Esta mañana desperté sin ánimos, otra vez. Mi estado ha sido el peor toda la semana. Mis ojos se sentían pesados después de llorar toda la noche. No lloro con facilidad, sólo si algo en verdad me parece importante.

Desgraciadamente, Tae Hyun, es importante para mi.

Bajé a desayunar. Mamá ya me esperaba en el comedor, la salude como de costumbre pero ella se dio cuenta de mi semblante. No tardó en indagar y yo terminé por contarle.

—Mamá, quizá deba renunciar a él —dije formando un puchero en mis labios. Lo cual mamá se encargo de desaparecer golpeando en ese lugar.

—¡Aigoo! ¿Quién eres y qué hiciste con mi hijo? —reclamó, yo la miré molesto por el golpe—. Ningún hijo mío debe darse por vencido.

—Soy tu único hijo.

—¡Por lo mismo! —refutó, dando un fuerte golpe en la mesa. Jamás había visto a mamá así, y gracias a eso volví a analizar mejor las cosas—. Debes utilizar tus encantos, mi niño. Mira que guapo eres, esa voz de miel que tienes, ese rubio... bueno, creo que debemos arreglar eso.

—¿Teñir mi cabello? —lo pensé, me había acostumbrado al rubio— pero...

—Decidido. Hoy mismo te compro otro tinte.

Al momento se levantó de la mesa para lavar los platos. Estoy seguro que ella es la que quiere deshacerse de mi color de cabello. Como sea, mis ánimos volvieron a subir gracias a mamá. Fui hasta ella para abrazarla por la espalda y depositar un beso en su mejilla.

—Gracias, mamá. Te amo —susurre en su oído recibiendo quejas para que me alejara.

Reí por su enojo, sabía que no le molestaba mis acciones sólo que a veces podía ser algo... empalagoso con ella. Una vez salí de la cocina, tomé una ducha y me aliste para ir a trabajar.

Era un nuevo día y tal vez tenía suerte si veía a hyung en la cafetería. Como hasta ahora había intentado ser el "amable Beom Gyu", hyung conocerá el otro lado de él.

Espero que estés listo, Kang Tae Hyun.

—No, Soo Bin. Mis padres me envían dinero suficiente para mis gastos. Además el departamento es mi regalo de cumpleaños.

—Pero hyung. Puedes quedarte con nosotros, así te tengo más cerca.

Soo Bin en ocasiones era como un niño. De alguna forma me encantaba, aunque casi siempre lo regañaba por eso. Hace unos días me dediqué a buscar departamento en Seúl, ya que decidí mudarme para estar más cerca de Soo Bin.

Mis padres estuvieron de acuerdo y me ayudaron con los trámites para mi transferencia. Siendo el hijo menor procuraban consentirme y yo sólo me aprovecharía de eso por ahora. También había decidido dejar mi miedo a un lado y confesarme.

Es vergonzoso.

Cuando estoy cerca de él me pongo nervioso y a veces para ocultarlo termino tratándolo mal. Aunque el tonto lo toma como broma, admiro su positivismo y su inocencia como también amabilidad con las personas. Aunque en el pasado por culpa de ello se aprovechaban de él.

Otra razón por la cual decidí esto es por ese tipo. Yeon Jun. ¡¿Qué se cree ese imbécil para decirme semejante estupidez?! ¿enamorado? Si, claro. Desde que lo vi, la primera vez, supe que ese tipo sólo traería problemas a mi amigo.

—¿En qué piensas, hyung?

Sin darme cuenta en el momento que Soo Bin estaba muy cerca de mí, los latidos empezaron a acelerarse. Desvié mi mirada del alto y seguí mi camino un poco apresurado.

—¡Espera, Tae Hyun! —corrió hasta mi lado— Estas muy distraído últimamente.

—No es nada.

Y yo que creí que era despistado.

De hecho aún lo creo, en todo este tiempo nunca se ha dado cuenta de mis sentimientos.

—¡Oh! Beom Gyu, llegas temprano.

—Hola, Soo Bin —saludó mi dolor de cabeza. Retrocedí unos pasos para evitar que se lancé hacia mi— Buenos días, hyung.

¡Sorprendente!

Beom Gyu hizo una leve reverencia y entró sin agregar nada más, sin darme tiempo tan siquiera de responder. Eso... es...

—Que raro. ¡No lo creo!

—Es como debe ser —suspire—. Al menos ya no lo tendré detrás de mi todo el tiempo. ¡Ah!

Recibí un golpe en mi brazo.

Soo Bin me miró con desaprobación, a la vez que entraba al establecimiento. Dejándome afuera un poco confundido y molesto.

Entré poco después, saludé al personal y me dirigí al despacho del Señor Park. Había hecho algunas funciones en la semana, así que, fui por mi paga y por algo más.

—Tae Hyun en verdad debo felicitarte —dijo el anciano acercándose a mi para estrechar nuestras manos— Desearía que trabajarás para mí, pero debes tener otras cosas por hacer ¿cierto?

Esto resultó ser fácil.

—De hecho, sobre eso quería hablar con usted, señor Park.

—¡Todos presten atención! —gritó mi jefe saliendo de la oficina junto a hyung— Quiero hacer un anunció.

Los presentes tomamos atención a lo que nuestro jefe iba a decir. Por un momento nuestras miradas se cruzaron y aunque me doliera logré mostrarle mi más fría mirada. Tae Hyun parecía un poco extrañado, creo que ya se dio cuenta de mi actitud.

—Tae Hyun desde ahora trabajará con nosotros —dijo finalmente.

Abrí mis ojos sorprendido pero me obligue a cambiarla enseguida por una sin importancia. Mientras que Soo Bin saltaba de alegría alrededor de Tae Hyun. Aunque sé que mi mejor amigo no siente nada por él, verlos muy juntos hace que mi corazón duela.

No quiero darme por vencido así me toque sufrir quiero dar todo de mí. Si hyung al final dice que quiere tenerme lejos de su vida entonces, lo haré. Mis demás compañeros le dieron la bienvenida y Yeji convenció al jefe para celebrar esta noche, luego del cierre.

—Sería como una fiesta bienvenida —dijo Binie muy emocionado— Por favor, señor Park.

—Todos estamos de acuerdo y sólo será por esta vez — agregó Yeji.

—Nunca le hemos pedido algo así —esta vez habló el que menos se hace notar, I.N o como le decimos Jeong In.

A todos nos sorprendió el hecho de que pronunciará aquellas palabras. En serio, lleva trabajando más de un año y hasta ahora se había limitado a decir "mesa tres", "orden lista"  y cosas así.

—Bueno creo que...— titubeo el jefe, y con nerviosismo me miró— ¿Qué dices, Beom Gyu?

Enarque mis cejas, confundido. Ahora tenía la mirada de todos sobre mi. Genial, gracias anciano. Solté un profundo suspiro y miré a Tae Hyun. Parece que esperaba expectante por mi respuesta.

—Por mi esta bien. Un poco de diversión no le hace daño, jefe.

—Está bien —dijo resignado—. Pero ni crean que pagaré por lo consuman, mocosos.

Refutamos por su respuesta.

—Entonces debe pagar el tercer mayor —dijo Soo Bin— ya que hyung es el festejado.

Maldito Soo Bin. Cerré mis ojos, suspire, y asentí sin más. En realidad no tenía problemas en pagar por algo para mi hyung pero... estos chicos se aprovecharían de aquello.

Y no me equivoqué.

Horas más tarde, en el restaurante. Nuestra mesa se lleno de carne, arroz; diferentes platillos de acompañamiento y alcohol. Todos somos mayores de edad por lo que no había problemas en pedirlo.

Me senté a un extremo al lado de Yeji y mi jefe. Frente a mi estaba Jeong In, en medio Soo Bin y al otro extremo Tae Hyun. Estábamos por nuestra segunda ronda de cerveza, cuando el mayor de todos pidió soju.

—Vamos, acepta un trago de mi parte, Tae Hyun. —me preocupé por él ya que no era muy bueno bebiendo por lo que me dijo Soo Bin —Eso es.

Llenó el contenido hasta el tope, vi a Tae Hyun un poco dudoso pero al final lo bebió todo. Sonreí por la expresión de disgusto que hizo. Mi hyung es realmente lindo.

—Hyung. No me hagas llevarte arrastrando por la calle si te emborrachas.

—Cállate, mocoso. Al que tendré que arrastrar es a otro.

Tae Hyun le sonreía a Soo Bin y era maravilloso. Amaba esa sonrisa que hacia sus ojos desaparecer. ¿Por qué no sonríe así cuando esta conmigo? Creo que siento envidia de mi mejor amigo.

—Oppa, ¿quieres un poco?

—¿Ah? Oh claro.

Respondí un poco sorprendido. Me había perdido en mis pensamientos como todo el tiempo. Yeji sirvió un poco de soju y cerveza en mi vaso, demasiado, pero no dudé en beberlo hasta lo creí necesario.

Una, dos, tres... fueron varias veces que bebí queriendo perder el conocimiento, sin embargo, el alcohol no hacia efecto. Comparado a Soo Bin y a Yeji. Los mayores estábamos consciente de nuestro alrededor.

—Yo llevaré a Yeji. Vivimos en la misma área —dijo Jeong In, tomando a nuestra pequeña Yeji que balbuceaba tonterías.

—De acuerdo, avísame cuando lleguen ¿sí? —lo vi asentir y se subieron al taxi.

Ahora sólo quedaba nuestro jefe, Tae Hyun y el ebrio de Soo Bin.

—Es hora de irme. Mi esposa seguramente me extraña —el jefe se despidió de nosotros y vi algo raro cuando se acercó a mi.

Me guiño el ojo después de articular la palabra 'suerte' sin que Tae Hyun lo notara.

—Yo no... estoy borracho, hyung ~

—Sí, Binnie. Sólo estás muy, muy feliz, ¿cierto?

—Sí ~

Negué con la cabeza. No es recomendable darle bebidas alcohólicas a nuestro Soo Bin. Lo vi tambalear, así que, me acerqué rápidamente a sostenerlo. Hyung, también estaba un poco mareado, por lo que noté.

—No te preocupes yo puedo con él.

—Claro que no —dije firmemente arrebatandole el cuerpo de Soo Bin — Ayúdame a ponerlo en mi espalda.

—En serio, yo pue...

—Dije que no, Tae Hyun – está vez soné molesto. Él asintió y acomodó a Soo Bin en mi espalda. La casa de Soo Bin no estaba tan lejos, así que decidimos caminar.

Hyung se mantuvo en silencio mientras caminábamos. Era incómodo, trataba de pensar en un tema de conversación para aligerar el ambiente pero, ¿de qué demonios podría hablar? Me golpeaba mentalmente por no saber que hacer en momentos así.

—Beom... Beom Gyu —me llamó hyung débilmente.

Detuve mis pasos pero no le dirigí la mirada.

—¿Hmm?

—Yo... —lo último que escuche fueron quejidos.

Me giré un poco asustado y vi a Tae Hyun de cuclillas vomitando en la acera. Reaccione de inmediato dejando a Soo Bin en el piso, o más bien, lo dejé caer para ir alado de hyung.

Me puse a su altura dándole ligeras palmaditas en su espalda. El mayor continuó un poco más, hasta que vació todo lo que tenía dentro.

—¿Estás bien? —asintió, limpiando el contorno de sus labios.

Recordé que llevo en mi maleta mi kit de limpieza personal, nunca se sabe cuando es necesario. Busque en el interior y se lo di a hyung. Él me agradeció antes de tomar el enjuague bucal y después un poco de agua. Yo me aleje de él para ver a Soo Bin pero...

—Demonios. ¡Soo Bin! —se había perdido.

—¿Dónde esta Binnie?

—No lo sé. Lo dejé aquí y...

—¡Agh! Ese niño.

Tae Hyun miró alrededor, notaba lo molesto y preocupado que estaba que por un momento odié a mi amigo. Bajé mi mirada, mientras mis manos formaban puños. No estaba bien sentirme así, quiero a Binie como si fuera mi hermano.

—¡Soo Bin-ah! —gritó Tae Hyun y antes de que se fuera lo agarré del brazo— ¡¿Qué haces?! Debemos encontrar a Soo Bin.

—Hyung... —mi voz sonaba entrecortada. Tae Hyum intentó soltarse de mi agarre pero yo ejercí más fuerza.

—¡¿Qué sucede contigo?! Beom Gyu no estoy para tus ton...

—¿Por qué no puedo ser yo?

— ¡Suéltame!

—¿No puedes ver a mi corazón? Hyung...

Conecté mi mirada a la suya pero no podía verlo claramente debido a las lágrimas. Estaba llorando frente a él, debo verme patético ¿cierto?

Sentí como Tae Hyun dejaba de luchar para soltarse. Limpie mis lágrimas rápidamente y lo solté. Estaba demasiado avergonzado como para verlo.

Mi única opción era escapar, corrí lo más rápido que mis piernas me permitían, sintiendo el viento golpear mi rostro secando las lágrimas. Llegué a la parada de autobuses y me detuve.

Se me dificultaba respirar teniendo un fuerte dolor en el pecho. Lleve mi mano a esa zona y comencé a golpearla levemente, pensando así que el dolor se detendría.

—¡Oye! ¡¿Estás loco?! ¡Podrían haberte atropellado! Ibas corriendo sin fijarte en los autos.

Esa voz...

— Choi Beom Gyu, eres un maldito loco.

Era la voz de mi hyung.

— ¿Estás bien?

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¡¡He regresado!! 💃🏻 ¿Cómo han estado? Espero que muy bien!! 💖💖

¿Desean doble actualización por los días que no pude actualizar? 🤔

Ahhh, Taehyun y Beomgyu son tan lindossss, ¿ustedes si quieren que terminen juntos? 🤔