Al otro día, ya siendo las cuatro de la tarde aproximadamente. Yo me encontraba en el living, sentado sobre el sillón, viendo algún programa-nada-de-interesante, en la televisión, pero yo me encontraba solo. Sin mi amado Lars. ¿La razón?

Cliff lo castigó a él y a James por desobeceder las órdenes de sus respectivos castigos. ¿Cómo los castigaron ahora? Los mandó a lavar toda la ropa de la banda a mano, incluyendo los malolientes calcetines de James...

La leyenda dice que el fétido aroma que transmiten éstos puede llegar a ser mortal si uno está expuesto por mucho tiempo.

Creo que ellos me dan un poco de pena. Sobre todo por mi querido y adorado Lars.

Sonó el timbre.

Sin embargo, ni parpadeé. Me mantuve estático.

De nuevo sonó el timbre pero varias veces, ya de una manera más agresiva e impaciente. Seguramente Cliff no lo escuchó porque debe estar con los chicos vigilándolos, o algo así. Sin tener que rechistar, me levanté del sillón a abrir la puerta.

Apenas la puerta se abrió un par de centímetros, la piel se me puso de gallina, mis vellos se erizaron con una rapidez extrema. Estaba frente a mi, con su larga cabellera castaño claro. Me miraba como si nada hubiera pasado, simplemente, eso me perturbaba.

- Hola, planeta tierra. ¿Me escuchas? -dijo él.

- Ah... -balbuceé tratando de reaccionar.

- ¿Ya no recuerdas a uno de tus mejores amigos o qué? ¿Tu y yo, fundando Exodus...? ¿Hola?

- ¡Gary! -grité finalmente, estando demasiado confundido- ¿Qué mierda haces aquí?

- Vengo a pedirte disculpas.

- ¿Di-disculpas? ¿De qué?

- Por todo.

- ¿Ah?

Él soltó las maletas que estaba cargando para abrazarme.

- Oh, mi querido Kirky, tan inocente como siempre... -murmuró despacito.

- ¿De qué me hablas?

Él me soltó y respondió seriamente:

- Por destruir nuestra amistad, lo lamento mucho.

- Oh, eso... Pero no es tu culpa de que yo te guste...

- Estás en lo cierto.-me interrumpió él- Pero no debí tampoco "intentar forzarte" a que dejes a Lars para que me quieras a mi. Estaba demasiado ebrio, lo lamento muchísimo.

- Pero... Lars, James y yo hicimos el ridículo en tu casa, estuvimos peleando y varios muebles salieron dañados...

- Comparado a lo que hicieron los otros borrachos... Lo de ustedes no fue nada, en cambio, yo hice el ridículo contigo... No quiero que me odies ni me veas como un acosador porque no quiero ser así contigo.

Creo que éste diálogo ya lo recuerdo de alguna parte... Oh esperen, ¡yo era igual con Lars!

- Oh, en lo absoluto, Gary, te perdono totalmente.

Ahí hubo un abrazo de amigos.

Yo lo invité a entrar y mostrarle la casa. Al parecer, los chicos estaban ocupados en el cuarto de lavado (que queda en el segundo piso). Gary y yo conversábamos sobre ningún tema en particular que sea de gran relevancia. Sólo íbamos caminando por los pasillos del cuarto piso, hasta que decidí llevarlo a mi habitación.

- Y bien -comenté yo, dejando que él pasara y a su vez él dejara sus maletas en el suelo- , ésta es mi habitación.

- Ah, que... Bonito... -murmuró- ¿Florero? -él señaló la botella de cerveza que James y Cliff me habían regalado ayer; yo bebí todo lo que quedó de cerveza y utilicé la botella como florero para el ramo que Lars me regaló.

- Oh, ¿viste lo que me regalaron los chicos? -le señalé la botella que estaba sobre el marco del ventanal- Y ésas me las regaló mi Lars. -señalé las flores.

- Ah... Bastante bonito...

Nos quedamos en silencio por un segundo, luego Gary abrió una de sus maletas y de allí sacó un paquete envuelto en papel de regalo, se acercó a mi para abrazarme y me entregó el presente.

- Feliz cumpleaños atrasado, Kirky.

- ¡Aww, gracias! No era necesario.

- Si, si lo era, para compensar todo lo que hice en la fiesta...

- Ah, bueno...

Yo abrí mi regalo; era un muñeco coleccionable de Dracula, se veía bastante antiguo, por ahí de los años 60's o 70's creo que es, sin embargo, estaba en bastante bien estado; la figura no superaba los quince centímetros de altura y se notaba que fue sometida a varios procesos de limpieza y pintura para que quedara así de conservado.

Yo, prácticamente, me lanzé sobre Gary para abrazarlo.

- ¡Gracias, gracias, gracias! ¡Es lo mejor que me han regalado hasta ahora! -exclamé totalmente emocionado.

- Si, ya lo note... -ambos reímos por un momento- Pero no creas que eso es todo, querido Kirky.

- ¿Ah? ¿Hay más?

- Pues claro.

Él entre sus cosas sacó un cuadro que debía medir como medio metro, era grande pero no pude ver bien el contenido de la pintura, ya que él me la escondió por un segundo.

- Ésto es una especie de regalo "pasando, pasando". -comentó.

- ¿Uh? ¿Por qué?

- Te lo doy a ti pero no es tuyo.

- Oh...

- Por ahí me contaron que estás castigado de por vida y que pronto tu novio va a estar de cumpleaños. Por tanto estás preocupado porque no sabes que carajo hacer.

- Ah, sí. ¿Quién te lo contó?

- Tengo a mis contactos... -nos quedamos en silencio por un par de segundos- Fue Cliff.

- Ah...

- Pero ese no es el punto. Lo que quiero decirte es que conseguí un regalo por ti. Y como a ese enano lo conozco desde hace un par de años y sé que es un obsesionado por el arte. En una vent garage compré ésto a menos de un dólar.

Gary me enseñó un cuadro que situaba tres manzanas bien brillantes; dos estaban en la parte superior y entre éstas se encontraba una mucho más pequeña que estaba envuelta por un fajo de billetes. Se veía también un poco antigua pero no debía ser de un siglo menor al de que estamos actualmente.

- Ay que bonita... Sin contar lo curioso que es que tu hayas pensado en Lars. -dije en un tono de voz bastante juguetón, para molestarlo simplemente.

- En realidad... Pensé más en ti que en él... -murmuró sonrojándose de a poco.

- Aww... ¡Qué tierno eres!

- Si, si... -murmuró nervioso, luego me mostró el reverso del cuadro, dónde se podía apreciar una nota antigua del día 26 de diciembre del año 1963- Ni puta idea de lo que diga esa nota pero es de la misma fecha que nació Lars y además en medio del manuscrito se lee su apellido. -me señaló el texto que estaba en algún idioma inentendible y que entre las palabras se leía claramente 'Ulrich'.

- Wow, haz logrado atinar al blanco... -bromeé- Son demasiadas coincidencias. Te lo agradezco mucho.

- Oh, pero si no es nada. Y ah, cambiando radicalmente el tema...

- ¿Si?

- ¿Me pueden alojar por unos días acá? Es que para viajar me quedé medio pobre.

- EH... -yo lo medité, frunciendo el ceño- ¿Te he dicho que el sillón del living es súper cómodo?

Esa mierda fue lo que Junior nos dijo cuando Lars y yo llegamos a su casa... Me hizo sentirme un poquito mal decirle eso a Gary.

- No tienen habitaciones disponibles, ¿cierto? -dijo él, levantando una ceja.

- Uh... Pero el sillón es cómodo. -insistí, riéndome un poco.

Él me sonrió.

- Eso no importa.

- A todo esto... -dije mientras ocultaba el cuadro dentro del armario- ¿Por qué llegaste hasta acá? Hablando de manera seria.

- Ya te lo dije. Vine para pedirte disculpas por lo idiota que fui antes.

- ¿En serio? ¿Por eso y sin ninguna intención más?

- No soy como Rebecca, Kirk. No planeo separarte de Lars, yo a diferencia de ella, tengo más que entendido sobre que tú y yo nunca seremos nada. Aveces me duele, pero prefiero que seas feliz con quien tú quieras. Solo espero que el hecho de que yo te ame no arruine nuestra bonita amistad.

- Oh, en lo absoluto querido amigo Gary. Entre nosotros no pasa nada y nuestra amistad no está del todo arruinada.

Nos quedamos en silencio por unos segundos.

- ¡Kirk! -gritó Lars desde el pasillo- ¿Dónde estás, mi amor? Ya terminó mi castigo y... -Lars entró a mi habitación y nos vio a Gary y a mi- ¿Y tú que mierda haces en MI Dinamarca junto a MI novio? -preguntó en un tono de voz nada de agradable y se le notaban los celos a kilómetros de distancia.

- Pues yo vine para arreglar asuntos con tu novio. -contestó Gary estando a la defensiva.

- ¿Ah, sí? ¿Qué asuntos?

- Lars, mi amor -lo interrumpí, tratando de tranquilizarlo- Gary vino hasta acá para disculparse.

- Yo no lo veo tan así. -se quejó, mientras cruzaba los brazos.

- Oh, vamos amor, Gary no quiere separarnos, él ya asumió que yo no lo quiero.

- Humm... -Lars se quedó en silencio mientras meditaba la situación, luego se dirigió a Gary arqueando una ceja en modo de desconfianza- Así que ya asumiste la friendzone, eh.

- Se podría decir que si. -respondió Gary estando mas relajado que antes.

- Ah, que pena me das. -se burló finalmente.

- ¡Lars! No seas tan antipático con él. -lo regañé, estando algo frustrado.

- Oh, lo siento mi falta de simpatía con usted, señor Gary Holt. -volvió a burlarse Lars.

Yo simplemente suspiré con un poco de vergüenza... Lars siempre va a ser Lars.

Sin embargo, Gary no captó la burla y le respondió:

- No es nada. Yo te pido disculpas por interrumpir en su bella relación, no quiero ser ningún tipo de enemigo ni separarlos ni nada. Juro solemnemente no arruinar nada entre ustedes dos.

Gary extendió su mano hacia Lars, a modo de reconciliación. En cambio, Lars solo lo quedó mirando raro. Me miró y yo le dediqué una mirada de "Perdónalo o me enojo". Lars suspiró y pareció pensarlo bien antes de ofrecer su mano y ambos la apretaron dando por aprobada la reconciliación.

- Así que... -comentó Lars, dirigiéndose a él- ¿Planeas quedarte aquí? -Gary asintió- ¿Y por cuánto tiempo?

- Por una semana. -respondió y Lars frunció el ceño- ¿No hay problema en eso?

- Ah, si pues... -yo le di un codazo a Lars-  Ah, no, perdón... No hay problema, quédate el tiempo que quieras.

- Ah, que bien.

- Oye, mi amor... -dije de repente- ¿No crees que sería genial mostrarle algunos de los lugares más bonitos de aquí a Gary?

- Pues, si van a salir juntos, más vale que los supervise. -dijo Lars estando orgulloso y celoso todavía.

- Lars.

- ¿Qué?

- ¿No confías en mi?

- En ti si, pero en él... No mucho que digamos... ¡No te ofendas, Gary, es la verdad!

- Ah, si, si lo entiendo... -murmuró despacito Gary. Mientras que yo miré a Lars enfadado. - Eso es normal, yo también tuve a una novia así de loca.

Bonita indirecta que le lanzaron a mi Lars.

- ¡Lars, pero si...! -iba a quejarme pero Lars me interceptó.

- ¿Y a dónde iremos?

Yo suspiré. No tenía caso ni valía la pena seguir discutiendo.

- ¿Les parece si vamos a la montaña nevada los tres? -propuse.

- Por mi está bien. -pronunció Gary estando más que conforme.

- Ok. -dijo Lars.

Luego, Lars me agarró fuertemente de la mano, como si yo me fuera a perder o algo así, y exclamó:

- ¡Mejor vámonos rápido o si no vamos a estar en fila todo el día!

Los tres salimos rápidamente a tomar un autobús en dirección a la montaña nevada, que no está muy lejos por cierto.

Se pasó bien con mi amigo Gary y mi novio Lars, osea, ignorando todos esos momentos en que Lars actuaba demasiado sobre protector conmigo. Pero no hubieron grandes discusiones.

Fue divertido jugar en la nieve con ellos, distraernos del estudio me pareció un gran alivio.

Al regresar, pasamos al bar de la esquina para beber un poco.

Al llegar a casa, Gary saludó a James y a Cliff, le contamos toda la situación a Cliff, y él nos felicitó por solucionar nuestros problemas... Felicitó sobretodo a Lars, por no haber matado a Gary aún.

Y para mejorar todo, como Cliff tiene corazón de abuelita, por decir de manera informal, él convenció a James para que dejara a Gary dormir en mi habitación y que yo durmiera con Lars durante éstos días.

Por razones obvias, James se negaba a toda costa en un principio. Pero después de que Cliff argumentara diciendo cosas como: "Gary es nuestro invitado, hay que tratarlo con respeto y de buena forma"... No sé como carajo le hace para todo eso, pero Lars y yo se lo agradecimos con todo nuestro corazón.

De los otros días, ni hablar...

Lars de a poco fue aceptando mi amistad con Gary, pero eso no iba a quitar el hecho de que él fuera sobre protector conmigo. Más sobre protector de lo normal.

Aveces tener un novio celoso es agotador. Sin embargo hasta eso hace que ame aún más a Lars.

Bien, ahora solo a esperar a que sea cumpleaños de Lars.

Solo espero que le guste el regalo que compró Gary, y ah, también espero que nadie sospeche de nada sobre Lars y yo como novios.