El enorme oso de peluche iba entre sus brazos, había gastado sus ahorros en prepararle todo como había planeado. En realidad ese dinero reunido era para salir de fiesta, pero recuperar su novia era más importante y esencial.

Porque Irene era su día a día, básicamente era esencial.

Seulgi aún algo nerviosa volvió a repasar lo que diría, lo que sentía y lo mucho que extrañaba besar sus labios. Sostuvo el peluche gigante con fuerza entre sus brazos caminando sin vergüenza al ver que las personas se le quedaban mirándola al verla caminar con el peluche.

—No puedes cagarla Seulgi, no puedes cagarla —se dijo a sí misma, el edificio de Irene estaba frente a ella, a unos pasos.

Pudo diferenciar la cabellera pelinegra de Irene recogida en un moño, podía ver la figura.

Y Kang deseo no haber visto como Bogum le robaba un beso a Joohyun, que abría los ojos separándose del muchacho.

Tenía dos opciones, la primera meterse en lo que fuera que hubiera pasado minutos antes de que llegara y pegarle un buen puño en la cara al chico o la segunda, esperar.

Bogum, segundos después salía del lugar enfadado. Irene resopló mirando la hora, ya se estaba empezando a cansar de esperar a Kang.

—¿Todo bien con...? —Seulgi con el oso apareció tras Joohyun que asustada pegó un grito.

—¡SEULGI! —chilló asustada y luego observó el oso encantada —¿Lo has visto?

Claro que lo había visto, había visto como ese idiota le daba un beso en frente de sus narices sin embargo,no era un buen momento para sacar a flote sus celos.

—Sí, lo he visto. No sé que esté pasando entre ustedes dos...—se rascó la nuca algo incomoda —Pero igual, te he traído a Seulbear

La sonrisa que se dibujó en el rostro de Irene fue hermosa.

—¿Seulbear? Yo te llamo así Seul...—tomó con cuidado al oso gigante abrazándolo —me encanta.

—Y a mi me encanta verte feliz con el oso

Un silencio se formó entre ambas, Irene tomó de la mano a Seulgi para adentrarse dentro del recinto y subir a su piso. A la menor se le podría salir el corazón en cualquier momento al ver como con fuerza las pequeñas y adorables manos de Joohyun se aferraban a las suyas.

—Mamá no volverá hasta media noche, como siempre —le avisó entrando a su hogar.

—¿Está haciendo turnos extras?

—Sí, queríamos costearnos unas vacaciones veraniegas así que tal vez yo también comience a trabajar —se sentó en el sofá abrazando aún al suave oso.

Seulgi se mantuvo de pie con las manos metidas en los bolsillos, embobada mirando a Bae que estaba más que adorable con el peluche.

—Ven siéntate, no es la primera vez que estás aquí —comenzó a reír Irene y la castaña se sentó a su lado tímida.

Los nervios se la comían viva, hasta se le había olvidado las palabras que quería expresarle a la mayor. La pelinegra al notar su nerviosismo puso una mano sobre el muslo de Kang.

—Te amo Bae Joohyun —habló de una vez e Irene la miró a los ojos —Perdóname

Quito su mirada de los penetrantes ojos de la menor, sabía que lo decía enserio. Pero ahí seguían sus inseguridades, sus miedos de volver y que tuvieran un peor final. Uno en el que terminaran odiándose mutuamente.

—Sé que me amas Seulgi, yo también lo hago, pero...—las palabras de varias personas hablando mal de su relación y las mismas palabras de Seulgi diciendo lo malas que eran sus sesiones de intimidad.

Porque para Seulgi solo serían eso, sexo y listo. En cambio Irene, como una ilusa pensaba en que era un acto lleno de amor por parte de ambas.

—Pero, yo no soy Sunmi. Yo no tengo tanta experiencia como las demás chicas en estos temas...—un sonrojo se mostró en el rostro de la mayor, conteniendo sus lágrimas.

—Lo sé, tú no eres Sunmi. Nunca lo serás.

Irene desvió la vista al escuchar aquello, una lágrima descendió por su mejilla. Iba a utilizar su mano para limpiarse la gota que caía, no obstante, la mano de Seulgi la detuvo.

La chica con cara de oso tomó por la barbilla a la mayor, obligándola a mirarla. Limpiando la lagrima se dispuso a hablar.

—Porque tú eres Joohyun, la chica que me gusta desde mis inicios en la adolescencia —acarició su mejilla —Irene, eres de la chica que estoy y estaré por siempre enamorada. Puedo pensar a veces mucho con la cabeza de ahí abajo, pero créeme que nunca seré capaz de mirar a otra mujer en la tierra como te miro a ti

La mencionada ensanchó los ojos, sin poder creer lo que estaba escuchando. Parecía ser una escena sacada de un dorama romántico.

—¿Y en qué piensas mientras me miras?

—En que no te merezco Bae, seguro que ahí afuera hay personas que serían mil veces mejores que yo para ti...y lo que dije sobre el sexo, solo lo dije para quedar bien delante de los chicos...—se aclaró la voz— Amo cada minuto segundo y hora en la que tenemos sexo.

—Ay Seulgi, no digas eso —no tardó en sollozar, Seulgi asustada así que la atrajo hacia ella abrazándola con fuerza.

Los brazos de Irene rodearon su cintura, poniendo su mentón sobre el hombro de la contraria retomando el aire para poder hablar.

—Sé que me amas a tu manera Kang Seulgi, eres tonta. La más tonta, pero eres mi tonta —dicho esto, tomó por sorpresa a la castaña y la besó.

El beso fue quizás el más dulce, largo y lleno de sentimientos que nunca antes habían tenido ambas. Podrían haberlo profundizado más aún así solo querían expresar lo que las palabras no podían en esos instantes.

—Perdóname Baechu...—logró balbucear separándose del beso.

—Vuelve a besarme, amor...

Seulgi acarició con amor sus mejilla, apretándolas para volver a dar un casto beso. Estaba tan contenta que podría morir ahí mismo.

—No esta bien que nos besemos delante de nuestro hijo —señaló al oso desde el sofá.

—¿Hijo? Yo quiero una niña —se levantó llevando al abrazable objeto a su habitación —Dormiré todas las noches con ella.

—Es un osezno

—Osezna —la corrigió Irene.

—Está bien, como tú veas mejor bebé —cedió e Irene saltó de alegría tirándose a su cama sin ningún cuidado.

Kang se sorprendió al verla tan despreocupada, se acercó un poco y acarició el muslo de la mayor. Finalmente se recostó en la cama con la pelinegra que algo asustada miró por la ventana la enorme tormenta de lluvia que había fuera.

Un trueno resonó e Irene se aferró a Seulgi con miedo.

—¿Sigues teniendo miedo a las tormentas Joohyun? —se burló de su novia apretando sus mejillas.

—¿Sigues queriendo que seamos novias? —Seulgi ladeó energéticamente la cabeza, algo de miedo tenía —Pues déjate de chistesitos, tonta

La carcajada de Seulgi hizo que Irene sonriera y la abrazara dejando besos por su barbilla, luego subió a sus labios y con una enorme sonrisa dejó un casto beso en la punta de su nariz.

—Tendrás que quedarte hasta que deje de llover —habló acurrucándose en su pareja la mayor.

—Ya sabes que me da igual, no voy a morir porque me moje un poco con la lluvia —respondió sincera recibiendo un pequeño golpe en su pecho.

—A mi no me da igual, te podrías enfermar...—un adorable mohín se formó en los labios de Joohyun.

—Bien me quedaré, solo porque quiero prepararte algo delicioso para cenar y no quiero que estes aquí solita con miedo —besó la frente de Bae comenzando a darle suaves caricias en la espalda.

Los finos dedos recorrieron la espalda, acariciando con delicadeza para ayudar a que Irene cerrara los ojos un momento. Cuando por fin creía que su novia se estaba comenzando a quedar dormida, el sonido del trueno hizo que saltara como un conejito asustado y se escondiera en su cuello.

Aspiró el aroma que lograba calmarla, y esbozó una sonrisa escuchando los latidos acelerados del corazón de Seulgi.

—Preparemos la cena juntas —se ofreció Irene comenzando a levantarse de su cama.

—No, nada de eso —negó con la cabeza la castaña tomando por los hombros a Bae que confusa volvía a recostarse en su cama —Déjamelo todo a mi

Irene levantó una ceja, trató de levantarse nuevamente sin embargo, Seulgi se posicionó encima de ella.

—Bae, no me desobedezcas. No seas una niña desobediente con daddy

—¿Quién te crees? ¿Seulgi Grey?

—Sí, estoy hecha toda una daddy —la codeó y ambas estallaron en carcajadas.

El bolsillo trasero de Kang vibró y al ver el mensaje hizo una mueca. Irene que no pudo mantener su curiosidad controlada optó por preguntarle.

"Por favor que no sea Sunmi, por favor que no sea Sunmi" rezó Irene.

—¿Ocurre algo?

—No es nada grave, es Yeri. Al parecer estaban intentando ver una series en casa de Joy y no sé cómo han hecho para explotar el microondas.

—Pero si Joy odia ver series, ella siempre prefiere películas... ¡Joy solo tiene películas en su casa! —se escandalizó Irene.

Su cara de imaginarse a su maknae siendo corrompida por la "sexy dinamita de Sooyoung" fue épica. Seulgi al entender por fin sus palabras rió nerviosamente, Wendy le había platicado acerca de lo raras que estaban las dos menores.

—No seas así amor, si Joy es un bebé inocente y gigante...—tranquilizó a la mayor que estaba horrorizada, lo estuvo aún más cuando como si de una bomba se tratara el trueno sonó diez veces más fuerte que antes.

—¡Ahh! ¡Vamos a morir electrocutadas! —se acobijó con terror, tapándose la cabeza con las mantas.

Seulgi pensativa busco alguna opción para que su pareja dejara de tener tanto miedo. Aún con su teléfono móvil entre sus manos, buscó en su otro bolsillo trasero sus auriculares. Deshizo el endemoniado nudo que había en ellos y los conectó al móvil.

Tecleó el nombre de la canción y la mantuvo en pausa para llamar la atención de Joohyun, ésta miedosa levantó su cabeza dejando que Seulgi con finura, pusiera un audífono en su oreja mientras que ella se ponía el restante.

—Es una buena canción, la encontré el otro día y me recordó a ti...esto te distraerá de los sonidos de ahí afuera —paso un brazo por los hombros de la más pequeña de estatura apegándose más a ella.

La melodía comenzó a sonar, Bae se quedó extasiada al solo escuchar las primeras voces de las cantantes. Era una obra de arte, era tan armoniosa y relajante que se le olvidaba por momentos que llovía con intensidad allí fuera.

—¿Como se llama la canción?

—Kingdom come

Irene cerró sus ojos, escuchando con atención lo que decía la letra de la canción. Sabía que indirectamente Seulgi le estaba dedicando esa bonita música.

Podía sentir los dedos de Kang acariciando sutilmente su hombro dando pequeño indicios de que estaba marcando el ritmo de la canción.

—Ponla en el altavoz —sugirió la mayor y Seulgi obediente buscó el bafle conectando el móvil con el.

La música se escuchó en toda la habitación y las gotas golpear la ventana a penas se escuchaban. La más alta volvió a tomar lugar al lado de su novia, mirando por la ventana dándose cuenta de las tímidas caricias que le proporcionaba a su muslo.

Miro al frente tímida, dándose cuenta de que a penas había iluminación gracias a la lluvia y las nubes. Encendió la lámpara pequeña que tenía Joohyun en la mesilla de noche y se giró encontrando el rostro sonrojado de la mencionada.

Por alguna tonta razón ambas se sentían avergonzadas. Seulgi se rascó su nuca con vergüenza y tomó por sorpresa a Irene, tomándola por la barbilla estampó un suave beso.

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La cosa subió de nivel, cuando algo deseosa Irene se sentó en su regazo controlando por completo el beso y el ritmo de este.

Seulgi con suavidad llevó sus manos por debajo de la camisa que llevaba la mayor. El contacto de las frías manos recorriendo sus pechos hicieron que Bae perdiera la razón.

—Amor...—se separó unos segundos Irene.

Kang continuaba devorando su cuello, succionando posiblemente dejando marcas en el.

—Seulgi...—gimoteó.

—Perdóname —paró de tocarla y trató de quitársela de encima, pero Irene se negó.

Los ojos de Irene reflejaban miedo e inseguridad en ellos.

—No sé si seré capaz...no soy buena en el sexo

—Irene escúchame, esta vez yo no quiero tener sexo. Yo quiero hacerte el amor —Joohyun enrojeció —Quiero que hagamos el amor

Joohyun mucho más confiada, retomó el beso ayudando a la menor a deshacerse de su ropa. Las prendas comenzaban a ser quitadas, caían lentamente. Seulgi llenaba de afectivos besos a Irene y de un sin fin de caricias también.

Aún estando desnudas se abrazaban y continuaban besándose como si su vida dependiera de ello. Joohyun gimió al sentir la punta del miembro de Seulgi rozar su centro.

Tímidamente, Bae le pidió a Seulgi ser ella quien le pusiera el condón. La castaña obviamente no se negó y al llevar acabo su acción la masturbo causando que gimiera.

—Te amo —dijo Seulgi deteniendo las manos de la otra muchacha.

Con sutileza tomó de las caderas a su novia, ayudándola a que su pene entrara en ella. Nunca antes Irene había tenido relaciones con Seulgi estando encima de ella.

—Amor no lo hagas tan rápido que o sino...—avisó la menor al ver que Irene se sentaba de una sola estocada logrando meter todo el miembro en ella.

Un gemido aturdidor se escapó de su boca. Sentía que la llenaba por completo.

—Hazme el amor, Seulgi —ladeó lentamente su cabeza Joohyun con algo de sudor recorriendo su frente mientras relamía sus labios hinchandos de tanto besarla.

Los movimientos de cadera de Seulgi comenzaron suaves, sin prisa. No dejaba de decirle lo mucho que la apreciaba y la música de fondo más algunas gotas de lluvia hacía que tuvieran el ambiente perfecto.

Joohyun se abrazaba a Kang, ayudándola a entrar y salir con más facilidad. Los gemidos eran bastante fuertes por parte de ambas, lo estaban disfrutando.

—No sé si pueda aguantar más —confesó la menor aumentando la velocidad en busca del orgasmo.

—¡Seulgi me vas a partir! —exclamó gimiendo mientras sufría la llegada del climax.

El éxtasis de ver a su novia abrazándose a ella como nunca, complacida por sus movimientos  era como estar en el mismísimo infierno para Seulgi quien no tardó en alcanzar el mismo placer que Bae.

Se quedaron en silencio, solo las aceleradas respiraciones eran emitidas por ambas.

—Nunca más vuelvas a irte de mi lado —Seulgi fue la primera en hablar.

—Nunca —aseguró Irene aún abrazándose a ella.

Sus labios se unieron una vez más, esta vez con más suavidad y las dos sonrieron en medio del cursi beso.

🥺

Cualquier error, fue culpa de la pereza y del sueño.

¿Ya están felices? El Seulrene volvió amigos.

Bueno, todavía faltan más parejas disfrutando de su relación, pero eso ya para el siguiente cap :)