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Parte 29 "Somos una familia"

Cerré mi última maleta bajándola de la cama, para después apretar el botón del aza y sacarla.

— ¿Llevas todavía mi chaqueta? — preguntó Hans mirándome.

— ¿Qué?, yo no sé nada acerca de eso — dije saliendo de la habitación, vi que ya casi todos estaban en la sala alistando igualmente su salida.

— ¿Alguien vio mis lentes? — preguntó Candace dando vueltas por toda la casa.

Vi que Carson estaba en el suelo de la sala con sus maletas abiertas mientras intentaba meter cosas en ellas, pero claramente no le cabía nada.

— ¿A alguien le sobra espacio en su maleta? — Carson levantó mirándonos.

—Lo siento, solo traje una maleta y está completamente llena — me disculpé mirándolo.

— ¿Alguien más?

Volteé para ver a mis amigos, pero todos negaban.

—A Hans le sobra bastante espacio — dije mirándolo.

— ¿En serio? — preguntó Carson casi brillándole los ojos.

—No — contestó seco.

—Bueno como llevo su cha... — Hans me miró esperando a que terminara la frase — digo, como su chaqueta desapareció, y solamente trajo dos cambios de ropa, se podría decir que su maleta va casi vacía.

—Mentira.

—Bueno, es que llevo varias cosas para Buddy — oír el nombre de Buddy me hacía sentí mariposas en mi estómago, al saber que él era mi hermano pequeñito, era una sensación nueva y algo extraña, pero jamás algo que me disgustara — hace varios años que no hemos venido a Suecia y me emocioné comprando cosas, y bueno, si se trata de elegir entre mi ropa y sus cosas, obviamente elegiré sus cosas.

Miré a Hans con una ceja levantada.

—Pero tampoco me agrada mucho la idea de dejar mi ropa aquí.

Seguí mirando a Hans, y él me miraba sin ninguna expresión en su rostro, hasta que rodó los ojos.

—Está bien — dijo abriendo su maleta.

Carson sonrió emocionado y me agaché junto con él para meter las cosas.

—Chicos, no es por apresurarlos pero tiene como treinta segundos para hacer eso si no queremos perder nuestro vuelo.

No hubo orden alguno en el que metimos las cosas, solamente con mucha rapidez. Todos salimos para después empezar a subir rápidamente las maletas en los dos taxis que nos esperaban a fuera de la casa.

— ¿Habrá tiempo de ir al baño? — preguntó Gigi mirándonos.

—No — dijimos todos los que íbamos en el taxi.

Mis rodillas se movían desesperadamente y todos revisábamos constantemente nuestros celulares mirando la hora. Eso era lo malo de tardar tanto.

—Gracias — dije pagándole al taxista luego de bajarnos.

Estábamos ya en el aeropuerto, solo faltaba todo el maldito procedimiento que se hacia antes de viajar.

—Carajo — dijo Liam respirando.

Luego de varios minutos documentado cosas y pasando por controles, todos nos íbamos medio poniendo la ropa y corriendo hacia el número de puerta que nos tocaba.

— ¿Todos tienen sus boletos? — preguntó Candace.

Me asusté un segundo porque comencé a buscarlo en mis bolsillo pero nada que aparecía, hasta que me di cuenta que lo tenía en la mano, respiré profundamente volviendo a mi color. Y al parecer no fui la única que le pasó, porque vi a Hans buscando su boleto mientras que lo tenía en su mano izquierda.

—Corre, corre — dijo Hela para sí misma mientras corría muy graciosamente.

Sí, íbamos algo... bueno. Muy ajustados de tiempo, entre que nos levantamos bastante tarde, nos demoramos algo en empacar porque nadie lo hizo anoche y algunos imprevistos más, estábamos a minutos de perder nuestro vuelo.

—Vamos, tu madre no crio a una perra débil — me repetí.

— ¿Y Lilyth? — preguntó  Candace mirando alrededor.

—No importa, ya no hay tiempo, no mires hacia atrás – dijo dramáticamente Carson corriendo.

—Ash — Candace ni atención le puso.

Todos seguíamos corriendo, luego un hombre anunció que nuestro vuelo estaba por despegar.

— ¿Qué dijo? — Preguntó Lilyth a mi lado.

— ¡Mierda!— grité asustada haciendo que varias personas que estaban en el aeropuerto me miraran raro.

—Creo que un niño se perdió — dijo Gigi según traduciendo.

***

Después de un estrés que casi me deja sin pelo y con secuelas, ya estábamos arriba del avión tranquilamente. Yo iba viendo por la ventana, ya que le había cambiado de asiento a Carson porque a él le había tocado ese, pero a mí me gustaba ir viendo las nubes durante el vuelo. Por otro lado él iba profundamente dormido sobre mi hombro derecho.

—Beka, dile que quiero un jugo, quien sabe qué tantas cosas dice — Hela me picó el brazo.

—Díselo tú, también habla inglés — sonreí internamente sabiendo que ella no hablaba para nada inglés, pero mi sonrisa se desvaneció recordando que yo tampoco sabía.

—Ah mira que bien — dijo dándome una sonrisa que después de unos segundos desapareció por completo — ¿y a mí que más de da si habla inglés, si yo no lo hablo?

Inhalé profundamente buscando paciencia — ¿qué más vas a querer?

Después de pedirle amablemente a la azafata que nos miraba con una sonrisa sin entender lo que decíamos, le pedí trajera el desayuno, porque ninguno habíamos desayunado, no teníamos tiempo de eso. También le pedí el desayuno para Carson, supuse que cuando despertara estaría hambriento.

—Hay veces que quisiera estar así, sin preocupaciones — dijo Hela mostrándome una chica de su revista.

— ¿Es la de la ropa interior? — pregunté mientras comía mi emparedado.

—Sí, la modelo de Estados Unidos que estábamos viendo el otro día por la television — me respondió para luego darle una mordida a su comida — pero mírala, es perfecta, solo sonríe y recibe dinero. A parte, su familia es millonaria, seguro ella no pasa nada de preocupaciones, y uno aquí comiendo comida congelada de avión.

—Pero está buena — argumente a favor de la comida — podríamos estar peor.

—Si me preguntaran que si quisiera ser feliz, pero pobre, o rica pero triste — dijo ella muy pensativa mientras ignoraba por completo mi comentario — Lloraría arriba de mi Lamborghini mientras conduzco a mi enorme mansión donde me espera mi esposo millonario para darme un baño en mi bañera de oro.

Las dos nos quedamos calladas pensando.

— ¿Cómo dijiste que se llamaba? — pregunté mirándola.

—Ay, no recuerdo su nombre, es algo muy americano. Pero su apellido empieza por Mich...

— ¿Michael Jackson?

Hela se me quedó viendo sin ganas de responderme, para luego seguir mirando su revista llena de modelos perfectas. Y pues yo volví a mi comida. Pensé que Carson se había despertado, tal ves había sido por nuestra platica, ya que se estaba moviendo.

— ¿Carson? — dije mirándolo.

Pero sus ojos seguían cerrados, mientras su frente empezaba a sudar hacia algunos gestos que se podía notar, eran de incomodidad.

—Carson — alcé un poco la voz logrando que abriera sus ojos, me miró por un momento, sin pestañear, parecía no entender lo que estaba pasando. Para luego tomar aire y tallarse los ojos.

—Hey — dijo suavemente.

Supe que había tenido una pesadilla, no tenía idea de qué se podía tratar, pero si sabía que había tenido una. A mí me pasaba eso seguido y podía saber el horror que pasa al vivir ese momento.

—Te pedí un sándwich — se lo di, evitando preguntar algo. A mí en lo particular odiaba que me preguntaran acerca de mis pesadillas, así que supuse que a Carson igual le molestaría.

—Oh, gracias — lo tomó con una sonrisa — está muy bueno — dijo después de darle una mordida.

— ¿Cómo cuanto falta para que lleguemos? — Preguntó Hela bajando su revista — ya estoy decidida, voy a bajar de peso.

—Pero, ¿por qué? — la miré — si así eres guapa.

—Mírala, ella es muy delgada — dijo restregándome la revista en la cara.

—Es Photoshop — traté de alentarla, y a mí.

—Como sea — la quitó de mi rostro — igual, quiero ser millonaria como ella.

—Hela — dije mirándola  — ella ya era millonaria por su familia, luego de eso fue modelo.

—Uy, ¿quién es? — preguntó Carson mirando la revista mientras se devoraba su sándwich.

—Si te preguntaran que eligieras entre ser feliz, pero pobre, o rico pero triste que elegirías — Hela lo miró atentamente.

—Bueno, tal vez seré pobre pero no me falta nada, soy muy feliz  y no me va daba de mal. Tengo un techo donde vivir, comida y todo lo que quiero. Además, tengo personas que me quiere — dijo apoyando mi cabeza sobre su hombro sonriéndome — No me disgusta para nada mi vida.

Le sonreí igualmente.

—Ash, que aburrido — Hela se dio la vuelta.

Después de un corto vuelo, todos estábamos que ta no podíamos más. Pero mínimo habíamos llegado vivos.

—Me duele el trasero — dijo Candace estirándose.

— ¿Cuál? — Lilyth la miró inclinando su cabeza.

Habíamos llegado a nuestra preciosa Noruega, y todos veíamos muertos del cansancio.

—Bueno, nosotras nos vamos — dijo Gigi subiendo a su carro, junto con Candace.

—Sí, Lilyth me va a dar un aventón para  mi casa  — Hela tomó sus maletas y se fue en la camioneta de Lilyth.

En el estacionamiento solo quedamos Hans, Carson y yo.

—Los invito a almorzar en mi casa — propuse mirándolos.

—Por mí está bien, la comida del avión fue un asco — dijo Hans comenzando a subir sus maletas al carro.

Miré a Carson que se veía un tanto indeciso, así que le sonreí tomándolo del hombro —vamos, Buddy seguro está ansioso de verte.

— ¿No quieres almorzar? — dijo Hans ya sentado dentro del coche.

—Vamos —Tomé mis maletas y comencé a subirlas en la cajuela, Carson hizo lo mismo para después abrir la puerta del copiloto

—Ehh, tú vas atrás — Hans apuntó a los asientos traseros.

—Pero siempre voy adelante — Dijo Carson importándole muy poco y sentándose.

—Ay por Dios, qué más da el lugar solo conduce, que quiero almorzar algo de comida decente — Abrí la puerta de atrás subiéndome y poniéndome el cinturón de seguridad.

Mentiría si dijera que no estaba nerviosa, había descubierto muchas cosas sobre mi pasado, algunas que no me agradaban en lo absoluto, pero otras noticias que eran las mejores de mi vida. Por primera vez iba a ver a Buddy, que ahora resultaba ser mi hermanito pequeño junto con Colby. Comencé a tronar los huesos de mis dedos mientras miraba por la ventana, los nervios comenzaban a invadirme más cada vez que el recorrido se hacía más corto.

— ¿Estás bien? — Me preguntó Hans mirándome por el espejo.

Le di una sonrisa de boca cerrada — Sí, ¿por qué lo preguntas?

—Porque tú y Carson desde que se subieron al carro no han dejado de mirar por la ventana —Volteé mi cabeza hacia Carson y era verdad, creo que los dos estábamos un poco emocionados y nerviosos sobre la reacción que pudieran tener — ¿Nervios?

—Nah — dije intentando formar una sonrisa, pero no pude — sí.

Volví a voltear hacia la ventana, pero sentí una mano sobre mi rodilla — Todo va a estar bien — dijo Carson dándome una sonrisa reconfortante — somos una familia y lo vamos a afrontar, ¿o no?

Poco después de eso, llegamos a casa, donde mi madre fue la primera en recibirnos con un enorme abrazo, todos comenzamos a almorzar y me sentía como si les fuera a dar la noticia que me iba a casar. Pero no pude más y lo dije, mamá lo tomó como lo había pensado, comenzó a llorar y a abrazarnos alegremente, mi padre igualmente soltó algunas lágrimas mientras que Colby solo frunció el ceño pero sonrió, y Buddy, sus ojos se iluminaron como dos estrellas mientras una enorme sonrisa se formaba en sus labios, literalmente corrió hacia nosotros y nos abrazó, parecía como que le acababan de dar la mejor notica de su vida, y yo no pude evitar derramar unas pocas lagrimas mientras lo abrazaba.

—Es Coco — Buddy seguía presentándole el gallo feo a Carson.

Después del emotivo almuerzo fuimos a la granja, ya que a Colby y a Buddy les encantaba.

— ¿Está enfermo? — preguntó él mirándome mientras fingía una sonrisa para su hermanito.

—No — respondí mordiendo mi tostada con mermelada.

— ¿Segura? — Hans se agachó para poder verlo más de cerca pero retrocedió inmediatamente — parece que tiene sida — me miró y susurró — eso ni parece un ser viviente.

—Te escuche — dijo Colby pasándole por un lado — y sí, es un ser viviente, le late el corazón y todo.

Buddy asintió respaldándolo.

—Ya suéltalo, te va a pegar algo — habló su hermano mayor.

—Coco no padece ninguna enfermedad, tú por lo contrario sí, ¿has sentido mareos continuos? — preguntó Colby fingiendo que lo analizaba.

Carson me miró muy asustado — Beka, tu hermanito me está asustando.

— ¿Nauseas? — siguió Colby.

—Aja — respondió Carson muy preocupado — ¿cómo sabes?

Hans cruzó los brazos y me miró — ¿segura que tu hermanito tiene seis años?

Sonreí orgullosa de como Colby seguía engañando a Carson con una enfermedad falsa, él sabía que tenía todo eso porque acabábamos de tener un vuelo y porque casi se vomita en medio almuerzo —Probablemente.

Me gustaba este preciso momento, Buddy riendo mientras veía como Coco comía piedras, Colby asustando a Carson mientras le tocaba la frente y él parecía que se iba a morir, esa era mi familia.

—Amor, ya deja de asustar al pobre muchacho — dijo mamá entrando a la granja.

—Creo que tengo sapoplastia — Carson la miró casi saliéndosele los ojos, y eso ni era una enfermedad.

—Yo diría más bien, idiotitis — dijo Hans.

—A ti también te puedo diagnosticar — Colby lo miró.

Todos nos quedamos en silencio por unos segundos.

— ¿Quieren algo de comer en específico? — preguntó mamá intentando cambiar de tema.

—Oh no, muchas gracias, ya hemos abusado bastante de usted — dijo Carson demasiado educado.

—Ay, pero si eres de la familia — mamá miró a Buddy — son, los dos son de la familia, y quiero que estén lo mejor posible, podría hacer un estofado de pollo.

Coco torció el cuello cacaraqueando.

—Mamá, ¿podrías hacer hamburguesas? — Colby la tomó de la pierna mirándola

— ¡Sí!, ¡hamburguesas!— gritó Buddy agradándole la idea.

—Hamburguesas serán — dijo mamá sonriendo.

Después de comer las deliciosas hamburguesas de mamá, Hans se despidió diciendo que tenía algunas entregas que hacer junto con Carson, por lo que me quedé en casa cuidando de Buddy junto con Colby, ellos dos parecían llevarse muy bien, lo cual me alegraba demasiado. Después la noche llegó y llevé a Buddy al departamento para que pudiera darse un baño y prepararse para mañana, poco después Carson llegó con la cena.

Buddy estaba lavando sus pequeños dientes con su cepillo en miniatura de Spiderman, frente al espejo del baño del departamento de Carson.

— ¿A ti también te gusta Sapiman? *lo dice así porque no lo puede pronunciar bien*

—Aja— asentí mirándolo.

— ¿Sabes cómo le hace él?

Negué con la cabeza — ¿Cómo?

—Schjipif — dijo mientras simulaba hacer como Spiderman con las manos.

Reí mirándolo.

—Ya es hora de dormir — Carson entró al baño.

—Okey — Buddy lavó su boca y dejó su cepillo bajándose del banquito que le tenían para poder alcanzar el lavamanos — ¿me puedes arropar? — Preguntó mirándome, pero había una palabra que todavía se notaba que le faltaba por decir — mi hermana me va a arropar.

Mi corazón se estrujó de amor y ternura que no pude más y lo abracé. Luego lo tomé en brazos y caminé hasta su habitación, lo acosté suavemente sobre su cama y lo empecé a cobijar con su edredón de Los Vengadores.

— ¿Mañana puedo ir a jugar con Coco?

Asentí — mañana y todas las veces que quieras, pasaré por ti después de la escuela y alimentaremos a los animales junto con Colby.

Él sonrió haciéndome también sonreír — buenas noches.

—Buenas noches — besé su frente y me levanté, apagué la luz y cerré su puerta.

Caminé hasta casi la salida y ahí estaba Carson, bebiendo una cerveza — ¿quieres?

Lo pensé demasiado pero al final sonreí — sabes que sí.

Sacó otra del refrigerador, la destapó para después dármela y chocar las latas — salud.

Tomamos al mismo tiempo para después dejar las latas sobre la mesa — no voy a tomarla toda, tengo que manejar.

—No hay problema, yo me tomo el restante.

Reí y lo miré — ¿para qué estamos si no es para eso?

Puso una mano tomándome del hombro derecho pegándome a su cuerpo — vas a ver que todo va a cambiar para bien, haremos el mejor intento de restaurar esta mierda — dijo refiriéndose a todo lo que nos había pasado — y manos le van a faltar a la vida para pelárnosla.

—Que así sea — sonreí.

***

—Te juro que si me manchas te asesinaré — dijo Hela amenazando con la brocha a Hans.

Pero a él parecía importarle poco, ni un centímetro se movió y siguió pintando el autobús con toda la calma del mundo — Ya relate rubia, que me vas a estresar.

Mientras ellos dos pintaban un lado del camión, Gigi y Candace raspaban el otro quitándole la pintura vieja, Lilyth y yo limpiábamos el autobús por dentro y Carson cortaba los pedazos de manera a la medida para el interior.

—Aquí podríamos poner un tubo — dijo Lilyth poniéndose en medio.

La miré — eso sería un costo más y tenemos que terminarlo lo más pronto posible, y aún hay que comprar varias cosas, solo llevamos un lado bonito del autobús.

A último momento habíamos decidido pintarlo de un negro mate, y el interior lo íbamos a poner en verde fosforescente, sonaba algo extravagante pero era el último año y así debía ser.

El sonido de un motor de auto se escuchó, por lo que se me hizo extraño, a nadie más habíamos invitado. Dejé de lado lo que estaba haciendo y bajé del autobús, mi corazón se detuvo al ver el carro de Blaze.

—Mierda — dijo Hela viendo como todo se iba a desatar.

Blaze se bajó del auto con los ojos llorosos.

— ¿Y este imbécil qué? — preguntó Carson levantándose de su trabajo.

Hans dejó su brocha de un lado y se detuvo frente a Carson — Blaze, es mejor que te vayas de una buena vez, esto va a acabar muy mal para ti.

—Yo... yo también puedo amenazarte — contestó tartamudeando.

— ¿Qué quieres? — preguntó Carson tratando de buscar paciencia.

—Vengo a visitar a mi hermana — dijo mirándome.

— ¿De qué mierdas estás hablando?

—Blaze, lárgate de una buena vez — lo miré, estaba temblando entre la ira y el miedo — te dije que no me volvieras a molestar.

Carson quitó a Hans para estar más cerca de Blaze —Ya oíste, lárgate — dijo haciendo énfasis en la última palabra.

— ¡¿Y quién carajos eres tú para hablar por ella?! — gritó como un loco.

—Su hermano — dijo poniéndose a centímetros de él con los puños apretados — y si la vuelves a molestar te mato, y juro que soy muy capaz de eso.

Blaze temblaba mientras su cara junto con sus ojos se volvían cada vez más rojos mirando con impotencia a Carson — ¡Tú no eres nadie!

Pero como ya todos esperábamos, Carson fue quien soltó el primer golpe directo en la mandíbula de Blaze —De una buena manera te digo, lárgat... — trató de decir pero fue interrumpido por un golpe de Blaze.

— ¡Carson! — grité corriendo hacia él pero Hans me detuvo de la cintura.

—No te metas, vas a terminar golpeada.

Carson solo saboreo la sangre de su labio y sonrió maquiavélicamente hacia su oponente— te lo advertí — de un solo golpe lo mandó al suelo para luego ponerse encima de él comenzar a repartirle una ronda buena de puñetazos en el rostro mientras que Blaze, ya medio inconsciente solo los recibía.

— ¡Ya, está bien!— grité tomándolo de los hombros — ya — lo tomé del rostro para que me mirara, su labio estaba partido y se estaba empezando a poner morado — vas a matarlo.

—Es lo que se merece — volteo hacia él y le escupió.

— ¿Te duele algo más? — pregunté analizándolo, me preocupaba mucho si le hubiera pegado en algún otro lugar.

Pero Carson solo me abrazó, y yo a él — te dije que te iba a proteger, no tú a mí.

Reí contra su chaqueta — somos familia, y nos debemos de cuidar mutuamente.

Todo por una maldita primera vez en mi vida comenzaba a mejorar, me sentía en calma y feliz. La vida por fin me estaba sonriendo, y esperaba que esa felicidad no terminara jamás.




Nuestro pequeño Buddy

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Espero que les haya gustado mucho el capítulo. Pero como siempre, quiero saber:

¿Qué tal les pareció? 👀 díganme porque AMOOO leer sus comentarios. Es mi drogsss

Eternamente agradecida:

Daira ❤️

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