[Aviso: Capítulo resubido por problemas técnicos]

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Han pasado como tres días y me sigue dando lata el hecho de que James nos haya prohibido ir a la fiesta de Gary. A Lars ya no le toma mucha importancia pero yo si.

Es que yo no veía a Gary desde finales del 82' y la única vez en que tengo la oportunidad para hablarle desde entonces, fue para que él y Tom me molestaran porque estoy con Lars. Para colmo no pude ni hablar porque Lars se enojó con él por molestarnos... 

No es que tenga algún problema con Lars pero... Ese momento fue muy incómodo.

¿Y si Gary o Tom le contaron a alguien más? ¿Cómo los veré yo después de lo que ocurrió?

Esas eran las preguntas que yo me hacía mientras miraba por el ventanal.

Y no se confundan, aún no compro un nuevo ventanal, ahora estoy mirando por el ventanal de la habitación de Lars, y él se acercó a mi, puso su mano sobre mi hombro y me dijo:

- ¿Todavía te hace sentir mal lo que le hice a Gary y a Tom?

- Un poco...

- Ya te he dicho como mil veces que lo siento, cariño, pero aveces no puedo controlarme. Y ese fue uno de esos momentos en que no pude... Perdóname, amor, no quería arruinar tu amistad con ellos ni nada...

 - Lo sé, amor, lo sé... Pero los extraño de cierta forma.

- Quieres ir a la fiesta de Gary. ¿No es verdad?

- Si... -murmuré despacito.

- ¿Quieres ir tu o que vayamos los dos?

- Obviamente los dos, mi amor, no quiero dejarte solo, pero déjame adivinar: Tu tampoco quieres que vaya.

- Pues...

- Lars.

- ¡Ok, lo admito! Tus ex compañeros de Exodus me cayeron mal. ¿Ya? Pero tampoco quiero hacerte sentir mal.

- No me estás haciendo sentir mal, Lars, sólo quería saber la verdad.

- Aunque quisiera ir contigo, no podríamos ir. James nos castigó. ¿Lo recuerdas?

- Lo sé, lo sé... Pero James ha salido todos estos días... Podríamos ir y...

- Cuando James sale, es Cliff quién nos vigila.

- Oh, verdad... Entonces... ¿No?

- No.

Yo suspiré, y él se sentó a a mi lado en el ventanal, ambos nos tomamos de las manos y él me dijo:

- No te sientas mal, amor, tal vez cuando James nos quite el castigo podamos ir a visitar a los de Exodus o algo así.

- ¿Me lo prometes?

- Solo fue una sugerencia... Pero si eso te hace feliz, cariño, entonces sí: Lo prometo.

- ¡Uy, mira! -gritó alguien desde la otra casa, la voz se me hacía familiar de algún lado- ¡Mira colorado! ¡Los mariquitas de Mierdallica se están tomando de la mano!

Nosotros nos soltamos y miramos por el ventanal a la casa de al lado. El que gritó era David Ellefson, bajista de Megadeth... ¿Qué mierda hace él aquí?

- ¡A ver...! -gritó otro, y al asomarse, nos dimos cuenta que era Dave Mustaine- ¡Junior! ¡Yo no veo nada, mentiroso de mierda!

- Oye parece que los asustamos porque... ¡Mira la cara de idiotas con la que nos miran!

- ¡Hijos de puta! -gritó Lars- ¡Los podemos escuchar perfectamente!

- Junior, idiota. -Dave le dio una cachetada a David- ¡Qué tranza morros! -nos gritó y nosotros lo miramos confundidos- ¡Qué que cuentan!

- ¡Ah, no, nada! ¿Y ustedes?

Ok, ésto si era incómodo. Mi novio conversando con mi rival de toda la vida.

- ¡Nada tampoco! ¿Por qué no vienen aquí a hablar más cómodamente?

- ¡No podemos salir! 

- ¿Por qué?

- ¡Es una larga historia!

- ¡Ok, ya vamos para allá!

Yo miré un poco enfadado a Lars.

- ¿Es enserio?

- ¿Qué?

- Lars, es la banda rival. ¡No podemos hablar con ellos! 

- James, Cliff y yo nos llevamos bien con Megadeth, el cerrado de mente eres tú cariño.

- Ah pero...-Lars tenía razón- Bueno, tienes razón. ¿Pero sabes lo mal que Mustaine me trata siempre?

- ... -Lars se quedó en silencio pensando y luego dijo- ¿Si ellos te molestan los puedo golpear?

- Primero insúltalos y de ahí los golpeas.

- Ok...

Ambos nos besamos, y justo cuando nos separamos, entraron Dave y David (o Colorado y Junior, como ellos se dicen mutuamente).

- ¿Tan vagos son que no pueden salir a la casa de al lado? -preguntó Mustaine.

- Ehh... ¿Si? -mentimos Lars y yo al mismo tiempo.

- ¿Y qué mierda hacen aquí en MI Dinamarca? -preguntó Lars. David abrió la boca para responder pero Dave lo interrumpió.

- Estamos los dos de vacaciones en la casa de los tíos de Junior.

- ¡Colorado! -se quejó David- ¡Déjame si quiera responder algo!

 - Ah, lo siento Junior.

- ¿Colorado? ¿Junior? -dudamos Lars y yo.

- Si, esos son los apodos que nos pusimos.

- ¡Genial! ¡Kirk y yo también nos ponemos apodos! ¿No es cierto, mi querido Hamster?

- Ah, si, si... -murmuré un poco nervioso- Mi querido Larsie...

- ¡Aww que tiernos! -comentó "Junior"- ¡Colorado, son como nosotros!

- ¿Ah? ¡¿Qué?! -nosotros miramos a Junior de manera extraña.

¿Acaso ellos son novios o qué?

- Si, sólo que nosotros no somos tan gays. -comentó de manera súper orgullosa Dave- Cambiando de tema...

- ¿Si? -preguntamos nosotros.

- Kirk, Supongo que irás a la fiesta de cumpleaños de tu amigo Gary. ¿No?

Es como si este hijo de puta supiera que no puedo ir.

- N-no... -murmuré.

- ¡Oww! ¡Parece que no lo invitaron! - se burló Junior.

- De hecho, nos invitaron a nosotros dos. -lo interrumpió Lars, poniéndole una mirada asesina.

- Ah, a nosotros también nos invitaron. ¡Y si vamos a ir! -se burló Dave.

- Es que no podemos salir nosotros... -dije bieen despacito para que apenas se escuchara.

- ¡Pero si tienen mucha más plata que nosotros! ¿Por qué no van?

- Nos castigaron. -respondimos y ellos se pusieron a reir.

- ¿Escuchaste eso, Junior? -Dave y Junior se mataban de la risa y nosotros los miramos con ira- ¡Qué patéticos! ¿Y quién los castigó?

- James...

- ¡Oh, dios! ¡Y le hacen caso al maricón de James!  ¡Que nerds y cagones son! ¡Nosotros hoy en la noche nos iremos para celebrar con Gary y ustedes no!

Ellos se estaban riendo de una manera en que comenzaba a hacer que me sintiera mal. Lars notó eso, y pareciera como si fuera a explotar de furia.

- ¡Cállense hijos de perra! -les gritó- ¡Les apuesto que nosotros también vamos a ir!

- ¿Y cómo? ¡Si están castigados los niñitos de "mamá James"!  -ellos seguían riéndose de manera que ya llegaba a asustarme.

- ¡Pues nos vamos hoy con ustedes! 

Hubo un silencio incómodo. Todos miramos a Lars con cara de WTF.

- ¿Y cómo? -preguntaron ellos.

- Yo les doy dinero, ustedes compran pasaportes y esas mierdas. Nosotros empacamos y nos vamos todos a la noche. Simple y sencillo. ¿Necesitan más explicaciones? 

Ellos nos miraron estando incrédulos, sin embargo, ellos aceptaron.

Al rato, después de que ellos fueron a hacer los trámites y todas esas cosas, Lars y yo empacamos, cuando terminamos nos recostamos sobre su cama.

- Hamster, ¿estás feliz por lo que vamos a hacer?

- Realmente me da un poco de miedo, pero si, estoy emocionado.

- Pues éste es el tipo de cosas dementes que yo soy capaz de hacer por ti, mi amor.

- ¡Aww que tierno, no era necesario!

- Si lo es, porque ellos se estaban burlando feamente de nosotros. Y te dije, si te molestan los golpeo pero como no te gusta que yo sea tan agresivo, preferí enfrentarlos con lo primero que se me vino a la mente.

- Si me di cuenta pero... De todas formas, ¡gracias! -yo me lanzé sobre él para besarlo.

- ¡Oigan soquetes! -gritó Dave desde afuera, agradezco que no nos puedan ver- ¡Ya vengan, que nos tenemos que ir!

- ¡Ya vamos! -les gritó Lars, luego tomó delicadamente mi rostro y volvió a besarme , ambos unimos nuestras manos armoniosamente mientras disfrutábamos del momento.

- ¡Dejen de hacer lo que sea que estén haciendo y vengan que perderemos el vuelo!

Lars seguimos haciendo nuestras guerra de lenguas por unos segundos más, un par de mordidas más y...

Nos levantamos, tomamos nuestras maletas, y corrimos al cuarto piso, miramos por lo que quedaba de ventanal, estaban ellos esperándonos.

- ¡Córranse para un lado, idiotas! -gritó Lars, luego tomó las maletas y las lanzó por la ventana.

- ¿Ah, pero qué mierda? -gritaron ellos.

Nosotros simplemente los ignoramos. 

E hicimos la vieja costumbre, saltar al árbol, luego Lars salta al suelo y yo salto para que Lars me agarre.

- Vaya manera de huir de casa que tienen ustedes dos. -comentó Dave.

- Si, ya vámonos, y ah, espero que nos alojen en su casa porque no tenemos donde quedarnos. -dijo Lars.

- ¿Alojarlos? -se quejó Junior- ¡Eso no era parte del plan! ¿Colorado, es eso posible?

- Si, si lo es. -contestó Dave.

Ok, me saltaré toda la parte del viaje soportando las burlas que nos hacía Junior y Dave porque Lars y yo estemos castigados, para relatarles como fue que llegamos a Nueva York y ellos nos aceptaron en casa de Megadeth.

- Y bien, ésta es nuestra casa. -nos presentó Junior, él abrió la puerta y nos dejó pasar- Pasen y póngase cómodos en el sillón que ya vienen los otros dos vagos.

Nosotros pasamos y nos sentamos en el sillón, al rato vimos llegar a Chris y a Gar.

- ¡Hey que bien que ya llegaron! -exclamó Chris.

- ¿Y qué hacen éstos dos de Mierdallica aquí? -preguntó Gar.

- Hicimos un trato y terminamos teniendo que alojar a este par. -respondió Dave.

- ¿Y tenemos si quiera habitaciones disponibles? -dudó Chris.

- Ehmmm... -murmuró Junior y luego nos miró- ¿Les parece dormir los dos en el sillón del cuarto de ensayos que tenemos arriba?

- ¿Y no tienen otra habitación? -se quejó Lars.

- No, pero... ¿El sillón de arriba es grande y cómodo?

Nosotros suspiramos.

- Bueno, dormiremos arriba... Con la condición de que no vengan en medio de la noche a molestarnos, ni que tampoco nos molesten en el día ni en la fiesta. Porque o si no, yo los voy a tirar de sus camas para que nos dejen dormir allí.

Todos nos miraron. Y parecieron meditarlo bien.

- Ok. -respondieron a unísono.

- Junior -dijo Dave- Sé educado y lleva el equipaje de los "invitados" a su nueva "habitación".

- ¡Okay! -respondió Junior agarrando nuestras maletas.

Junior nos llevó a una habitación que estaba totalmente apartada de la casa en si, ubicada en el segundo piso.

Estaba llena de instrumentos tirados, y en medio de la habitación había un sillón todo usado y roto por causa de algún gato que habría rasgado o algo así.

- ¿Vamos a dormir en esa porquería? -volvió a quejarse Lars.

- Uh... -murmuró Junior- ¿Les traigo alguna manta? ¿Almohadas? ¿Cerveza? ¿Lo que sea?

- Emm... -Lars pensó bien y prosiguió- Tráenos todo eso, más un sandwich de jamón y ah... ¿Hamster, quieres algo de comer? -yo negué con la cabeza- Bueno, tráenos esas mierdas y no regreses.

- ¡Okay!

Junior salió corriendo y nosotros nos sentamos en el sillón.

- ¿Cómo es que logras hacer eso? -pregunté impresionado.

- Lars siempre consigue lo que quiere, y si no lo consigo, me enojo y hago que lo posible para conseguirlo.

- Si eso ya lo sé, amor... Siempre haces lo que quieres... -le dije mientras me acercaba lentamente para besarlo.

El me devolvió el beso, y yo me fui echando para atrás en el sillón, mientras él se subía encima mío para implicar dominancia, si, eso me gustaba.

- Oigan, ya les traje su... -dijo Junior entrando nuevamente- ¡OMAIGAD! -gritó impresionado, nosotros nos separamos inmediatamente- ¿Pero qué mierda acabo de ver?

- ¡¡AAHH JUNIOR ÁNDATE DE AQUÍ Y HACE COMO QUE NO VISTE NADA!! -le gritó Lars.

- P-pero vine a dejarles...

- ¡¡DEJA EN EL SUELO LAS MIERDAS QUE TRAJISTE Y LUEGO ÁNDATE!! ¡¡Y NO LE DIGAS A NADIE LO QUE VISTE!!

- Bu-bueno...

Junior dejó las cosas en el suelo y salió corriendo.

- Amor, fuiste muy agresivo con Junior.

- Mi querido Hamster, imponer el miedo es el único método que tengo para que nuestra relación no se haga pública...

- Lo sé, pero sabes que no me gusta eso...

- Lo siento, cariño...

- Ya no importa. -yo le di un beso corto, y ambos nos levantamos del sillón.

Tomé las almohadas y las acomodé el el sillón, luego tomé las mantas y las ordené cuidadosamente, luego voltié para ver si quedaban cosas que ordenar y pregunté:

- Amor, ¿no que Junior te había traido un sandwich?

- ¡Si, aquí está! -él abrió la boca que estaba llena de comida y yo puse una cara de asco.

- ¡Amor, eres un asqueroso! -los dos nos reímos, luego agarramos nuestras botellas de cerveza y tomamos un sorbo.

- Aun así me amas.

- Lo sé.

Los dos nos besamos apasionadamente, dejando las botellas de cerveza de lado para ser felices juntos.

Como Dave y Junior nos vigilaban todo el rato en el viaje, la ultima vez que nos habíamos besado fue antes de escapar. Así que queríamos disfrutar algo de privacidad aunque sea.

Una vez finalizado el beso, nos sonreímos y seguimos bebiendo cerveza hasta finalizar la botella.

- Te amo, Larsie.

- Yo también te amo, Hamster.

Nos besamos por última vez  y nos fuimos a acostar en el sillón, el sillón apesar de ser viejo y usado, era bastante cómodo. Pero no más cómodo que mi novio Lars así que me recosté sobre él y nos quedamos dormidos de esa forma.

Ahora a esperar hasta mañana en la noche para pasarlo fenomenal en la fiesta de mi amigo Gary, y claro, disfrutar un rato de borrachera con mi novio Lars.