Parte 33 "Que la fiesta comience"
—A ver, sonríe — dije mirando a Buddy.
Sonrió como si fuese un tiburón y vi que sus pequeños dientes estaban perfectamente limpios — bien, tiene diez en limpieza — lo tomé de las axilas para abrazarlo — ahora a dormir señorito.
—Sip — contestó acurrucándose en mi hombro mientras me abrazaba. Lo llevé a su habitación y lo acosté suavemente en su cama, su pequeña pijama de gallos de caricatura de desabrochó y la volví a abotonar para que no pasara frio en ningún momento de la noche — es como Coco — dijo para luego bostezar dulcemente.
Sonreí y lo cobijé — aja, es igualito a Coco.
—Me gusta tenerte a ti y a Colby como hermanos — sus pequeños ojos ya no aguantaban más estra abiertos.
Le di un beso en su frente haciendo a un lado su cabello — y a nosotros también nos gusta tenerte a ti como hermano.
Supe que Buddy estaba completamente dormido cuando ya no contestó nada y su respiración se volvió más pesada. Me levanté suavemente de la cama para no despertarlo y salí de su habitación apagando la luz, caminé hasta el cuarto de Carson —esto parece caspa del hombre del Himalaya — dijo agitando las bolsitas con polvo blanco.
— ¿Ya tienes todo listo para la fiesta? — pregunté sentándome en la cama donde toda la mercancía estaba.
Cerró una de las bolsas de gimnasio donde se guardaba la "caspa" — el primer cargamento ya está contado y empaquetado. Solo faltan las pastillas rosas y amarillas de embolsar y los cigarrillos de enrollar. ¿Pagaste el depósito del apartamento?
—Sí, en la mañana hice el depósito — dije acostándome en sus piernas — ¿puedes creer que solo falten unos días para irnos de aquí?}
Carson sonrió feliz —es como un sueño hecho realidad — su tono era burlesco.
—Ya, enserio — dije moviendo su pierna y mirándolo.
Él rio — ¿qué quieres que te diga?, ¿Qué estoy feliz?, estoy muy, muy feliz, pero también me siento nervioso al respecto. Buddy se merece una mejor vida que esto y no quiero involúcralo ni a ti. Siento la responsabilidad de darles una mejor vida.
—Carson — me levanté de sus piernas —vamos a salir de las situaciones más feas como siempre lo hemos hecho, unidos. Y sí, tal vez no hemos tenido la mejor vida posible, pero no tienes porqué sentirte responsable de ello, fueron cosas del destino que no se pudieron evitar. Y ahora tenemos que ser unos hermanos muy fuertes para Buddy.
Carson sonrió pellizcándome los cachetes — Ay Beka, pero que bonita te ves hablando seria, ¿quién es la hermanita bebé?
— ¡Vete a la mierda!— grité riendo mientras trataba de quitármelo de encima.
Mi hermano comenzó a apretar más mis mejillas — di que eres una bebé y te soltaré.
—Eres un hijo de perra, K.K — Dije poniéndole mi pie sobre el estómago — juro que si no dejas mis mejillas de raparé en la noche.
Él sonrió — ¡No!, mi preciado y hermoso pelo no — dijo soltándome.
—Ah mierda — masajeé mi rostro — casi me arrancas la maldita cara imbécil.
—Ay no seas exagerada apenas y quedaron moradas.
Le levanté el dedo medio — iba a ser modelo.
—Ay aja — tomó una cobija poniéndola en el suelo para después colocar su almohada — bueno Barbara Palvin, me iré a dormir y te aconsejo que hagas lo mismo o tu cara de cricosa seguirá ahí.
Me acosté sobre la cama y volteé con Carson — ¿no sentiste raro cuando te cambiaste de nombre?
—No — contestó mirando al techo — era algo con lo que no podía soportar, y para mí fue más fácil sobrellevarlo pensando que era otra persona. Además, criando a Buddy no tenía tiempo para lamentarme de eso, tenía que explicarle que las cosas habían cambiado y que mamá ya no iba a estar para cuidarlo.
Sentía como mis ojos se empezaban a poner cristalinos — hiciste un muy buen trabajo con Buddy, creo que sabe hablar sueco mejor que yo — reí.
—No fue difícil para él adaptarse a un nuevo idioma, siempre sonreía y volvía a hacer lo que hacía mal, nunca se rindió.
—Siempre fuiste un buen maestro K.K. No tienes porqué quitarte mérito.
Carson volteo hacia mí — ¿recuerdas cuando una vez te ayudé a hacer la tarea y sacaste una F*?
*En Noruega se califica de acuerdo a las letras del alfabeto, considerando el rango de letras entre la "A y la F". La mayor calificación es A+, mientras que la F, es Reprobado.
Los dos comenzamos a reír enérgicamente — hasta fui de las primeras en entregarla para que la maestra viera qué bonita estaba mi tarea — dije entre risas – y pum, mi F bien puesta.
—Y tú llegaste muy sonriente a la casa y me enseñaste tu tarea, con una enorme sonrisa me dijiste "Hermano, mira, me pusieron una F de, ¡Felicidades! " — y las carcajadas inundaron nuevamente la habitación. Unos toquidos muy suaves hicieron que nos calláramos, luego la pequeña cabeza de Buddy se asomó por la puerta, su carita estaba muy adormilada — ¿qué pasa pequeño? — preguntó Carson levantándose de inmediato para agacharse y abrázalo.
—Tuve una quesadilla — dijo abrazándose de Carson.
Mi hermano mayor y yo nos miramos sin entender — ¿quisiste decir una pesadilla? — pregunté suavemente.
—Aja — asintió cerrando sus ojos.
Carson se levantó con él en brazos y se acostaron los dos sobre la cama — Hay que dormir — puso a Buddy en medio de los dos y lo cobijé mientras veía que estuviera cómodo.
—Buenas noches K.K — Dije cerrando los ojos.
A la mañana siguiente, todos nos reunimos para hacer los últimos preparativos y coordinar todo acerca de la fiesta.
—Ay no, ni que fuera cincuenta sombras de Grey — los miré.
Hans, Carson, Hela, Candace, Gigi, Lilyth y Liam estábamos en el salón donde se iba a realizar la enorme y prestigiosa fiesta.
—Yo pienso que está bonito, es como una nueva temática — comentó Gigi.
Miré a Carson en busca de apoyo — ¿Qué? Mínimo así no te reconocen.
—La idea de usar mascaras durante la fiesta es esa, por eso mi padre quiere que sea así, normalmente no estoy de acuerdo con sus comentarios ni propuestas, pero está vez creo que tiene razón — dijo Hans mirándonos.
Hela sonrió — va a ser como un como una película así todo bien bonito.
—Que te sude la cara con la máscara y que no puedas ver es mi sueño — comenté sarcásticamente.
Carson me tomó de los hombros sacudiéndome — Ya pareces Hans, uchale espíritu de Hans, fuera del cuerpo de la cricosa.
— ¿Ustedes ya tienen lo que se van a poner? — preguntó Candace sonriente.
— ¿A parte de bien borrachos? — la miré.
Lilyth nos miró — Sí, aparte de borrachos. Al parecer el padre de Hans va a hacer una fiesta donde va a venir gente de pipa y guante. Y no quiero que mi última fiesta antes de entrar a la universidad me vea mal.
—Ay no, no me gusta ir de compras así como todas juntas y riendo mientras vemos vestidos. Paso — dije cruzándome de brazos.
+
La cuatro estábamos en una tienda de vestidos, ya Hela, Lilyth, Candace y Gigi habían comprado su vestido pero ahora faltaba yo.
— ¿A quién te estado cogiendo adentro?, o ¿por qué tardas tanto? — gritó Hela desde afuera del probador.
Deslice la cortina gris que hacía de puerta en mi probador — ¿podrías callarte por un puto momento? — Miré a Hela — se más educada.
Vi como las cuatro sonrieron al ver mi vestido —no hay más, ese es — dijo Gigi levantándose del sillón.
—Cuesta más de lo que tenía pensado, mi presupuesto no es para este vestido — miré la etiqueta.
—Vamos Beka — Candace me tomó las manos —es tu ultima vez aquí en Noruega con nosotros, aparte, puedes volver a usar el vestido. Véelo como una inversión.
Volví a mirar la etiqueta — pero todavía me hace falta comprar los boletos.
—Ya no estés mamando y cómpralo — dijo Hela.
La vendedora que nos estaba ayudando solo sonrió y fingió que no había escuchado nada de nuestra conversación — si lo paga de contado tiene quince por ciento de descuento.
—Ve, es una señal — me animó Lilyth.
Respiré profundo e intenté hacer todas las cuentas en mi cabeza, pero como estoy medio idiota y a las clases de matemáticas no les entendía, saqué mi celular y entré a la calculadora para poder hacer el cálculo y ver si podía comprármelo —La neta no sé cómo se saca el quince por ciento, pero se escucha que es mucho, así que sí lo compro.
***
— ¿Por qué te vas allá? — preguntó Colby mirándome.
Metí la ropa que estaba empacando — porque allá seguiré con mis estudios, pero vendré todos los fines a verte — le sonreí.
— ¿Buddy también irá con ustedes?
Asentí —Sí, no podemos dejarlo aquí, recuerda que Carson y yo somos quienes lo cuidamos.
— ¿Y no puedo ir yo con ustedes? —Sentía como mi corazón palpitaba fuertemente. Le tomé la mano a Colby y él me miró raro — ¿qué haces?
A él no le gustaba el contacto físico de las personas, así que procurábamos darle su espacio — Colby, ¿sabes cuánto te amo?
—No — contestó como si de verdad fuese una pregunta de un examen.
Sonreí —te amo de aquí al espacio ida y vuelta diez veces.
— ¿Por qué no once?
Loa abracé poniéndolo en mis piernas, que su espalda tocara mi pecho y recargué mi barbilla sobre su cabello — te amo muchísimo, tanto que no puedo explicar cuanto, eres lo más importante de mi vida y haría todo por ti.
— ¿Y a Buddy?
Era un trabajo difícil cuando tus hermanos están en esa edad que preguntan el porqué de todo. Solo tomé aire y continúe — los dos son mis hermanos, y a ninguno lo quiero más que al otro. Ustedes dos son las dos mitades de mi corazón, no puedo vivir sin una mitad.
— ¿Y cuándo se van? — preguntó levantándose, eso fue todo el afecto que puedo soportar.
—Dentro de unas semanas — Escuche como los pequeños piecitos de Buddy subían junto con los de mamá — tú también puedes ir a visitarnos.
Vi como Colby sonrió y sacudió mi pelo como si de un perro se tratara — que bien.
—Mana — gritó Buddy abalanzándose sobre mí.
Sonreí besándole el pelo — ¡Hey!, ¿qué hiciste con tu abuela?
—Ay niña— dijo mamá mojándome con el spray que tenía. No le gustaba que le dijera que era abuela.
Reí — Ya hazte a la idea mamá, estoy embarazada.
—Ojala se te cumpla, para que veas si sigues de graciosa — dijo apuntándome.
Le sonreí y Buddy hizo lo mismo — te queremos.
— ¿A qué hora vas a llegar hoy? —preguntó recargándose sobre el marco de la pared.
Hoy era la fiesta de despedida y estaba empacando para que después no se me acumulara todo el trabajo — No lo sé, en la madrugada. Es una fiesta grande, ¿tengo hora de llegada?
— ¿Alguna vez tuviste? — dijo mamá sarcástica.
Le lancé un beso —pero mira, sigo vivita y coleando.
—Tú no puedes colar — dijo Buddy tomándome una mejilla — no eres un pez o un perro.
Mamá rio — ay que niña, ¿verdad amor? — volteo con Colby y estiró su mano — ¿quieres que te haga algo de comer?
— ¿Galletas? — preguntó él emocionado tomando su mano.
—Lo que quiera mi niño obediente — dijo agachándose para comenzar a plantarle besos en toda la cara.
Los dos salieron de mi habitación y Buddy se subió a la cama con mi celular en lo que yo terminaba de empacar la ropa —Mana.
— ¿Sí? — pregunté mientras seguía doblando y empacando.
Sentí como Buddy se acercó más al borde de la cama, porque el ruido del juego que jugaba se hizo más fuerte, volteé para asegurarme que no se podía caer de donde estaba — en la casa que vamos a vivir, ¿podemos tener un Coco?
— ¿Un Coco? — pregunté haciendo caras de disgusto, de verdad no entendía qué le veían a eso. Sentía que era muy parecido al gallo de Moana, pero más feo, feo, feo — ¿no te gustaría mejor un perrito?, ese tendría sus dos ojos al frente.
Buddy apartó el celular de su rostro para mirarme — ¿y si no tengo amigos allá?
— ¿Pero quién no querría ser amigo de esta cosita tan linda? — dije tomándolo en brazos y comenzándole a hacer cosquillas.
Él comenzó a reír e instantáneamente lo hice yo también, luego me miró directamente a los ojos —¿vas a estar ahí para mí?
—Siempre voy a estar ahí para ti.
***
Bajé del auto de Carson donde me extendió su brazo para que pudiera caminar mejor con los tacones —esto parece tu boda.
—Ay no, ni digas eso — reí. Vi que había una gran cantidad de autos de lujo esperando a ser los próximos en entrar al lugar. Dos hombres altos y armados estaban a los lados de las enormes puertas del lugar, luego de verificar que estábamos invitados, nos dieron dos antifaces que inmediatamente nos teníamos que colocar, y así lo hicimos.
Al entrar al lugar vi que la gente estaba de pie gozando de la música de fondo —Preferiría estar en un lugar con alcohol de dudosa procedencia — bromeo Carson.
—Ven — lo llevé a una de las paredes que tenía un enorme espejo, saqué mi celular y nos tomé una foto.
El smoking blanco de Carson combinaba perfectamente con mi vestido blanco, las piedras incrustadas en él le daban ese estilo costoso.
Carson tomó el teléfono y comenzó a tomar fotos sin parar, las poses ya no importaban, solo hacer caras raras —antes de que terminemos en un coma etílico — dijo devolviéndome mi celular.
Vimos que en una mesa ya estaban todos nuestros amigos sentados — Hey — saludé rápidamente.
—Pero hola — dijo Hela mirándonos, estaba sentada al lado de Liam — que bonitos se ven, déjenme tomarles una foto. Carson y yo volvimos a acomodarnos, él puso una mano sobre mi espalda mientras que yo la puse en su cintura —listo.
Mi hermano me extendió la silla, le agradecía con una sonrisa y luego nos sentamos — ¿qué beben? — preguntó Carson mirándolos.
—Yo vodka — contestó Gigi dándole a probar de su vaso.
—Casi todos estamos bebiendo vodka o coñac — dijo Liam.
Alcé las cejas asombrada — ¿compraron coñac?
—Hay que aprovechar la situación — rio Lilyth.
Volteé hacia todo el salón — ¿Y Hans? — pregunté.
—Creo que fue a hablar con su papá... oh mira, ahí viene — Candace apuntó con la barbilla.
Volteé hacia atrás y efectivamente, Hans venía hacia acá perfectamente vestido con su smoking gris —que bueno que ya están todos — dijo mirándonos. Alzó la mano y vi que estaba llamando a uno de los fotógrafos que se encargaban de retratar la fiesta — hay que tomarnos una foto.
Todos nos levantamos de la mesa para acomodarnos, las fotos fueron variadas. Nadie se quedó en la misma posición que la foto anterior, todos habíamos quedado al lado de todos, no había excepción.
— ¡Que la fiesta comience! — celebró Carson levantando su vaso alegremente.
Pero esta fiesta, iba a marcar un final y un comienzo. Y no lo sabía.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------———
¿Listos?
Eternamente agradecida:
Daira ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro