IV
La puerta del baño se abrió de golpe, tan rápido y fuerte que el picaporte golpeó la pared haciendo un ruido fuerte, Jimin se asustó de nuevo, creyendo que otra vez habían regresado para seguir golpeándolo, pero sus ojitos asustados y llenos de lagrimas se encontraron con los gatunos ojos de su mejor amigo.
El cuaderno que le había regalado estaba destrozado en el suelo en miles de pedacitos, y otra parte metida en uno de los inodoros, su mochila y el resto de sus cosas también estaban en el suelo, todo estaba desordenado.
Jimin tenía el labio roto y sangrando, un ojo morado, el abdomen y costillas adoloridas, sus pulmones buscando aire y los ojos dejando fluir lágrimas constantes, sólo intentaba conseguir aire de nuevo, aún recostado en el suelo, cuando vió a Yoongi quiso esconderse.
—Jimin... — Yoongi se congeló ante lo que sus ojos presenciaban.
Jimin intentó alejarse, intentó levantarse e huir pero sólo trastabilló y volvió a caer al suelo.
— No, no, no, no... — Yoongi se acercó hacia él haciendo que se quedará sentando en el suelo, notó cómo temblaba, con delicadeza, despacio, tomó el rostro del chico para alzarlo—. Joder...
Jimin estaba avergonzado, no quería que su único amigo lo viera así, se sentía inútil, apenas se había separado de él unos minutos justo antes de ir juntos a la clase de gimnasia y ya estaba todo magullado, luciendo horrible.
— Voy a matarlos— murmuró Yoongi , levantándose para salir a romperle a la cara a unos cuantos.
La mano de Jimin atrapó la tela de la remera del mayor, tirando suavemente, Yoongi se detuvo inmediatamente para mirarlo, aunque su estado le rompía el corazón, Jimin negó, hizo unas señas que sabía que Yoongi no iba a entender, pero las hacía sólo para intentar decir algo.
"No me dejes".
Yoongi volvió a arrodillarse frente a él, y Jimin lo agradeció, rodeó el cuello del mayor con sus brazos, dejando su rostro sobre el hombro del mayor.
Unas lágrimas de impotencia se acumularon en los ojos de Yoongi, había prometido proteger a Jimin, y no lo había cumplido, se había confíado demasiado en que los idiotas que lo molestaban no lo volverían a hacer, pero no creía que serían tan cobardes de atacar cuando él no estaba junto al menor.
Acercándose más al chico, se dignó a hacer lo único que podía.
Pasó uno de sus brazos por debajo de las rodillas de Jimin, mientras el otro lo sostenía por la espalda, cargándolo de forma nupcial, salió del baño dispuesto a llevarlo a la enfermería, el menor no sacó el rostro del hombro del mayor en todo el camino, pero tenía oídos, y podía escuchar las expresiones de los demás al pasar.
Él siempre era "el chico mudo", para ser un poco más desagradable, a veces era el "gordo mudo", y odiaba llamar la atención de esa manera, también odiaba que muchos pensaran que él era sordomudo, cuando podía escuchar perfectamente, sólo su mente era muy tonta para hablar.
Y esos comentarios los acompañaron hasta la enfermería, y por más que Jimin se negó a soltar a Yoongi, aún seguía asustado y quería que alguien familiar lo abrace, no que alguien que no cocinera lo tocara, el chico tuvo que apartarse para que la enfermera revisara su rostro.
—¿Puedes ir a decirle al director que llame a sus padres? — preguntó la enfermera.
Yoongi asintió, pero de nuevo, Jimin había atrapado su remera, negando con la cabeza, no quería que se vaya, el mayor pasó su vista del menor a la enfermera, quién soltó una risita, y salió de la habitación diciendo que podían quedarse, que iría ella misma.
El mayor volvió a acercarse a Jimin, sentado al borde de la camilla, tomó el algodón que el menor mantenía contra el corte de su labio, bastante manchado de sangre, ya que era una zona que sangraba bastante, lo levantó un poco para ver la herida, y luego lo volvió a acomodar, sosteniéndolo por él.
— Voy a matarlos — volvió a decir Yoongi .
Jimin negó, y quiso decir más, pero no pudo.
— Tus cosas siguen en el baño, ¿No?
Jimin asintió.
Yoongi soltó el aire, en algo parecido a un resoplido, como si fuera una fiera enojada que no podía atacar a nadie, el mayor mantenía sus nudillos apretados en el borde de la camilla, estas estaban blancos.
— Juro que los voy hacer pagar, Jimin — Era la primera vez que el mayor no se refería a él como "Park", y eso lo hacía sentir feliz a pesar de todo—. Les voy a romper todos los dientes y voy a tirar todos sus útiles al container de la basura de la cocina, y después los voy a tirar a ellos adentro-
Jimin volvió a negar, pidiendo por favor que lo olvidara, no quería que el mayor se enojara más por lo que pasó.
— No, Jimin, no— Yoongi estaba harto de la negación del chico, Jimin no era capaz de reaccionar y defenderse, o vengarse, pero él sí, y en su interior tenía una furia que sólo podía calmarla repartiendo un par de golpes, aunque sabía que sólo se metería en problemas otra vez, al igual que lo había hecho en su anterior escuela—. Son unos idiotas, hacen esto sólo porque...
"Dilo. Vámos, dilo"
— Sólo porque eres mudo— murmuró—, y eso no tiene sentido.
"Dime algo que no sepa"
Yoongi tomó sus manos, para que dejara de moverlas.
— Perdón porque el mundo sea tan frío, tan mierda contigo, Park— dijo—. No lo mereces.
"Yo no te merezco, Min Yoongi " pensó, sintiendo la calidez de la mano del mayor sobre las suyas.
Unos diez minutos después, la señora Park llegó al colegio con paso apresurado, entrando a la enfermería con la frente perlada de sudor por correr.
Yoongi alzó las cejas ante el parecido de Jimin con el de su madre, tenían los mismos rasgos, sólo que la mujer tenía el rostro más redondo y los ojos más pequeños.
— ¡Minnie!
Yoongi se alejó de Jimin para que la madre lo abrazara, vió a su madre hablarle en señas, sin decir nada con su voz pero haciendo expresiones faciales, parecidas a las que hacía Jimin cuando escribía para hablar con él, no entendió nada de lo que hablaban, vió a Jimin contestar, viendo sus deditos moverse y luciendo extremadamente adorables.
Luego de hablar un momento, vió a Jimin señalar hacia él, con una leve sonrisa, la señora Park se volteó hacia él, con una sonrisa amplia.
— Muchas gracias por cuidar a mí Minnie, Min Yoongi— la mujer hizo una reverencia hacia él.
—N-No hay de qué...
La mujer sonrió una vez más, se volteó un poco para poder ver a los dos chicos.
— Iré a firmar para llevarte a casa, Minnie, ya vuelvo— habló, moviendo las manos.
Ambos asintieron, la mujer se fue.
Yoongi supuso que debía ser más que sólo una persona que sabía el lenguaje de señas, que era una intérprete, o enseñaba señas, por la costumbre de hablar con las manos a pesar de que Jimin podía escuchar perfectamente.
También supuso que de ella fue quien le enseño a Jimin a hablar con señas, tenían gestos y expresiones muy parecidos.
Los ojos de Jimin fueron hacia los de Yoongi de nuevo, el mayor sonrió, acercándose un poco a él de nuevo, quedando frente e él y acercándose a su rostro quizás más de lo normal.
— Todo está bien, ¿Sabes? Todo estará bien pronto— dijo, sintiéndose mal por los golpes en su rostro.
Jimin asintió un poco, y creyó por un momento que la mirada de Yoongi fue a sus labios, y él aprovechó a hacer lo mismo, no supo porqué, pero simplemente ambos lo ignoraron.
Y la señora Park regresó para llevarse a Jimin, aunque antes el chico hizo unas señas a su madre, para señalar finalmente a Yoongi de nuevo, lo único que entendió el mayor es que estaban hablando de él, cuando la mujer lo volvió a mirar tenía esa sonrisa maternal.
— Min Yoongi— dijo la mujer—. Minnie te quiere invitar a su cumpleaños, hoy en la tarde, dice que no tuvo la oportunidad de invitarte con más antelación.
— ¿Cumpleaños? — repitió, pasando la mirada de la señora Park a Jimin, quién tenía las mejillas ruborizadas y sus ojitos miraban al suelo con algo de pena— ¿Hoy? — su amigo era de planear y decir las cosas con mucha antelación, si cada vez que se se juntaban los fines de semana tenía que empezar a insistirle y planear todo desde el miércoles.
— Hoy es el cumpleaños de Minnie— dijo la mujer—. Hoy cumple quince años.
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