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XXX

Con Jimin abrazado a su cuello, el menor seguía sin poder dejar de llorar, ignoraba las palabras de Yoongi que intentaban calmarlo junto con mimos en su espalda desnuda y sus cabellos.

— Amor... 

A- mor... mor, mor mor... Am-mor...— Jimin balbuceaba palabras y sonidos que a veces eran repeticiones de lo que el rubio decía, como si estuviera practicando, pero el mayor sabía que su novio aún no podía creer lo que estaba pasando.

— Jiminie— el rubio se separó un poco del abrazo, para limpiar las mejillas gorditas del pelinegro, que estaban empapadas en lágrimas, comenzaba a preocuparse de que iba a deshidratarse— Vamos a lavarnos, Jiminie— dijo antes de cargarlo, con los brazos del otro rodeando su cuello y las piernas abrazando su cintura.

El baño dela habitación era amplio, con una ducha especial para Jungkook, y una silla de plástico donde el castaño se sentaba para no dañar la silla que usaba para transportarse; y que Yoongi usó para sentar a Jimin, bañó el cuerpo de su novio primero, sus sollozos se habían calmando pero seguía dejando fluir lágrimas.

— ¿Qué haces, Jiminie?— preguntó Yoongi, ya que el menor seguía haciendo ruidos incoherentes, no sabía si es que estaba intentando hablar o teniendo un ataque de algo.

Mi.. Yo, mi voz— dijo, haciendo que el mayor sonriera, la voz del joven era bonita y dulce y algo aguda y tierna, vió al pelinegro señalar en la unión de sus claviculas, justo debajo de su cuello—. De aquí, empieza a-quí.

— Sí, bebé, te entiendo — dijo el mayor, mientras tomaba algo de shampoo para lavar su cabello—. Debes respirar entre palabras, Jiminie, te quedas sin aire y te pones muy rojito, ¿Sabes? No te olvides de respirar, te vas a desmayar.

Jimin asintió e hizo unas señas con sus manos, Yoongi las entendió porque eran bastanta básicas, mientras el pelinegro aún murmuraba ruiditos interrumpidos cada tanto por una respiración nerviosa.

"No sé cómo".

— Es práctica, Jiminie, no te preocupes, ya lo aprenderás— dijo el mayor, suponía que no debía ser fácil para él, que hacía años que no decía ni un sonido, era dificil regular el aire entre palabras para quien no estuviera acostumbrado de toda la vida—. Quizás puedas empezar diciendo tres o cuatro palabras y luego respirar, en vez de cortar la spalabras para respirar— le aconsejó, Jimin asintió, cerró sus ojos con fuerza cuando su novio limió la espuma del shampoo con agua—. Normalmente yo respiro entre oraciones, pero si son muy largas si respiro entre medio, como ahora... Pero ya vas a mejorar, no te preocupes.

Al terminar lo miró dedicándole una pequeña sonrisa.

— ¿Estas bien?

Jimin asintió, murmurando, no lo había dejado de hacer desde que habían termiado, Yoongi debía admitir que era algo molesto pero no podía culparlo, así que no dijo nada el respecto, su novio estaba feliz y demasiado emocionado por encontrar su voz que no podía parar de murmurar, y si Jimin era feliz él también.

— Me duchare rápido y saldré ¿Quieres ir al cuarto y vestirte mientras?— ofreció, Jimin volvió a asentir, Yoongi dejó un beso en su frente antes de que levantara, saliendo del baño.

Cuando terminó de ducharse, se sorprendió al ver que Jimin, además de ya estar vestido, había odenado toda la ropa que habían tirado y había sacado las sábanas manchadas, a Yoongi le dió gracia porque ahora sí no había evidencia de lo que habían hecho, así ninguno de los otros dos podrían saberlo.

— ¿Estás bien bebé?— volvió a preguntar Yoongi luegode que terinó de ponerse ropa, a lo que Jimin violvió a asentir, tenía sus ojos sonrientes a pesar de que aún estaban sensibles por las lágrimas—, ¿Quieres ir a decirle a los demás?— preguntó, refiriéndose a la ya no-mudez de Jimin.

Jimin asintió y sonrió emocionado, una pequeñarisa surgió de sus labios y era adorable y tierna, lo que hizo a Yoongi retorcerse por dentro de lo lindo que sonaba su risa.

— Bien... ¿Cómo se los explicamos?

El pelinegro borró su sonrisa y alzo sus cejas, en verdad, no tenía una respuesta que no le diera verguenza.

— No te preocupes bebé, después vemos, no pasa nada — Yoongi dejó un beos sobre su frnete la verlo tan confundido, para luego tomar su mano, juntos, salieron de la cabaña con intención de ir hacia el comedor, o a algún lugar donde hubiera gente y pudieran encontrar a sus amigos.

Quizás para su desgracia, la primera persona que encontraron fue Taehyung, quién se había quedado esperando a Jungkook en el comedor, mirando por la ventana hacia las cabañas, para que ambos chicos terminaran, y al verlos salir había ido corriendo hacia ellos.

— ¡Mierda, Yoongi ! ¿Qué eres, un vampiro? — habló, aún a unos metros de distancia, podía distinguir las marcas en el cuello de Jimin, sobresaliendo del cuello de su remera.

Parecía que iba a decir algo más, pero funció el ceño al ver los ojos enrrogecidos por el llanto  de Jimin, y sólo le tomó unos segundos más en captar los murmullos que el pelinegro decía, bajitos y sin sentido, pero eran ruidos que Jimin nunca había hecho.

— No puede ser... ¡Jiminieeee! — gritó con felicidad, abrazando al chico,casi arrojándose sobre él, la risa del más bajo lo hizo reír tambien— ¿Qué te pasó? ¿Puedes hablar? ¿Puedes decir Taehyung? ¿Te-jiun?

Tae-hyung.

Jimin rió una risa dulce y tierna, llena de felicidad que contagió a los demás.

— ¿Qué hicieron? — Tae pasaba su vista de Yoongi a Jimin, sin poder creerlo — ¿Cómo-? ¿Qué?

Encon-tré mi voz— murmuró Jimin bajito, en palabras lago lentas y muy pensadas, sentía algo de verguenza de hablar de una forma tan tonta, pero sus amigos estaban felices, y él también—. Ruido, hice un rui-do y... luego recor-dé cómo era... hablar — agregó, le costaba manejar el aire entre sus palabras y sonaba algo entrecortado, con un poco de esfuerzo y atención Taehyung lo pudo entender perfectamente y lo esperó hasta que terminó de decir todo para volver a abrazarlo.

— Oh, Yoongi no llores, marica— dijo el castaño cuadno vio al rubio por sobre el hombro de Jimin.

— Tú también estás llorando, marica.

— Llorar es de gays, Yoongi, por eso estoy llorando, tu eres homofóbico.

— Tengo tantas ganas de golpearte en este momento.

Bas-ta— los calló Jimin, mirando a ambos pero más a Yoongi con más seriedad, cosa que Tae notó y le hizo una mueca de burla al rubio.

Yoongi tomó nota mental de arrojar su ropa interior al inhodoro el día anterior a irse.

Alo lejos Jimin pudo ver a Jungkook, que estaba dentro del comedor, así que sin dudarni un segundofue hacia donde estaba el menor para darle la gran noticia, con los otros dos siguéndolo.

— ¡Tae! Te fuiste corriendo y no me esperaste... — Jungkook sonaba ofendido, con la silla a centímetros de la puerta del comedor, sin poder pasar del umbral para no caer por la rampa, bastante empinada, pero se detuvo cuando vió a los tres secándose lágrimas inútilmente—. No lloren, me harán llorar también...— parpadeó para despejar su vista—, ¿Por qué lloran?

Kook-ie— dijo el pelinegro sin más.

El castaño pareció tardar un momento en creerlo, mirando a Jimin mientras sus ojos se iban llenando cada vez de lágrimas, hasta cubrir su rostro con sus manos y comenzar a llorar, Jimin fue a abrazarlo, y su amigo correspondió.

Taehyung anunció que iría a buscar a Seokjin, dejándolos a los tres en el comedor teniendo su momento.

Jungkook no pudo evitar ver las marcas en el cuello de Jimin.

— ¿Tú y...Lo...?

Jimin negó.

Algo a-sí— murmuró.

— ¿Tiene eso algo que ver con que ahora hables?— preguntó el castaño con una sonrisa amplia.

Jimin se puso rojo como un tomate y el castaño empezó a reir.

— Wow, tu novio tiene un pito mágico-— Jimin lo golpeó en el brazo para que no dijera esas cosas, Jungkook soltó una carcajada infantil.

— ¡Park Jimin!

Saltó un poco al escuchar el grito de Seokjin, que había entrado corriendo al comedor, estaba rojo como un tomate y respiraba agitado por haber corrido desde su cabaña hasta el lugar.

— Dime que Taehyung no me miente— habló, Jimin vió detrás de él, a Namjoon y a otros que se asomaban en la puerta.

No— dijo, negando.

— Awww, bebé— el mayor lo abrazó con fuerza, sonriendo ampliamente, sintiéndose a desbordar de ternura por aquella sílaba que había sonado más parecid a un pequeño "Ño"—. Voya llamar a tu madre ahora mismo, espera...

Su director sacó su celular, marcó el teléfono de la señora Park, y le pasó el aparato aJimin sin decir nada, Jimin estaba por hablar ella por primera vez en más de diez años, con lágrimas cayendo por su rostro, y Yoongi abrazándolo, ayudándolo a mantenerse de pie.

¿Hola? ¿Director Kim?— la señora Park estaba confundida por el silencio del otro lado de la linea— ¿Pasó algo?

Ma-má—murmuró Jimin, y volvió a tener unae enormes ganas de llorar que se esforzó por contenter.

¿Jimin? ¿Minnie eres tú?

S-sí... sí, ho-hola...

Ohh... Mi pequeño, mi bebé... Hola, mi amor, mi cielo, ¿Qué pasó?

Yo... Ah... Algo...— balbuceó, se estaba poniendo nervioso y tenía muchas ganas de llorar, cosa que no lo dejabacncentrarse en hablar—. Mamá, te qui-ero, mu-cho...

Yo también, amor, yo también —dijo la señora Park, aún se podía escuchar que ella también lloraba de la emoción—. Cuando llegas me cuentas todo amor, ¿Sí?

S-Sí...

Le diré a Seokjin que te regrese a casa ahora, hijo mío— Jimin aintió, aúnque por llamada la mujer no lo pudo ver—. Te amo, hijo, cuídate, te llamo en un rato, le diré a tu padre, ¿Sí? ¿Jiminie?

El menor lepasó el teléfono a Yoongi, para que conteste por él.

— Hola, mamá, Jimin está bien... Está sensible, pero está bien, yo cuidaré de él.

Gracias, Yoonnie, les hablo depués, hijos, los quiero mucho a ambos.

Luego de colgar los dos lloraron un poco más, hasta que Seokjin trajo algo para comer así se distraían un poco, Jimin seguía siendo bastante callado, respondía con pocas palabras, y hablaba muy bajo, en un tono suave, que hacía que todos hicieran silencio para que se pudiera escuchar su suave y tierna voz.

Sin querer hacerlo a propósito, continuaba haciendo señas para hablar, acompañando sus palabras, lo que a veces hacía que tuviera que cortar la palabra para que acompañara al gesto; y hasta llegó a seguir hablando en señas, mientras murmuraba sonidos incoherentes.

Pero todo requería de práctica, y Yoongi se lo recordaba cada vez que su novio se avergonzaba un poco por esas cosas, luego de un rato se había agotado de hablar, sentía como si su garganta doliera pero debía ser que no estaba acostumbrado a hacer tantos ruidos y por eso le incomodaba.

La señora Park habló con Seokjin, pidiéndole que los trajera a ambos chicos ese mismo día, el mayor no se negó, y les dijo que juntaran sus cosas inmediatamente que volverían a Seúl en cinco minutos.

Yoongi y Jimin obedecieron, con ayuda de Taehyung, guardaron todo a presión en sus valijas y lo llevaron hacia la camioneta de su mayor.

Se despidieron de sus amigos, quienes dijeron que intentarían volver lo más pronto posible para poder hacer una celebración, ya que se aburririan sin ellos.

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