Parte 15 "vamos, seguimos siendo amigos después de todo"
Sus labios se deslizaban suavemente sobre los míos, unos suaves jalones hacían me pedir más.
Sus ojos abiertos no dejaban de mirarme, y la sangre de su cuerpo inmóvil comenzaba a machar mi ropa, no podía dejarla ahí, pero mi cuerpo no estaba en condiciones de poder hacer nada. Comenzaba a cerrar mis ojos.
—P... perdón
Me separé inmediatamente de Hans, haciendo que mis rodillas cayeran al suelo. Mis ojos se mantenían firmes en el piso y mi mano izquierda estaba sobre mi corazón. Mi respiración comenzaba a fallar.
—Beka — Hans saltó de la cama y se hinco junto a mí — ¿qué pasa?
Pero no podía hablar. Mis ataques se asma y pánico habían comenzado a empezar nuevamente desde el incidente.
—Yo... no puedo — dije mirándolo con desesperación.
—Espera — dijo levantándose y yéndose de la habitación.
Había estado tomándome todas las pastillas que me habían recetado para la depresión desde que todo volvió, traté de drogarme para no recordar. Toda la noche estuve matando a mi subconsciente con alcohol para olvidar.
—Beka — Hans entró y tenía un inhalador en su mano.
Lo tomé desesperadamente y comencé a inhalar.
—Tranquila — dijo acariciándome la espalda.
Mi respiración comenzaba a volver pero mi pecho seguía subiendo y bajando sin control.
— ¿Estás mejor? – preguntó mirándome.
Asentí y dejé el inhalador a un lado, me levanté con cuidado y me senté sobre el borde de la cama.
—Quiero otra botella de Vodka.
***
Notaba como la mirada de Hans seguía perforando mi cabeza.
—Si vas a decir algo, hazlo — dije todavía con los ojos cerrados.
— ¿Qué fue eso?
Se refería al incidente de hace un rato. Después de eso bajé a la sala por una botella de alcohol y me la terminé toda. Sabía que no debía mezclar medicamentos con alcohol, pero ya me daba igual.
—Ya te dije que fue un ataque de asma — toda la habitación de Hans estaba completamente oscura. No tenía ni la menor idea de qué hora era, y no me importaba mucho.
—Eso no fue solo un asma.
¿Por qué era tan irritante?
—Mira, sé que en este preciso momento de la madrugada pensaras que soy una loca. No hace ni una semana que vi como mataste a alguien frente a mí — noté como se tensó, abrí los ojos y volteé hacia Hans, él también estaba acostado bocarriba mirando al techo — después de eso he estado tomando anti depresivos, y no te lo cuento para que te sientas mal por mí. Odio con toda mi alma la jodida lastima. Te lo digo porque... ah no sé. Tal vez esté mal como trato de sobresalir con las coas, pero así es mi manera.
Hans volteo su cuerpo quedando con la palma de su mano sobre su mejilla y el codo sobre la cama.
—Jamás he juzgado tu manera de actuar. Solo me intriga que siempre dices que quieres estar lejos de mí, y terminamos así.
Que hijo de perra más inteligente.
— ¿Qué puedo decir al respecto?, creo que solo soy hipócrita y trato de engañarme a mí misma — una risa sin gracia salió de mi garganta.
— ¿Todo bien?
Lo miré.
—Todo bien entre nosotros — puse el puño frente a su cara, él solo lo miró y puso los ojos en blanco —vamos, seguimos siendo amigos después de todo.
Él muy forzadamente lo chocó.
—No sé si sentirme honrado de que me sigas considerando tu amigo, o mal.
***
Mi madre me miraba al igual que papá.
—Rebeka — dijo mamá mirándome mal.
— ¿Qué?, es enserio.
— ¿Y tu ropa? — preguntó papá.
—Ya les dije que la dejé en casa de Hans.
Mi padre miró a mamá.
— ¿Nos podrías volver a explicar porque tienes ropa de hombre puesta? — preguntó mamá cruzándose de brazos.
Respiré y los miré.
—Después de la fiesta Hela se fue a... — miré que Colby estaba en la sala. Pero después se levantó yéndose — fue a hacer amigos y yo me quedé esperando a que llegara para que nos fuéramos a su casa, pero el momento nunca llegó y Hans me ofreció quedarme en su casa. Y por supuesto que no iba a dormir en falda y top, así que me prestó esta pijama. Pero no pasó nada. Ustedes saben que jamás les he dicho mentiras.
Era cierto, siempre había tenido la confianza de contarles la verdad a mis padres.
Una larga respiración de mamá después.
—Para otra vez que ocurra esta circunstancia vuelve a casa.
La miré.
—Mamá, entiendo tu punto. Pero eran las tres de la mañana. No me sentía segura de manejar a esas horas.
Papá asintió y puso una mano sobre el hombro de mamá.
—Bueno, si ella dice que no pasó nada, es porque fue así. Solo que nos preocupas Rebeka.
Asentí y me levanté.
—Lo sé — los abracé y cerré mis ojos — gracias.
—Pero te va a tocar limpiarle la granja a los animales junto con Colby – dijo mamá separándose.
Hice cara de asco.
—Así que moviéndole — papá me apresuró — Colby ya está allá.
Tomé las botas negras para la lluvia de la entrada y salí, el clima estaba muy frio. Caminé un poco por el pasto de nuestro patio trasero y abrí la puerta de la mini granja. Tomé una escoba y comencé a barrer toda la paja suelta, luego comencé a ponerla en una bolsa negra para la basura.
—Ya le elegí un nombre a la cabrita — dijo Colby mirándome. Se me hacía bastante graciosos ver a Colby vestido así, tenía unas botas para la lluvia rojas que lo hacían parecer Botas en mono de Dora y unos guantes de plástico que le llegaban al codo de color azul oscuro como los del Zorro. Era como una combinación de personajes.
—Beka — dijo Colby agitando su mano.
—Ah sí, perdón. Me distraje.
—Sí, sí lo noté — dijo dejando a Coco en su lugar.
—Bueno, ¿y cómo le vas a poner? — pregunté barriendo.
—Malvavisco — dijo sacando a la cabrita.
—Aw, ¿por qué es blanco?
—No — me miró — porque es malvado y visco — alzó sus dos manos — "Malva- visco"
***
Estaba completamente muerta de cansancio. Así que después de terminar de limpiar tomé un baño y me acosté en mi cama.
—Rebeka — mamá estaba recargada en el marco de la puerta.
—Entra — dije sin quitar la vista del techo.
Sus ligeros pasos se escucharon por la habitación hasta que quedó a un lado de mí sentada.
— ¿Me podrías explicar qué hace este bote vacío?
Mi corazón se detuvo por un momento. Me levanté y vi a mamá con mi bote de medicamentos vacío en la mano.
—Mamá...
No pude más y comencé a llorar. Sé que no era el momento, ni la forma de expresarme como me sentía. No era la manera de arreglar las cosas, pero era lo único que salió de mí. Sentía que me desmoronaba por dentro siendo tan maldita hipócrita conmigo, con mis padres... con todos.
—Yo... lo siento mucho — dije abrazándola.
Ella solo puso una mano en mi pelo y comenzó a acariciarlo.
— ¿Qué pasa Rebeka? — preguntó angustiada.
Me separo y la miro.
—He... he comenzado a tenerlas de nuevo.
Ella sabía a qué me refería.
— ¿Y tratas de evitarlas drogándote con todas las pastillas?
Bajé la mirada, mamá no estaba para nada de acuerdo con eso. Al principio cuando empecé a tomar la medicación, era lo mismo. Las pastillas "me salvaban" de tener las horribles pesadillas de siempre. Pero al despertar era peor, tenía que tener mi mente dormida.
—Necesitas ir con la psicóloga Rebeka. No vas a estar dañándote de esta manera.
***
Yo seguía ahí sentada sin decir una palabra. Mi pie solo jugaba y no quería mirarla.
—Beka, no vamos a estar así toda la sesión.
Me llevaba bastante bien con mi psicóloga.
—Lo sé, solo trato de encontrar las palabras — era mentira obviamente, no quería hablar.
—Aja, porque no empezamos por tus pesadillas.
La miré.
— ¿Qué?, ¿quieres que te las relate nuevamente?
Ella negó.
—Quiero saber desde cuando las estas teniendo nuevamente.
Respiré y miré hacia la ventana.
—Hace una semana.
Se inclinó hacia mí.
— ¿Y qué crees que las provocó?
No iba a mirarla. No quería decir qué las había provocado, ¿cómo le iba a explicar a mamá que vi como un hombre murió frente a mí?, y que Hans había sido el responsable de ello. Lo que más me aterraba era como él no había dudado ni un momento en hacerlo. Así que no era su primera vez.}
—No lo sé — dije y miré al reloj.
— ¿No lo sabes, o no quieres decirlo?
No quería que arrestaran a Hans.
—Para mí, es lo mismo — el reloj sonó y me levanté del sillón — en algún maldito punto voy a tener que dejar esta mierda atrás, y no va a ser por hablar de ello. Tengo que superarlo de alguna manera.
Tomé mi abrigo y mi bolso.
—Rebeka, no creo que tus "maneras" sean correctas.
La miré.
—Ni siquiera sabes qué hago.
—Pero puedo intuirlo.
Le di una última mirada.
—No estoy enojada contigo y lo sabes. Solo que... me enojo conmigo por lo imbécil que puedo ser — dije y salí.
Mi carro estaba a fuera del consultorio así que no me tomó mucho tiempo llegar a él. Me subí y estuve sin hacer nada por algunos segundos.
—Mierda — dije recargando mi frente en el volante.
***
Mientras Hela hablaba sobre una nueva posición que había descubierto, yo estaba sentada escuchando mientras bebía un café caliente en la cafetería de la escuela.
—Y de repente pum — dijo mirándome.
Hice una cara de asco.
—Sabes, estoy bebiendo algo — reí.
Gigi, Lilyth y Candace estaban en medio de toda le gente sonriendo e invitando a las personas al fantástico baile de invierno.
—Wow wow pero qué veo.
Voltee inmediatamente y vi a Hans con Carson viniendo directamente hacia nuestra mesa.
—Señoritas — Carson se sentó a mi lado mientras que Hans estaba frente a mí.
Hela y yo nos miramos sin saber qué hacer.
— ¿Señores? — dije mirándolos.
Hans frunció el ceño.
—Necesitamos su ayuda.
Lo miré.
—Ay no, yo no juego — dije levantándome de la mesa.
—Espera bonita — Carson me tomó de la muñeca.
Rodé los ojos y volví a sentarme.
—La fiesta de invierno es en unas cuantas semanas — Hans comenzó a hablar.
— ¿Y ya saben qué se van a poner? — preguntó Hela sonriente.
La miré confundida, y ella solo me miró y alzó las cejas confundida.
— ¿Y? — preguntó mi rubia amiga.
—Bueno, es una de las mejores etapas de venta — Carson sonrió.
—Necesitamos más manos — Hans nos miró — y ustedes son perfectas.
Reí y lo miré.
— ¿Y qué Candace, Gigi y Lilyth no te ayudan en eso?
—Ya se ocupan de una parte de la venta — Carson contestó.
—Mira Hans, si piensas que vamos a estar aquí para lo que se te ofrezca y tu tráfico de estupideces, estás muy equivocado. Yo no hago eso — tomé mi mochila — tengo clase, nos vemos después.
—Crucé toda la cafetería hasta llegar a la puerta y salí de ahí. Caminé por los pasillos medio vacíos hasta llegar a mi clase de sueco, la verdad era que no se me dificultaba para nada ese idioma. Había crecido hablándolo y ahora era un plus en mi vida.
Vi que la puerta estaba abierta así que entré y subí los peldaños hasta llegar a la mitad de los asientos y sentarme, saqué mi cuaderno y comencé a anotar la fecha, me puse mis audífonos cubriéndolos con mi pelo e hice como que escribía cosas. La clase empezó, luego de algunos minutos era tiempo de entregar el ejercicio, así que me levanté de mi asiento y bajé los escalones hasta llegar al escritorio del profesor.
— ¿Rebeka?
Volteé hacia atrás y vi a Carson detrás de mí con su cuaderno y una enorme sonrisa.
— ¿Carson? — dije más extrañada que nada.
— ¿Tomas está clase? — preguntó son quitar la sonrisa.
Ahí tenía dos opciones: Contestarle que solo estaba de visita y que me encantaba entrar a clases en las que no estaba, o ser amable.
—Sí... — dije aguantándome las ganas.
Regresé con el profesor.
—Bien hecho — me entregó mi cuaderno y asentí.
Cuando estaba a punto de regresar a mi lugar, Carson se puso frente a mí.
— ¿Hablas sueco?
Achiné los ojos. Ya no podía más, lo siento modales de papá y mamá.
—No, solo escribo garabatos hasta encontrar las respuestas.
Él frunció el ceño, giré un poco la cabeza.
— ¿Y tú? — pregunté de manera sarcástica.
—Sí, lo hablo desde pequeño, es mi idioma natal.
Fruncí el ceño, jamás había notado que Carson estaba en esta clase, bueno, tampoco era que me importara mucho quién estaba o no en esta clase.
***
La madre de Hela había pasado por ella para tener una tarde de "madre e hija" así que hoy me iba sola a casa. Acomodé mi mochila sobre el hombro mientras buscaba la llave del carro. Después del incidente en la cafetería con Hans no lo había vuelto a ver.
—Carajo — dije desesperándome en no encontrarla.
— ¿Tan malo hablas niña?
Cerré los ojos y me maldije a mí misma.
—Blaze...
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Holaaaaaa mis bellos amores tan preciosos.
¿Qué tal les pareció el capítulo?
Sé que tal vez no era el tipo de acción que esperaban, pero este capítulo es muy, Muy importante para el futuro.
Hoy en vivo por mi Instagram contestando sus dudas a las 6 pm ( Hora México)
Eternamente agradecida:
Daira ❤️
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