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CAPITULO 19

Beom Gyu:

¡¿Pero que...

Te ves tan guapo, hyung >\\\<
Eres tan sexy.

¡No!
Choi Beom Gyu elimina esa foto ¡AHORA!

No. Esta tan Grr

¡Mira pedazo de... Enviar ■


La llamada entrante impidió que le dijera un par de cosas al idiota de Beom Gyu. Me incorporé sobre mi cama de un salto, miré el reloj en el buró, era tarde.

Pero no era la hora la que me preocupaba, sino, la persona quien me llamaba.

—¿Yeon Jun?

—Tae Hyun, necesito que me ayudes.


Las cálidas sábanas me protegían del frío. Un frío que invadía mi cuerpo, algo que ni los brazos de mamá podían quitar. Decidí no ir a la universidad, no me encontraba de ánimos.

Kai antes de ir a la escuela pasó a saludarme, junto a mamá, ella dejó un poco de comida para mi. No probé ningún bocado en todo el día, ni siquiera tenía planeado salir de la cama.

Un ruido me hizo sobresaltar de repente, cogí mi celular y vi que mi hyung me había llamado más de cinco veces, incluido Beom Gyu. Con pesar logré incorporarme en el borde del colchón.

Me puse las pantuflas, y estire mi cuerpo. Mi vista, como de costumbre, se fijó en la casa de enfrente. Entonces, los recuerdos de anoche y con ellos una punzada en mi pecho me hizo gemir.

—¿Por qué Yeon Jun? -susurré dejando salir nuevas lágrimas.

Fui hasta la ducha, me metí bajo el chorro de agua con ropa. Dejé que las lágrimas fluyeran nuevamente. ¿Hice algo mal? ¿Acaso no fui lo suficiente para él?

Tomé un baño de aproximadamente una hora. Salí más arrugado que un anciano, y eso en realidad no importaba. Cuando me di cuenta era medio día, fui hasta la cocina.

El desayuno se veía delicioso pero continuaba sin apetito.

Me preparé una taza de café, aún así no pude disfrutar el sabor amargo y dulce de mi bebida favorita. Nada sabía igual. Me quede una vez más viendo hacia la ventana, y podía jurar que sentía su mirada.

Debería enfrentarlo.

Debería ir y golpearlo.

Debía...

El timbre me sacó de pensamientos. Los cuáles provocaron que por poco y rompiera mi taza favorita. Fui hasta la entrada a pesados pasos, y abrí.

—¡Maldita sea, Kim Soo Bin! Te he estado llamando toda la mañana —reclamó mi hyung entrando al interior para dejarse caer al sofá—. ¡Aghs! Estoy muerto, fue difícil escapar de Beom Gyu sólo por venir a verte.

Cerré la puerta soltando un suspiro.

—¿Para qué? —respondí fríamente, y al ver el rostro confundido de mi hyung aclare mi voz— Beom Gyu debe sentirse triste. No vuelvas a hacer eso, hyung.

Él bufó.

—Yo hago lo que me de la gana —refutó, mientras se cruzaba de brazos y con la mirada me indicó que me sentará.— ¿Por qué faltaste a clases?

Por un momento quería contarle, necesitaba un consejo, necesitaba consuelo pero si hyung lo sabía, probablemente, mataría a Yeon Jun. Aunque ¿eso es bueno, no?

—Tengo... bueno, verás es algo... —y por primera vez me sentí agradecido por el sonido del timbre.

—Oh, no... ya me encontró.

Los golpes exigentes me dieron a entender de quien se trataba. Le abrí la puerta a Beom Gyu, y mi ex rubio amigo ingresó al interior en busca de mi hyung.

—Hola, Binnie. Está... ah, con que estas aquí.

—Ustedes parecen Tom y Jerry —dije al ver como Tae Hyun intentaba huir de los brazos de Beom Gyu.

Al menos ellos están bien, puedo confiar en Beom Gyu, y Tae Hyun... Bueno, mi mejor amigo ha cambiado poco a poco su actitud con él, y parece que su relación es cada vez más fuerte.

Y de nuevo aquella sensación se hizo presente, obligándome a girar mi rostro, pero está vez lo vi. Sus ojos se encontraron con los míos, por un segundo, sólo por un maldito segundo quise ir con él.

No podía descifrar la manera en que me miraba.

Estaba furioso, herido, quería... y entonces azote la puerta. Mi mano se aferraba con fuerza a la perilla, intentaba regularizar mi respiración pero sencillamente no podía.

Hice un esfuerzo para que las lágrimas no salieran.

No quería que mis amigos sospecharan, pero dolía, porque él ni siquiera intentó hablar conmigo; ni una llamada, ni un mensaje. Yeon Jun había desaparecido de mi vida durante tres días.

Mientras concluía la semana me sentía cada vez más desesperado. No tenía noticias de él, ya ni siquiera lo veía. Según Kai, Yeon Jun recientemente esta muy ocupado.

El menor lo sabía, me había escuchado llorar por las noches y fue así que dedujo muy rápido lo que pasaba. Al regresar del colegio me confesó que fue a golpearlo.

Y al final Huening Kai me dijo algo un poco extraño.

—Algo nuevo y emocionante está por pasar, hyung. Sólo debemos esperar a que la luna llena aparezca.

—Creo que debes dejar de ver la saga de 'Twilight', hermanito.

Aquella película de vampiros es la obsesión del menor.

Luna llena... pronto habría luna llena. Y ese día...

—Entonces, destrozaste el corazón de Soo Bin sólo por esto. ¡¿Acaso tiene sentido estúpido loco?! Nunca debí entregarte a Soo Bin ¡NUNCA!

—Yo también le dije que era un idiota.

—¡Y eso de que me sirve! Creí que eras el más sensato de los dos, Chang Bin. Escúchame bien, Choi Yeon Jun. Más te vale que todo esto funcione, porque te juro que, haré todo lo posible para que él no regrese contigo.

Dicho esto el chico de ojos pequeños quiso retirarse.

—¿Qué hay de Beom Gyu? Él te ama, y tú sólo estas con él por "olvidar" a Soo Bin. No es justo. —espeté, y con esto detuve sus pasos.

Era un error. Lo sabía pero necesita la ayuda de él. Aunque después de decir esto, quizás lo haya jodido. Pero aun así, continué.

—Nunca le haría daño a Soo Bin. Sé que no fue nada inteligente lo que hice, ni mucho menos pensé que esa chica sobrepasara los límites al besarme. Créeme Tae Hyun. De no ser así, ni siquiera estaría pidiendo tu ayuda.

Algo tonto fue haberle pedido a Lia (modelo de la agencia) que me ayudará a darle celos a Soo Bin. No creí que ella malinterpretara todo y en el estado que me encontraba esa noche... Dios.

No fui capaz de arreglar las cosas con Binnie. Me sentí pésimo cuando al despertar recordé su rostro lleno de lágrimas, por mi culpa. Chang Bin ha sido testigo de como todo esto me ha afectado.

—Es la primera vez que se enamora verdaderamente de alguien —le aseguró mi amigo fijando una mirada seria en él.

Tae Hyun mantuvo una expresión neutra por unos segundos, que se convirtieron en una eternidad para mi. Quería ir detrás de él y mandar al carajo todo lo que había planeado.

Mi Binnie era más importante.

No podía acostumbrarme a su ausencia.

Y ahora más que nada me di cuenta de que sin él, sinceramente no podía vivir.

—Tae Hyun —dije sin contener mi desesperación por su respuesta.

—De acuerdo.

—Gracias. Muchas gracias.

Los días siguientes estuve lleno de trabajo pero me era difícil concentrarme. Lia se disculpó conmigo luego de que le conté quien era esa persona y que significaba en mi vida.

Y ella se ofreció a ayudarme también.

Me dijo que, como disculpas hacia Soo Bin me prestaría su casa de playa en el mar del este. Lo cual agradecí. Tenía planeado algo sumamente especial, que me ha traído problemas pero ¿valdría la pena?

Esperaba que sí.

"Terminamos" aquella palabra volvió a estremecer mi cuerpo. No estaba en mis planes terminar, ni hacerle daño, no podía. Soo Bin es mi vida, una parte de mi.

Tomé a Sky en mis brazos una vez que llegue a casa. Estaba todo oscuro, y parecía que esa noche llovería. No quería cenar, además no había nada para comer.

Ya nada era igual.

Llené un poco de su plato y dubu no tardó en comerse todo. La lluvia empezó. Tres días habían pasado, los peores de mi vida. Mi casa era silenciosa, oscura, y fría.

Sin darme cuenta un par de lágrimas descendieron por mis mejillas, lo extraño.

Esa noche lloré hasta quedarme dormido. Incluso en mis sueños lo que sungjong me gritó, se convirtió en una pesadilla. El menor directamente me dijo que:

"Esperó que hyung te acepte, de lo contrario, si encuentra a otro chico que no sea un imbécil como tú, lo apoyaré. Él no merece sufrir, hyung es muy importante para mi y quiero verlo feliz"

Y justamente estaba viendo a Soo Bin en brazos de otra persona, sonriendo. Como lo hacia para mi. Por más que quisiera acercarme no lo podía alcanzar.

Me negaba a perderlo.

—No, no... ¡Soo Bin!

El aullido de Sky junto a un espantoso trueno me despertaron. Las gotas de sudor bajaron por mi frente, Sky corrió a mi lado, ocultándose entre mis piernas. Odia los truenos.

Tal vez porque el día en que Soo Bin lo encontró hubo una fuerte lluvia.

Lo acaricie para que no se sienta desprotegido. Está noche dormiría conmigo, así que, me levante del sofá y cuando estaba por subir las escaleras los golpes en mi puerta me hicieron sobresaltar.

Pestañee un par de veces antes de reaccionar. Era él, mi Soo Bin.

—¿Qué...

—Sky —musitó antes de coger al perro en sus brazos pero se lo impedí ya que estaba empapado— ¡Dame al cachorro!

—No.

—Choi, dam... —sus palabras fueron cortadas por la tos. Dejé a dubu en el piso y obligue a Soo Bin entrar.

Fui rápidamente a mi habitación por toallas limpias y algo de ropa que tenía de él. Mi corazón estaba agitado, en realidad estaba emocionado y asustado a la vez.

Bajé las escaleras con miedo de que se haya ido pero él estaba ahí.

—Toma —le extendí las prendas. Él las rechazó—. Te enfermaras, sólo cúbrete con ellas.

Su silencio me estaba matando. Al final acepto ponerse ropa limpia y mientras se duchaba yo preparaba algo caliente para él. La lluvia no cesaba, y como si eso fuera poco la luz se fue.

—¡Ahhh! —el grito de Soo Bin me alarmó.

Mis pies se movieron al instante pero no veía absolutamente nada. Trate de recordar donde estaban las linternas, pero otro grito me obligó a subir las escaleras a oscuras.

—¡Soo Bin! —toqué la puerta— voy a entrar.

—Yeon —escuché su voz y escasamente pude ver su silueta. Apenas me acerqué a él, se lanzó a mis brazos.

Nuestros cuerpos reaccionaron al contacto entre su piel fría y la mía. No nos alejamos, al contrario, me aferre a su cuerpo respirando su aroma.

Lo sentí removerse.

—Suéltame.

—No quiero. Por favor, detente.

—¡Déjame! —Soo Bin me empujó con fuerza casi caí al piso—. Yo sólo vine por Sky. No quiero escucharte, ni siquiera te acerques a mi. En cuanto pase la lluvia me iré.

—Binnie...

—¡¿Acaso no tienes velas, o algo?! Odio la maldita oscuridad.

—En el cajón de mi buró. —dije sin ánimos.

Es más, agradecía en ese momento que la oscuridad no dejará a la vista las traicioneras lágrimas. Dolía tenerlo tan cerca pero tan lejano a la vez.

No sé si soportaría sólo un día más sin él.

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Segunda actualización, durante el día subiré los otros dos capitulos. 💖❤

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