacciono a esta falta de libido de mi parte con más, luego cuando yo intentaría volver a tener un encuentro sexual con el, está vez era el el que no quería y así fue como comenzaría está huelga que al parecer se extendería por más de un mes.
Pasaban muchas cosas que al final me quedaba callado con la idea de que eran cosas pasajeras y que con algo de tiempo todo se resolvería, pero era eso exactamente lo que se iba acabando, tiempo, ese de los momentos llenos de felicidad, de las sonrisas.
Había observado que ya no miraba el hecho de que yo viajaba todos los días para estar junto a él, algo que en algún momento agradecía . Tenía tantas ganas de decirle todo lo que sentía, de exigirle lo que a mi parecer tenía que hacer y no lo ponía en práctica, creo que en algún momento mi mente creo de alguna forma, un sentimiento de inferioridad, apenas me conozco, me miró en el espejo y de cierta manera parecía que más que la palabra novio, encajaba conmigo ahora el significado de esclavo.
El incluso en muchas ocasiones reflexionaba y me daba las gracias por aguantarlo, según él mismo, su personalidad era algo complicada, que de siete días el estaba bien solo uno, en algunas ocasiones tenía tantas ganas de abrazarlo y decirle que de alguna forma lo quería, pero no creo que eso fuera correcto, no quiero que piense que me tiene en sus manos, más sin embargo en algunos momentos era un animal, incluso por cosas tan simples se molestaba, llegando al punto de el mismo inventar historias para exigirme por cosas que estaban en su cabeza, situación que no entendía.
Un día fuimos a casa de unos compañeros y el me dejó su teléfono mientras el hacia otras cosas, gracias a Dios yo me sabía su contraseña, no creí lo que estaba haciendo y de manera casi automática me vi desbloqueando su teléfono, yo no era de hacer estas cosas pero últimamente el teléfono lo acompañaba a todas partes y eso me parecía bastante raro.
Sentía una adrenalina en andar en sus mensajes, mi cabeza me decía que encontraría algo raro y mi corazón le pedía a mi mente que eso no fuera verdad y puedo decir que hasta que no lo vi con mis propios ojos no lo creí, mensajes que se burlaban de mi persona, con palabras como guardián de piedra, el tonto y el loco, el llegaba hablar de mi en la parte de nuestra escasa intimidad, burlándose de mí y que de manera urgente tenía que conseguir un macho que lo llevará al cielo. Ese momento fue el peor para mí, sentí que literalmente la tierra me tragaba, podía sentir como la sangre hervía dentro de mi.
Eso no sería lo peor porque este comportamiento no cambiaría en el resto de los días que vendrían después, eso sí nunca le dije que había mirado su teléfono, pero ya no confiaría en el más nunca y como estaban las cosas, palabras como te amo o te quiero se iban desvaneciendo en el aire que chocaban en mis ojos transformándolas en lágrimas.
En muchas ocasiones llegaba tarde a casa, en muchas de sus jornadas de trabajo le tocaba llegar tarde a casa, pero es que el llegaba mucho más tarde de lo que normalmente lo hacía y fue hasta que descubrí, que se iba a un parque cerca de un edificio a esperar a ese hombre que literalmente como el expresaba, era el que le daba duro como a él le gustaba, en esos días también aprovecharía además de estar por los arbustos gimiendo como una cabaretera a escribirse con un compañero de escuela, como me di cuenta, el nunca cerraba la puerta del baño y llamándome la atención lo comenzaría hacer y fue cuando descubrí esto, donde se hacían videollamadas para masturbarse y enseñar fotos de sus atributos.
Todas estas situaciones me superaban y yo realmente no sé porque las aguantaba, era el bobo que dejaba que su novio se escribirá con otros, no me estaba dando el valor que yo mismo necesitaba. En una ocasión la variante comenzó a ser protestar porque no iba a la par de el, en la relación, para mis adentros me decía que claramente no iba a la par, yo no le engañaba a él. En repetidas ocasiones se las daba por alardear de que el era lo mejor que me había pasado y que todos los que le habían precedido como si hubieran sido muchos eran una basura y que yo era un cualquiera , el se las daba de mi Salvador, cuando realmente me estaba hundiendo en la mierda.
Y el día que me decidí a reclamarle todo, comenzó a discutir y no es justificando mi actuar, pero yo me alejaba de la discusión, mientras él se encargaba de seguirme y seguir diciéndome cosas mientras con su mano me daba pequeños golpes en el hombro, yo en un momento de impulso, lo empuje para la cama, de momento me quedé paralizado por lo que había hecho y le pedí disculpas pero su respuesta fue alarme hacia el y darme unas buenas galletas, cuando me fije mi labio comenzo a soltar sangre, lo mire y fue como si unos de los demonios del infierno entrará en mi y le agarre con fuerza lo primero que pude y lo agarre por los pelos, pero el sería más rápido y me cogió con sus brazos aparentando mi cuello.
– Tu no me conoces todavía muchacho, yo estoy loco, yo si quiero te mato, así que no te pongas así, que te conviene.
Salí del cuarto corriendo hacia la sala, aún con la sensación de que me agarraba el cuello, me miré en el espejo y allí estaba yo hecho una basura.
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