Parte 26 "Suecia"
Viernes por la mañana, hoy era el día de excursión a Suecia. Teníamos la opción de quedarnos todo el fin de semana ahí, o podíamos regresarnos el mismo día. Anoche habíamos decidido comprar boletos de avión, ya que el viaje en auto duraba nueve horas y no quería que mi poco trasero se aplanara aún más, nada comparado con la hora que durábamos sentados en el avión. Así que los chicos y yo habíamos decidido quedarnos, mamá se iba a quedar aquí en casa junto con Buddy, ya que Carson no lo podía llevar al viaje.
Me acerqué al espejo para poder ver mi atuendo, que estaba constituido por una camiseta color piel con un pantalón negro, unas botas y cinturón del mismo color y para no pasar frio, tomé un abrigo beige cubriéndome.
—Beka, hija, apúrate que el chico lleva ahí afuera buen rato — dijo mamá asomando su cabeza por mi puerta.
Volteé para verla—Mamá, no lleva ni cinco minutos, y ya acabé — cerré el cierre de mi maleta y me le desplegué la manija para tomarla — te quiero — le di un beso.
—Yo también, por favor cuídense mucho.
Asentí bajando las escaleras — Carson no ha de tardar en llegar, así que nosotros nos iremos primero.
—Bueno yo me encargo.
Tomé mi abrigo y vi a Colby por la cocina, él me observaba mientras desayunaba para irse a la escuela.
— ¿Ya te vas?
Retuve con todas mis fuerzas una respuesta sarcástica. Así que le sonreí — Sí, espero que te portes bien — tomé su cabeza besándola.
—Cuídate, por favor — dijo mirándome — ¿llevas todos tus documentos?
Asentí sonriéndole, la abracé fuertemente cerrando los ojos — solo son unos cuantos días. Pero te extrañaré montones.
Me separé y Colby me miró — ¿también extrañarás a Coco?
Volteé a ver el gallo que estaba picando un zapato, luego volví con mi hermanito — Sí... no lo creo — Agarré mi maleta nuevamente y tomé dos panes tostados con mermelada — ¡Adiós pa, te quiero!
—Adiós — dijo mi padre bajando las escaleras mientras ataba su corbata. Me abrió la puerta y salí, el carro de Hans estaba estacionado afuera de mi casa. Salió del auto y se acercó a mí tomando mi maleta
— Gracias, pero puedo sola — la tomé nuevamente y le di una de mis panes tostados con mermelada.
— ¡Apúrate que no he ni desayunado bien! — Gritó Hela sacando la cabeza por la ventana de la parte de atrás.
Hans miró el pan, y luego a mí.
— ¿Qué? — Pregunté caminando hacia el asiento del copiloto — supuse que tenías hambre.
Me subí y Hans hizo lo mismo. Me puse el cinturón de seguridad.
—Gracias.
Volteé y miré a Hans, él me miraba con una sonrisa de boca cerrada, para después darle una mordida al pan.
—De nada — contesté devolviéndole la sonrisa.
—Ahg, ya estoy ansiosa de llegar y poder comer algo — rugió Hela en la parte de atrás — ¿ya podemos irnos?
Hans sin más remedio, encendió el auto y condujo directo al aeropuerto.
—Oigan, ¿creen que Liam vaya al viaje?
Volteé hacia atrás para mirar a mi rubia amiga — No creo, es una excursión de nuestra escuela, Hela — dije como si fuese lo más obvio del mundo.
Ella no me miraba, solo estaba jugando con sus dedos — Pero, supongamos que mágicamente se enteró de algún modo, y se sintió invitado, ¿crees que vaya? — subió su mirada para verme.
— ¿Es enserio que lo invitaste?
— ¿Qué?, no tiene nada de malo.
—No, yo sé que no tiene nada de malo, solo que un boleto de avión y el hospedaje no es nada barato, junto con lo de la universidad y el bus, creo que tal vez tiene algo de gastos.
Ella asintió.
—Así que no te me vayas a poner triste sino va, ¿okey? — puse una mano en su rodilla.
—Ash, ¿y ahora qué?, ¿tú vas a coger conmigo o qué? — dijo cruzándose de brazos.
Hans comenzó a toser y la dos lo miramos.
— ¿Estás bien? — puse una mano sobre su hombro.
—Sí, sí, solo... se me atoro la saliva.
Hela y yo nos miramos reteniendo la risa.
***
—Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y... — Hela se alzó de puntitas para alcanzar a ver a más gente.
Hacia un rato que ya estábamos en el aeropuerto esperando nuestro vuelo.
—No está, ya siéntate — Dijo Hans recargando su cabeza en la silla cerrando los ojos.
—Ay, a ti qué te importa — bufó mientras seguía buscando.
—Somos siete, seremos siete, ya pareces loca — dijo Carson poniéndose sus lentes — vuelve a contar y vas a tener el mismo resultado.
— ¿Quieres un poco de chocolate? — le ofreció Candace pero Hela negó con la cabeza.
—Tranquila, sí va a llegar — dijo Gigi consolándola.
Hela la miró con algo de esperanza en sus ojos — ¿tú crees?
—Sí — le siguió Lilyth
—No — contestó Hans al mismo tiempo.
—Ojala para que te calmes de una puta vez — me senté en medio de Carson y de Hans, y comencé a tomar de mi café.
—Tú cállate — dijo ella sin mirarme.
—Ah, ¿apoco tomas algo más que alcohol? — preguntó Carson mirándome burlón.
—No tienes ni idea de lo que he tomado — dije dándole un trago.
—Una alcantarilla está más limpia que tu boca — Hela me sonrió.
Le devolví la sonrisa levantándole el dedo — igual que la tuya.
—Yo digo que hay que hacer una encuesta — propuso Carson.
—Ya cállense — dijo Hans.
Negué con la cabeza ignorando su comentario — hoy no quiero recordar mi pasado oscuro.
Hela rio mirándome — ¿pasado?, ¿a ayer le llamas pasado?
—Uy, pero que activa — Carson levantó las cejas pícaro.
—Ah, ¿quieres jugar, rubia? — Dije acomodándome en mi lugar — yo nunca, nunca se la he chupado a alguien en la gasolinera que está a la vuelta de mi casa en el baño de mujeres estando borracha a las cuatro de la mañana.
Hela me miró — pues toma tú.
—Quisieras — me volví a recargar en si asiento.
Carson levantó sus lentes mirándome divertido — mejor hay que jugar con Hans.
Casi escupo mi pobre trago de café, y Hans seguía recargado en su lugar con los brazos cruzados sin abrir los ojos — A mí no me metan en sus estupideces.
—Yo nunca, nunca he sido papá — Carson habló.
Y literalmente se me salió café por la nariz.
—Uy — dijo Gigi haciéndose para atrás.
Hans miró a Carson sin nada de gracia.
—Ay, obviamente es mentira — volvió a bajar sus lentes — que fácil caen
Un gritó de Hela hizo que me salpicara, que Hans se levantara preocupado al igual que Carson y que medio... o bueno, tal vez todo el puto aeropuerto nos mirara.
— ¡Estás aquí! — gritó nuevamente.
—Hija de perr... — susurré limpiándome el café.
Volteé y vi que Liam venía hacia nosotros con su maleta, después de eso una chica dijo por micrófono que ya era tiempo de abordar.
—Me debes unos tímpanos — dijo Carson pasándole por un lado a Hela.
—Te debo pura...
—Con permiso — Lilyth, Gigi y Candace fueron detrás de él.
—Ni mi café me dejan tomar en paz — me levanté y tomé mi maleta, y todos comenzamos a caminar en dirección a la fila para abordar. Le había dado como tres malditos tragos y ya lo tenía que tirar — ni la fortuna que me gasté en él — dije tirándolo al bote de basura.
El primero en la fila era Carson, luego le seguían las chicas, luego Hela y Liam y por ultimo Hans y yo.
—Siento la tardanza, la revisión tardó un poco — dijo Liam disculpándose.
—Ay no, te agradecemos todos que llegaste, sino hubiéramos tenido que aguantar el lloriqueo de Hela todo el camino — Carson le sonrió mientras le entregaba su pasaporta al chico del avión. Para después hablar en un tono más chillón —estamos agradecidos.
***
—Me duele el trasero — Lilyth se estiró.
Miré los enormes ventanales que daban afuera del aeropuerto y dejé mis maletas estirándome mientras cerraba mis ojos.
—Ahh, olor a tierras nuevas — Candace sonrió.
—Yo siento que huele a todo, menos a tierras nuevas — dije mirándola.
Estaba feliz por estar aquí, pero también me ponía un poco melancólica.
—Hay que ir a comer algo — Hela nos sonrió.
—Pues tendremos que pedir dos taxis, cuatro y cuatro personas — sugirió Gigi.
—Liam, Hans, Beka y yo en uno, y ustedes chicas en otro, ¿les parece? — propuso Carson.
—Ah, a mí me da igual — me encogí de hombros.
—Cambio a Candace por Beka, ella sabe hablar Suecio — dijo Lilyth.
—Es Sueco — susurré.
—Me parece bien — Hela me tomó del brazo y lanzó a Candace — así estamos parejos.
—Bueno, ¿en qué parte nos vemos? — preguntó Liam.
—Hay un buen restaurante cerca del aeropuerto. Yo digo que vayamos porque está cerca para después ir a dejar las maletas — propuse mirándolos.
—Ay lo que sea, pero ya —casi rogó Hela.
—Bueno — dijo Gigi — yo también tengo mucha hambre.
Tomamos nuestras maletas y comenzamos a caminar en dirección al restaurante.
— ¿Qué tú no tienes hambre? — pregunté mirando a Hans.
—No mucha, estoy un poco mareado por el viaje. No me gustan los aviones.
Reí — ¿en serio no te gustan?
—No, y no te burles.
Mordí mi labio tratando de aguantarme la risa.
— ¿Quieres que te ayude? — preguntó Hans.
Lo miré — ¿si me pongo encima de la maleta me arrastras con ella?
—Hasta si te pones encima de él — dijo Hela pasándonos por un lado.
Sin pensarlo mucho, le puse el pie haciendo que se tropezara —Uy, cuidado amiguita. Que te caes.
***
Habíamos rentado una casa ya que nos salía bastante más barato que un hotel.
—Okey, hay tres habitaciones y somos ocho personas — Gigi agitó las llaves.
— ¿Opciones? — Lilyth nos miró.
—Liam, Beka y Candace en una — propuso Carson.
—Ay, pero que malas ideas tienes — dijo Hela disgustada — Liam, Gigi y yo en una. Lilyth, Candace y tú en otra, y pues la restante se quedan Beka y Hans.
Todos nos miramos para ver si alguien estaba descontento pero al parecer no era así.
—Uy pero que organizada — Carson tomó su llave.
Yo también tomé mi llave y cada quien se fue a la habitación que se le había designado. Introduje la llave en el cerrojo de la puerta y la giré para abrirla.
—Lindo — dije encendiendo la luz.
Era una habitación típica de aquí, sin mucho esplendor ni lujos, solo lo necesario, dejé la maleta y lo primero que hice fue literalmente lanzarme sobre la cama y cerrar los ojos, disfrutando de la suavidad del colchón.
—Agh, esto se siente tan, pero tan bien. Mi espalda junto con mi trasero ya se estaban muriendo.
Abrí los ojos y vi que Hans se estaba quitando la chamarra y poniéndola sobre el televisor.
— ¡Chicos, apúrense que vamos a ir a la plaza! — gritó Lilyth.
—Que mierdas — Hans tomó su chamarra volviéndosela a poner.
—Ay no, yo no doy un paso más — me acurruqué con una almohada — ¡ya déjenme morir en paz!
— ¡Ya cállate maldita loca depresiva! — gritó Hela entrando a mi habitación.
— ¡Cállate tú!
—Te doy tres segundos para que te levantes.
Me aferré más a la almohada.
—Okey, tú te lo ganaste.
Hela tomó mis pies y me jaló fuera de la cama.
— ¡Hela! —grité mirándola.
—Te lo dije, no me hiciste caso, pues ahora te aguantas — y tomó mi pie derecho arrastrándome afuera de la habitación.
Candace nos miró, al igual que Gigi.
— ¿Están bien?
— ¡No!
— ¡Sí! — gritó Hela al mismo tiempo que yo.
Carson literalmente pasó sobre mí con una cerveza en la mano —Uy cuidado, no me vayas a tirar mi cerveza — dijo saliendo para luego voltear — ¿Cómo se atreven a preguntar eso? — miró a Gigi y Candace — si ya saben que ninguna de las dos cumple esos requisitos.
—Suéltame ahora — dije apuntando a Hela.
—Si me compras un...
—No te voy a comprar ni mierdas, y si no me sueltas ahora le voy a decir a Liam lo que fuiste a comprar el otro día.
Ella me miró indignada — No harías eso.
—Pruébame — dije levantando una ceja.
Hela soltó de inmediato mi pierna y Liam nos veía entre preocupado y algo curioso.
— ¿Nos podemos ir ya? — preguntó Candace mirándonos.
—Vámonos — Hela tomó a Liam arrastrándolo afuera.
Salí de la casa y vi que Hans estaba afuera fumando un cigarro recargado en la pared — ¿Ya terminaron de pelear?
Cerré la puerta y me fije que tuviera el seguro —Dame — dije estirando la mano.
Hans me miró extrañado pero igual me dio el cigarro, lo tomé dándole una larga calada. Exhalé el humo tratando de encontrar paz, hacia bastante tiempo que ya no venía aquí, y ahora que estoy, todos los recuerdos me abruman.
—Vamos — me quitó el cigarro para arrojarlo al suelo y luego pisarlo.
Comenzamos a caminar detrás de los chicos.
— ¡Ay pero que hermoso es aquí! — dijo Lilyth encantada con el paisaje, sacó su celular y comenzó a sacar fotografías.
—No seas dramática, el cielo es el mismo aquí y en todos lados — Hans la miró sin gracia.
Carson puso su brazo alrededor del cuello de su amigo —Tú deja de ser tan pesimista y cierra la boca de una vez — hoy yo voy a ser su guía de viaje, y quien se oponga le diré a Hans que se vaya con él para que les arruine el viaje.
Y así comenzó nuestro bello viaje, tuvimos que ir en transporte púbico y acercarnos a nuestra primera parada, que era La feria de Estocolmo. Esta acogía ferias durante todo el año así que no había que preocuparse por el tiempo en que llegáramos
—Ay, yo pensé que cuando dijiste feria sería algo más divertido — dijo Candace mirando alrededor.
—Es como una feria de ciencias, sirve que nutres tu mente — Carson y todos los demás comenzamos a caminar admirando las cosas que había ahí dentro.
Cuando era pequeña, una vez por parte de la escuela nos trajeron aquí y recordaba que las cosas eran más inmensas, bueno, tal vez era porque mi tamaño en ese entonces era diminuto, ahora con dos centímetros más, hasta parece que puedo pisarlas.
— Hej! Se upp (Hey, cuidado) — dijo un chico cuando accidentalmente lo golpeé con el hombro.
Lo miré — Förlåt (Perdón)
Sentí una mano en mi hombro así que volteé — Hey, ¿qué te dijo? — preguntó Hans mirándome.
—Que tuviera cuidado.
— ¡Tú ten cuidado! — le gritó apuntándolo.
Reí —No te entiende Hans.
—Pues dile que él tenga cuidado.
Fruncí el ceño negando la cabeza — no voy a gritar eso.
—Mmh, malditos suecos, se creen mucho solamente porque hablan suecio.
—Que es sueco —dije casi poniendo los ojos en blanco.
—Oigan — Liam se acercó — ¿alguien cambió dinero?
Abrí mi bolso y le di un billete — Toma, me lo puedes devolver después.
—Gracias — y se fue.
Después de estar un rato más, todos nos aburrimos y salimos a la calle. Comenzamos jugar a perseguirnos por toda Suecia como si fuéramos unos niños...
FLASHBACK.
— ¡Te voy a atrapar! — gritó K.K persiguiéndome.
Mis pequeñas piernas no podían correr mucho, así que me protegí metiéndome en el abrigo de mamá.
— ¡Mamá!— grité escondiéndome.
Ella rio protegiéndome con sus brazos.
— ¿Dónde estará Beka? — preguntó mi hermano mirando hacia otros lados.
Reí mirándolo por el pequeño hueco que había.
—Bu — dijo apareciendo frente a mí.
— ¡Ah! — grité corriendo, papá estaba al lado de mamá así que alcé los brazos para que me cargara y así lo hizo.
— ¿Qué le pasa a mi niña? — dijo abrazándome.
Sonreí y miré a K.K.
—Gané.
—No es cierto, ya casi te alcanzaba — puso las manos sobre sus rodillas mientras tomaba aire.
Papá me bajó para luego tomar la mano de mi madre y mirarnos — ¿Quieren ir por algo de comer?
—Sí — asentí en repetidas ocasiones.
—Bollos de canela — propuso K.K para luego tomarme de la mano.
Amaba los bollos de canela, o como aquí le llamábamos "Kanelbullar" eran un postre riquísimo.
—Yo invito — dijo comenzando a caminar.
Faltaban muy pocos días para que nos mudáramos a Noruega, y estaba un poco nerviosa, no sabía s iba a poder integrarme.
—K.K — lo miré — ¿crees que haga amigos en Noruega?
Mi hermano me miró con una sonrisa bastante dulce —Vas a tener muchos, pero muchos amigos, vas a ver que nuestra vida allá va a cambiar.
Le sonreí de igual manera.
FIN DEL FLASHBACK.
La noche había llegado y todos habíamos decidido ir a un bar para celebrar nuestra primera noche aquí.
— ¡Salud! — gritamos todos estrechando nuestros tarros de cerveza.
Le dimos un profundo trago para después dejarlo en la mesa.
—De verdad que me la estoy pasando increíble, excepto por el tour aburrido de Carson —dijo Hela sonriendo.
—Bueno, ojala que cuando me toque ordenar no me confunda con tu platillo y te pida patas de cerdo — Carson volvió a tomar de su tarro.
Mi amiga me miró — Tú no dejarías que hiciera eso, ¿verdad?
—Ay Hela, es que me anda fallando mi Sueco y tal vez entienda mal.
Mi rubia amiga sacó su celular — ¿Saben qué?, no los necesito, utilizaré mi traductor.
Todos la miramos incrédulos.
—Bueno, ya sé que el traductor apesta — dijo volviendo a guardar su celular.
Comenzamos una plática bastante amena entre todos, risas, chistes y anécdotas que mezcladas con el alcohol, parecían bastante graciosas.
— Ytterligare en runda (Otra ronda) — pedí cuando se acercó el camarero, él asintió yéndose.
—Pecas — me susurró Hela.
La miré — ¿Qué?
—Acompáñame.
—Ay no, yo no te acompaño al baño otra vez, ya fuiste como tres veces, rubia, aguanta un poco.
Me tomó de la mano haciendo que me agachara — no, eso no estúpida. Quiero que me acompañes a la farmacia, olvidé comprar unas cosas y no sé cómo pedirlas.
—Bueno — dije levantándome — no nos tardamos. No se vayan a tomar mi cerveza por favor.
Hela y yo salimos del local, las luces naranjas abundaban en las calles dándole un aspecto más medieval pero en lo personal a mí me encantaba. De pequeña solía colgarme y dar vueltas en las farolas imaginándome que estaba en una película.
— ¿Qué dice ahí? — preguntó Hela apuntando a un cartel luminoso.
Miré hacia arriba y lo leí.
—Sexo servidoras.
Mi amiga me miró con una enorme sonrisa en el rostro— ¿Cuánto crees que paguen?
—Hay que volver pronto, nos esperan — dije tomándola de la mano antes de que se metiera al local, caminamos hasta entrar a una farmacia — ¿y qué vas a comprar?
—Condones — comenzó a buscar entre los pasillos — olvidé traer algunos y pues no quiero ser mamá, gracias pero paso.
Me detuve y me puse a pensar si yo había traído los míos.
—Bueno, mujer prevenida vale por dos — acompañé a Hela
Comenzamos a buscar por los pasillos los preservativos, hasta que por fin los encontramos.
—Ay no puede ser, aquí hay sabores diferentes — dijo asombrada.
***
— ¡Son los mejores!— gritó Candace abalanzándose sobre Hans.
Todos estábamos un poco pasados de copas, pero nada fuera de lo normal.
—Los mejores... — Y Lilyth se tumbó sobre el sofá casi como desmayada.
— ¡Amigos! — Gigi se fue sobre Hela — que bonito tu pelo.
—El tuyo — y así comenzaron su ebria platica.
—Me... gustó la cena — Liam se veía bastante divertido borracho, o bueno uno de los dos Liam que había en la sala.
—Buena cena – reitere sonriendo.
Miré a Lilyth que yacía media muerta sobre el sofá.
—Yo llevo a Lily y tu Candace — dijo Carson colgándose a Lilyth y Hans asintió.
Todos nos fuimos a nuestras habitaciones, y lo primero que hice fue quitarme el brasier y lanzarlo muy lejos para no volverlo a ver, luego me quité las botas que tenía puestas, ya me habían cansado, sentía que borracha, todo me estorbaba y me pesaba más de lo normal. Desabotoné mi pantalón y lo dejé ahí en el piso, no quería ni recogerlo, me quedé solo con mi blusa y fui al baño, sin razón alguna comencé a lavarme los dientes.
— ¿A qué vine? — dije escupiendo la pasta dental.
Me miré al espejo y vi mi mascara de pestañas toda corrida por haber corrido desde el bar hasta aquí.
—Ah sí, a quitarme esta cosa — tomé un trozo de papel higiénico removiendo la mancha negra bajo mis ojos. Oí como la puerta de la habitación se abrió y poco después estaba Hans mirándome afuera del baño con mi brasier en su mano.
— ¿Esto es tuyo? — preguntó.
—Pues, dudo que tuyo sí — dije botando el papel —oye — lo miré — ¿quieres ver algo que compré nuevo?
Hans me miró extrañado — ¿Por qué?
Le pasé por un lado y fui directo a mi bolso.
— ¿Por qué tan rápido estas en ropa interior?
Saqué el paquete de preservativos de mi bolso enseñándoselo — Hay algo que quiero probar.
Noté como Hans le emocionó la idea pero trataba de ocultarlo con todas sus fuerzas — creo que estás un poco ebria.
— ¿Y?, eso no me quita las ganas de probarlos — me levanté de la cama yendo hacia él, y sin duda alguna puse las manos sobre su nuca acercándolo a mí pegando mis labios con los suyos. Podía sentir como apretaba sus manos a los costados, así que bajé las mías poniéndolas sobre las de él para que las pusiera sobre mi trasero, en cuanto lo apretó firmemente sabía que no había vuelta atrás.
Me levantó haciendo que enredadera mis piernas sobre sus caderas sin romper el beso, rápidamente Hans me puso sobre la cama pegando mi espalda al colchón para quitarse la camiseta y lanzarla al suelo, luego le siguió sus Jeans junto con su ropa interior, agarré la caja tomando uno de los preservativos y lo abrí, empujé a Hans sobre la cama haciendo que ahora su espalda tocara el colchón, y sin dudarlo puse el preservativo sobre su punta ya erecta y comencé a bajarlo con la boca, me tomó del pelo gozando la sensación, comencé a subir y a bajar unas cuantas veces más hasta que supe que era el momento, Hans se sentó sobre la cama tomándome de las caderas para poder sentarme sobre él, tomó a su amiguito introduciéndolo en mí.
—Mierda — dije haciendo mi cabeza hacia atrás.
Apretó mis caderas comenzándose a mover sobre mí, el ruido de nuestros cuerpos chocando era lo único que se escuchaba en toda la habitación. Me quité mi blusa aventándola al montón de ropa que estaba al suelo y sin perder el tiempo Hans se lanzó sobre mis pechos, devorándolos exquisitamente.
***
Sequé mi pelo mojado con una de las toallas blancas.
—Traje agua — dijo Hans entrando a la habitación.
Agarré el vaso tomándomelo de un solo trago, el alcohol con la pasión dan mucha sed — Gracias — me recosté sobre la cama.
Hans se colocó uno de sus pantalones de pijama para luego acostarse también. Pero unos toquidos hicieron que los dos volteáramos hacia la puerta.
— ¿Quién? — preguntó Hans algo extrañado.
—Hamburguesa y Sprite.
Fruncí el ceño — ¿Quién? — volví a preguntar.
—Espagueti y Sprite.
Hans se levantó y abrió la puerta, una Hela borracha apareció tumbada en el suelo.
—Creo que es tu amiga — dijo Hans haciéndose a un lado para que pudiera verla, me levanté de la cama medio tambaleándome porque, pues yo también estaba algo borracha y fui hasta ella.
—Hela — me senté en el suelo tomándole la cara e intentando despejársela de toda la maraña de pelo que tenía sobre de ella.
Pero solo salían balbuceos.
— ¿Estás bien? — pregunté. Ella me miró y levantó el pulgar — eso es todo — le di una media cachetada volviéndola a dejar en el suelo, tomé una manta y la puse a su lado, luego la rodé cual tambo parecía y la puse arriba de la manta, tomé otra y la cobije — eres fuerte, tronco — le di un beso sobre su maraña de pelo y cerré la puerta. Me acosté sobre la cama y me cobijé —llegó la hora de irse a dormir — canturreé.
Hans estaba parado mirándome — ¿la vas a dejar en el suelo?
—Probablemente si la subo al sofá se va a caer pegándose en la mesa, y no queremos pagar daños a la propiedad, y cuando despierte su espalda me lo agradecerá — dije acurrucándome y cerrando los ojos.
———————————————————————————
Holaaaa mis amores. ❤️❤️😘
¿Qué tal les pareció el capítulo?
Sé que tal vez no está muy lleno de emociones como el capítulo anterior pero... es solo la punta del Iceberg.
¿Están listos para la verdad? 😏🤫
Estaré actualizando más rápido, y pido disculpas por tardarme siempre en actualizar.
Eternamente agradecida:
Daira ❤️
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