Los sollozos disminuyeron conforme pasaban los minutos. Era el único sonido que se escuchaba en la habitación. Beom Gyu tenía la nariz roja, y los ojos hinchados. Decidí que era suficiente por ahora y me acerqué a él.

Había permanecido a una distancia considerable y ahora lo tenía tan cerca de mí. Tomé sus hombros con firmeza, ambos, conectando nuestras miradas. Y sólo entonces me di cuenta de aquellas perlas negras e intensa mirada.

Que pese a todas las lágrimas derramadas no perdían su brillo.

Beom Gyu y yo nos quedamos en silencio. Él parecía un poco asustado pero en ningún momento me alejó. Mis manos tampoco se lo permitirían. Vi como su labio inferior temblaba como señal de que volvería a llorar.

—No lo hagas. No quiero escucharte llorar otra vez.

Pero entre más ejercía dureza en mi voz parecía no tener efecto. Poco a poco Beom Gyu incremento sus sollozos. Era como un niño pequeño. Malcriado y llorón. Y yo... no tenía paciencia para soportarlo.

—¡Detente! Eres un adulto no un niño, Beom Gyu. Compórtate como tal.

—Hy-Hyung.

Bajó la mirada dejando caer otro par de lágrimas. Este chico sabía como hacerme sentir la peor basura del mundo. Sus hombros subían y bajaban sin parar. Al parecer tiene mucho líquido por botar. Genial.

—Es suficiente, Beom Gyu —murmure e inconsciente de mis actos rodee su cuerpo entre mis brazos.

Esto pareció haberlo sorprendido pero inmediatamente se aferró a mí. Parecía tan indefenso, que al contrario de lo que pensaba, no estaba mal. Era la primera vez que sentía está necesidad de consolarlo.

Porque, después de todo, fui yo quien le hizo daño.

Una de mis manos acarició suavemente su cabello y la otra dio ligeras palmaditas en la espalda. Al menos debía hacer eso ¿no? Choi provocó un sentimiento nuevo en mí. Logró remover cierta parte en mi interior.

¿Pena? No, no lo era.

Repentinamente, sentí miedo.

Lo aleje bruscamente. Mi cuerpo se hizo hacia atrás y un poco desconcertado me puse de pié. No sabía por qué de repente mi cuerpo reaccionó de esa manera pero... ¡demonios! Toda la situación me parecía confusa en ese momento.

Me llevo a ignorarlo de nuevo.

Arreglé las mantas en el piso y me acomode en ellas. Cubriendo mi cuerpo completamente, cerré mis ojos, y de repente en lo único que pude pensar en toda la noche fue en la triste mirada de Beom Gyu.

¿Qué fue lo que sucedió entre nosotros? Porque... ¿por qué correspondí aquel beso? ¿por qué no podía dejar de sentir aquella sensación en mis labios? Era imposible.

Por más que tratará de olvidarlo. No podía, ni quería. Hasta ahora es lo mejor que me había pasado. Nunca antes había sentido tanta satisfacción en un beso y...

¡No!

Es Yeon Jun.

Yeon Jun es el culpable de todas y cada unas de esas sensaciones dentro de mí. Dejé que las cosas pasarán así de repente pero ya no podía seguir fingiendo.

Él, realmente me gusta.

—Binnie —escuché mi nombre a la distancia pero no me atreví a responder—, ¿estas dormido?

Debía enfrentar todo esto. Sin embargo me quede callado.

—Escucha —continuó y al parecer se movió de su lugar. Ya que, Chang Bin hyung estaba en medio de nosotros— No quiero que te sientas incómodo. Sólo... sólo olvida lo que pasó ¿sí?

¿Olvidar?

—Es muy tarde para eso —respondí. Siendo cauteloso me incorporé sobre las mantas dándole la espalda—. No puedo olvidarlo.

Lo escuché suspirar.

—¿No te gustó? —me atreví a preguntar aún si tenía miedo a su respuesta. Y posterior me di la vuelta para conectar nuestras miradas— No te gustó ¿cierto?

A veces odiaba esa estúpida expresión en él. No me permitía descifrar como se siente, y esa mirada tampoco me ayudaba. Choi Yeon Jun si no sientes nada por mi entonces...

—Me encantó. No te imaginas lo mucho que he esperado por besar tus labios.

Un leve ardor en mis mejillas se hizo presente y pese a la distancia que nos separaba, Yeon Jun, se las ingenió para acercarse a mí y acariciar mi mejilla. Parecía un sueño. Uno que anteriormente había soñado.

Estar así con él y confesar lo que siento. Sólo que nunca podía ver el final de aquel sueño. Sus oscuros ojos se posaron en los míos, sonreía de manera que sus hoyuelos se asomaban y eso me encantaba. Yo también sonreí.

Con su mano en mi mejilla fue acercándome poco a poco hasta rozar el ápice de mi nariz con la suya. Podía sentir su respiración en mis labios. Mi mirada bajó a sus labios, era irresistible, quería volver a probarlos, sentir su dulce y cálido contacto.

Tan sólo unos centímetros nos bastaba para confirmar una vez más lo siento por él. Pero...

—No, Felix. Juro que no me comí tus galletas.

Casi di un salto cuando hyung agitó sus manos al aire y agarró a Yeon Jun del brazo. Hizo un par de movimientos y prácticamente atrapó su cuerpo, abrazándolo como si de un peluche se tratase.

Aquello debió molestarme pero sólo me reí de ver como luchaba por zafarse.

—Buenas noches, Yeon.

—Espera ¿No pretenderás dejarme así? ¿Binnie?

Y mientras Chang Bin balbuceaba por un tal dino bebé, yo cerré mis ojos pensando en él.

—Siento lo de anoche, Yeon. Extraño mucho a Felix.

—No importa. Y si tanto lo extrañas ¿por qué decidiste venir?

Estaba mal escuchar las conversaciones ajenas pero no pude evitar seguirlos a escondidas cuando los vi salir. Ahora me escondía detrás del árbol y ellos estaban a una distancia considerable donde podía escuchar lo que decían.

—Supongo que necesitaba un tiempo a solas —respondió hyung encogiéndose de hombros y Yeon Jun asintió— Entonces, ¿qué pasó con Soo Bin?

—No sé de que hablas. —dijo Yeon Jun casi de inmediato.

Hyung ¿nos habrá visto? Eso..

—Vamos, Yeon. —la manera en que sonreía no era muy agradable— Ayer cuando les fui avisar lo de ese par de niños los encontré besándose.

—Tú...

¡Nos vio!

—Si, pude ver sus sombras y cuando los encontré estaban algo agitados ¿cierto Soo Bin?

—Soo...

¡Pero qué demonios!

Trate de ocultarme lo más que pude pero Yeon Jun volteó al instante. Estaba tan avergonzado que salí corriendo en otra dirección. No podía verlo en este momento ni mucho menos a Chang Bin.

Me detuve una vez llegué al río. Dejé mis pies descalzos y los zapatos a un lado para meter mis pies al agua. El silencio era agradable. Solo podía escuchar como el ruido del agua descender.

Vi mi reflejo en el agua y sonreí. Había algo diferente en mi lo podía notar, era como si mi rostro brillará en ese momento.

Estaba feliz.

Y no pude estar más que contentó cuando vi el reflejo de Yeon Jun a mi lado. Él hizo lo mismo y se sentó junto a mi metiendo sus pies al agua. Lo escuché suspirar. Y después ninguno de los dos habló.

Nos mantuvimos en silencio.

Que en realidad fue agradable. Estar solos, disfrutar de nuestra compañía es lo que más me gusta de nuestra relación. Sí, como amigos. Pero no descartaba la posibilidad de tener algo más con él.

Lo mire de reojo; su rostro era tranquilo y sonriente.

¿Era un buen momento? ¿estaba bien confesar mis sentimientos tan pronto? Nuestras miradas se conectaron en el instante que acarició su mejilla, sorprendiéndome. Cerré mis ojos dejándome llevar por ese suave contacto.

Mi cuerpo reaccionaba de esa manera. Quería recibir sus caricias quería sentir sus labios. Definitivamente, quería tenerlo a él. Por más que luchará por deshacerme de esos sentimientos. No podía. Yeon Jun de una manera se había convertido en lo único que quiero en mi vida.

Y como si él leyera mis pensamientos terminó con la poca distancias entre nosotros. Al sentir la suavidad de sus labios lleve mis brazos alrededor de cuello para profundizar el beso. Y al mismo tiempo él llevo una mano a mi cintura.

No podría describir todo lo que por dentro sentí porque sinceramente no es algo que puedas decirlo. Aquella sensación agradable que hacia revolotear a mi corazón era algo que realmente deseaba sentir todo los días.

Sentirme amado por está persona se había convertido en mi prioridad en ese momento.

No me quedó más opciones que decírselo.

—Me gustas, Junnie —lo dije en cuanto nos separamos y uní nuestras frentes—. Me gustas mucho.

No me atrevía a mirarlo estaba demasiado nervioso para hacerlo. Tan sólo... escuché una pequeña risita y antes de que pudiera alejarme. Yeon Jun rozó nuestros labios y entre ellos dijo:

—También me gustas, Binnie.

¿Se imaginan lo feliz que fui?

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¡¡Actualización!!

¡¡Al fin dijeron que se gustan!!! Me encanta!! Espero que a ustedes también les guste!! ❤❤

¡¡Nos vemos mañana en un nuevo capitulo de la otra adaptación!! 🥰 Cuídensen l@s amo!! Gracias por todo su apoyo!! ❤❤💖