Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 11 "Lo tomaré como un jodete"

Mis labios se movían frenéticamente sobre los suyos, mientras los de él succionaban y mordían en las partes justas para hacerme gemir suavemente. Mi centro se movía en círculos alrededor del suyo automáticamente.

¿Qué estaba haciendo?

Me separé tan rápidamente que sin querer, abrí su labio inferior.

Mis ojos estaban cerrados durante el...beso. Pero los abrí y noté que Hans ya tenía aquellos ojos azules hipnotizantes abiertos y mirándome fijamente. Nos observamos, nuestras respiraciones estaban muy agitadas, su pecho se movía hacia arriba y abajo. Pasé saliva y no sabía qué carajos decir.

—Bueno, esto es una clara señal de que ya estoy borracha — dije sin pensarlo.

Miré su labio.

—Y esto no es... — me estiro para tomar mi botella de la parte trasera — huir — abro la puerta y lo miro — lo siento por tu labio.

Me bajo del auto y veo la mirada tan, pero tan confundida de Hans. Comienzo a caminar entre la gente con mi botella en mano.

—La cagaste — digo dándole un trago.

Y como si el destino me quisiera... muerta. Patrullas comienzan a inundar el lugar y toda la gente comienza a correr hacia todos lados.

— ¡Beka! — Escucho la voz de Hela y miro hacia los lados buscándola — ¡Beka!

Me toma de los brazos y me mira.

—Nos tenemos que ir ya — dice y yo asiento.

Comenzamos a correr y aviento la botella hacia atrás esperando que no le caiga a nadie, corremos hasta la autopista y los autos pasan al lado de nosotras sin detenerse.

— ¡Esperen! — gritó tratando de que se detengan.

Volteo hacia atrás y entre toda la multitud de gente veo a dos policías viniendo hacia nosotras.

—Vayan a las carreras dijeron, será divertido dijeron — digo en shock.

Un silbido hace que volteé, y veo a Carson conduciendo un carro.

— ¡Suban rápido!

Sin tener que repetirlo dos veces, subimos, Hela en la asiento del copiloto y yo en la parte trasera. Carson arranca. La respiración de Hela y la mía son lo único que se escucha.

—Pensé que iba a morir — dice Hela.

—Eso casi nos cuesta la cárcel ¿no bro? — dice Carson mirando al retrovisor.

Yo frunzo el ceño, y volteo a mi izquierda. Sip, Hans está a mi lado mirando por la ventana.

—Bueno, ese silencio lo tomaré como un "jodete" — Carson enciende el radio.

PU- TA MA- DRE

***

Y en este punto de la noche ya no sé ni por dónde estamos. Hans no ha quitado la vista de la ventana ni por un segundo, Carson está hablando babosadas con Hela, y yo les he avisado a mis padres que iba a quedarme en casa de unos amigos. La carretera estaba completamente oscura y no se alcanzaba ver más allá de lo que los faros iluminaban.

—Interrumpiendo su envidiable platica, ¿a dónde vamos? — pregunto mirando a Hela y Carson.

—Bueno, como la policía está todavía cerca de donde fueron las carreras, y están buscando a todos los que estuvieron ahí, hay que dejar que la cosa se calme un poco, y alejarnos un poco.

Y cuando giro mi cabeza para mirar por la ventana, lo primero que veo es el cartel de "Usted está dejando Oslo"

— ¿Un poco?, ¿o vamos a dejar el país?

Nadie responde.

—Tengo hambre— dice Hela — hay que parar en una gasolinera por favor.

Carson asiente y yo me vuelvo a recargar en mi asiento.

—La ventana no se va a ir — le susurro a Hans.

***

Algunos minutos después, una gasolinera estaba frente a nosotros.

—Por fin — dice Hela.

Carson se estaciona y todos bajamos. El frio aire me golpea haciendo que me abracé, a este punto ya estamos a varios grados bajo cero.

—Jueputa, que jodido frio — dice Hela entrando a la tienda.

La campanita suena y todo está terriblemente silencioso, a excepción de la música de fondo que lo hace un poco ameno.

—Hola — saluda amablemente la señora de la caja.

Todos le devolvemos el saludo y nos perdemos por los pasillos. Busco el área de farmacia para comprar unas aspirinas.

—Te tengo — digo tomándolas y agarrando un suero.

Camino y veo a Hela pegada literalmente al horno de microondas.

Rio y veo a Hans tomando unos burritos, respiro hondo y me pongo por un lado de él.

—Ya, disculpa lo de tu labio.

Hans agacha la cabeza y me mira.

— ¿Y tu botella? — pregunta divertido.

Alzo mi suero junto con las pastillas.

—Un clavo saca a otro — digo encogiéndome de hombros — ¿pasado pisado?

— ¡Beka, tienen panqueques de fresa! — grita Hela a mis espaldas.

—Tranquila pecas — dice Hans pasando a un lado de mí.

***

Mi celular se ha quedado sin batería y no sé qué hora era, pero estoy casi segura que no falta mucho para que amanezca.

—Nos vemos en una horas — dice Hela comiendo su burrito.

—Gracias — digo bajándome del carro.

Hans me mira e instintivamente paso la lengua por mis labios. Cierro la puerta del coche y entro a mi casa. Todo está silencioso y veo en el reloj de la sala que efectivamente solo faltan cuatro horas para entrar a la escuela. Subo rápidamente a mi habitación y tomo un baño rápido para quedarme en bragas dormida sobre la cama.

+

—Beka — una suave voz me hablaba detrás de la puerta — Rebeka.

Abrí un ojo y vi que la luz del sol ya se estaba colando por mi ventana.

—Carajo — dije levantándome de golpe. Abrí mi armario y elegí mi atuendo con lo primero que encontré.

Salí y vi a Colby al lado de mi puerta bien vestido y peinado.

—Hola Beka — saludo.

Sonreí.

—Buenos días — dije amablemente — ¿venías a despertarme?

—Sí, voy a desayunar — dijo bajando las escaleras, y yo hice igual.

Mamá ya estaba sentada desayunando, seguramente mi padre ya estaba en el trabajo.

—Buenos días — dije tomando una taza de café.

—Buenos días, ¿por qué ayer llegaste tan tarde? — preguntó comiendo.

—Tuvimos algunos problemas con el carro — dije, y recordé que Carson había quedado de ir a recoger mi coche hoy — Bueno, me voy que llego tarde.

Tomé mi abrigo y salí. Hela ya estaba afuera en el coche.

—Hola — dije entrando en el asiento del copiloto.

—No me vas a creer lo que pasó — dijo arrancando.

***

Miré mi auto.

—Bueno, creo que esto fue lo único bueno que me pasó ayer — dije viendo que estaba intacto.

Hans solo tosió.

Bueno, creo que ese beso iba a causar más charlas de lo que pensé.

—Gracias — dije mirando a Carson.

—No hay de qué — contestó guiñando un ojo.

Tomé mi termo con café y le di un sorbo.

—Hola chicos — volteé y vi a Gigi.

—Hey — saludó Hela.

Gigi nos sonrió y luego sacó un papel de su mini bolso azul claro.

—Candace está haciendo una "reunión" en su casa este fin de semana, vamos a planear lo del baile de invierno.

Dejé mi termo a un lado para tomar el folleto que nos estaba dando.

—Así que ustedes son las organizadoras de ese baile — dije mirando hacia abajo — genial — fingí una sonrisa.

— ¿Verdad? — Sonrió — bueno, los esperamos ahí — y se fue.

Miré a Hela.

—Oye no, aquí parece que mis días se basan en ponerme borracha todas las semanas.

Mi amiga sonrio.

—Eso no es culpa mía, que tú seas una alcohólica en potencia y no puedas ir a una fiesta sin tomar, no es mi problema.

Le levanté el dedo medio.

—Además chicas, dijo que solo era una reunión — Carson nos miró.

—Lo dijo entre comillas — interrumpió Hans que seguía recargado sobre su coche.

—Cosas más, cosas menos, da igual. Hay que convivir — Carson tomó su mochila — nos vemos señoritas. Y se fue.

Hela miró a Hans.

—Hey, vi que tenías a alguien arriba en tu carro — dijo golpeándole el hombro.

Mi corazón se detuvo.

— ¿Cuándo? — preguntó Hans sin ninguna emoción.

—Vamos, sé que sebas que fue ayer.

Su mirada se debió un segundo para mirarme, y aseguraría que estaba más helada que la misma nieve.

—Ah sí, ya me acordé — dijo volviendo con Hela — sí, me abrió el labio.

Y mi amiga abrió los ojos sorprendida.

— ¿Por qué?, ¿tan salvaje se la estaban pasando?

Ay Dios ya llévame.

—Hela, no creo que Hans quiera contarte los detalles de su vida privada...

—Sí — contestó Hans interrumpiéndome — yo estaba tranquilo en mi carro cuando una chica loca se subió y comenzó a besarme.

Entrecerré los ojos y Hans parecía bien divertido.

—Que mentiroso — susurré.

— ¿Qué? — preguntó Hela mirándome.

Hans levantó una de sus cejas.

—Nada, solo digo que ya tenemos que irnos, tengo matemáticas y debo llegar temprano para alcanzar a resolver todos los problemas.

Tomé mi mochila y un brazo de Hela.

—Pero ni siquiera sabes matemáticas — dijo ella muy confusa.

Hans solo tomó su mochila y una sonrisa burlona se escapó de sus labios. Hijo de...

***

— ¡Coco! — Gritó mamá — bájate de ahí.

Colby y yo estábamos en la sala viendo como el gallo de mi pequeño hermano estaba arriba del barandal de las escaleras.

—Rebeka, deberías ayudarme a bajar ese animal — dijo mamá mirándome.

Me levanté del sofá y me saqué un calcetín, se lo aventé pero al parecer Marisol estaba tan, pero tan estupid... ciego, que solo le calló en el pico, y ni se inmutó.

—Bueno, hice lo que pude.

Mamá nos miró.

—Es el ultimó animal que quiero en esta casa.

Tuve la tentación de reírme. Eso lo había dicho cinco animales atrás.

—Mamá, relájate — dije subiéndome a las escañeras y tomándolo en brazos — Colby, llévalo a su jaula.

Mi hermanito lo tomó en brazos y se lo llevó. Yo subí a mi habitación y me acosté en mi cama.

Un, solo un segundo estuve en paz. Mi celular comenzó a vibrar como loco. La cara de Hela junto con su nombre fue lo primero en aparecer en mi pantalla.

"¿Bueno"? — dije poniéndome el teléfono en la oreja.

"Ven rápido, está casa se va a incendiar"

Y sin más colgó.

***

Mi frente estaba sudando al igual que mis manos. Mientras manejaba rogaba porque todo estuviera bien.

Cuando estaba a una cuadra de distancia de la casa de Hela, no vi humo, ni camiones de bomberos, ni nada relacionado, lo cual se me hizo extraño. Y más todavía cuando me estacione frente a su casa, y todo estaba normal, muy normal. Bajé del auto y caminé lentamente hasta llegar a la puerta, di dos ligeros toques sobre la madera y no tardaron en abrirla.

—Hola — me saludó Danica del otro lado con una sonrisa.

—¿Está...

—Pasa — dijo antes de que pudiera acabar la oración.

Entre y lo raro era que todo estaba en silencio, pero un silencio... feo. Normalmente Hela estaba en la sala viendo televisión, o gritando, pero esta vez hasta la perra estaba callada.

—Están en la cocina. — dijo Danica mirándome.

¿Están?

Caminé y vi el grandísimo problema.

—Buenas noches — dije y apenas podía creer lo que veía.

Hela estaba sentada con los ojos muy abiertos y mirando hacia los lados, el papá de Hela estaba tomando whiskey al lado de la madre de Danica, y todo bien hasta ahí, ¿no?, pero del otro lado estaba la madre de Hela tomando vino con un hombre por su lado.

Okey, ya entendía todo. Después de que los padres de Hela se divorciaron, cada quien hizo su vida, y hasta el momento, no se llevan bien del todo.

—Pasa — dijo Weylyn mirándome un tanto nerviosa.

Sonrió y me siento al lado de mi amiga.

— ¿No se han tirado cosas? — susurro.

—No, todavía.

Asiento y todos nos callamos.

—Bueno, creo que voy a servir la cena — La madrastra de Hela se levanta y todos la seguimos con la mirada.

—Veo que te ha ido muy bien — dice el padre de Hela mirando a su ex esposa.

—Pues no tanto como a ti — responde ella mirando a Danica.

— ¿Era tanta la necesidad de traerlo? — pregunta él apuntando al hombre que está al lado de la madre de Hela.

—Vaya, pero nadie me ha avisado que no.

El padre suelta una risa irónica.

—Es por sensatez.

—Ja, mira ahora quien me viene a hablar de sensatez.

—Yo no he venido a tu casa a molestarte — dice él dejando su vaso por un lado.

— ¿Molestar?

Violencia familiar, ahhh... como la extrañaba.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------——————

¿Cómo que la extrañabas Rebeka? 🤔

Hellouuuu mis amores, ya sé que no tengo cara para hablarles. Pero... este 2020 se vino con ganas y duro.

Ya que tendré un poco más de tiempo libre, ahora sí les estaré subiendo caps.

Muchisisisissisisisisisiisisisisisimas gracias por la paciencia.

Eternamente agradecida:

Daira

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro