Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

VII

El cumpleaños de Jimin sería dentro de tres semanas, y como todos los años, Yoongi no tenía ni idea qué regalarle, no era bueno eligiendo regalos, así que normalmente era de dar dinero, pero con su novio debía pensar en algo especial, y eso había estado haciendo toda la semana, pero no se le ocurría nada.

No podía concentrarse en su tarea por estar pensando en aquello, así que finlamente suspiró un poco y se rindió, preguntándole directamente:

— Jiminie, no tengo ni idea qué regalarte en tu cumpleaños, siempre te regalaba cuadernos pero ahora ya no los necesitas...— el menor asinitó, aún tenía una collección completa de los todos los cuadernos que su novio le había dado desde que se conocieron, salvo el primero —Dame una ayuda, ¿Qué te gustaría?

Jimin pareció pensarlo un momento, dejando a un lado su lapiz y tarea de matemáticas, pero luego de unos segundos se encogió de hombros.

No importa— dijo simplemente.

— Claro que importa, Jiminie, ya sabes lo que pienso de los cumpleaños y los regalos.

Jimin hizo una mueca, pensó unos cuantos segundos, y Yoongi esperó pacientemente hasta que habló:

Tú eres un regalo— dijo, bajo, ruborizandose un poco—. No nece-sito nada.

Yoongi asintió, no era la respuesta que quería, pero en parte lo esperaba, no estaba muy sorpendido, Jimin no era una persona muy materialista o exigente, y nunca le había pedido nada a Yoongi que no fuera quizas algún helado o un chocolate.

— ¿Quieres que me ponga un moño en la cabeza y sea tu regalo? — bromeó, haciendo reír un poco a ambos, Jimin negó.

No nece-sito nada— repitió—. Te ten-go a ti, Yoon. Eres el mejor re-galo.

Jimin tenía las mejillas enrrogecidas, era algo que pasaba con facilidad y una de las características favoritas de Yoongi, le daban ternuna que fueran algo gorditas y con un par de pecas, a veces si las miraba por mucho tiempo le daban ganas de apretarlas peo al menor no le gustaba, como era de costumbre lo miró con una sonrisa boba pensando que Jimin era la persona más linda del mundo.

— Eso sigue sin arreglar mis dudas pero fue lindo el cumplido, gracias, ya lo sé.

Jimin le dió un codazo para que dejara de ser un creído, aunque sabía que no iba a pasar, casi nunca le decía a Yoongi todo lo que significaba para él, a pesar de que sí se lo demostraba, una parte de él se quedaba inconforme y si pensaba mucho al respecto se sentía algo mal, una parte le decía que Yoongi se merecía un poco más.

El rubio siempre le decía cosas lindas y siempre estaba allí para apoyarlo, para ayudarlo en cualquier cosa que necesitara, sea defenderse de un montón de idiotas, de acompañarlo cuando se sentía mal, o incluso para algo tonto como ordenar su ropa luego de la lavandería o limpiar el cuarto, pero no sentía que él hacía lo mismo, ni lo suficiente, por Yoongi.

Su novio significaba mucho para él, tanto que era difícil decirlo, pero al menos lo intentaba.

Luego de aquella charla sin frutos, al otro día Yoongi dicidió recurrir al plan B: preguntarle a sus catastróficos amigos.

Estaba esperando que su hermana lo pasara a buscar para llevarlo a recorrer tiendas, como necesitaba respuestas inmediatas directamente llamó al numero de Taehyung.

— Tae, ¿Qué crees que pueda regalarle a Jimin?

Hola, Min, buenas tardes, también es un pacer hablar contigo, amigo mío, yo estoy bien, gracias por preguntar-

— Me alegro, ¿Qué crees que pueda regalarle a Jimin?

Yoongi tenía decidido que si no se le ocurría nada bonito terminaría comprando una tarjeta de cumpleaños y un álbum de fotos para ponerle cositas lindas, al menos si no podía regalarle algo al nivel que el chico merecía al menos lo haría al nivel de la cursilería.

Espera que te pongo en altavoz— lo escuchó decir a Tae—. Estoy con Jungkook, tres cabezas piensan mejor que dos.

No sé si ustedes dos llegan a hacer dos cabezas, quizás dos tercios— escuchó decir al menor— ¡Ah! No me pegues...

Yoongi rió un poco por aquellos dos, ambos habían sido amigos desde la infancia, y por más que ahora eran pareja se seguían comportando como amigos la mayor parte del tiempo, casi al nivel de dos hermanos molestos.

Ayuda un poco, Kook— pidió Tae—. Tú te llevas más con Jimin que yo, ¿Qué se te ocurre?

Pasaron unos cuantos segundos en silencio, en los cuales Yoongi miraba a cada lado de la calle en búsqueda de cual sea el auto de Yoonji, la chica le había dicho que llegaría en diez minutos hacía media hora.

No tengo idea— dijo Jungkook finalmente, Yoongi suspiró hastiado y rodó los ojos.

Bien, gracias por tu ayuda, eres genial— dijo Tae con sarcasmo.

No me hables así.

— Kook, dile que lo dejarás si sigue con esa actitud de mierda— dijo Yoongi, metiendose en la conversación.

Me iré con Yoongi y Jimin si sigues así— habló Jungkook, en tono serio, haciendo al rubio reír un poco.

Cállate— dijo Taehyung, sin caer en la broma como lo había hecho la primera vez—. Si no se te ocurre nada, Yoon, yo puedo hacerle el regalo a tu nombre, tengo todo en mente, algo que ambos necesitan.

Yoongi frunció el ceño, ya se imagina qué podía decir Taehyung.

— ¿No estarás pensando en-?

¿Te va eso de las orejas de gatito?

— ¿Qué? 

No importa, a todos les gusta las orejas de gatito.... Bien, ahora algo muy importante, dime cómo lo visualizas, así el ideal-

— ¿Visualizar qué, Tae? No-

Cómo visualizas a Jimin, idiota, dime.... Orejitas de encaje o de las de pelo sintético, esas que son horribles y pican cuando-

Sí, las de pelo esas son feas — acotó Jungkook.

— ¿Jimin con orejitas...? No, chicos...— Yoongi se frotó el rostro, a veces tenía una buena imaginación y en ese momento no estaba ayudando.

¡Es algo básico, hyung! Todos necesitan unas buenas orejas de gatito... Y condones, por si acaso, no queremos niños todavía, somos muy jóvenes-

— Tae.

¿Tienen lubricantes? ¿Vaselina al menos? No importa te daré todo lo necesario-

— ¡Tae! No le voy a regalar a mi bebé Jiminie algo así, falta que también me digas de esposas o arneses o yo sé qué-

Oh, eres del BDSM, bien, lo tendré en cuenta.

— ¿Qué? ¿Qué es eso? ¿BDM? ¿Banco de Mexico?

El Banxico no tiene nada que ver con látex y juegos de rol... O quizás sí, no lo sé, pero-

La repentina e insistente bocina de un coche lo hizo mirar hacia todos lados, pensó que su hermana era su salvación de esa converzación hasta ver la patrulla de policía, y Yoonji saludando desde adentro.

Suspiró para pedirle a todos los dioses de todas las religiones paciencia para sobrevivir aquel día sin matar a nadie.

— Tengo que irme, Tae, Jungkook, adiós— dijo, y no esperó una respuesta antes de cortar la llamada.

— ¡Hola, cuñado! — escuhó aquella voz familiar, para ver al pelirrojo sonrriente que iba en el asiento del copiloto.

Yoongi frunció el ceño, por aquel apodo, pasó su mirada del sonriente joven hacia su hermana, quién rió como una niña.

¿Qué mierda le pasaba a Yoonji? Verla feliz y risueña no era lo normal.

— ¿Te vas a subir o no?— preguntó la pelinegra el verlo dudar, destrabó las puertas traseras y Yoongi se subió a los asientos traseros de la patrulla.

— ¿Por qué te robaste el auto de tu trabajo?— preguntó el rubio, notando que estaban vestidos de civil pero aún así con la patrulla de policía.

— Porque puedo— respondió la pelinegra, encogiéndose de hombros—. Y si hay tráfico puedo poner la sirena y avanzo más rápido.

— No puedes hacer eso, amor— dijo Hoseok, Yoongi lo miró con disgusto y sorpresa, cualquiera que llamara a su hermana de esa forma no salía vivo, pero parecía que Yoonji estaba feliz de ser llamada así —¿Cómo has estado Yoongi? — preguntó el pleirrojo con una sonrisa amable.

— Bien— asintió, sonriendo forzadamente y con muchas dudas—. ¿Cómo es eso de "cuñado"?

— ¿No le dijiste? — Hoseok miró a Yoonji, sin dejar de sonreír, el rubio se preguntó si al chico no le dolería la cara de sonreír tanto.

— ¿Decirle qué? — preguntó su hermana, sin despegar la vista del camino.

— De que somos... Ya sabes.

— ¿Somos? ¿Somos... Qué? — Yoonji alzó una ceja—. No sé de qué me estás hablando, Jung.

Yoongi rodó los ojos, acomodándose en el asiento trasero, entre Tae al teléfono y aquellos dos no sabía qué podía ser peor, pero si que preferiría mil veces estar acompañando a Jimin con su tarea o durmiendo.

— Nunca me pediste ser nada— dijo Yoonji—. Entonces, no somos nada, Jung, yo soy una mujer libre y tú eres solo mi compañero de trabajo, no tenemos ninguna formalidad a parte de eso, los títulos y las relaciones se forman con palabras y acuerdos mutuos, entre muchas otras cosas, y tu y yo no tenemos nada de eso.

— Oh, bueno— por primera vez en toda la conversación se le borró la sonrisa a Hoseok— Bien... Min Yoonji ¿Quieres ser mí... Novia?

— Claro— dijo la chica con simpleza, volviedo a sonreír como si nada.

Yoongi rodó los ojos con fastidio.

No supo hasta cuándo estuvieron así, pero al llegar al centro y estacionar la patrulla Yoongi comenzó a ver los locales de alrededor en búsqueda de algo que pueda ser un regalo decente, vió un montón de locales de ropa, y no pudo evitar ver en las librerías los bonitos cuadernos, aunque negó para despejarse de la costumbre cada vez que veía uno.

— ¿No tienes ni idea qué le puede gustar?

Yoongi miró a su hermana un momento para luego negar.

— Sé todas las cosas que le gustan, lo conozco muy bien, es que no encuentro nada que... Este a su nivel, que valga algo de lo que se merece... Sé el tipo de ropa que le gusta y su talle de calzoncillos pero no quiero darle un regalo tan simple, se supone que los cupleaños es un día especial y merece un regalo especial.

Vió a Yoonji morderse el labio para ocultar una sonrisa.

— Eres un cursi— dijo, y no pudo evitar reír un poco.

— Púdrete, como si no estuvieras toda tontita tú con ti noviecito el sonrrisitas— se burló el rubio.

— Ahí está mí hermano— respondió la chica, con gracia—. Yo que tú, le compro algo que a todos les encanta.

Yoongi la miró esperando que continuara, la vió señalar algo en la vitrina de la tienda de al lado.

— Una cámara instantánea— dijo la chica—. Así toda bonita, de color blanco, o rosa-

— El amarillo le gusta más— la interrumpió—, es nuestro color.

Aww tienen color de pareja, que lindos— Yoongi rodó los ojos, por primera vez en el día, su hermana había tenido una buena idea de qué regalar.

— Pero son muy costosas— murmuró el rubio, con decepción, se encogió de hombros—. No tengo tanto dinero para eso.

Desde que se había ido de la casa de su familia, Yoongi había vivido de algunos ahorros que tenía, y cuando se acabaron, Yoonji comenzó a darle dinero todos los meses, era una parte de su sueldo, pero su hermano nunca se lo había pedido, no quería aprovecharse ni sentirse como una carga.

— ¿Por qué te preocupa el dinero si al final lo pagaré yo? — dijo la chica.

— No, no, está bien, puedo pensar en otra cosa— Yoongi negó, se suponía que él era grande y debía comprar algo con su dinero, ya era suficiente que Yoonji se lo hubiera dado en primer lugar.

— Cállate, la compraré igual— dijo la pelinegra—. Como dices, Jimin se merece un lindo regalo, a demás, él me cae bien, es como un hermanito para mí, no me molesta gastar en algo así para él.

El rubio sonrió un poco, Yoonji tomó su brazo y lo llevó al interior de la tienda, buscando el regalo perfecto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro