Habían pasado algunas horas desde que ambos se habían recostado en la cama. Jin se mantenía abrazado al cuerpo de Yoongi cuando el celular de este comenzó a sonar.

El pelirrojo se alejó del menor y observó su móvil, sonrió al leer aquel mensaje y se levanto de la cama.

Sin decir una palabra salió de la habitación dejando al castaño confundido.

Jin se mantuvo en su cama jugueteando con sus manos a la espera de que el pelirrojo volviera.

Algunos minutos pasaron y se escuchó la puerta de la habitación de Yoongi ser cerrada, seguido la voz ahogada del mayor.

—En unos minutos estaré ahí —escucho decir al pelirrojo.

Jin inmediatamente se puso de pie y salio de su habitación, sólo para ver a Yoongi bajar las escaleras con su celular en el oído

—¿Vas a salir? —preguntó lo suficientemente alto para que Yoongi lo escuchara.

—¿Acaso no es obvio? —respondió el mayor señalando su vestimenta—. Volvere tarde así que no me esperes.

Y sin más se perdió de la vista del menor, después de algunos segundo la puerta principal fue cerrada.

Jin suspiro triste ante la actitud del menor y entendio que la relación con Yoongi no sería lo que el siempre había soñado. Pero a pesar de este reconocimiento, Jin creyó y plantó en su interior la semilla de la esperanza, rogando por que todo aquello cambiará en algún momento.

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Las semanas continuaron avanzando. Jin se encontraba decaído a pesar de que había conseguido que el pelirrojo que tanto le gustan se fijará en él.

Y es que todas las noches sin falta Yoongi lo dejaba sólo, se iba a las fiestas impartidas por Hoseok y no volvia hasta altas horas de la madrugada.

Por otro lado Hoseok había perdido interés en molestarlo de nuevo, sólo había estado ese incidente de la ocasión pasada cuando el pelinaranja lo había hincado y jalado los cabellos, pero después de eso nada. Al menos en ese aspecto el castaño obtenia un poco de tranquilidad.

Con el paso de las semanas su amigo Taehyung se había vuelto más cercano al chico que lo fotografiaba y al cabo de un par de semanas más Taehyung se había acercado a Jin con una hermosa sonrisa para decirle que ya tenía novio.

Las cosas parecían parchar de buena manera, al menos en ciertos aspectos. Porque a pesar de que habían pasado algunas semanas desde que Jin y Yoongi habían comenzado a salir, Jin seguía permaneciendo en las sombras.

Y con el paso de los días, Jin acepto que así se mantendría por un buen tiempo, oculto, sin ser reconocido como lo que era, el novio de Yoongi.

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A pesar de que Yoongi no lo reconocía como su novio en la escuela, en casa las cosas eran distintas.

Ambos compartían besos y algunas caricias, veían tv abrazados y todo parecía lo que hacía una pareja normal.

Aquel día, Jin se encontraba contento y demasiado animado. Aún no podía creer que ya había pasado un mes desde que se hizo novio de Yoongi.

Con la esperanza de conmemorar ese día como toda pareja haría. Jin se propuso hacer una bonita cena. Así que, al llegar de la escuela, el castaño agradeció que Yoongi hubiera tenido algo que hacer antes de volver.

Jin se paso toda la tarde metido en la cocina, preparó un delicioso platillo que había visto en la televisión y también horneo un delicioso pastel.

En cuanto terminó de preparar todo, fue a su habitación, tomo un baño y se puso un conjunto de ropa que había comprado hace poco para impresionar a Yoongi.

Jin se quedó en la sala esperando a que Yoongi llegará, y después de varias horas, por fin escucho la puerta principal ser abierta.

La decepción se plantó en él cuando vio a Yoongi entrar sin siquiera prestarle atención. El pelirrojo subió las escaleras y entró a su habitación, se dio una ducha y después bajo de nuevo.

—Yoon —dijo Jin en cuanto lo vio al pie de la escalera—. He preparado una cena para cele...

—Me tengo que ir —dijo el pelirrojo sin mirarlo siquiera—. Buen provecho.

Jin se quedó estático observando como el pelirrojo salía de la casa. Bajo su cabeza y sintio como las lágrimas corrían por sus mejillas. Yoongi lo había dejado de nuevo.

Con el corazón dolorido el menor giro su vista hacia la entrada de la cocina, apretó los ojos con fuerza y se fue a su habitación.

Aquella noche Yoongi no llegó hasta altas horas de la madrugada y Jin simplemente lloro hasta que ya no pudo mantener sus ojos abiertos.

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—Ya estoy aquí —dijo el pelinegro mirando hacia la puerta de aquella casa. Básicamente está se encontraba vomitando gente de tan llena que se encontraba—. ¿Dónde demonios estas?

—En mi habitación —respondio sin más el chico al otro lado de la linea—. Entra y sube las escaleras, segunda puerta a la izquierda. ¡Apresúrate!

—No me apures idiota, ni que fuera tan sencillo entrar a tu maldita casa.

—Bla, bla, apúrate.

Jimin apretó el celular en su mano y colgó. Después de ser apretujado, manoseado y casi violado al entrar por aquella puerta, el menor fue directamente hacia las escaleras, siguió las instrucciones de Hoseok y llegó hasta la puerta de su habitación. Sin tocar a la puerta, Jimin entró como si nada a aquel cuarto.

—¡Woow! —dijo Hoseok en cuanto vio al pelinegro—. No pensé que entraría, de ese modo Jimin, ¿qué si hubiese estado desnudo?. —levanto una de sus cejas de forma coqueta y sonrió hacia el menor.

—Dejate de estupideces y habla.

—Tranquilo viejo —Jimin lo miro con evidente fastidio—. Esta bien. Toma asiento.

Jimin rodó los ojos y fue hasta la silla que se encontraba frente al escritorio de Hoseok.

—Y dime ¿qué debo saber acerca de Yoongi?

—Yoongi es muy callado, y no sólo con la gente que no conoce, él simplemente es demasiado amargado. No habla mucho, no sonrie mucho, pero eso si, cuando se trata de cazar una presa, Yoongi es el mejor cazador.

—Ok, debo portarme débil e ingenuo con él. Entendido.

—Solo no seas demasiado empalagoso, ni te comportes como un niño mimado, o te mandará por el caño.

—Bien —dijo con un tono suave y adorable. Mostró un perfecto eyesmile y Hoseok se cubrió la boca sorprendido.

—Oh my good, my heart is, ooh my good. —dijo el pelinaranja con la Mané en su corazón—. ¿Dónde ha quedado el Jimin frío y calculador? ¿quién eres tú criatura adorable?

—Oh, cállate Hoseok —respondio Jimin volviendo a su faceta de chico serio.

—Eres una caja de sorpresas Park Jimin.

—No tienes ni idea. —respondio sonriendo de lado con una mirada calculadora. Hoseok simplemente se estremeció al ver al menor.

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Holi ❤️

Se que he tardado demasiado en resubire la historia, y la verdad es que la estuve leyendo y quede insatisfecha con la redacción y algunos sucesos, así que la estoy editando y reescribiendo casi todo.

Espero tengan paciencia para llegar hasta donde íbamos, y posiblemente quedemos en menos capítulos 😅

Besitos y espero les este gustando la reedición 😘

✿Kim☆Palomita✿