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XXXI

Seokjin manejó tranquilo pero rápido en el viaje de regreso a casa de los Park, y luego de veinte minutos en el auto donde los dos jovebenes fueron escuchando musica y Jimin iba tarareando suave las canciones por primera vez en su vida, el menor comenzaba a cabecear del sueño.

—¿Quieres dormir? — preguntó Yoongi, a lo que el pelinegro negó.

— Falta bastante para llegar a Seúl— dijo Seokjin al volante—. Tienes como una hora para descansar.

Jimin volvió a negar, pero un bostezo lo interrumpió.

— Jiminie— Yoongi palmeó su hombro, la almohada de su novio en todos los viajes, elpelinegro frunció el ceño y volvió a hacer el mismo gesto— ¿Por qué? Estás cansado,se te están cerrando los ojitos.

Si de-jo de ha-blar... Per-deré— se explicó con torpeza, estaba cansado, tenía sueño, su garganta molestaba un poco  le dolía la cebza de nuevo, hablar lo estaba agotando mucho, creía que debía ser por eso.

— ¿Perder? — preguntó el mayor de los tres mirándolo por el espejo del auto.

Mi voz— Jimin parecía angustiado —. No ten-go que de-jar de hablar...

Ahora sus murmullos incoherentes y constantes tenían sentido, Yoongi se sentía muy tonto pot no haber pensado en eso antes.

Seokjin no sabía qué decirle al respecto, así que su mirada fue hacia Yoongi para queelrubio le dijera algo, el joven acarició los cabellos del menor con delicadeza.

— Bebé...— lo llamó, para el pelinegro lo mirara con ojitos cansados— Si quieres dormir, duerme, no podras estar despierto para siempre de todas maneras, tu voz va a seguir allí, no vas a olvidar dónde está de nuevo.

Jimin apartó su vista para mirar sus manos, no estaba muy convencido de las palabras del rubio.

— Y si no está la buscaremos de nuevo, ¿Bien?— dijo Yoongi por lo bajo, de sólo pensar en eso Jimin se ruborizó completamente, escondió su rostro entre sus manitos, avergonzado de que su novio dijera esas cosas frente a Seokjin—. Bueno, bueno, traquilo— el rubio acomodó la cabeza del menor sobre su hombro, dejando un beso sobre su coronilla—. Si quieres dormir no te preocupes por eso, todo tiene solución, Jiminie, de todas formas siempre hablas dormido y me despiertas.

Jimin se tomó unos segundos para suspirar profundamente, finalemente se rindió ante su cansancio y las palabras de su novio, dejó que Yoongi tomara su mano para entrelazar sus dedos.

Seokjin los miró con ternura, y al cabo de diez minutos Jimin ya estaba respirando con tranquilidad en el mundo de los sueños, apoyado cómodamente en el hombro de Yoongi, varios kilómetros después, el mayor preguntó:

— Yoongi, ¿Cómo es eos de que "van a encontrar su voz de nuevo"?

Yoongi alzó la vista de su celular y sus pálidas mejillas se tiñieron de rojo y sus ojitos se abrieron con pánico.

— Secreto profesional, lo siento— fue su única respuesta.

Durante el viaje el menor durmió hasta llegara la casa de su familia, en cuanto despertó Jimin había entrado en pánico, porque no había hablado desde hacía mucho tiempo, y esa sensación de ansiedad por perder de nuevo su voz lo había dejado inmóvil en el asiento con ganas de llorar y sin poder decir nada.

Yoongi se dió cuenta en seguida, y por instinto lo abrazó con firmeza, intentando transmitirle confianza y seguridad mientras dejaba caricias en su espalda y cabellos.

— Sabes de dónde sale tu voz, Jiminie, lo sabes y lo recuerdas — sintió al otroasentir, con el rostro escondido en su hombro—. Ya hablaste, ya sabes cómo hacerlo, confía en tu voz y sabrás que está ahí, auque sea sólo un ruidito, tu voz sigue allí, amor.

Jimin asintió de nuevo, aclaró su garganta con una pequeña tos y luego hizo un sonido afirmativo, haciendo sonreír a ambos, el rubioseparó el abrazso para dejar un corto beso en sus labios, para finalmente bajar del auto y ser recibidos por el señor y la señora Park.

Ho-la.

— Ohh, mi bebé...— la señora Park estaba al borde del llanto y fue directo a abrazar a su hijo, luego, ni Jimin ni su madre se dieron cuenta el momento exacto en el que  terminaron hablando en señas por las lágrimas y la emoción.

Del resto del encuentro, casi no entendieron nada de las palabras de Jimin, y tampoco de la señora Park, entre las lágrimas, la emoción y esa adorablemente torpe y algo añinada forma de hablar del menor, las palabras dejaban de ser tan entendibles, había un par de letras que Jimin no pronunciaba de forma clara y tenían que prestar completa atención para entenderlo, y lamujer sólo estaba muy feliz por él y lloraba sin poder controlarse.

Así que ahí estaban, madre e hijo hablando con señas mientras lloraban con una sonrisa en sus rostros.

Incluso horas después de su llegada estaban los tres en la casa de los Park haciendo tiempo hasta que sus amigos volvieran, Taehyung les había mandado un mensaje sobre que habían conseguido un viaje de regreso, (para él, junto con Jungkook y Namjoon) y estaban esperando para festejar todos juntos, con ízzas y algo de alcohol con suerte.

El celular de Seokjin sonó y por un momento creyó que sería Tae, pero su rostro se iluminó y sonrió cuando vió quién era.

— Hola, Joon— habló el mayor, con una sonrisa—. Ya están a unas cuadras...— dijo, mirando a Yoongi , quién tenía a Jimin sentado sobre sus piernas, los tres acomodados en el sillón de la sala, mientras la señora Park preparaba café—. Oh, no, nosotros nos quedaremos un rato, yo invito las pizzas por hoy, vamos a pasar el rato con Jimin, ven y...— su voz fue acallando de a poco, su sonrisa se borró—. Irás con Jackson...

La decepción en el tono de Seokjin hizo que la pareja lo mirara con atención, llegaron a escuchar un "Volvió de sus vacaciones en Estados Unidos y quiero verlo, lo extrañé muchisimo y..." desde la distancia donde estaban.

Seokjin mordió su labio, bajando la vista, interrumpió a Namjoon para que dejara de afectarle sus palabras.

— Oh, está bien... No, no, no me pasa nada, diviértete— su sonrisa fue tan falsa como su tono alegre—. Te veo luego, mañana habíamos dicho de... Oh... Okay, sí, pasarás unos días con él, bien... Te veré cuando te vea, entonces... Sí, adiós, Namjoon.

Seokjin cortó, mirando la pantalla de su celular con una expresión triste un momento, Yoongi colocó una mano en su hombro, llamando su atención, preguntando con su mirada si todo estaba bien, no sabía muy bien qué decir en esa situación.

— Estoy bien, en serio— habló el mayor, fingió una sonrisa—. Yo... Estoy acostumbrado, pel siempre me deja de lado cuando se trata de Jackson, está bien— se encogió de hombros—. Namjoon no me prestaría atención a menos que... No sé, me muera.

— No digas esas cosas— habló Yoongi con el ceño fruncido.

— Bien, quizás no tanto, quizás sólo... Un accidente automovilístico grave, no sé, lo suficiente para que se haga una idea de lo que pasaría si me perdiera...— el pelinegro se detuvo un momento—. ¿Estoy siendo muy dramático?

Los chicos negaron.

— Nop... Quizás sí, un poco, pero entendemos que debe ser frustrante— contestó Yoongi —. Pero si estás siendo algo negativo.

Seokjin suspiró con cansancio, sin querer hablar más, se levantó para ir hacia la cocina, por si la señora Park necesitaba ayuda con algo, dejando la conversación a la mitad.

Unos minutos después, cuando Namjoon llegó, Seokjin les pidió a los chicos que dijeran que no estaba, mientras se fué hacia el baño y se encerró allí, ya que no quería verlo.

El moreno ayudó a Jungkook a llegar hasta la casa, pasando el pasto y el pequeño escalón de la puerta, mientras Taehyung bajaba los bolsos de ambos, se quedó un momento hablando con la señora Park y para felicitar a Jimin, hasta que preguntó por Seokjin, y la casa cayó en un silencio incómodo, que de alguna forma hizo sentir mal a Namjoon, como is hubiera preguntado algo que no debía.

Hasta que Jimin negó, haciendo reaccionar a Yoongi quién habló antes que a su novio se le ocurriera qué decir.

— Se fué hace un momento, dijo que volvería, ¿Quieres que le deje tus saludos?

"¿O tus disculpas?" Pensó Jimin, pero no lo dijo, sino que mordió sus labios, como si su pensamiento pudiera escapar por ellos.

— ¿O tu pack? — añadió Taehyung, ganándose una mirada extraña por parte de todos.

— Creo que agradezco no saber que es eso— dijo la señora Park, y decidió irse de la estancia, dejando a los jóvenes entre ellos.

— No, está bien, gracias— Namjoon seguía extrañado, pero sonrió a Taehyung con una mueca.

— No hay de qué— murmuró el castaño, y Jungkook golpeó su pierna para que se callara, haciendo que una mueca de dolor apareciera en el rostro de su novio.

Namjoon finalmente se despidió, saliendo de la casa, Taehyung cerró la puerta con un poco más de fuerza de la necesaria, haciendo que los presentes se sobresaltaran, ellos habían escuchado la conversación del mayor por teléfono desde el otro lado, con mucha claridad porque el moreno tenía la costumbre de hacer llamadas por altavoz, y no eran ningunos idiotas como para no darse cuenta de las claras intenciones y sentimientos de Seokjin.

— ¡La puerta, por favor! — gritó la señora Park desde la cocina.

— ¡Lo siento!— respondió el castaño—. Namjoon es el tipo más ciego que conocí en mi vida.

— Sí, no se lo recuerdes a Seokjin, se estresa porque dice que le gusta un idiota y no lo puede cambiar— dijo Yoongi, a lo que Jimin asintió, recordando una incómoda charla con el mayor unos días atras.

— Sí, a mi me pasa lo mismo— dijo Jungkook, rodando los ojos.

— ¿Cómo?— preguntó Taehyung, Jungkook lo miró con una sonrisa reprimida—. Tu eres mi novio, no te puede gustar nadie más, ¿De qué hablas?— el castaño sonaba enojado y el chico de la silla empezó a reír, acompañado de Jimin y de Yoongi—. No, no, no es gracioso, Jungkook, ¿Me estás engañando? ¿Quién es el "idiota" que te gusta?

— Oh, sí claro, te estoy engañando, Tae, voy corriendo a ver al idiota que me gusta todas las tardes a sus clases de saxofón— dijo Jungkook de forma burlona.

— Yo hago saxofón, ¿Es uno de mis compañeros de saxofón? Jungkook, no te rías, porque llega a ser el idiota de Yugyeom-

— No es Yugyeom— dijo Jungkook, divertido por la situación mientras Tae parecia cada vez más estresado.

—Le gusta uno más idiota— dijo Yoongi.

— Me encantan los idiotas, me hacen sentir cosas donde yo no debería sentir nada — dijo Jungkook, Yoongi comenzó a reír a carcajadas y Jimin se puso todo rojo por entender, Taehyung no estaba para nada divertido por la situación y parecía muy estresado— ¡Tu eres el idiota que me gusta, Tae!

— Oh... Bueno, gracias por decirlo así yo también me puedo reír del chiste.

— Oh, cállate.

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