Parte 12 "¿Amigos?"
Muchisisisisimas gracias a todas las hermosas que felicitaron a mi mejor amiga en su cumpleaños. Así que lo prometido es deuda, un ¡bello saludo a:
_are_herrera — Kiaryshaielqchaverri
m.elizabeth0812005 — julietaa.d
vela74_31 — vicky_diburga
julymolina06 — jessicavanessavictoria
babyam88 —liv.melanie
solcaroladelcastillo — itts_angelica—mdb
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Hacía ya diez minutos que estábamos dando vueltas por la ciudad, y no nos arrepentíamos de eso.
— ¿Crees que se golpeen entre ellos? — preguntó Danica en la parte trasera del coche.
—No creo, se quieren mu...
Y Hela no me dejó acabar mi frase para reconfortarla.
—Papá nos abe pelear, así que no — dijo del lado del copiloto viendo las casas.
Suspiré y puse la radio para no pensar más allá de que eran los padres de Hela los que peleaban. No quería ponerme sentimental.
— ¿Podemos ir por Colby y luego por un chocolate caliente? — dijo y yo la miré por el retrovisor.
—Me parece una muy buena idea — contesté sonriéndole — ¿no es así Hela?
—Sí — dijo simplemente.
***
Hela no se despegaba para nada del sofá de mi casa, solo se quedaba ahí, como estatua.
—Hey — dije aventándole un trozo de queso amarillo en la cara, pero ni de chiste se movió.
—Ya, solo quiero reorganizar mis ideas — dijo tomándolo y comiéndoselo.
Me levanté y fui a la cocina, ahí estaba mamá junto con Colby haciendo tarea.
—Hola — dije pasando por un vaso.
—Hola — saludo mamá — linda, creo que deberías sacar a Hela, parece estatua de marfil pegada ahí — las dos miramos hacia la sala y era cierto — creo que deberían salir un poco.
Asentí.
—Gracias ma.
Fui a la sala y tomé el teléfono de Hela, busqué entre sus contactos hasta que encontré el nombre de Carson, así que no dudé en escribirle.
"Hey, ¿algún plan para hoy?"
Y en cuanto apagué la pantalla del celular, se volvió a encender con una ubicación.
—Nos vamos — dije levantando a Hela.
— ¿Qué?, ¿a dónde?
—Ni idea, pero no quiero que empieces a echar raíces aquí.
Ella me miró sin ninguna emoción.
—Vamos, tú escoges lo que me voy a poner.
Y sonrió
- levantándose.
—Vamos — dijo subiendo las escaleras.
—Sé que me voy arrepentir de esto.
***
Por la ubicación que me había mandado, me había dado cuenta que era un antro, y ya había ido varias veces ahí pero solo habíamos llegado hasta la entrada, jamás no habían permitido entrar, cuando nos estacionamos a fuera, Carson dijo que le enviara un mensaje y así lo hice.
"Estamos aquí" — escribí y luego di en enviar.
Algunos segundos tardó en contestar, luego envió algo.
"Pasen hasta el frente y muéstrale esto al cadenero — *HC+HR* — Y díganle sus nombresJ"
Miré a Hela.
—Bueno, es tiempo de bajar.
Ella sonrió y abrió la puerta del copiloto para bajar, y yo hice lo mismo, jalé mi vestido dorado de lentejuelas para que mi trasero no saliera a la vista y tomé mi bolso que combinaba perfectamente con mis tacones.
Hela y yo nos tomamos de las manos y vimos la exagerada fila que había para entrar.
—Carson dijo que nos pasemos hasta el frente — dije mirándola.
—Pues hagamoslo — dijo llevándome hasta el frente, algunos silbidos y reclamos se oían a nuestras espaldas.
El cadenero medía como veite metros y solo nos miró, así que saqué el celular y se lo mostré.
—Rebeka y Hela — dije al mismo tiempo.
Por un momento pensé que nos iba a sacar a patadas pero nos miró.
—Adelante — dijo quitando el brochecito de terciopelo rojo y dándonos pase.
Sonreí y entramos.
La luces de colores e3staban por todo el lugar, la pista de baile estaba en medio. Este antro se caracterizaba por ser uno de los mejores de la zona, sino que el mejor, y claramente uno de los más exclusivos.
—Wow — dijo Hela mirando.
Asentí, miré hacia arriba y noté que había un segundo piso, vi que el barandal era de cristal, lo que lo hacía lucir más costoso y elegante.
—Voy a llamar a Carson para ver dónde están — dijo Hela yendo al baño.
—Yo voy por algo de tomar — me acerqué a la barra, que no estaba tan llena — una ronda de shots — pedí y el bartender asintió.
Recargué mi espalda sobre la barra para así poder ver el lugar mejor. Algunas mesas ya estaban ocupadas, y casi toda la gente se encontraba en la pista bailando, en la parte de arriba noté que había más oscuridad, algunas personas estaban recargadas en el barandal fumando o platicando.
—Su ronda — dijo el chico, volteé y le pasé mi tarjeta de crédito, él la tomó y pasó a descontar los tragos para después entregármela.
—Ey, están arriba — dijo Hela mirándome.
—Primero hay que entrar en contexto — dije dándole un shot, ella lo tomo con gusto, los chocamos y nos lo tomamos — ahora sí, vamos, tomé algunos shots y Hela agarró otros.
Caminamos entre la gente hasta llegar a las escaleras donde había otro guardia.
—Pase — pidió mirándonos.
—Vienen conmigo — dijo Carson tocándole el hombro — suban — nos sonrió y le dio una mano a Hela, que ella aceptó gustosa, yo me tomé otro shot y subí.
Vi que las mesas eran muy diferentes a las de abajo, estas eran más bajas y en vez de sillas, era sillones largos, la barra donde servían tragos era mucho más pequeña y había menos gente atendiendo, del techo colgaban ligeras luces moradas que hacían el ambiente más sexy. Carson nos llevó a una mesa donde estaban Candace, Lilyth y Gigi. Que en cuanto nos vieron se levantaron a saludarnos.
— ¡Hela, Beka!— gritaron y nos abrazaron en conjunto.
Sonreí y les ofrecí los tres shots que me quedaban, ellas los aceptaron y sonrieron.
—Vengan — dijo Candace caminando nuevamente hacia el sillón.
Carson se sentó en medio, Hela estaba a su izquierda, Gigi a su derecha, Lilyth al lado de Gigi y Candace al lado de Hela.
—Una botella — pidió Carson al mesero-
Me senté en uno de los sillones individuales y Hans me miró.
— ¿Qué? — pregunté viéndolo también.
— ¿Por qué empiezas tan agresiva? — preguntó.
Fruncí el ceño.
—No empecé agresiva, solo pregunté que si se te ofrecía algo — dije mirándolo.
Y él solo bebió de su trago.
—Beka, pide lo que quieras que va a mi cuenta — dijo Carson viéndome.
Le sonreí.
—Gracias — me levante y fui a la barra —un ron.
Puse los codos sobre la barra mientras esperaba mi trago, volteé a mi derecha y vi una chica de pelo rubio mirándome.
—Su trago — dijo la chica dándome mi vaso.
Desvié la mirada y tomé mi bebida.
—A la cuenta de él — apunté a Carson y volví a sentarme.
***
Mi pelo se pegaba esporádicamente a mi frente por el sudor. Hacía ya unos cuantos tragos que las chicas, Carson y algunos chicos cuyos nombres desconocía, estábamos bailando en la pista. Hela y yo estábamos bailando frente a frente, cuando siento que alguien me empuja y volteo, una chica de pelo verde que estaba junto con la rubia de la barra.
—Ey — dije tocándole el hombro a Carson — ¿quién mierda es esa? — dije apuntando a la chica rubia con mi barbilla.
Carson miró por encima de mi hombro y levantó las cejas.
—Es la ex de Hans, no le hagas mucho caso.
—Bueno, es que la perra quiere morir — dijo Hela mirándola.
Volteé nuevamente y ella me miraba.
— ¡Hey!, ¿tienes algún problema? — grité mirándola.
Ella me miró pero no dijo nada.
—Ya, mejor hay que bailar — dijo Lilyth sonriéndonos.
Suspiré y seguimos bailando al ritmo de la música, Candace llega con una botella y comienza a repartirnos shots, y cuando es mi turno, alguien me empuja derramándolo en el piso.
— ¡Hey! — grita Candace.
Me limpio la boca y volteo.
—Mira rubiecita, si tienes algún puto problema ven y dímelo en la cara, que tus juegos imbéciles no van conmigo — dijo acercándome a ella.
—Lo que pasa que yo no me relaciono con la prole — me miró.
—Bueno, nosotras no nos relacionamos con oxigenadas, pero míranos — dijo Hela a mi lado.
Carson tomó a Hela separándola, y alguien me tomó a mí separándome de ahí.
—Mira, si llego el príncipe — dijo la rubia.
—Ya vete Charlie — dijo Hans todavía tomándome de los brazos.
— ¡Ja, Charlie, no solo tienes cara de hombre, sino hasta el nombre! — gritó Hela.
Uno de los guardias se llevó a "Charlie" de la cintura mientras ella pataleaba, y otros chicos sacaban a sus acompañantes. Hans todavía me seguía deteniendo así que lo miré.
—Ya me puedes soltar — dije jalándome.
Pero él no me soltaba.
— ¿Qué crees que haces? — me preguntó agachando su mirada para así poder verme.
— ¿Yo? — pregunté indignada.
—No, la otra Rebeka — contesto serio.
—Yo estaba bien, ella es la del problema — contesté tratando de despegarme de él.
—Siempre lo es — dijo mirándome a los ojos — solo no le tomes importancia.
—Bueno, cuando te avienten un trago en la cara, me dices si le tomas importancia o no — dije por fin zafándome de él — nos vamos — miré a Hela.
Pero había dos Helas, ¿cuál era?
—La Hela de verdad levante la mano — dije mirando a mi alrededor.
—No creo que sea buena idea que manejes — contestó una de las Helas.
—Estoy perfectamente — sonreí.
—No, no lo estás — y el cuerpo de Hans se puso frente a mí — dame las llaves, yo las llevo.
Negué con la cabeza.
—Prefiero que me lleve el diablo, antes que tú.
—Bueno — y de repente mi vista estaba en unas piernas — Hela, nos vamos.
¿El hijo de perra me estaba cargado?
— ¡Hey!, si sigo así te voy a... te voy a...
¿Qué iba a hacer?
—No me importa, por una vez quédate callada — dijo Hans bajando las escaleras.
Y hubiera dicho algo pero me empezaba a marear, los veinte tragos que llevaba encima y por la posición en la que estaba, sentía que todo se iba a regresar.
—Ya me acordé que te iba a hacer — dije tocándole la espalda.
Y noté que ya estábamos a fuera por el extremo frio que hacía.
—Rebeka, ya — dijo Hans caminando hacia el estacionamiento.
—Si me sigues cargando así, voy a vomitar.
Y se detuvo.
—Es enserio —dije casi vomitándome.
Me tomó de la cintura y de la parte de atrás de las rodillas y ya estaba mirando su rostro, me llevaba cargada.
—Siempre tiene que ser especial contigo ¿no? — dijo caminando nuevamente.
Y yo iba desparramada en sus brazos, pero ya sin tantas ganas de vomitar.
—Hela, ¿puedes abrir la puerta trasera? — le pidió Hans.
Y al parecer lo hizo porque me colocó en el asiento trasero y cerró la puerta, me esperé unos segundos acostada y luego me senté, los cambios de posición me habían hecho marearme más.
—Listo — dijo mi amiga en el asiento del copiloto.
Y me puse el cinturón.
—Listo.
***
Estábamos en un restaurante de comida rápida por el auto servicio, en plena madrugada.
—Yo la quiero con carne — pidió mi rubia amiga.
—Hela, todas las hamburguesas van con carne — Hans estaba fumando mientras oía nuestras estupideces.
—Por eso — concluyó desparramándose en el asiento.
Yo no había dicho ninguna palabra.
—Bueno, voy a pedir dos hamburguesas, ¿algo más? — preguntó mirándome por el retrovisor.
Negué con la cabeza viendo por la ventana.
—Uhh, yo quiero una malteada de galleta — Hela sonrió.
En lo que Hans hacia el pedido, Hela volteo hacia mí y me hizo caras raras para saber qué me pasaba, yo solo fruncí las cejas y negué, ella siguió con sus señas raras y pensé que en algún punto se iba a abrir un portal al inframundo.
— ¿Qué carajos haces Hela? — preguntó Hans mirándola.
—Nada, estaba estornudando — dijo volviendo a su asiento.
***
Íbamos camino a mi casa ya que Hela se iba a quedar a dormir ahí, ella prefería evitar a sus padres, y a mí me gustaba tenerla como compañera.
El alcohol en mi sistema ya se había bajado y ahora estaba mirando por la ventana mientras comía mi rica hamburguesa y Hela escuchaba música.
—Llegamos — dijo Hans apagando el auto.
—Yo me voy — Hela tomo su malteada y se bajó.
Le di la última mordida a mi hamburguesa y me coloque mi abrigo.
—La ventana no se va a ir — dijo Hans desde adelante.
—Gracias — abrí la puerta y él hizo lo mismo — te puedes llevar el auto.
Caminé hacia la casa pero Hans me tomó de la muñeca.
— ¿Estas enojada por esto? — preguntó.
—No, ya te dije que gracias.
Suspiró.
— ¿Entonces?
—Estoy enojada por la manera en cómo me trataste en el club.
— ¿De qué manera?
—Como si todo fuese mi culpa — dije abrazándome.
—Jamás dije eso. Charlie solamente busca problemas para entretenerse, y solamente no quería que fueras parte de su juego.
Okey, yo tenía ganas de pelear pero Hans no me sigue el rollo.
—Gracias, puedes llevarte el auto si quieres — dije ya sin saber qué decir.
Él solo me miró y rio.
—De verdad que eres muy confusa.
Fruncí las cejas.
— ¿Yo?, tú eres el raro aquí, si estamos tú y yo solos me hablas y te portas bien, pero si hay gente pareces no conocerme.
—Tú me besaste y te fuiste.
Rodé los ojos.
—Por favor, jamás vi que te atara o alguna señal de abuso.
—Nunca dije que no me gustara — dijo cruzando los brazos sobre su pecho y recargándose en el auto.
Abrí la boca y volví a cerrarla.
—Ves, eso sí es raro — respiré — somos amigos ¿no?
Se acercó a mí.
—Amigos — dijo dándome la mano
La acepté y nos separamos.
—Mañana traeré tu auto — dijo entrando al auto.
Y entré a la casa y Hela estaba mirando por la ventana.
— ¿Las manos? ¿Enserio se agarraron las manos? ¡Le hubieras agarrado otra cosa!
***
Hela estaba comiendo huevos revueltos con nosotros.
— ¿Cómo le hiciste para grabarte todo un libro de veterinaria? — Hela miró a Colby anonadada.
Mi pequeño hermanito le había dicho todo lo nuevo que había aprendido sobre los animales con el libro que mamá le regaló.
—Es una de sus habilidades — dije tomando jugo.
—Rebeka, recuerda ir viendo lo de la universidad — dice mi papá entrando a la cocina.
Hago cara de asco.
—Sí papá.
Un claxon suena y Hela me mira.
—Creo que llegó el chofer.
Tomo mi mochila y me levanto.
—Los veo después — digo dándole un beso a mamá y saliendo.
Me pongo mi abrigo y abro la puerta, veo que Hans está arriba del auto, espero a Hela y entramos al auto, ella se sube en la parte de atrás.
—Mira que puntualidad — y mi amiga se coloca el cinturón.
—Se dice gracias — Hans la mira por el retrovisor.
—Y se pronuncia, vámonos.
Él me mira.
— ¿Cómo la soportas?
Me encojo de hombros. Y él solo da de reversa entrando a la carretera.
***
En clase de cálculo estoy haciendo circulitos y poniendo número a lo idiota para que el profesor vea que trabajo. Y cuando veo que se acerca a ver mi procedimiento, borro todo como si me hubiese equivocado y me pierdo en la calculadora.
—Lo siento por interrumpirlo.
Una voz hace que levante mi cabeza, Hans está en mi clase y todos lo miramos.
— ¿Se le ofrece algo señor? — pregunta el maestro.
—La madre de Rebeka la espera en la entrada.
—El permiso — dice el profesor estirando la mano.
Hans solo lo mira serio y el maestro tose y me mira.
—Puede salir señorita, el ejercicio lo puede entregar mañana a primera hora.
Sin preguntar el porqué de la situación, recojo mis cosas y salgo.
—Mamá está fuera de la ciudad — digo mirando a Hans que camina hacia la salida.
—Te explico en el camino.
Okey, esta amistad va enserio.
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Holaaa mis amores, espero que me disculpen por la espera, pero que les haya gustado el capítulo.
¿A dónde creen que vayan estos dos "amigos"? 🙃
Bueno mis amores, los espero hoy en el "En vivo" por Instagram, ahí les estaré leyendo un adelanto de "MNR3" Así que si no me sigues ¿qué esperan?
Eternamente agradecida:
Daira ❤️
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