—¿Estás bien? —pregunté una vez mi respiración se normalizo. Había corrido lo más rápido posible para alcanzarlo.

Beom Gyu me miró con ojos esperanzadores, vi como su labio inferior comenzaba a temblar dejando escapar nuevas lágrimas.

Suspiré irritado.

—¿Qu...Qué haces aquí, Kang? —inquirió cambiando su tono y manera de dirigirse a mí. Y ante sus palabras bufé, sabía de sobra que estaba fingiendo para no mostrar su lado frágil.

—¿Qué? Esperabas que viniera corriendo tras de ti y te detuviera para pedir que te quedes a mi lado —dije con burla. Noté como Beom Gyu empuñaba sus manos— Debes dejar de ver dramas, Beom Gyu. Estoy aquí porque quería evitar que sufrieras un accidente, después tendría mi consciencia intranquila.

—Vete —dijo entre dientes. Solté un bufido dando un pasó hacia él.

—¿Realmente quiéres que me vaya?

—¡Sí! —gritó acercándose más a mi. Sus ojos mirándome con furia por un momento me sorprendió pero no perdí mi postura firme — No tengo porque soportar tus burlas. Tal vez, para tí te parezca gracioso mis acciones o mi forma de actuar pero...

Beom Gyu bajó la mirada dejando así que un par de lágrimas cayeran directamente al suelo.

—Pero, me gustas, ¿sabes? —dijo forzándose a sonreír— En realidad, soy un tonto. Uno que no puede dejar de amarte, Tae Hyun.

Levantó su mirada conectándola a la mía. Aquellos ojos oscuros, dónde la luz de las calles se reflejaban, estaban cristalizados. Nunca lo he visto llorar, y realmente me hizo sentir como un bastardo.

—Tampoco quiero ser la protagonista de un drama romántico. Sé cuando debo detenerme.

—¿Entonces, por qué sigues haciendo las cosas difíciles para nosotros?

—Tienes razón. Pero, incluso si me detuviera ahora, no podre tener una buena relación contigo.

—¿Cuándo la hemos tenido? Vamos, Beom Gyu. Podemos seguir como si nada, sería incómodo para mi trabajar sabiendo que tú... bueno, que tú sientes algo por mí.

Lo dije sin pensar que aquellas palabras fueran como un balde de agua fría para él. Beom Gyu me miró con indignación cambiando su semblante a uno más serio. Como si hubiese matado la ultima de sus esperanzas, desvió la mirada a un lado algo pensativo.

—Tú no puedes ser mi amigo. —dijo de una manera indiferente— Me detendré, Tae Hyun.

Abrí mis ojos, sorprendido. Ya quería ver cuánto le duraba el jueguito.

—Tirare mis sentimientos a un lado y... no volveré a molestarte. Después de todo, ¿qué hay de bueno en tí? —sonrió burlesco— Ni siquiera tienes la valentía de confesarte. Eres un cobarde, Tae Hyun.

—¡Qué has dicho!

Antes de que pudiera reclamar por tal comentario, el bus llegó. Beom Gyu se detuvo justo antes de entrar dándome una rápida mirada que podía descifrar como un "adiós". Un triste adiós entre él y yo.

Verdaderamente absurdo.

Pero de alguna forma ese sentimiento de "El peor bastardo del mundo" no desaparecía y probablemente me acompañaría todo el tiempo. Finalmente, las puertas se cerraron y vi a Choi sentarse en la ultima fila, sin siquiera mirar hacia atrás.

—¡YEON JUN -AH! Choi~ Yeon Jun ~

Desperté de golpe al escuchar esos gritos afuera de mi casa y como si fuera poco los ladridos de Sky aumentaban el escándalo. Sea quien sea estaba dispuesto a golpearlo y después me las arreglaría con las autoridades.

Bajé las escaleras a pasos pesados. Vi a dubu mover su colita a toda velocidad, dándome la impresión de que era alguien conocido para él. Sky corrió hacia mi algo emocionado y luego volvió a la puerta para olfatearla.

—Oh...¡Sky! ¿dónde estas, pequeño? —volvieron a golpear la puerta con fuerza— ¡SKY!

—¿Soo Bin?

Incrédulo me acerque a la puerta, el desconocido soltó una maldición y así pude reconocer perfectamente esa chillona voz pero ¿qué estaba mal con él? Una extraña sensación me invadió, ya que desde hace días he estado evitando a Soo Bin.

Abrí la puerta de golpe encontrándome con el puño yendo directamente a mi nariz. Afortunadamente logré esquivarlo pero Soo Bin perdió el equilibrio, así que, para evitar su caída lo rodee con mis brazos.

—¡Hey! Binie ¿qué sucede? —escuché balbuceos como respuesta.

Cuando quise acomodarlo percibí el olor a alcohol en su ropa, miré a los alrededores y de lejos pude ver a Tae Hyun. Y más allá al chico rubio de la cafetería.

Tae Hyun me miró haciéndome una señal que no supe interpretar pero me imaginaba que era por Soo Bin y después se fue corriendo tras el rubio.

—Yeon —susurró haciéndome reaccionar— Sky-yah...

—¿Cuánto bebiste? —mi voz sonó más gruesa de lo que esperaba.

Soo Bin intentó separarse de mi pero se agarraba fuertemente de mi camisa. Un poco tambaleante se incorporó para mirarme, entrecerró sus ojos como si estuviera molesto pero...su brillante y hermosa sonrisa no tardó en aparecer.

—Tres.

—¿Tres botellas?

Negó con la cabeza volviendo a sonreír.

— Tres vasos. ¡Pero fueron de soju! — aclaró en tono alto. Y antes de que despertará a los vecinos lo metí a mi casa.

Podría haberlo llevado a la suya pero preferí no causarle un disgusto a la señora lee. Es una buena mujer, y sería desconsiderado de parte de Soo Bin llegar en ese estado. Una vez lo ayude llegar al sofá me dispuse a enviar un mensaje a Kai.

"Cuida mucho de Soo Bin hyung. Le avisaré a mamá que se quedará ayudándote con algún trabajo"

Fue su respuesta. A veces creía que ese niño sospechaba de lo que me pasa con Soo Bin y se aprovechaba de ello. Recordé que Tae Hyun podría pasar por aquí en cualquier momento y se lo llevaría pero ya me las arreglaría para que eso no suceda.

—Sky~ eres tan lindo —decía Soo Bin siendo atacado por lamidas del cachorro— hey, no soy alguien fácil ¿sabes?

Solté un bufido para después ir a la cocina por algo que le bajará la borrachera. Un café bien cargado estaría bien, y como él es adicto a la cafeína no habría problema en tomarlo.

Encendí la cafetera, estire mi cuerpo para sacarme la pereza. Cerré mis ojos por un momento pensando en una buena escusa para que Tae Hyun lo dejara conmigo.

Todos mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí unos brazos rodeando mi cintura.

Giré mi rostro y el rostro de Soo Bin estaba tan cerca del mío que los latidos de mi corazón empezaron a resonar en mis oídos. De reojo podía ver sus labios, de hecho, fueron los primeros en llamar mi atención.

—Es cálido, me gusta. —susurró, sentí su aliento rozar mi cuello lo suficiente para estremecerme.

—Soo Bin, es muy peligroso que estemos así —le advertí pero él como si fuera un niño pequeño se aferró a mi.

—Hace frío, Binie tiene frío y tu espalda es cálida.

Kim Soo Bin ¡por qué eres jodidamente adorable!

Me dejé llevar por ese momento que acaricie sus manos con cariño. Sé que estaba mal pero he extrañado esta cercanía, y si seguíamos de esta manera no sería capaz de controlarme.

Quité sus brazos bruscamente girando para verlo. Aunque el apenas podía mantenerse en pié continuaba sonriendo divertido. No podía soportarlo verlo ahí, tenía tantas ganas de besarle.

Pero Soo Bin no es uno más de mis conquistas.

Mi mandíbula se tensó e inconscientemente empuñe mi manos. Prometí mantenerme lejos de él y eso haré. Ignorando lo que pueda pasar con sungyeol lo dejé sólo en la cocina y subí a mi habitación.

— Yeon... —su voz era suave — Binie tiene mucho frío. Abre la puerta, por favor.

—Binie puede dormir con Sky.

—¡No! Quiero estar contigo —vocifero intentado abrir la puerta.

Me quedé callado cubriendo mis oídos con la almohada. No quería escucharlo, seguramente terminaría por acceder a sus peticiones. Soo Bin no se dio por vencido y continuó golpeando o lanzando maldiciones para que lo dejará entrar.

No estaba seguro de cuanto tiempo pasó pero ya no lo escuchaba. Un poco indeciso me acerque a la puerta pensando en una posibilidad de 0, 1% que estuviese dormido en la sala o se haya ido. El otro 99,99% era que...

—No más brócoli, mamá —se quedará dormido en el piso — Huening debe co...merlo.

—¿Qué haré contigo? —me puse de cuclillas y lo tomé en mis brazos. Él se agarró de mi cuello con fuerza recargando su cabeza en mi pecho.

Mi mirada pasó por todo su rostro, como todas las veces. Desde la primera vez que lo vi.

—Vamos, Sky.

El cachorro me siguió hasta la cama, dejé a Soo Bin sobre ella pero él no quería alejarse de mi. Utilicé la fuerza y lo cubrí con una manta. Sky se subió acomodándose entre sus piernas. Lo miré con molestia pero sólo por esa noche le permitiría dormir ahí.

—Que no se te haga costumbre, Choi Sky. —sonreí acariciándole la cabecita.

—¡Tía, más carne!

Gritó Soo Bin extendiendo sus brazos, el muy maldito me hizo asustar. Como venganza le puse la almohada en la cara para que se callara. Esta vez no dormiría a su lado, no sabría como controlarme sabiendo lo cariñoso que puede ser.

Iba darme vuelta para salir de la recámara pero sentí como agarraba mi mano. Sorprendido baje mi mirada, Soo Bin mantenía sus ojos cerrados. Intente liberarme pero ejerció más fuerza.

—No te vayas.

—¿Eh?

—Dije que no te vayas —dijo abriendo lentamente sus ojos — Duerme conmigo.

Había escuchado muchas veces a mis amantes decir eso pero ninguno me hizo sentir como Soo Bin. No estoy seguro si estaba apuntó de enfermarme pero sentía mi rostro demasiado caliente y una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo cuando sentí que acariciaba mi mano con el pulgar.

—¿E-Estás seguro?

—Sólo hazlo, idiota.

Esa noche entendí que por más que intente alejarme de él, no lo conseguiría. Soo Bin se había entrometido en mi vida, en mi casa y en mi corazón. La realidad es que temo herirlo y también temo no ser suficiente para él.

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Actualización!!

Espero les guste, realmente lo siento por no poder actualizar tanto :")

¿Vieron mi nueva adaptación? Llevaba tiempo queriendo sacarla que dije es ahora o nunca, he tenido varios problemas que ya mismo me da algo :")

En fin. Cuídense, l@s amo!!! ❤❤❤