Dedicada a sujin084

Habían pasado dos días desde que SeokJin comenzó a sentirse indispuesto. Las nauceas habían aumentado considerablemente, y sin falta, aquellas dos mañanas, SeokJin había devuelto todo lo que había en su estómago.

Yoongi se mantenía ajeno a esta información, ya que SeokJin le había hecho creer que aquellas nauceas habían pasado desde el primer momento, utilizando el cuarto de baño en la habitación de Hyuk para evitar que Yoongi lo escuchase.

Al ver que su condición no mejoraba, SeokJin decidió que lo mejor era ir al médico, así que al término de la jornada escolar, SeokJin se encaminó hacia el hospital, tomando asiento en una de las tantas sillas frente a los consultorios de los médicos a la espera de que su médico de cabecera pudiera atenderlo.

Con nerviosismo, el menor observaba a las personas que pasaban por el lugar, algunos apoyados en familiares ante los intensos dolores que presentaban, doctores caminando de aquí para allá y enfermeras con sus impecables trajes blancos, cargando cubos de metal repletos de jeringas y recipientes con medicamentos inyectables.

Los nervios del menor aumentaron al solo pensar en la posibilidad de ser inyectado, ya que él, al igual que la mayoría de las personas, detestaba y temía a las agujas. Pensando positivamente comenzó a imaginar cualquier otro escenario con la finalidad de controlar su temor.

—Kim SeokJin —escuho su nombre ser dicho por la sonriente secretaría—. Adelante lindura, el médico te espera.

SeokJin sonrió ante la radiante sonrisa que le brindo la joven y camino hasta la puerta del médico, dando unos leves golpecitos a la puerta.

—Si, si, tomaré los medicamentos, muchacho, deja de repetirlo tanto —dijo una agradable abuelita mientras salía del consultorio.

—Eso espero, no quiero tenerla de vuelta la próxima semana por la misma situación y escuchar de sus hijos que no tomo los medicamentos —regañó el doctor desde dentro.

—Si, si —la mujer agitó su mano, dando por zancada la conversación—. Sea lo que sea que de te el chico, tómalo, no querrás que te esté dando la lata como a mi —dijo la ancianita a SeokJin.

El menor sonrió ante la actitud de la mujer. Entro al consultorio en cuanto la señora mayor salió por completo y miró casi con miedo al chico de bata blanca y lentes redondos.

—Buenas tardes —dijo con ls voz algo temblorosa.

—Hola —el muchacho bajo su mirada hacia la cartilla médica y después volvió a mirar al castaño—, Kim SeokJin. Mi nombre es Chae Hyungwon. Desde el día de hoy, seré tu médico de cabecera, ya que él doctor Choi ha sido transferido a otro hospital debido a un cambio de residencia.

—Oh —el menor asintió, recordando un poco a su antiguo médico y sintiéndose rápidamente en confianza con el chico frente a él.

—Toma asiento, SeokJin —Hyungwon le indico a SeokJin que se sentará en la silla frente a su escritorio, tomando el mismo asiento para después tomar una pluma y un cuadernillo, anotando en lo alto el nombre del muchacho y la fecha—. Muy bien, dime SeokJin, ¿Qué te trae por aquí?

Jin relamio sus labios, pensando exactamente lo que diría al médico.

—Bueno, yo... últimamente no me he sentido muy bien. —Frunció el ceño y jugueteo un poco con sus manos.

—Tus síntomas, ¿Podrías mencionarlos? —pidió con amabilidad el muchacho, acomodando sus lentes sobre el puente de su nariz.

—Nauceas, mareos, vómitos.

Hyungwon asintió, anotando todo en el pequeño cuadernillo.

—¿Algo más? —preguntó, levantando un poco su mirada por encima de sus gafas.

—Huum, no, solo eso —el menor medito un poco, para después asentir, completamente seguro.

—Bien. ¿Hace cuánto presentas estos síntomas?

—Hace tres días.

—Bien. ¿Has tomado algún medicamento?

—No.

—Las nauceas que presentas, ¿Suceden todo el tiempo o con cuánta regularidad?

—Pues, tengo nauceas todas las mañanas, al igual que los vómitos. Pero las nauceas están presentes a lo largo del día, a causa de algunos olores y cosas así...

Hyungwon asintió, relamiendo un poco sus labios.

—¿Has presentado nauceas o ascos ante algún alimento que solías consumir con regularidad?

—Si —dijo mientras asentía, recordando aquel día en que Tae le había llevado un cupcake de zanahoria y casi había vomitado sobre él.

—Tengo una teoría, pero necesito hacerte algunas pruebas antes de poder deducir si es cierta —dijo mientras asentía y volvía a acomodar sus gafas—. Toma, ve a laboratorio y pide que te realicen una prueba de GCH —miro la hora en el reloj sobre la pared—. Aún estás a tiempo. El resultado estará disponible dentro de una hora. Una vez que te lo entreguen, vienes conmigo para poder explicarte de qué va.

Al escuchar aquello, SeokJin casi se cae de la silla, pensar en aquella aguja extrayendo su sangre lo hizo temblar.

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Después de haber pasado por la tortuosa prueba, SeokJin había ido a alguna máquina expendedora para poder sacar una bebida que lo ayudase a recuperar las fuerzas ante lo que había tenido que soportar.

Camino de regreso al laboratorio para esperar a que le entregaran los resultados de su prueba, sin saber exactamente de qué era la dichosa prueba y mucho menos lo que estaba sucediendo.

El tiempo pasó casi tan lento como los pasos de una tortuga, hasta que por fin escucho su nombre ser llamado.

—Aquí tiene —dijo la enfermera al otro lado del mostrador, sonriendo amable—. Que tenga buen día.

SeokJin asintió, hizo una pequeña reverencia y agradeció, antes de girarse y comenzar a andar de vuelta al consultorio de su médico.

En cuanto la secretaría lo vio, lo hizo pasar, mostrando una vez más su enorme y brillante sonrisa.

—¿Doctor Chae? —dijo con la voz baja, ingresando casi con temor al consultorio.

—Adelante, SeokJin y amm... puedes llamarme Hyungwon —dijo con un pequeño gesto.

—Si —asintió el menor—. Aquí están los resultados.

—Perfecto —Hyungwon extendió su mano y tomo el sobre de las manos del menor, analizando las palabras ahí plasmadas y después levantando su mirada para trabarla con la de SeokJin—. Jin, toma asiento.

El miedo se asentó en el estómago del menor, quién tomo asiento para después mirar con miedo al médico.

—¿Qué tengo doctor?

Hyungwon sonrió ante la mirada del menor.

—Tranquilo Jin, no es nada malo. Mira, existe una pequeña parte de la población masculina que tiene el privilegio de procrear. Estos exámenes son unos exámenes de gonadotropina coriónica humana, los cuales detectan la hormona del embarazo —SeokJin escuchaba todo con atención, procesando con lentitud cada una de las palabras dichas por el pelinegro—. Tus exámenes de GCH han dado positivo, SeokJin, eso quiere decir, que estás embarazado. ¡Felicidades! —dijo al fin el muchacho, sonriendo ampliamente.

—¿Qué? —fue lo único que dijo el menor antes de desvanecerse por completo en aquella silla.

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¡Surprise!

Mis hermosas lectoras, se dan cuenta de todos los cambios que estoy haciendo, esto no estaba anteriormente y bueno, quise ponerlo aquí para que disfrutarán de este bonito momento en el que nuestro bebu se entera de todo, completamente distinto a la historia anterior. En verdad espero les haya gustado y bueno, me estoy dando a la tarea de investigar más sobre esto para traerles un mejor contenido en cuanto al desarrollo del embarazo de Jinnie.

¡Hyungwonnie apareció! ❤️

No pude evitarlo, porque bueno, necesitaba un doctor y, que mejor que este hermoso bebu... Posiblemente se agregen más personajes o tal vez no, todo depende de cómo corra la historia ahora. Igual recuerden que se mantendrá el formato anterior, solo que con varios cambios.

Mi hermosa secuestradora te traigo este capítulo en compensación al otro que te debo, porque bueno, ya te expliqué la situación 🥺😭 espero puedas perdonarme 🥺🥺😭

Ahora sí, me despido de ustedes, no sin antes pedirles perdón por la falta de actualizaciones, pero parece que este fin de semana todo estuvo en mi contra.

Recuerden que las amito mucho y que nos estamos leyendo... Besitos cariñositos para ustedes y bye bye 😘😘❤️

✿Kim☆Palomita✿