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Capítulo 8: Julieta ha sido descubierta.

Todavía era de mañana. Entramos a la casa y pasamos frente al comedor cuando Cliff, Charlie y James nos vieron, pararon de desayunar y posteriormente rieron de manera antipática.

- Veo que ya regresaron Romeo y Julieta, díganme, ¿qué fueron a hacer cochinones? -se burló James.

- Mejor expliquen porque Kirk está en los brazos de Lars. -interrumpió Cliff.

- Y que porqué el ventanal de la habitación de Kirk está roto. -agregó Charlie.

- Fuimos a lo de Elektra Records... -respondimos a unísono.

- Eso no responde a nada de lo que dijimos. -se quejó James- Pero déjenme adivinar; Lars fue quién rompió el vidrio, y posiblemente los dos hayan huído como pareja gay que son, después de firmar con Elektra Records, se fueron a hacer cochinadas.

- Lo único que es real es lo del ventanal. -murmuré- Y yo estoy aquí porque perdí una apuesta con Lars.

- ¿Apuesta de qué? -preguntaron ellos.

- Eso no importa...

- Ok, pero ya siendo más serios... -dijo Charlie mirando enfadado a Lars- ¿En qué mierda pensabas al romperme DE NUEVO un ventanal? O mejor dicho: ¿Cómo mierda lo rompiste ahora?

 - Trepé el árbol, e intenté entrar a la habitación de Kirk por la ventana pero calculé mal el salto y caí sobre el ventanal y éste se rompió... -respondió Lars estando más que avergonzado.

- ¿A las 5 AM?

- Era para aumentar el suspenso, ya sabes... ¡Thriller!

- Sabía que Lars era pavo, pero creo que ésto es lo último. -dijo James, a lo que Cliff y Charlie rieron.

- Este... Lars. -murmuró Charlie tratando de contener la rabia- ¿Podrías soltar a Kirk? Es para solucionar bien los problemas contigo.

- Ok... -Lars me dejó sobre el suelo, sin antes darme un beso en la frente, justo para que todos lo vean, haciendo que yo me ponga todo rojo de vergüenza mientras los demás reían.

- ¡Ajá! -gritó James- Yo sabía que había un marica de verdad en la banda.

- Ya deja a mi Hamster en paz, James. -dijo Lars con voz seca.

- ¿Tu 'Hamster'? ¡ESO ES LO MÁS GAY QUE HE OÍDO EN MI PUTA VIDA! -gritó mientras se mataba de risa, apenas eran las 11 AM y ya andaba ebrio.

- Ya, James, cálmate un poco. -se quejó Cliff, luego se dirigió a mi- Kirk, ve ahora a tu habitación que quiero hablar contigo urgentemente.

- Uh... Bueno...

Cuando Cliff y yo llegamos a mi habitación, pude oír claramente a Charlie lanzarle una gran ola de palabrotas a Lars por romper el ventanal.

- Y... ¿Qué querías decirme? -rompí el silencio para evitar oír la discusión que ocurría en el primer piso.

- ¿Qué te está pasando con Lars?

- ¿Por qué?

- A los dos los veo de forma muy extraña, sobretodo a ti.

- Yo no veo que pase nada...

- Tu no lo aceptas que es otra cosa.

- ¿Ah?

- ¿En qué consistía su supuesta apuesta?

- Es que... Cuando saltamos del ventanal...

- ¿Saltar? ¿Qué carajos pasó? ¿Qué se fumó Lars cuando te fue a despertar?

Le expliqué todo lo que ocurrió en la mañana, pero no le dije nada de que Lars me gustaba.

- Oh, ya veo... -murmuró Cliff frunciendo el ceño- Vaya idiota que es Lars.

- Oye, no es taan idiota, sólo es un poco loco.

- Los dos pudieron haberse matado.

- ¡Cliff! Tenemos 22, no 10 años para que te desesperes.

- La edad de ustedes no va a evitar que se lastimen.

 - Ya, tienes razón en eso, Cliff, pero ya pasó. No hay nada que hacer al respecto.

- Para la próxima vez que tengamos que ir a hacer trámites... Mejor voy yo solo.

- Tienes razón. -ambos reímos.

- Oye... Cambiando de tema.

- ¿Si?

- Toda la ropa tuya tirada aquí está sucia, ¿no?

- Si, ¿por?

- Ah, ya, es para llevármela al cuarto de lavado.

Cliff empezó a recoger mi ropa, prenda por prenda, hasta que al finalizar, se dirigió a la puerta para irse pero recordé algo super-hiper-mega-ultra-importante.

- ¡Espérate, Cliff! Los pantalones de spandex negro, ¡no te los lleves!

- ¿ Por qué? 

- Es que... Tienen algo importante...

Él caminó hacia mi, me entregó esos pantalones y me miró incrédulo.

- ¿Qué tienen de importante?

- En los bolsillos tienen algo importante...

- Ya los había revisado y no hay nada.

- Déjame revisar yo.

- No, yo lo haré.

Cliff metió sus manos a los bolsillos y extrajó el objeto importante.

- No hay nada, solo este mugroso pelo -sostenía con bastante asco el cabello y yo se lo arrebate.

- ¡Es mío! ¡Mi tesoro!

- ¿Tan vanidoso eres con tu cabello?

- ¿V-va-vanidoso? ¿Y-yo? Ah, sí. ¡SI! Es que mi cabello es hermoso y por eso conservo cada pelo que se me cae. -le mentí haciendo una risa fingida.

Cliff miró fijamente el pelo y dejó de creerme al instante:

- ¿Y desde cuándo que tu tienes cabello castaño claro y liso?

- Uh... Es que...

- A ver... -Cliff empezó a analizar- James es rubio: descartado. Yo y Charlie tenemos el pelo castaño pero oscuro: Descartados y Lars... Bueno, Lars tiene el cabello castaño claro, ¿coincidencia divina? No lo creo.

- Uh... Debe ser un error, estoy seguro que ese es un cabello mío

- O le arrancaste un pelo a Lars.

- N-no... No es de...

- Ya te descubrí, Kirk, no es necesario que me sigas mintiendo.

- Ah, p-pero...

- Es un pelo de Lars. Ahora, dime: ¿Por qué guardas un cabello suyo?

- Uhh... Es que... Yo... Es que yo...

- ¿Te gusta Lars?

- ¿Q-qué? ¿C-cómo se te ocurre?

- Kirk, tu eres demasiado notorio.

- N-no soy notorio... A mi Lars no me gusta...

- Entonces, dame una explicación lógica para guardar un cabello de él.

- Uh... Yo le quité ese pelo para... Para que... ¿Clonarlo? Si, clonarlo.  Cómo en las películas. -hice una sonrisa nerviosa.

- Eso fue lo último, Kirk, admite la verdad.

- N-no... No diré nada porque él no me gusta. -yo fui retrocediendo, mientras cubría mi rostro sonrojado con mis manos.

- Kirk, que te guste alguien de tu mismo sexo no es malo. No tienes del que avergonzarte.

- P-pero... Lars... Yo... No me...

- La manera en que lo miras, le sonríes, en cómo lo tratas cariñosamente... Lo sé todo, eres muy notorio.

- N-no... no, mentira... A mi no me gusta...

- Si no lo admites se lo diré a todo el mundo.

- N-no... ¡No! A mi no... Lars..

- Kirk.

- Uh... Cliff... A mi... Me... A mi me gusta L-la... L-!

- Vamos, puedes decirlo.

- A mi me gusta... Me gusta... Me gusta Lars... ¡Si! Ya lo dije.

- Lo sabía.

- Por favor... No se lo digas a nadie...

- Te lo prometo. Pero, ¿por qué no querías admitirlo?  ¿Te da mucha vergüenza?

- Cliff... Una cosa es que te guste una chica y otra cosa es que te guste tu mejor amigo hetero.

- Lo sé, pero ¿por qué no le dices lo que sientes?

- ¿Estás loco? Nunca se lo diría. Él me rechazaría.

- Yo veo que entre ustedes hay onda.

- No lo hay...

- ¿Haz intentado conquistarlo?

- Soy un un asco en eso.

- ¿Le pediste consejos a James?

- Si, pero no me funcionó nada.

- A ver... Vamos a hablar con Lars.

- ¡Ni en puta broma!

Cliff agarró fuertemente mi brazo y me arrastró por las escaleras hasta el primer piso.

Para colmo, Charlie seguía regañando a Lars.

- Pero si no tengo plata, no puedo pagarte... -se defendió Lars.

- Oigan... -interrumpí, separándome de Cliff- Yo puedo pagar todo...

- Pero si tu no tienes nada que ver. - dijo Charlie con el ceño fruncido.

- Igual, me gustaría ayudar a Lars.

- ¿Enserio? -murmuró Lars y luego me sonrió- ¡Gracias, Hamster!

- ¿Hamster? -dudaron Charlie y Cliff.

- Ese es su apodo, ¿cierto? -Lars me tomó de las piernas y las caderas para levantarme.

- S-si... -dije estando nervioso- Lars, ya puedes soltarme...

- ¡No! -él me sacó la lengua de manera burlesca y me sonríe- Aún no termina el día, mi querido Hamster.

- P-pero...

- ¡"Pero" ,nada! Ahora te voy a cargar hasta la plaza del centro ¡y que todos nos miren!

Todos menos yo se rieron, Lars me cargó hasta la puerta y gritó:

- ¡Ya vuelvo, iré a pasear a mi Hamster!

- Cabros... -interrumpió James, todo mareado y borracho- ¿De que mierda me perdí?

- De todo... -murmuró Cliff- Tu solo anda a acostarte.

- Ah, bueno.

- Y ustedes dos -nos dijo Cliff- Procuren llegar antes de la cena.

- ¡Ok! -gritó Lars mientras se echaba a correr.

Definitivamente, Lars es un completo hijo de puta.

Un hijo de puta al que amo demasiado.

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