Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 35 "solo alguien como yo hace promesas que no puede cumplir"

"ME GUSTARÍA QUE MIENTRAS LEEEN EL CAPÍTUOLO, ESCUCHEN LA CANCIÓN" - GRACIAS

FLASHBACK.

—Beka.

Volteé y vi a K.K escondiendo sus manos detrás de su cuerpo, sonreí y me levante de la silla — ¡K.K! —grité feliz.

Llevábamos apenas algunos pocos días desde que nos habíamos mudado a Noruega, y estaba feliz de que K.K se reincorporara a la escuela, él era bastante inteligente, al contrario yo sentía que todo me costaba hacerlo.

—Espera — dijo deteniéndome — te traje algo, pero necesitas cerrar los ojos primero.

Asentí y cerré mis ojos —ya acabé mi tarea.

—Ahora extiende tus manos.

Sonreí y así lo hice —rápido, quiero ver qué es.

—Tienes que ser paciente —sentí algo liviano en mis manos —ahora abre tus ojos.

Lo primero que captó mi vista fue una envoltura metálica dorada. Mi barra de chocolate favorita estaba sobre mis manos — ¡K.K! —Grité muy entusiasmada — ¿cómo la conseguiste? Estás solo las venden en Suecia.

— ¿Te gustó? — preguntó sonriendo.

Loa abracé fuertemente y cerré mis ojos mientras él me abrazaba de igual forma —eres el mejor hermano de todo el mundo.

—Ahora — dijo mientras nos separábamos —tengo que ve tu tarea.

Estaba un tanto nerviosa de que K.K la revisara, no era muy buena, así que presentía que podría estar mal. Fui por mi cuaderno a la cocina para después entregárselo en sus manos —antes de que mamá se fuera a trabajar me ayudó solamente con el primer ejercicio.

— ¿Hiciste todos los ejercicios tú sola de matemáticas?

Asentí orgullosa.

—Bueno. Luego del primero, todos están mal.

Su risa invadieron la casa y yo solo miré mi cuaderno — ¿en serio?

—Sí — dijo poniéndolo sobre la mesa nuevamente, cuando iba a explicarme, alguien tocó la puerta —Ahg, que hijo de perra.

Reí al escucharlo decir malas palabras.

+

— ¡Carson! —Grité yendo hacia él, no tenía idea de dónde exactamente había sido el disparo ya que la sangre había comenzado a manchar todo —no, no, no.

Sentía como todo mi mundo se venía abajo —que hijo de perra — dijo Carson tocando su estómago.

—Qué bueno que volvemos a encontrarnos, ¿no?

Volteé y vi a Blaze, y a su lado izquierdo estaba Luca con otro tipo mientras sostenían a Hans apuntándole con un arma directo en la sien.

— ¡Que mierdas quieres imbécil! — grité desesperada.

Él sonrió inclinando su cabeza —Nada imposible — extendió su mano — hay que comenzar de nuevo, tú y yo solos, muy pero muy lejos de aquí. Y de ellos.

Sentía como mi mano que estaba sobre el abdomen de Carson comenzaba a inundarse de sangre, nos estábamos quedando sin tiempo de todas las maneras posibles —eres un hijo de perra — dije levantándome del suelo —pero haré lo que dices. Solo déjalos en paz idiota.

—Beka, ¿estás retrasada o qué? — preguntó Hans viéndome.

Luca y el otro le propinaron un golpe luego de que acabara de hablar, haciendo que se retorciera de dolor.

—Se van a arrepentir de esto — dijo mientras escupía sangre.

Volteé hacia atrás y vi que Carson estaba muy calmado, me miraba con una sonrisa tranquilizadora, como si su mente estuviera ocupada.

CARSON.

Miré a papá — ¿puedo?

—Es tu hermanita, de ahora en adelante tú tienes que cuidarla, ¿de acuerdo campeón?

Asentí feliz, luego mi madre me miró dándome el pequeño plato de Beka junto con la cuchara, no hacía mucho que ella acaba de cumplir tres años —ya eres todo un niño grande, ¿verdad amor?

—Sí — miré a mi pequeña hermanita sentada en la silla para comer que antes había sido mía —Beka, di ahhh.

Su cabello castaño estaba atado en un pequeño moño, ella casi no tenía pelo lo cual me causaba mucha gracia porque parecía un elote. Sus ojos color esmeralda me miraron y luego de unos segundos abrió su boca —Ahhh.

—Eso — dije alimentándola.

Ella rio mientras estiraba sus cortos y regordetes brazos intentando abrazarme — ¡K.K! — Gritó entusiasmada.

Miré a mis padres con los ojos muy abiertos, estaba muy asombrado. Y al parecer ellos también — ¡Su primera palabra!— gritó mamá feliz abrazando a mi padre.

Volví hacia mi hermanita y la abracé —que lista eres.

CUATRO AÑOS DESPUÉS.

—K.K —Dijo cabizbaja.

Estábamos en la escuela pero ella no se veía muy animada — pueden adelantarse chicos, los veré en clase — hablé mirando a mis amigos.

—No te tardes — dijo uno de ellos.

Asentí y luego de que se fuera miré a Beka —alza tu cabeza— ella así lo hizo y su mirada triste hizo que mi corazón se desmoronara en pedazos — ¿qué pasó enana?

—Saqué una F — dijo alzando su hoja.

Vi que era el examen de matemáticas por el cual ayer nos habíamos acostado tarde, estaba tratando de enseñarle lo mejor posible, pero había cosas en las que no era muy buena —Ay, otra más a la colección — lo tomé, y sí, estaba muy mal. Luego bajé la hoja y Beka seguía mirando al piso —vamos — dije tomándola de la mano.

— ¿Qué no tienes clase? — preguntó siguiéndome.

No me importaba en lo absoluto qué clase podía ser, no iba a poder concentrarme al saber que Beka estaba así de mal — les diré que fui a la enfermería —nos detuvimos frente a una de las máquinas expendedoras de la escuela e introduje un billete para luego presionar el código. Un pequeño golpe hizo que supiera que lo que había pedido ya había caído, tomé el chocolate dorado, sabía que eran sus favoritos — vamos a sentarnos.

—K.K, te van a castigar por esto — dijo mientras los dos nos sentábamos en una banca. Le di su chocolate y ella lo aceptó dándome una sonrisa de boca cerrada,

La miré — ¿y qué a ti no te importa que también te regañen?

—No me importa con que a ti no te regañen — se encogió de hombros dándole una mordida a su chocolate.

Sonreí abrazándola —es así como me siento, no me importa qué me pase a mí — gire mi cabeza para mirarla y que ella me viera— con que tú estés bien.

Sus ojos verdes comenzaron a cristalizarse y escondió su cara en el hecho de mi hombro abrazándome fuertemente, sentía como sus lágrimas comenzaban a mojar mi suéter —quiero que siempre nos apoyemos el uno al otro.

—Siempre.

EN LA ACTUALIDAD, UNAS SEMANAS ANTES DE LA FIESTA.

Terminé de poner toda la mercancía en la mochila y la guardé en el closet para después cerrarlo con llave. Fui hacia el cajón que se encontraba debajo de la cama y lo abrí viendo todo el dinero que había guardado, era bastante para poder vivir muy bien durante algún tiempo. Todo el trabajo que hacía era por ellos, no me importaba qué tan duro y peligroso fuera, simplemente no me importaba, todo era para que en unas semanas nos fuéramos a la mierda de aquí y poder vivir cómodamente en Suecia. Salí de mi habitación en mi departamento y vi como Beka jugaba felizmente con Buddy mientras preparaba algo de comer. No podía explicar la felicidad que sentía de estar los tres unidos, como siempre debimos haber estado.

— ¿Quieres la pasta con champiñones? —preguntó Beka mirándome.

Sacudí mi cabeza saliendo de mis pensamientos y fui hacia la cocina, me puse a un lado de Buddy y vi su libreta — ¿no me digas que está niña te está ayudando con tu tarea de matemáticas?

—Sipi — dijo mi hermanito dulcemente sonriendo.

—Ay no vayas a empezar Carson — me picó las costillas con la cuchara de madera — sí sé matemáticas hasta primaria.

Alcé mis cejas, dudoso— si saca una F en su tarea, tú vas a ir a la junta.

—Yo sí quiero mi pasta con champiñones — dijo Buddy mirando a Beka.

Ella le sonrió iluminándosele los ojos, de la misma manera en la que los míos se iluminaban al verlos a los dos. Ellos eran mi mundo entero. Me sentía relajado y feliz al saber que Buddy tenían una familia con la que podía contar, alguien que lo amaba tanto como y lo hacía.

—Bueno, si el niño quiere champiñones, champiñones le vamos a dar  — dije tomándolo y comenzando a darle besos por toda su carita, sabía que eso le causaba muchas cosquillas a Buddy —y tú también ven para acá niña — tomé a Beka para así poder abrazarlos a los dos. La risa de ellos dos hacia que todo mi trabajo fuera recompensado en segundos. No me importaba una mierda todo lo demás.

VOLVIENDO AL PRESENTE.

Los ojos asustadizos pero al mismo tiempo furiosos de Beka no se apartaban de mí ni por un segundo. Sonreí inconscientemente, los dos éramos iguales. No importaba qué estuviera pasando, siempre tratábamos de vernos fuertes el uno para el otro.

Mi hermana se veía tan bonita en ese vestido caro que con tanto esfuerzo había comprado, y que con tanto trabajo me había logrado convencer de combinar con ella.

El traje blanco que llevaba comenzaba a tonarse todo rojo, el dolor me comenzaba a invadir pero no quería hacerlo notar. Mis ojos se comenzaban a sentir cansados y podía sentir el frio recorría mi cuerpo.

—Algo huele raro, ¿no crees? — dijo Luca mirando a Blaze.

Suspiré, el dolor que sentía ya estaba en segundo plano, ahora mi mente estaba ocupada pensando cómo sacarla de aquí ilesa. Busqué entre mis bolsillos del pantalón — ¿qué mierdas haces? — preguntó Blaze apuntándome.

—Ni se te ocurra maldito idiota — dijo Beka poniéndose frente a mí.

Saqué la caja de cigarrillos junto con un encendedor —tranquilo — tosí y sentí como la sangre subía por toda mi garganta hasta llegar a mi boca, pero logré tragarla, no quería preocupar a Beka —solo voy a fumar algo.

—Carson — puse el cigarrillo en mi boca mientras Hans me veía.

Sonreí y tomé el último suspiro — ¿alguien me podría dar Aquavit*? Tengo ganas de un trago.

*Bebida alcohólica típica sueca*

—Eres un hijo de puta muy raro — dijo Blaze lanzándome una botella, la tomé y Beka me miraba asustada, a diferencia de Hans que estaba preparado.

Le di un trago a la botella para después estrellarla en una cortita haciendo que todo el líquido se vertiera en ella, luego me coloqué el cigarrillo en la boca — nos vemos en el infierno, hijos de puta.

REBEKA.

Cuando Carson estrelló la botella sobre la cortina, todos mis nervios se pusieron alerta.

Y antes de que pudiera gritar algo, mi hermano encendió su cigarrillo para luego aventar el encendedor causando una explosión. Sin querer caí al suelo, dos disparos se escucharon, la cara de Luca ensangrentada con un agujero en la frente se apareció frente a mí. Me levanté rápidamente y vi que Blaze estaba en suelo aturdido por la explosión, me acerqué a él dándole la vuela con mi pie mirándolo desde arriba.

—Beka — dijo sonriente.

Le sonreí de igual manera —hijo de perra — saqué el arma del saco disparándole justo en la frente. Sus ojos inmóviles seguían mirándome, tenía muchas ganas de vomitar. Cuando volteé atrás vi como todo el lugar empezaba a quemarse, las cortinas estaban cubiertas de fuego, el salón comenzaba a llenarse de humo haciendo que fuera más difícil ver. Tosí, el humo comenzaba a afectar mi garganta y ojos. Caminé tratando de encontrar a Carson — ¡K.K! — Grité pero sentía como cada vez podía respirar menos. Mis pies se toparon con algo en el suelo, volteé hacia abajo y vi a Hans.

—Mierda — dijo frunciendo el ceño, un enorme charco de sangre estaba a su lado.

MI corazón latía rápidamente y me arrodille —amm... tranquilo, nos vamos a ir de aquí — dije tomándolo de la mano tratándolo de levantar.

—Toma — sacó unas llaves entregándomelas en las manos —no falta mucho para que la segunda explosión de gas queme todo, hay tanques llenos de eso abajo. Mi auto está afuera.

Las lágrimas salían sin control —por favor, nos vamos a ir los tres de aquí.

—Beka — dijo tomándome la mano —no seas tonta — tosió haciendo que la sangre saliera manchando su cuello.

Apreté fuertemente su mano y lo miré a los ojos, esos deslumbrantes ojos azules que habían calentado mi corazón —yo... te quiero.

Sonrió —Ya lo sabía.

—Hans — hablé pero de su parte no hubo respuesta —gracias por todo— Lo abracé una última vez levantándome con todo el dolor, debía de buscar a Carson. Caminé rápidamente hacia el lugar donde la última vez lo había visto, y ahí estaba, su espalda recargada frágilmente sobre la pared, su cabeza cayendo sin fuerza.

Tomé su brazo para levantarlo, todo él estaba cubierto de sangre —Hey — dijo resistiéndose.

—Carson — las lágrimas no paraban de salir de mis ojos — no hagas esto, nos tenemos que ir rápido. Por favor.

Él me sonrió tranquilamente —quiero que te cuides bien, y que cuides bien de Buddy...

— ¡No digas eso!, nos tenemos que ir — volví a intentarlo pero no podía — ¡Por favor!

Apagó el cigarrillo de su boca en el charco de sangre que tenía —ustedes dos son lo mejor que me ha pasado en toda la vida, y espero que lo sepan. No sabes cuán agradecido estoy con la vida de haberte podido ver otra vez — puso un mechón de pelo detrás de mí oreja — y ver en la enorme y fuerte chica que te has convertido. Verte sonreír y disfrutar de la vida una vez más, gracias por haber compartido momento tan bonitos conmigo, por hacer que mi vida tuviera sentido una vez más.

—Carson — me negaba a aceptar todo esto — te tienes que venir conmigo, ¡tú lo prometiste! — Sorbí mi nariz  — ¡no puedo yo sola, no puedo!

Él asintió —claro que sí. No sabes cuánto me duele no poder compartir más momentos con Buddy y contigo — vi que sus ojos comenzaban a cristalizarse —pero no todo en la vida sale como esperamos. Quiero que se cuiden bien, que hagan todo lo que quieran. Gracias por darle una familia a Buddy — las lágrimas salían de sus ojos haciendo que todo mi corazón se destrozara solo con eso — ahora quiero que te vayas, en el departamento hay dinero para que puedan vivir cómodamente.

—No, no, no, ¡me niego! — Grité histérica — ¡me niego, me niego! — golpeé el suelo — ¡una puta vez en la vida que estoy bien!, ¡¿qué mierdas le hicimos a la vida para que nos tratara así?! — mi cara estaba muy roja y lo podía sentir — ¡No otra vez!, quédate conmigo por favor, K.K. No me abandones.

Podía ver como el cuerpo de Carson cada vez se apaga más — no es tu culpa, y quiero que nunca pienses así — sus manos comenzaban a sentirse frías —tengan una vida normal y disfrútenla.

—No me voy a ir de aquí — dije tomando fuertemente su mano.

CARSON.

La sangre que estaba perdiendo, el dolor que sentía en todo mi cuerpo. Todas esas banalidades quedaban a un lado al ver como mi hermanita lloraba frente a mí y yo sin poder hacer nada. Sus ojos esmeraldas, aquellos que desde que los vi por primera vez, supe que daría mi vida sin pensarlo, todo por ella.

—Necesitas irte, Buddy te necesita — Buddy. Aquel pequeño torbellino que había visto crecer, por el que había trabajado tan dura para que jamás le faltara nada. Me quemaba el corazón al saber que ya no iba a poder estar con ellos dos.

—Solo sostén fuertemente mi mano y dime que todo estará bien — recuerdo aquella palabras que me había dicho en la cocina.

Tomé su mano mirándola, las lágrimas no paraban de deslizarse por sus mejillas, las limpie y le sonreí —Todo estará bien —Sabía que el tiempo juagaba en nuestra contra, no le quedaba mucho tiempo antes de que todo esto volara en pedazos.

—Prometiste que nos iríamos juntos — dijo aferrándose a mi mano.

Sorbí mi nariz, las lágrimas comenzaban a nublarme la vista —lo siento — le sonreí —solo alguien como yo hace promesas que no puede cumplir — dejé su mano para poder tomar su cara con mis dos manos y verla directamente a los ojos — te vas a ir ahora — ella negaba con la cabeza — te vas a ir, quiero que tú y Buddy tomen el primero vuelo a Suecia. Van a ser felices y a dar lo mejor de ustedes dos. ¿Entendido? Hazlo por mí y por Buddy, él no puede perder a su familia, ya hemos perdido bastante.

—K.K —Puso sus manos sobre las mías —te prometo que haré lo mejor, quiero que estés orgulloso de mí y de Buddy, seremos felices — me sonrió —no tienes de qué preocuparte.

Quité mis manos de su cara y quité el dije que colgaba de mi cuello dándoselo en las manos —Los amo a los dos. Por favor, cuídense.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro