Capítulo 12: It's movies time!
Hoy era un día terrible, si los días anteriores fueron malos por culpa de mi "hermosa" novia, ahora empeoraron; el clima aquí en Dinamarca es del horror.
Bien se sabe, que como estamos en invierno, siempre hace un frío de cagarse pero a hoy, se le agregó una enorme tormenta de nieve, de esas a las que se es imposible salir a la calle ya que el viento y la nieve te hacen salir volando.
Osea, esta noche no podré salir con Lars.
Excelente.
Suspiré mientras miraba el oscuro crepúsculo por el ventanal.
O lo que quedaba de éste, ya que aún no he pagado lo que Lars rompió.
Y alguien tocó a mi puerta:
- ¿Quién?
- Hamster, solo ábreme.
- ¿Ah? -dije confundido.
- Ábreme la puerta, malpensado.
Me levanté, y fui a abrirle la puerta a Lars.
- ¿Qué pasó, Larsie?
- ¿Quieres ver películas conmigo?
- ... ¿Qué?
- Tú, yo, más comida y viendo películas en mi habitación. Ahora.
- Oh... Ok.
Él me tomó del brazo y me llevó hasta su habitación. A diferencia de la mía, él la tenía con calefacción y con muchísima comida como papas fritas y frituras de ese tipo. Lo que más me llamó la atención es que había una televisión y un VCR conectados frente a la cama.
- Lars, ¿De dónde te sacaste todo ésto?
- La comida de la cocina, el VCR y la tele del living, y el calefactor me lo robé de la habitación de Charlie.
- Y... ¿Qué vamos a ver?
- "El resplandor"... Es de terror. De esas que te gustan tanto.
- Ah, genial.
- Si, ahora ve y acuéstate.
- ¿Ah? ¿Qué?
- Hace frío. -Él se acostó dentro de la cama y me hizo un espacio a su lado- Ven y acuéstate conmigo.
- Ah, bueno...
Me acosté a su lado y esperamos a que la película empezara.
Ok, los minutos pasaban y bajo mi humilde opinión, la película que suponía ser de terror, no daba absolutamente nada de miedo. Y para mi mala suerte, a Lars tampoco le daba miedo; eso era significado de que yo no podía abrazarlo.
Debo pensar en algo... Ah, ya sé.
Puse mi brazo alrededor de sus hombros y lo acerqué de a poquito a mi.
Una vez que él estuviera lo suficientemente cerca de mi, lo abrazé fuertemente.
- Uh... Hamster... ¿Qué haces?
- Hace mucho frío, Larsie, alguno de los dos se puede enfermar. ¿No crees que es mejor prevenir?
- Tienes razón.
Lars tomó varias mantas, nos tapó a los dos y posteriormente me devolvió el abrazo. Ambos sintiendo el calor corporal que nos otorgábamos uno al otro... Era algo simplemente hermoso. Una sensación que quisiera que nunca acabara... Su cuerpo contra el mío, eso es lo que yo quiero.
- Oye, Larsie... -le susurré al oído delicadamente.
- ¿Si, Hamster?-me susurró de vuelta, apesar de que sabíamos de que nadie nos podía escuchar, susurrábamos porque eso le agregaba "ternura" al momento.
- ¿Te he dicho que eres lindo?
Después de pronunciar aquello, me acerqué más a su rostro y le di un beso en la mejilla.
Pude notar que sus mejillas se pusieron de un color rosado y Lars se corrió un poco, y ocultó su rostro en mi pecho.
- ¿Qué ocurre, Larsie?
- N-nada... Solo que... Me da un poco de vergüenza hacer ésto.
- ¿Por qué?
- ¿Y si James llega y nos ve así?
- No te preocupes... -murmuré, me acerqué nuevamente a él y empecé a lamer el contorno de su oreja, como yo lo sentía temblar en mis brazos, y proseguí diciendo- Yo sé que eso no pasará.
- ¿E-estás seguro? -ambos nos miramos a los ojos en ese momento.
- Totalmente. -le sonreí.
La poca distancia entre nuestros labios me hizo pensar con poca claridad, sin razonar mucho para ser sincero. Solo tenía ganas de una cosa y era besarlo.
Me decidí y firmemente cerré los ojos para acercarme un poquito más y...
- N-no... -me dijo él, apartándome de encima- Ya te estás pareciendo a él.
Rápidamente solté a Lars, estando impresionado y algo celoso al entender lo que él me dijo.
- Vale, corta el rollo. -yo me sentía rechazado y necesitaba saber que me quiso decir- ¿Quién carajos es ese tal "él"?
- Él es alguien que no conoces...
- Ok, eso lo entiendo. Pero tu dijiste que me estoy pareciendo a ese sujeto. ¿Qué te hizo?
- Él era uno de los tipos que te señalé en el bar hace un tiempo atrás: De esos los que me acosaban.
- ¿Crees que soy un abusador también?
- No. Pero él empezó haciéndome creer que nada iba a pasar. Me metió no se cuánta droga y al día siguiente acabé sin ropa en su cama y con un dolor de ano que ni te cuento.
Ok, en simples palabras: Al pobre Lars lo violaron.
- Uh... Lars... Lo siento mucho, yo no... No quería hacerte recordar a...
- Está bien. Sé que no era tu intención...
- Larsie...
- Hamster.
- ¿Pero no que eras virgen? -no pude evitar preguntar.
- Pues nunca me he cogido a nadie, pero de que me cogieron, me cogieron.
- Oh... ¿Ni siquiera una puta? ¿Nada de nada? ¿Virgen totalmente?
- Virgen totalmente... Excepto por detrás... Pero ese es solo un detalle. Y no, ni siquiera una puta a pesar de que Cliff varias veces me a ofrecido putas que hacen 2x1.
- ¿Y por qué?
- Creo que si me llegaría a coger a alguien, debería ser alguien al quién yo quisiera y ese alguien me quisiera de la misma forma.
Yo me quedé en silencio procesando la información... Mierda.
- Yo creo que estás bien con tu idea pero... -prepárense para una nueva pregunta estúpida de Kirk- ¿Ya tienes alguna noción de que quién podría ser ese alguien?
- Si.
Mi corazón se aceleró de emoción y decepción al mismo tiempo; yo no sabía si me estaba rechazando o no.
- ¿Quién?
- Eso es un secreto.
- Ah, ok...
Literalmente, a partir de ahora, la película que veíamos se fue a la mierda.
Les explicaré bien porqué:
Nos quedamos en un silencio incómodo. Hasta que Lars se decidió a consultarme algo que me intrigó bastante:
- Oye Hamster. Tu que haz tenido novia y todo eso... ¿Qué le encuentran de "bueno" a darse besos en el cuello?
- ¿Por qué la duda?
- El otro día te vi a ti y a Rebecca y...
- No me lo recuerdes.
- Me dio asco.
- ¿Te da asco que esté con mi novia? ¿O lo que hacíamos?
- Los dos.
- ¿Te han besado en el cuello antes?
- No.
Sonreí perversamente.
- Ese es el problema, mi querido Larsie, la falta de experiencia te hace pensar de aquella forma.
- ¿Uh? ¿A-a qué te refieres?
Yo lentamente me fui poniendo encima de él para imponer dominancia sobre la situación.
Acercándome con lentitud a su cuerpo para quedar frente a frente.
- Necesitas saber como se siente para poder opinar al respecto.
- Ah... Eso...
- Y sabes que yo puedo ayudarte en lo que sea. ¿No es cierto?
- Ah... Si...
Lars trató de moverse para un lado pero yo lo evité. Lo agarré de las muñecas para que no se escape de mi.
Corrí un poco su cabello para el lado y me decidí firmemente a besar su cuello.
Lo hice delicadamente.
Al principio solo fueron un par de besos simples, para que se fuera acostumbrando... Y créanme lo emocionante que era tenerlo a él temblando debajo de mi, dejándose completamente.
Proseguí a succionar la carne expuesta a lo que oí a Lars hacer, lo que a mi me parecía, un gemido de plácer.
Fue pequeño. Pero de que a él le gustaba, le gustaba.
Lamí agonizantemente de lento su piel, de manera progresiva, Lars se fue acostumbrando a aquella sensación.
A lo que procedí de manera algo bruzca, pero teniendo suficiente cuidado, a morder.
Solo un poco.
Otro gemido. Ésto ya comenzaba a gustarme.
Me separé un poquito para apreciar la marca que le dejé.
No, yo quiero más.
Volví a succionar con fuerza, para que la marca sea aún más apreciable.
Miré directamente a sus hermosos ojos verdes...
Es ahora o nunca.
Cerré los ojos y le robé un beso en los labios: Fue con simpleza. Solo fue un poco roce. Un piquito para ser más específico.
Solté sus muñecas para ver cómo reaccionaba.
Al parecer, no le molestaba, o, tal vez, estaba tan shockeado que no podía apartarme de encima.
Me las arreglé para meterle la lengua de manera sutil y dulce.
Yo simplemente quería probar a Lars, para saber si todos estos sentimientos valían la pena.
Yo ya sentía que la cosa no estaba resultando así que lentamente me fui separando de sus labios hasta que...
Él puso sus manos acariciando mi cuello y se acercó a mi para continuar con el beso.
Me quedé atónito por un par de segundos y le seguí la corriente. Ambos haciendo toda una guerra de lenguas.
Aquí es donde todo lo salvaje se me salió y tuve el enorme deseo de hacerlo mío.
De manera no muy tranquila, comenzé a (tratar aunque sea) desabrochar la chaqueta que él estaba utilizando.
Y me las arreglé para ir subiendo su camiseta, y procedí a acariciar la piel de su pecho.
Lars soltó más gemidos mientras me besaba.
Eso me encantaba.
Necesitaba más. Consumir cada parte de su ser, hasta que el cansancio me haga parar.
Les juro que si no fuera porque James está en la habitación de al lado, en este momento yo le estaría dando como caja a Lars.
Luego recordé un pequeño detalle que me hizo sacar de quicio:
Lars y yo seguimos siendo solo amigos, y que a Lars no le gusta que yo actúe como sus acosadores.
Oh, mierda...
Para arreglar todo lo que hice, fui, con un poco de timidez, volviendo a poner su camiseta como estaba y (traté de) abrochar su chaqueta.
Claro, todo ésto mientras seguíamos con esos besos que me mataban.
Con un poco de nervios, mordí su labio inferior, y al soltarlo, me separé de Lars con una velocidad ninja.
- ¡L-lo siento! -me excusé finalmente- ¡Me deje llevar por la situación! Yo no...
- Está bien. -interfirió- Al menos no quisiste violarme. ¿O si?
Mierda.
- No. Ni lo pensé.
- Ah, bueno, entonces no pasa nada. -él me sonrió dulcemente.
- ¿Enserio?
- Si.
Los dos miramos al televisor y la película justo había terminado.
- ¿Quieres quedarte a dormir aquí? -me preguntó.
- ¿Q-qué?
- Dudo que sea muy bonito dormir en una habitación con un ventanal roto en donde todo el viento y la nieve entran con facilidad. Te puedes enfermar. Por eso te sugiero que duermas aquí.
Ni en broma iba a decirle no.
- Claro. -ambos nos sonreímos.
Lars apagó el televisor y volvió a acostarse al lado mío.
Me dio un beso en la mejilla, y ambos nos abrazamos. Cerrando los ojos para proximamente dormir los dos juntos.
Ahora si que me sentía feliz, muy feliz.
Sin embargo no puedo declarme todavía, tengo que asegurarme de que Lars esté totalmente bajo mi poder y ahí "atacar".
Pero todavía necesito esforzarme un poco más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro