Capítulo 15: Es hora de la verdad.
Me desperté pensando en el sueño bien loco que tuve anoche.
Todo fue tan raro, y lo peor, es que tengo una horrible resaca. Me duele todo el cuerpo y tengo ganas de vomitar.
Luego noté algo bien raro, miré hacia un lado...
Esperen un momento, ésta no es mi habitación... Y ésta no es mi cama... ¿Por qué estoy desnudo?
Sentí a un ente abrazarme por detrás, me giré a verlo y... Él también estaba desnudo.
¿Qué mierda hago desnudo en la cama de Lars? Oh, esperen... Creo que lo de anoche no fue un sueño...
Traté de recapitular bien cada hecho que sucedió.
Ay, no... Lars estaba más ebrio que yo. ¿Y si no se acuerda de lo que pasó?
Sería una completa vergüenza que él despierte y me vea en esta situación, así que delicadamente me separé de él. Me levanté, fui buscando mi ropa y encontré la botella de vodka que "íbamos a compartir" vertida sobre el suelo.
Una vez que haya localizado mi ropa y me haya vestido, le di un beso a Lars y me fuí de su habitación.
Pude oír a James golpeando desesperadamente la puerta de su habitación.
Había olvidado que Lars lo encerró. Así que yo le abrí la puerta, como James salió corriendo para dirigirse al baño... Cuánto rato habrá estado aguantándose el pobre.
Bajé las escaleras hacia el living, cuando justo veo a Cliff entrando a la casa.
- Buenos días, Kirk.
- Ah... Hola, Cliff. -murmuré mientras me refregaba los ojos.
Cliff me miró asombrado.
- ¿Qué te pasó, hombre? Pareciera como si hubieras ido tú a la fiesta y yo no.
- Bueno... Uh... Es que bebí bastante anoche. Y me siento súper mal.
- Ah, que mal. ¿Te parece si desayunamos juntos?
- Ok...
- No te preocupes, yo prepararé todo, tu solo siéntate y espera.
- Gracias...
Cliff se fue a la cocina y yo fui al comedor, y al sentarme...
Gruñí de dolor.
Sabía que eso me iba a doler, ¡pero nunca creí que tanto!
- ¿Te sientes bien, Kirk? -preguntó Cliff desde la cocina.
- Ah, si. Solo... Me dio un tirón.
- Ok, ya sabes, cualquier cosa me avisas.
- Ajá...
"¿Por qué mierda me dejé coger?" era lo que yo me preguntaba numerosas veces.
Aunque no se sintió tan mal...
¡No! Kirk, no pienses en esas cochinadas.
Lo peor de todo, es que no me quedó claro de que si le gusto a él o no.
¿Se acordará de lo que pasó? Espero que no, porque después... ¿Con qué cara lo voy a ver? ¿Y si no le gusto? ¿Quiso usarme? ¿O simplemente no tuvo conciencia de lo que me hizo?
- ¡Listo! -Cliff interrumpió mis pensamientos sirviéndome una taza de té caliente con hierbas de no-sé-que-planta.
- Muchas gracias... -murmuré tomando un sorbo de té, y Cliff se sentó a mi lado.
- Y dime, ¿qué pasó anoche? ¿O no recuerdas nada?
- Creo que no recuerdo bien... -mentí, sintiendo como el dolor de estómago y cabeza de mataba poco a poco.
- ¿Bebiste con Lars?
- Si, bastante diría yo...
- ¿Y no ha pasado nada interesante con él?
Sentí como las tripas se me revolvieron con solo pensar en cómo explicarle todo a Cliff.
- Nos besamos. -dije sin darme cuenta.
- ¿Ah? ¿Qué?
- ¡Nada! Olvídalo.
- ¿Que se besaron? ¿Y cómo?
- Con la boca.
- Obvio, pero me refiero a cómo sucedió.
- Él me dijo que me acercara a él si quería beber más vodka, y cuando lo hice, me robó un beso.
- Ah... ¿Y qué hiciste tú?
- Me dejé besar, obviamente.
- ¿Y no pasó nada más?
- No.
- Yo si hubiera sido tu, me hubiera aprovechado y me lo cogía, no sé, solo digo.
Si Cliff supiera...
- Pero es cosa tuya si quieres hacer esas cosas con él. -prosiguió.
- Ah, si...
Ahora percibí como el vómito subía por mi tráquea.
- L-lo siento, Cliff... Ya vuelvo...
Salí corriendo al segundo piso, entré al baño y vi a James vomitando en la ducha, yo lo empujé para que me hiciera un espacio y vomité.
James me miró y me dijo:
- ¿Con resaca también?
- S-si...
- Bueno, quédate con Papa Het y vomitemos juntos.
Y vomité de nuevo.
Y de nuevo.
Hasta vaciar totalmente mi estómago.
- Oigan -dijo Cliff entrando al baño- Supongo que ustedes limpiarán eso. ¿Cierto?
- ¿Nos puedes ayudar? -James le puso cara de perro degollado.
- Agh... -se quejó Cliff- Bueno.
Algo por la cuál todo el mundo quiere a Cliff es porque él es de muy buen corazón.
Una vez en que los tres hayamos terminado de limpiar la ducha, surgió la pregunta del millón:
- ¿Quién va a estrenar la ducha? -consultó James.
- Uh... -murmuré- Creo que yo. Tengo que verme descente para más rato.
- ¿Enserio? ¿Y qué harás?
- Nada importante.
- Espérate. -interpuso Cliff- Primero tómate una pastilla, aguarda unos quince minutos y ahí entras a bañarte.
- ¿Para?
- Si vas a verte descente, mejor tómate ésto -Cliff sacó del botiquín una cápsula y me la entregó- Es para que se te pase la resaca. -también le entregó una a James- Y tu también debes tomar una, o en tu caso dos... -le entrega otra.
- Genial. -comentó James- ¿Y qué es?
- Se llama: "Traga-y-calla".
Me tomé la pastilla, y todos salimos del baño.
Yo me dirigí a mi habitación en el cuarto piso, saqué mis toallas y elegí mi ropa más bonita, en unas horas más, me le declararé a Lars. Ya que las cosas no podían quedarse así.
Una vez pasado el tiempo, y que yo haya a acabado de bañarme, regresé a mi habitación corriendo para evitar todo tipo de contacto con él.
Me vestí lo más descente posible y me peiné bien.
Las pastillas de Cliff, sea lo que sea lo que me haya dado, surgieron muy bien el efecto. Ya me sentía como nuevo.
Salí nuevamente corriendo, solo que ahora hacia la calle.
Decidí ir a la plaza del centro ya que no quedaba taan lejos y allí podía evitar todo contacto con Lars.
Me senté en una banca. Todavía era temprano; las 12 AM. No había mucha gente aquí.
Concentré mi mente lo que podía decirle:
"Lo siento por lo que ocurrió anoche, es que te amo"
No. Suena muy raro.
"La razón por la cual soy muy abusador contigo es porque me encantas y quiero que seas mío"
Demasiado psicópata.
"Eres la razón de mi existir, te amo como ninguna otra persona. Me gustaría que tu sintieras lo mismo"
Muy cursi.
- Oye... Hamster... -murmuró alguien, yo miré hacia arriba y... ¡ERA LARS! - ¿Puedo hablar contigo?
- Ah... Claro...
Lars se sentó a mi lado, e inmediatamente yo comencé a sudar de nerviosismo.
- Es sobre lo que pasó anoche.
- Oh... -murmuré todo avergonzado- ...L-lars...
- Quiero pedirte disculpas. E-es que... Kirk, cuando estoy ebrio hago cosas muy estúpidas... No digo que me arrepiento de que lo hice... Osea, créeme que me gustó estar contigo y todo pero... Creo que te obligué a hacer algo que no querías y eso es algo muy feo. Ahora el abusador soy yo, y me siento muy mal por ello. Enserio, pérdoname.
Yo me quedé mirándolo impresionado.
"... créeme que me gustó estar contigo" Es decir, ¿Lars me quiere?
Aaghh... Kirk, es ahora o nunca.
- Lars, por supuesto que te perdono, sin embargo, ¿a qué te refieres con que te gustó estar conmigo?
- ¿Ah? ¿Yo dije eso? -yo asentí positivamente- ¡Mierda! No quería decirlo... Pero tampoco es que eso sea falso... es que... ¡Ahh! -Lars cubrió su rostro con sus manos para evitar el contacto visual.
- Lars, está bien... ¿Pero hay alguna razón de que por qué te haya gustado hacer eso conmigo?
- S-si... Si la hay.
- ¿Me la puedes decir?
- Es que...
Lars suspiró, me miró fijamente a los ojos y dijo:
- Creo que no debo ocultarlo más; sé que arruinará totalmente nuestra amistad pero... Lo más correcto es que tu sepas que... -yo noté que Lars empezó a sonrojarse poco a poco- Yo... Yo...
- ¿Tu?
- Yo a ti... Lo que ocurre, es que... Ah, este...
Yo lo miré fijo estando impaciente.
- ¿Si, Lars?
- N-no me mires así... Me da cosa... -Lars fijó la vista hacia el suelo, respiró profundamente y prosiguió- yo quería decirte que... Yo te...
- Lars... Dime.
- Sé que te vas a asustar pero tengo que decírtelo.
- Dímelo, por favor.
- Kirk... Yo... Yo te... -se quedó en silencio por un segundo y continuó- ... yo te amo...
- ¡¿Q-qué?! -dije sin poder creer lo que oí.
- Te amo, tal como lo oíste, pero no como amigo ni nada de eso. Te amo de la misma forma que suele hacerlo un chico a una chica. Te amo porque siento que eres la única persona que logra llenar el enorme vacío emocional que tengo. Eres lo que más adoro, pienso en ti a todas horas... Créeme, te amo locamente de una manera que nunca he sentido antes...
Yo me quedé en silencio estando más que impresionado.
Mis sentimientos fueron correspondidos después de todo...
Yo estaba tan shockeado que no me salían las palabras, tampoco sabía que decir. La emoción del momento me mataba de a poco.
- Pero... -murmuró levantándose del asiento y alejándose lentamente- Como veo que tu no sientes lo mismo, mejor me voy y...
- No, espera.
Yo me levanté y lo abrazé por la cintura, me acerqué a sus labios y murmuré bien despacito:
- Lars, aquí hay un gran problema.
- ¿Cu-cuál?
- ¿Qué pasa si te digo que yo siento lo mismo por ti, que te amo loca e infinitamente?
Él se asombró bastante al principio, luego sonrió y ambos nos besamos apasionadamente.
Yo estaba más que feliz, yo sentía fuegos artificiales y chispas, y esas cosas.
Al acabar el beso, ambos nos quedamos abrazaditos, estando a solo milimetros uno del otro, sintiendo como nuestro calor corporal nos protegía del frío y oscuro entorno que nos rodeaba.
- Termina con ella... -murmuró debilmente.
- ¿Qué?
- Quiero que termines con Rebecca. Yo quiero estar contigo...
- Yo también quisiera estar contigo pero...
- ¿Pero?
- Falta mucho para que regresemos a Estados Unidos, ya que ahora no puedo terminar con ella.
- Viajemos a Estados Unidos entonces.
- Falta mucho todavía.
- Pero podemos escaparnos por unos días... -ambos unimos nuestras manos y sonreímos.
- ¿Y los chicos no se enfadarán?
- Unos días no le afectarán a nadie, cariño, tenemos mucho tiempo para que el disco salga.
- ¿Y cómo le hacemos para escapar?
- Vamos a casa a empacar, luego yo iré a ver lo de los pasaportes y esas cosas. Luego en la noche nos iremos a lo Romeo y Julieta, y no regresaremos hasta que seamos una pareja feliz.
- Veo que de verdad deseas estar conmigo y que me amas mucho, al igual que yo...
- ¿Y cómo no hacerlo? Yo soy capaz de hacer cualquier cosa para que estemos juntos.
- ¿Eso quiere decir que ahora no somos nada?
- No lo seremos hasta que tu termines con Rebecca, pero por ahora solo "amigos con derecho".
- Te amo, Larsie...
- Yo también te amo, Hamster...
Ambos nos besamos, y luego regresamos a casa para empacar rápidamente para ir a comprar los pasaportes para las 23:30 hrs.
Luego fuimos al estudio como un día cualquiera, componiendo y reescribiendo, grabando y editando.
Al llegar a casa a cenar, todos dijimos buenas noches al finalizar, pero él y yo por dentro nos moríamos de risa, por la maldad que estábamos realizando.
Para agregarle más suspenso y excitación todavía al momento, lanzamos todo el equipaje nuestro por el ventanal de mi habitación, e igual que la otra vez, saltamos por la ventana al árbol y de ahí hacia el suelo.
Solo que en esta ocasión, no llamamos la atención de nadie y corrimos con nuestras maletas hasta agarrar un taxi y de ahí hasta el aeropuerto.
Una vez pasado el tiempo, ya dentro del avión, después de despegar; Lars y yo nos tomamos de las manos, nos besamos fugazmente, sin importar que el resto de la gente nos mirara con asco.
Finalmente él se recostó sobre mi pecho y caímos en un profundo sueño.
Ahora, a llegar a Estados Unidos se ha dicho.
No quieren saber lo emocionado que estoy por todo lo que ha ocurrido.
Me siento como en el paraíso.
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