—¿Por qué? —Pregunta que hacía Jungkook a SeoJun cada vez que tenia la oportunidad.

Pero SeoJun solo suspiraba cansado, mirando a Jungkook con aburrimiento y daba la misma respuesta. Siempre era lo mismo.

—¿Por qué no puedo estar con Jimin? ¿Realmente no lo merezco? —Estaba al borde de las lágrimas, y mientras más pensaba en Jimin y en la absurda promesa que su Hyung le hizo hacer, sentía que se rompía más. —Hyung, ¿Qué puedo hacer para merecer a Jimin?

Y entonces sus ojos, los cuáles estaban llenos de lágrimas, y él intentando no quebrarse una vez más, está vez fue imposible. Sus lágrimas salieron, resbalando por sus mejillas.

Sufrió, y aunque intentó seguir adelante, conocer a otras personas en su adolescencia,, Jimin seguía en su corazón. Imposible matar el amor que sentía por su mejor amigo.

Llegó un momento en el qué se dio por vencido, se resignó a vivir sin el amor de Jimin.

Ahora, ahora es diferente, por qué cuando abrío sus ojos lo primero que vio, fue el hermoso rostro de Jimin. Sus ojos cerrados y su respiración tranquila, producto del buen sueño que tenía. Se miraba tranquilo y cómodo entre sus brazos.

No pudo evitar sonreír enamorado y abrazarlo más fuerte, como si tuviera miedo de perderlo, y aunque estuvo cerca, y ahora qué lo tiene entre sus brazos y le ha confesado su amor, no lo quiere soltar. Desean tenerlo junto a él.

Después de todo lo que pasó, tenerlo lejos es lo último que desea. Se permitió contemplar el bello rostro de su amor, con la punta de sus dedos acarició las mejillas de Jimin y quitó unos mechones qué le impedían adorar su rostro.

Lo ama y está completamente enamorado de Jimin.

Su corazón se siente feliz, dichoso de tenerlo junto a él y que las cosas entre ellos hayan acabado bien.

Sintió el cuerpo de Jimin removerse entre sus brazos, estaba despertando, lentamente fue abriendo sus ojos, y Jungkook amó ver esa imagen y desea verla para siempre. Verlo despertar entre sus brazos.

Se siente la persona más dichosa del mundo.

Mientras que Jimin, quien poco a poco iban despertando y los acontecimientos llegaron a él. Las confesiones de Jungkook, los besos que compartieron y el como llegaron a su cuarto para tirarse a su cama y seguir con sesión de besos.

Lo disfrutó, al final ambos se quedaron dormidos y ahora siente por qué durmió tan bien. Lo hizo entre los brazos de Jungkook.

Y aunque dentro de él se siente un poco mal por la confesión que Jungkook le hizo por SeoJun, su corazón también se siente dichoso, por qué Jungkook corresponde a su amor, siempre lo ha hecho.

—Buenos días. —Saludo Jungkook mirándolo con una linda sonrisa, una que contagió a Jimin también. Aun seguía en los brazos de Jungkook.

—Buenos días, Jungkook. —Habló Jimin. Ambos se miraban a los ojos, con ganas de más de un saludo.

¿Era lo correcto? Se preguntó Jungkook, pero a los segundos se dio la respuesta. Ahora todo estaba bien entre ellos.

Así qué sin miedo a nada, atrajo el cuerpo de Jimin hacía el suyo pegándole completamente a su pecho y se acercó para poder besar sus labios.

Jimin no se movió, solo apretó la camisa de Jungkook y cerró sus ojos cuando lo tuvo tan cerca.

Y entonces sintió los labios de Jungkook contra los suyos. Rápidamente iniciaron un beso, suspiraron felices ante el toque de sus labios. Se besaron como si la noche anterior no lo hubiesen hecho.

Sus labios entrelazados con un delicado toque, solo eso necesitaban, y era más qué perfecto.

Claro, si tan solo la puerta de la habitación de Jimin no sé hubiera abierto interrumpiendo su perfecto beso.

—Jimin-

La señora Park quedó quieta y con la palabra en la boca ante la escena. No tocó al entrar, por qué realmente jamás imaginó encontrar a Jimin en una situación así.

Mientras que Jimin y Jungkook se separaron cuando la puerta se abrió, ambos que permanecían acostados disfrutando de la comodidad de sus cuerpos se levantaron quedando sentandos sobre la cama.

—Mamá... Yo... —No tenía qué decir. Parecía qué su mente se había quedado en blanco por la forma tan bochornosa en la qué los habían encontrado.

Y Jungkook estaba igual. Agradeciendo que las cosas con Jimin no pasaron más allá de solo besos.

—Los espero en la sala. —Dijo la señora Park y salir rápidamente de allí.

Cuando la puerta se cerró Jimin se dejó caer en la cama. Se cubrió su rostro con el brazo. ¿Qué le dirían?. No necesito quebrarse tanto la cabeza, por qué Jungkook le dio la respuesta y lo tranquilizó con sus palabras.

—Oye, no tienes por qué ponerte así. Bajaremos y solo diremos qué estamos juntos. ¿Por qué lo estamos verdad?.

Jimin se quitó el brazo del rostro para verlo. Volvió a levantarse y asentir.

—Lo estamos.

—Entonces, ¿Cuál es el problema? —le dijo Jungkook.

—Bueno, nos encontró besándonos. —Y para Jimin eso era vergonzoso, por que estamos hablando de que fue su madre quien los encontró. —

Jungkook sonrió y se acercó a él, sin decir nada volvió a besarlo, Jimin dejo caer su cuerpo sobre el colchón llevándose a Jungkook junto a él.

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Hablar con los señores Park no resultó tan complicado después de todo. Ambos bajaron las escaleras tomados de las manos, la señora Park los vio con una sonrisa enorme todo el tiempo.

Dijeron lo necesario, estaban juntos, y aunque no hubo una propuesta formal, ambos dijeron que estaban en una relación.

Decidieron no tocar el tema de SeoJun ni tampoco lo qué pasó hace cuatro años. Habían tomado la decisión de dejar ambos temas en el olvidó. Estaban juntos y eta lo único que importaba.

Claro que la señora Park se emocionó tanto que no pudo evitar hablarle a la señora Jeon y contarle.

Su entusiasmo y alegría contagió a Jungkook y Jimin.

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La siguiente semana pasó tan rápido, con Jungkook pasando por Jimin para ir a dejarlo a la academia donde trabajaba, y después ir a recogerlo.

Y aunque Jimin le haya dicho que no era necesario, Jungkook hacía oídos sordos.

Compartían buenos momentos, yendo a comer o a besarse en el auto de Jungkook por un buen rato. No era suficiente, Para Jungkook nunca era suficiente.

Con mucho pesar tenía que despegarse de los labios de Jimin y dejarlo en su casa para tener que esperar largas horas y volver a verlo y besarlo.

Para ambos era difícil. Por qué había llegado un momento donde no era suficiente.

En ese momento Jungkook estaban en los asientos traseros del auto de Jungkook, compartiendo un beso desesperado, sus chasquidos se escuchaban y sus cuerpos se pegaban más.

Estaban a una cuadra de la casa de Jimin, y aunque su cuerpo se sentía algo cansado por las clases, no dejaba de sentirse más necesitado de los besos de Jungkook.

Jungkook lo tomó de la cintura y lo levantó para sentarlo en su regazo, sus manos afianzandose más en ese lugar y besándolo con más pasión.

Sus lenguas permanecían en una lucha contante, sus cuerpos parecían calentarse mientras los segundos pasaban.

Cuando el oxígeno les faltó, obligaron a separarse. Sus pechos subían y bajaban intentando regular sus respiraciones.

—Se está volviendo difícil separame de ti. —Le dijo Jungkook.

—Lo sé. Para mí también lo es. —Le respondió Jimin.

Jungkook tomo su rostro dejando leves caricias. Jimin cerró sus ojos disfrutando del tacto de Jungkook.

—Te amo. —Dijo Jungkook de repente. Jimin abrió sus ojos ante esas palabras, mirando los ojos de Jungkook los cuáles le miraban con tanto amor y pasión.

Le encantaba ver los sentimientos el amor en los ojos de Jungkook. Sus ojos siempre habían sido tan expresivos y cada vez que le miraban a él, podía ver el amor de  Jungkook.

Y podía sentir sus palabras, no eran palabras vacías, le llegaban hasta el corazón y lo hacían sentir tan bien.

—Te amo. —Le respondió Jimin de igual forma.

Sus ojos brillando, su corazón palpitando tan fuerte de amor.

Volvieron a unir sus labios en un beso lleno de amor y pasión.

Quizás ahora podían controlarse, pero, ¿lo harán más adelante? Los deseos del corazón y el cuerpo difícilmente son controlados, y ellos lo sabían.

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Hola linduras.

Por aquí un capítulo más. Estamos en la recta final🩵🥺

Les amo, gracias por todo el apoyo❤️
Cuídense💗