CAPITULO 21
Vería las estrellas, sí. No con Kai, ni hyung, mamá, o con papá.
Era la primera vez que lo haría con una persona distinta. Con alguien a quien apenas conocí, de la cual me enamoré, y quien más daño me ha causado.
¿Qué confiara en él? Aunque mi mente y mi corazón mantuvieran una guerra por sus diferentes opiniones al final el corazón ganó, y por ello decidí ir con él.
Mis ojos se cerraron en cuanto abandonamos la ciudad, Yeon Jun me aseguró que todo estaría bien, me llamaría una vez que llegáramos a nuestro destino.
Entre sueños vi a papá. Era más bien un recuerdo de cuando tenía cinco años. Ambos jugábamos todo el día, en mi cumpleaños, para ese entonces Huening Kai aún no nacía.
Así que, tenía toda la atención del mayor.
En mi cumpleaños número seis, papá me regaló un telescopio con lo cual observamos las constelaciones por las noches, solo nosotros. Extrañaba tanto esos momentos.
Cuando Kai tuvo edad para ir con nosotros fue realmente genial. Y aunque me sintiera un poco celoso, disfrutaba el momento.
—No te preocupes, estaremos de vuelta en un par de días, Kai. Te agradezco mucho lo que hiciste por mi.
Pude escuchar la conversación entre ellos, y también como el menor le advertía que si algo me pasaba lo mataría. También escuché la voz de mamá.
—Está bien, señora Kim. Cuidaré de él. Tenga buena noche.
¡¿Ella también estaba involucrada en todo esto?!
—¿Qué le dijiste a mamá? —le pregunte un poco ansioso, causándole un susto que, causó que perdiera el control del volante.
Yeon Jun frenó de golpe, tuve que sostener a Sky muy fuerte para que no se cayera.
—Mierda, Soo Bin. ¡No me asustes así!
—¿Acabas de insultarme? —Yeon Jun frunció el ceño, mirándome desafiante—. Es suficiente, quiero ir a casa.
—Soo Bin...
—No hables. Sólo llévame a casa.
Cuando creí que lo haría no hizo más que seguir avanzando. Incluso le puso seguro a las puertas. Yeon Jun hizo caso omiso a todo lo que dije, hasta que topé el tema de esa noche.
—Binnie, sé que estuvo mal pero todo es un malentendido.
—Claro que no. Yo los vi, no seas tan cínico para negarlo.
—No lo soy —dijo cabizbajo. Posterior a eso orilló el auto a un lado de la carretera—. Te juro nunca quise hacerte daño, todo... todo fue un maldito error.
—Ni siquiera me buscaste o me diste una explicación.
—Tengo mis razones, Binnie. Sólo deja que demuestre todo lo que siento por ti ¿mmh? —tomó mi rostro entre sus manos, depositando un corto beso en mis labios— por favor.
Uní nuestras frentes sintiendo la mezcla de nuestras respiraciones. ¿Podía confiar en sus palabras? No estaba seguro.
—Por favor —volvió a pedir, y para ello hizo un poco más fuerte el agarre.
—Tienes una oportunidad para hacerlo, Yeon Jun.
No podía negarme.
Estaba enamorado de él.
Y mi corazón no podía dejarlo ir fácilmente. Quería arreglar las cosas, quería tenerlo para mí, que sólo me viera a mí. Sentir sus labios como ahora.
La suavidad con la que comenzaba en un principio, luego tornándose algo pasional, algo increíble; adictivo. Mordí ligeramente su labio inferior sacándole un gemido ronco.
Él tomó mi traviesa mano que indiscretamente se colaba sobre su camisa. Gruñí en cuanto se separó de mí. Podía sentir su mirada a pesar de que tenía mis ojos cerrados.
—Espera un poco —susurró en mi oído a la vez que mordía esa parte sensible.
¡Dios! Mi cara enrojeció al instante, mucho más cuando sonrió de la manera que me gusta. Era un jodido idiota. Humedecí mis labios al mismo tiempo que desviaba mi mirada.
Yeon Jun volvió a poner el auto en movimiento, y sólo ahí solté un suspiro. Mi rostro no demostraba nada, pero internamente las estúpidas mariposas revoloteaban de alegría.
Había escuchado cuán importante era para Soo Bin su cumpleaños. Era algo muy significativo para él, poder viajar y ver las estrellas.
Y es por ello que decidí hacerlo.
Quería que tuviera un extraordinario cumpleaños. Nunca pensé que las cosas me salieran tan mal. Por eso debía enmendar mis errores, y conseguir su perdón.
Soo Bin se quedó dormido, otra vez. Su rostro era pacífico y tan tierno que podría capaz de algo ahí mismo. Aún nos quedaba tiempo para llegar, conduciría toda la noche hacia dicha playa.
Tenía todo listo para cuando lleguemos.
Una cena, un lugar cálido donde pasar la noche, y un evento especial.
Me sentía nervioso.
Mi "yo" interno se negaba a darse por vencido, y esperaba que la reacción de Soo Bin fuera grata. Sino, no sé lo que haría.
—Chang Bin, ya terminé con esto. ¿No se ve genial?
Tomé la cintura de mi novio y lo atraje hacia a mí causando el choque de nuestras pelvis. Felix se sonrojo al instante, lo había sentido, y eso era lo que quería.
—Te quedó espectacular —respondí colocando mi barbilla en su hombro—. Todo lo haces perfecto.
—C-Chang Bin —dijo entre jadeos cuando comencé a besar su cuello, succionando su deliciosa piel— Para, ellos llegarán en cualquier mom...
Mis labios atraparon los suyos dejando que las palabras quedarán en el aire. Me abstuve de tocarlo desde que llegamos, y es que Felix es el único culpable de ser así.
Tan irresistible.
Sentí como rodeaba mi cuello, y entonces mis manos bajaron a sus perfectos glúteos, los apreté haciéndolo jadear. En sus ojos había aquel brillo que me indicaba que, estaba dispuesto a hacerlo.
—Entonces, debemos aprovechar el tiempo —le susurre sin dejar que me diera una respuesta lo cargué hasta la cama donde los pétalos de rosas volaron en toda dirección.
Lo sentía por mi amigo pero disfrutaría de mi novio hasta mientras.
El lugar era realmente impresionante. Sonreí satisfecho cuando bajé del auto, sentí la una ligera brisa sobre mi rostro, y un poco después escuche a sungyeol exclamando con emoción a mi lado. Una brillante sonrisa apareció.
Giré mi rostro para verlo, sin decirle nada, acomodé la bufanda que traía puesta. Lo enrollé bien alrededor de su cuello, sin dejar de mirarlo, sabia que lo ponía nervioso, y realmente estaba feliz de seguir causando aquello en él.
—Puedo hacerlo solo —espetó fingiendo estar molesto, quiso quitar mis manos pero lo sujeté con fuerza para atraerlo a mí. Sonreí.
Sus mejillas tenían un lindo color carmesí.
Cuando me separé de él, saqué una venda de mi bolsillo, me puse detrás y lo cubrí rápidamente. Por supuesto que gritó, pero como era costumbre lo callé con mis besos.
—Vamos —le ordené tomándolo por los hombros, pero se negaba a seguirme—. Soo Bin... —utilicé un tono autoritario que funcionó.
—Más te vale que no sea una broma, porque te juro Choi Yeon Jun, te odiaré el resto de mi vida, y conocerás a ese Kim Soo Bin que odia ser humillado. ¿Recuerdas a mi ex? Te conté lo que hice con ella, y sí te puedo hacer algo peor, no me in...
—Si, Si... sé como eres, Binnie. —en cuanto quité la venda sus ojos se abrieron en demasía, le era imposible decir algo.
Por lo que decidí guiarlo (a torpes pasos) por el camino de velas hasta la mesa donde nos aguardaba una deliciosa cena. Sky nos seguía obedientemente, así que, lo liberé de la correa. Soo Bin miró alrededor de la casa, todo le parecía asombroso, al juzgar su graciosa expresión.
—¿Te gusta? —pregunté un poco tímido. De acuerdo ¡estaba nervioso!— toma asiento.
Retiré la silla con cuidado y él obedeció.
—¿De... De quién es está casa?
—Bueno, no es necesaria esa información —temía que se fuera si supiera quien es la dueña—. ¿Te gusta? —volví a insistir, viendo como una pequeña expresión de molestia era reemplazada por una sonrisa.
Asintió.
—Es muy lindo —admitió bajando la mirada—. Gracias.
—No hay po...
—Pero no creas que una simple cena me convencerá del "amor" que dices tener por mi.
Me dolía que pusiera en duda mis sentimientos. Esta bien, es mi culpa. No lo niego. Pero ¿acaso todo lo que hemos vivido juntos no era suficiente para tener una pequeña esperanza en lo nuestro? Fui sincero, y tan solo quería hacer las cosas un poco diferente.
Nunca pretendí perderle de esa manera.
Y aunque él haya "terminado" conmigo, yo no.
—Buenas noches, caballeros —la repentina intervención de mi elegante y sonriente amigo, Felix fue en el momento justo—. Seré quien los acompañe en esta velada, cualquier cosa que necesiten no duden en llamarme. Mi nombre es Felix.
Finalizada su presentación mi amigo se retiró de la mesa, no sin antes alzar su mano en forma de puño, articulando un claro '¡Fighthing!' .
Cuando regrese mi mirada a Soo Bin, él entrecerraba sus ojos.
—¿Qué hace Felix hyung aquí y por qué actúa así?
Como respuesta solo le sonreí, porque también noté a Felix algo sospechoso. En ese instante apareció Chang Bin, y la mirada de Binnie ahora era una mezcla de extrañeza y sorpresa.
—¿Usted también Chang Bin hyung?
—Hola, Soo Bin.
—¿Chang Bin, todo esta bien? —mi amigo asintió dejando la botella de vino en la mesa.
Encendió las velas y se retiró. Era momento de actuar, así que, me levante y camine hasta la parrilla para comenzar a asar la carne y la variedad de comida que era la favorita de Soo Bin. Él no salia de su trance, y cuando lo hizo vino a mi lado.
—Espera un rato más, enseguida está la comida.
—Yeon Jun, no tienes que hacer esto. —su voz sonaba entrecortada y aquello no era bueno.
—Debes tener hambre, en serio, falta poco para que este. Espera un poco más ¿si?
Soo Bin pareció entender mi desesperación así que volvió a su lugar. Tenía que contener mis lagrimas pero no pude, ellas solo fluyeron. Al poco tiempo comenzamos a comer, en silencio. Sin embargo disfrutaba de sus expresiones al comer.
—¡Esta delicioso!
—Felix hyung es un excelente Chef —confesé. Aunque me hubiese gustado preparar algo para él además de la carne.
—¿Felix hyung? ¡Woah! —asintió— El mejor del mundo, diría yo.
—Muchas gracias. —hyung apareció de la nada haciéndonos sobresaltar— Lo siento. Vine porque llegó una invitada inesperada.
Mis ojos se abrieron en demasía cuando vi a Lia y su singular forma de caminar acercándose a nosotros. ¿Qué demonios hace aquí?
—Hola.
—¡Esto es el colmo! —exclamó Soo Bin pretendiendo irse pero antes de que yo reaccionara Lia lo detuvo— ¡¿Qué crees que haces?! No quiero ser grosero, así que, suéltame.
—Cállate y escucha, niño. He venido para ver que tan genial dice Yeon Jun que eres. Pero antes mis ojos eres una persona —oh, no...esto no puede ser— ordinaria.
—¡Lia! —ella me miró y sonrió divertida. La obligué a que soltara a Soo Bin, y a cambio recibí un empujón de su parte.
—¿Qué acabas de decir? —Soo Bin la enfrentó— ¿Ordinario? Cierto, no estoy a la altura de Yeon Jun. Pero nadie me llama ordinario y vive para contarlo. Escuálida.
—¿Y lo dice la representación de "Melman" la jirafa de Madagascar?
—¡OYE!
—Soo Bin —lo llamé un poco temeroso por como reaccionaría— te juro que yo no sé qué hace ella aquí.
—Está es mi casa. Por si se te ha olvidado Yeon Jun.
¡DEMONIOS!
—Y tengo un motivo por el cual estar aquí. No me iré hasta cumplirlo. Escúchame bien, Soo Bin, ¿cierto? Esa noche lo que tu viste no fue un error. Lo hice, besé a Yeon Jun —la expresión de todos fue de sorpresa— me sentí tan celosa de que él me pidiera ayuda solo por darte una sorpresa a ti. Fui testigo de todo lo que ha sufrido en estos días por mi "pequeño" impulso y realmente él... —Lia fijó su mira en mí— te ama. Yeon Jun nunca te engañó fui yo la causante de todo. Aunque considero estúpida su manera de hacerlo, aun así, lo siento.
—¿Puedo saber en qué piensas?
El viento era cada vez más frío, y ahora más que nada necesitaba un abrazo. Un cálido abrazo de la persona que amo. Levante mi mirada y ahí estaban ellas, brillando con toda intensidad, en el mismo lugar, a su lado la luna.
Papá ¿me estas viendo? Binnie ha cumplido otro año más, esta vez sin ti. Pero esta feliz, porque sé que mandaste a alguien para estar conmigo, para que ya no me sintiera solo.
Él ha sabido demostrar su amor, ha hecho junto a mi buenos recuerdos.
y por ello...
—Pienso en ti, en mi, en nosotros.
—Ya veo —Yeon Jun se sentó a mi lado. Su cabello estaba un poco alborotado por el viento y sin importar que, seguía viéndose genial—. Sobre lo que paso hace un momento.
—Shh, lo sé. Entiendo, solo quédate en silencio, Yeon.
—Desearía que fuera así, Binnie. Pero debo decírtelo... —él tomo mi rostro quedando tan cerca que podía respirar su aroma, ver con claridad sus perfectas facciones. Sonreí, y sin que se lo esperará roce nuestros labios.
—También te amo. Gracias por todo lo que has hecho está noche.
Su rostro confundido se iluminó al instante. Negó.
—Gracias a ti, por existir, y llegar a mi vida —me besó—. Nuestra vida —dijo, en cuanto dubu se nos unió, y volvió a besarme— Feliz cumpleaños, mi Binnie.
En ese momento el sonido de fuegos pirotécnicos me hizo saltar. Con ellas la escandalosa risa de Felix y Chang Bin hyung, yo reí con ellos, estaban realmente locos. Cuando creí que todo aquello era suficiente, Yeon Jun hizo que me levantara de la arena, y me guiará de nuevo a la casa.
Solo que esta vez una sorpresa me esperaba allí.
"¿Está grabando? Oh, si... ¡Hijo! soy yo, mamá... bueno, yo no quería salir en esto pero mi querido Yeon Jun dijo que lo hiciera. Ah, estoy tan avergonzada. ¿Mi rostro no se ve grande, cierto? "
—¿Qué es esto? —Yeon Jun solo me indico que siguiera viendo la pantalla.
"Mi Binnie, has crecido demasiado, bebé. ¿Recuerdas ésto? ..."
—¡Oh , no! dime que no te mostró mis fotos de bebé.
—Eras tan lindo cuando estabas en pañales.
—¡Yeon Jun!
"Te deseo lo mejor para ti y tu novio. Él es un gran chico ¿sabes? espero que sepa cuidarte, y soportar tus genios jajaja..."
—Lo saqué de ti, mamá.
"Feliz cumpleaños, bebé. Te amo..."
—También te amo —respondí como si ella estuviese presente. Todo esto me había causado una gran impresión que, me sentí tan feliz y comencé a llorar.
"¡HYUNG! yo también te amo y estaré de acuerdo si quieres asesinar a ese zorro..."
—Huening Kai es tan malvado —dijo Yeon Jun bufando por sus palabras.
"...así que no le hagas caso a los demás, mientras haya confianza entre ustedes dos todo puede arreglarse. Pero si vuelves a hacerle una tontería así ¡te mato Choi Yeon Jun!"
"E-Está bien, no te enojes." —era la voz de Yeon algo temerosa. Le doy la razón mi hermano menor da miedo.
—Parece que estas advertido —bromeé—, no vuelvas a hacerme llorar ¿entendido?
—Si, señor.
Conforme avanzaba el vídeo aparecían los chicos de la cafetería, Chang Bin y Felix hyung que en ese momento habían desaparecido. Y finalmente Beom Gyu y Tae Hyun hyung, éste ultimo parecía esforzarse en decir unas palabras.
Y es que a hyung nunca le gusto este tipo de cosas. Me reía al ver como Beom Gyu intentaba hacerlo reír.
"Como sea, feliz cumpleaños" —concluyó Tae Hyun asintiendo, creyendo que así se vería cool— "Bye"
"Te amamos Binnie" —Beom Gyu hizo sus famosos corazones y se despidió.
Fue ahí cuando el vídeo terminó, y así pude limpiar el rastro de mis lágrimas. Pero...
—¿Es todo? ¿qué ahí de ti? —dije un poco desanimado.
—Yo, tengo otra manera de expresar mis deseos para ti, y no precisamente con un pastel.
Yeon Jun, como la primera vez en aquel viaje, se acercó a mi peligrosamente. Intenté retroceder pero estuve a punto de caer. Me sonrió a la vez que me cargo en sus brazos, me besó, pero aquel beso significaba algo más y lo entendía.
Los besos subieron el tono mientras me llevaba a una de las habitaciones, admito que estaba nervioso pero era algo que había deseado desde mucho antes. Mi piel quemaba con el contacto de su piel, lo poco que logré ver en la oscuridad de la habitación fue los pétalos de rosas.
—Espera —lo detuve una vez me recostó en la cama.
—¿Qué sucede? —noté un poco de decepción en su mirada.
—¿Es la casa de esa chica, cierto?
Yeon Jun asintió extrañado.
—Genial
"Es hora de mi venganza".
Atrapé sus labios nuevamente dándole a entender que accedía a todo lo que pasara en esa noche. Sus labios dulces, bajaron por mi cuello, yo solo me dedicaba a disfrutar de su tacto, de su aroma y de aquella lengua que recorría con suavidad mi piel.
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Esto es todo por hoy, espero les haya gustado estos 4 capitulos, sin más que decir, gracias por todo su apoyo. 💖💖💖
Hasta la próxima semana. ❤❤
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