Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

«13»

.
.
.

¿Cuánto puede durar realmente el amor verdadero? ¿Qué estaríamos dispuesto a hacer? ¿Qué tan difícil es entregarlo todo? ¿Qué tan difícil es pedir perdón? ¿Por qué es tan difícil tomar buenas decisiones? ¿Por qué es tan fácil equivocarse? ¿Por qué duele tanto? ¿Por qué el amor duele?

— Jimin... —llamó Seokjin. — Deja eso por la paz. Tu sabes que tu cabeza no está en los estudios. —dijo, poniendo su mano sobre la mía.

Era verdad, mis libros estaban sobre la mesa, mis apuntes, estaban en blanco. Mi mente extraviada en mi extenso pensamiento desde hace un tiempo. Mi pecho dolía, mi cabeza también. Repitiendo una y otra vez lo que dijo. No sé por qué lo pregunté, si sería un arma de doble filo. Clavándose profundo, hiriéndome, destruyéndome, desangrándome lentamente a cuenta gotas.

¿Me amaste? ¿De verdad me amaste?

Sí. Lo hiciste, estoy seguro. Me amaste tanto como yo lo hice, y como aún lo hago. Sé que lo hago porque no hay otra razón para que duela tanto. Porque duele tanto como lo hacía en ese entonces, cuando creí haberle perdido. Si solo pudiéramos enmendarnos. Si tan solo... no me odiara.

— Me duele verte así, no sabes cuanto. No creas que no te escuché, te escuché llorar después de que llegaste de su reunión. Debes darte un tiempo, deja de lastimarte. Debes descansar. —me recomendó amable. Suspire.

— Lo siento. Creo, que tienes razón, me iré a descansar. —susurré cansado.

Cerré mis libros y me levanté de la mesa dispuesto a volver a tirarme en la cama cuándo mi teléfono sonó. Lo revisé, era el número de mi abogado. Dudé varios segundos antes de aceptar la llamada.

— Sí... ¿Q-que dice? —me cambié el teléfono de oreja. Quizás pensando haber escuchado mal. — ¿Pero por qué? ¿Dio alguna razón?

Seokjin me miraba ahora un poco curioso e interesado. Apreté el puente de mi nariz y luego respire profundo antes de despedirme.

— No, no haga nada por ahora... Yo, intentaré saber qué pasó antes de hacer esto más grande. Muchas gracias. —y un segundo después, colgué.

— ¿Qué pasó? —preguntó de inmediato Seokjin. Dejé a la suerte mi teléfono al aventarlo a la mesa de centro. Me dejé caer sobre el sofá.

— Lo hizo otra vez... —solo murmuré.

— ¿Que? ¿Quién hizo qué cosa? —Seokjin se movió de asiento, ahora a mi lado.

— ¡YoonGi! YoonGi lo hizo de nuevo, eso es lo que pasó. —dije exasperado. Apresando mi cabeza entre mis manos.

— ¿Ahora que hizo? —siguió preguntando.

— ... No firmó los documentos del divorcio... —musite apenas. — ¡¿Por qué lo hace?! ¿Qué es lo que pretende? Él era el primero en aceptar esto y ahora me sale con que simplemente no firmó. —estallé. Seokjin puso su mano en mi espalda tratando de reconfortarme.

— Y... Que tal si... —Seokjin se detuvo antes de decir lo que estaba pensando, cuando continúe.

— Todo esto lo hace porque quiere seguir amargandome la existencia... Mi abogado dice que puedo poner una demanda pero... Realmente no quiero hacer nada, no quiero verlo otra vez.

— Jimin, no te molestes, ¿de acuerdo? —me dijo desconfiado. — ¿Qué harías si él se arrepintió?

— Él ya no me quiere Jin, él solo busca la forma de hacerme más miserable. El quiere hacerme pagar por lo que hice.... De verdad no sé qué es lo que quiere...

— Jimin... Mira... Tal vez, no sé, deberían hablarlo... Te lo digo por experiencia, mis padres estuvieron en una situación similar. Es normal en estos casos que después de comenzar el divorcio alguien duda, o hay mal entendidos que los llevan a cosas mayores. Llegar a los juzgados en agotador, y un cuento de nunca acabar... Piensalo. Deben hablarlo, saber qué está pasando. —aconsejó.

Ese era precisamente donde radicaba el problema en primer lugar. Sin importar cuánto lo intenté, Él y yo  dejamos de saber como conversar. La comunicación era inexistente ese último tiempo. ¿Qué cambiaría ahora?

— Al menos, deberán terminar de una vez y por todas. —dijo mirándome.

Terminar de una vez y por todas...

Terminar...

_________________________________

— Se terminó. Fuera de aquí, no hay nada que ver. —exclamó uno de los profesores.

Todos se disiparon del patio mientras yo me sentía una basura. ¿Que había hecho? “Eres un imbécil” Eso dijo. Merecía cosas peores. Las merecía. Sus ojos, lucían tan decepcionados. “Eres un imbécil ” “Imbécil... ”

Corrí lejos de ahí, corrí a esconderme sintiéndome, la peor basura del mundo. Mi culpa. Era mi culpa. Yo lo arruiné todo. Destruí cada peldaño construido. Destruí su confianza, destruí nuestros sueños con tan solo abrir la boca y decir las mentiras más estúpidas que pude decir. Rompí su corazón, causando que el mío también se rompiera. ¿Por qué? ¿En realidad ganaba algo? ¿En realidad alguien podía creerme? Ni siquiera yo lo hice. Arruiné todo por mi inseguridad, arruiné todo por mi maldito prejuicio. Por miedo al qué dirán, por miedo a lo que otros pudieran pensar, por miedo lo que mis padres pudieran hacer. Por miedo... A ser yo mismo.

— ¿Terminaron? —Lisa se sentó a mi lado. No sabía qué decir. Ella sólo me abrazó. — No quiero, ni voy a juzgarte Jiminnie, pero lo que hiciste... Lo que dijiste, incluso a mi me dolió. —me sentí peor de lo que ya me sentía.

— No es de mucha ayuda Lisa. —murmuré apenas. Ella rió.

— No lo estoy diciendo para lastimarte, ni para hacerte sentir culpable, pero tampoco busco confortarte. —murmuró. No entendí nada. — Mira, yo comprendo que tienes miedo. Todos en este mundo, lo hemos sentido al menos una vez en nuestras vidas. Somos débiles, somos frágiles y temerosos. Cada momento es un riesgo. Sufriremos, lloraremos, pero también reiremos, también amaremos. Ustedes, se aman, tu lo necesitas, como él te necesita. Deja de pensar en lo que otros opinen. Ellos no viven por ti. Él enmendó partes de ti, como tu lo enmendaste a él. No eches a la basura todo. Deja de temer... No mientas, no te mientas a ti mismo.

— Él no me perdonará. No viste sus ojos... —musite.

— Él te ama. ¿Qué necesitas que haga para que te des cuenta? Él gritó a los cuatro vientos que te amaba...

— Y yo lo traicione... —mi voz se quebró. — Traicioné su confianza... ¡Lo defraudé por que soy un maldito cobarde!

— Jimin...

— ¡Eso es lo que soy Lisa!

— ¡Jimin! ¡Mirame! —ella me sujetó ambos lados de la cara, obligándome a mirarla a los ojos. — No eres un cobarde... Eres solo un humano... Solo un pequeño humano que debe aprender a mirarse con el mismo amor con el que los demás pueden verte... Un frágil humano que debe equivocarse... Que debe caer, herirse y levantarse para aprender. No me mientas, yo sé cuánto lo amas, pero sobre todo, se cuanto te ama, por eso no puedo creer que él realmente pueda odiarte por lo que has hecho...

— Si lo hará...

— Eso no lo sabes. Ve con él, haz lo que debas hacer. —aconsejó.

Quizá tenía razón. Quizá, aún podía arreglarlo. Quizá él podría perdonarme.

— Gracias. —le dije. Limpié mis rostro y me levanté decidido.

— ¡Anda, no pierdas tiempo!—gritó alentandome mientras la miraba levantarse también con una suave sonrisa.

Todos cometemos errores.
Todos nos equivocamos.
Todos mentimos.
Todos somos solo unos pequeños, ignorantes, frágiles e idiotas humanos.

.
.
.

.
.
.

MIN∆BRIL

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro