✒~Semana 03.
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╰➝España.
—No os parecéis nada a vuestro padre... — La voz femenina y risueña resonaba entre las paredes del frio castillo. — Pero tenéis sus mismos ojos...
Mi hermano y yo nos miramos, buscando esa semejanza en la mirada oliva. Era verdad. Nuestra madre tenía los ojos... ¿Marrones? Diría que incluso negros... Era una mirada tan oscura y cansada, pero tan cálida... Nos parecíamos mucho a ella en todo, menos en esos ojos.
No se cuando fue... Creo recordar que después de la muerte de mi madre... Me obsesioné con mi rostro.
"Sois el vivo recuerdo de vuestra madre, tenéis la misma sonrisa" Aquellas palabras provinieron de una mujer del mercado. No la conocía se nada, y nunca supe más de ella. Pero sus palabras se grabaron de una forma en mi mente que recuerdo haberme forzado a sonreír cada segundo que pasaba con Portugal tras aquél suceso.
Si cerraba mis ojos y sonreía, ella seguía viva, y él desaparecía.
Vagando en mis recuerdos podría fijarme en que mi madre nunca nos veía a los ojos... Notaba eso, pero no le daba importancia... No hasta que pude notar ese patrón en muchas más personas.
— Es tan distinto a su padre, la verdad, pero... Tiene su misma mirada. ¿Te has fijado? — No culpo a Azteca por haber dicho eso, pero a mi por haberla hecho pensar aquello.
Los murmullos entre los campamentos y poblados de la india eran lo único que me entretenían en las noches, por eso me deje guiar una de aquellas noches en vela por la voz de la nativa, quien solía hablar con las damas de compañía que mi padre lea había adjuntado.
Volví a mi cuarto en un solo paso. No recuerdo ni cuando caminé hacia allí, solo recuerdo haber estado frente al espejo. Apoyado en la cómoda frente a él. En completo silencio, con mi mirada fija en si misma.
Si cerraba los ojos él desaparecía. Pero no podía vivir de esa forma... Siempre comentarían sobre ello. "Te pareces mucho a ella, pero tus ojos...". Oh. Esos ojos. Esos mismos ojos que comentaban lo mismo de Portugal. Un legado que nos había dejado ese capullo...
Hay momentos donde no reaccionas con coherencia, donde solo actúas: cuando te gritas malas palabras por un susto, cuando golpeas algo porque te enfadas, cuando te cabreas con tu amigo por una broma en un mal día... Tal vez no sea la mejor reacción... Pero así reaccionas. Y eso hice yo aquella noche.
Originalmente solo usaba aquella daga para tallar madera o pelar fruta, pero aquella noche fue cubierta por la misma sangre que no sentí, la misma sangre que mancharía la cómoda y mis manos. Yo no había escuchado nada, pero según las futuras palabras de Azteca grité de forma desgarradora.
No recuerdo nada, solo el dolor en el lado derecho de mi rostro y el rostro de miedo de los que fueron despertados.
Al día siguiente me desperté con el milagro de seguir con vida, una nueva anécdota para olvidar y un ojo menos...
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— ¡Papá! — Escuché una voz de acento marcado a mi lado, al instante me giré, despertando de mis pensamientos. — Llevas un rato jugando con el parche. ¿Todo bien?
Me costó un par de segundos recordar que Argentina había venido de visita, se encontraba sentado a un lado, con una taza en las manos ya vacía.
— ¿Ah? — En eso reaccioné, llevaba no sé cuanto tiempo con mi mano sobre el parche. — Oh, sí sí, disculpa cielo, estaba pensando en otras cosas... — Sonreí con tanta calma que tarde un poco en volver en mi, agarrando mi taza de café y dándole un sorbo. Seguía llena...
— ¿En como perdiste el ojo? — A veces mis propios hijos me daban miedo...
— Ya te dije, es de nacimiento — Contesté. ¿Esta mal mentir? Sí, pero hay cosas que mejor no saber, y dudo que ir a tus hijos y decirles "Oh, sí, es que me arranqué un ojo porque me recordaba a vuestro abuelo jeje" sea la mejor opción...
— Bueno, naciste tuerto y miope. Doy gracias de que solo nos hayas heredado lo segundo... — Sonrió con burla. — Bueno, como te decía: En eso estaba en la calle y el boludo se me cruzó así, mira, que poco mas y me lleva por delante a mi y a la vieja de al lado... Y yo le grité (...)
A veces algunos de mis hijos llegaban a mi casa y me contaban como fue su día, que pasó en las reuniones, sobre sus amoríos a veces me alegraba distraerme un poco con aquellas historias, me hacían sentir un poco más conectado a la vida exterior. En cierto modo me hacía gracia saber que antes de todo yo era el que nunca pisaba mi casa y me decían "Esto no un hotel" y ahora no salgo de ella. La edad nos afecta a todos de un modo u otro.
Estuve un rato más hablando con Argentina, más bien él me hablaba y yo asentía y aportaba pequeños sonidos de afirmación, finalmente llegó la noche y volvió a su respectivo hogar, apenas cerré la puerta cuando mi teléfono sonó.
De: UnitedKingdom @ gmail.comPara: r.esp @ gmail.comAsunto: Cena.
Querido mío.
Algunos países de Europa hemos quedado para una cena, nada formal realmente, bebidas y comida libre para salir un poco de la rutina y descansar. Últimamente hay menos papeleo y lo hemos aprovechado.
La reunión será el miércoles de la próxima semana a las 8 p.m, sé que tú tienes la costumbre de cenar a las 10 por algún motivo que desconozco, pero los demás tenemos un horario de cenar a las 7-8:30, así que ha sido lo más adecuado ponerlo a esa hora. Está todo el continente invitado, y sí, eso te incluye a ti. Será en el salón de actos de la sede, pero si prefieres puedo ir yo a recogerte, tienes un día entero para decidir.
PD: Iba a avisarte Francia, pero la tienes bloqueada así que me tocó a mi.
PD 2: Francia dice que la desbloquees de WhatsApp.
Your obedient servant,UK. Evans.
De: r.esp @ gmail.com
Para: UnitedKingdom @ gmail.com
Asunto: Respuesta Cena.
Querido Don Ceno a la misma hora que un abuelo.
Por un momento leí el asunto y pensé que era una puta cita, no me asustes así.
Para tu suerte nunca rechazo comida ni bebida, y menos si es gratis, aparte, me da pereza cocinar. Puedes contar con que iré pero si te cancelo en último momento te jodes, por si acaso no te hagas tantas ilusiones.
Igual si no recibes otro correo mandándote a la mierda ven a recogerme a mi casa 10 minutos antes de que empiece la cena. No llegues tarde.
PD: Dile a Francia que se joda.
Tu fiel sirviente,E. Cortés.
Una vez pulsé "Enviar" inspiré lo más profundo que que pude, aguanté el aire y lo expulsé. Quizás el estar recordando cuando salía antes me había creado esa nostalgia, ya fui antes a un par de esas "cenas", la gente hablaba y bebía, había música de los 2000's de todo el mundo... era un poco más como fiesta, pero más calmada, nadie acababa desmayado en las escaleras. Era un buen lugar para empezar a tocar el exterior de nuevo.
...
¿Empezar?
No, no prometía que iba a volver a salir, estar en casa está bien, solo es un poco de variedad y al paso que va Uk soy capaz de decirle que no y que se plante igual en la puerta de mi casa. Por salir un día no me iba a morir. Es más, comida gratis, esa parte si que no la rechazo.
Subí a mi habitación pensando en aquello, en cualquier momento podría irme, y en todo caso seguro Portugal estaría ahí, así que puedo engancharme a él con la escusa de que los gemelos siempre van juntos.
Me tiré a mi cama, miré por última vez mi teléfono antes de soltarlo sobre la pesilla de noche, no me fijé ni en la hora, solo cerré mis ojos y esperé dormirme con un único pensamiento en mente.
Ya me arrepentía de no haber aceptado.
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¿Qué hora era? Todas las persianas de mi casa estaban cerradas, no se veía el sol, no había ni esos pequeños puntos que te indican que ya es de día en el exterior, solo negro. No pestañeé, y si lo hice no lo noté, cuando mi vista se adaptó a la oscuridad me levanté de la cama y fui hacía el baño arrastrando mis pies.
Encendí una de las luces, la más tenue, apenas creaba una atmosfera desde el espejo que hacía ver un poco donde ponía mis manos.
Retiré mi parche del rostro y abrí el grifo, mientras el agua corría fijé mi vista en el espejo. Mis ojeras se notaban por más que durmiera y juraba tener el ojo levemente rojo, aunque no lo notaba del todo. Suspiré y toqué el agua dispuesto a echármela en la cara. Helada. No soportaba el agua fría. Nunca me gustó. Cuando nos negábamos a hacerle caso nos metía a la fuerza en agua helada como castigo. Recuerdo que en una de esas era invierno y Portugal enfermó gravemente, no sabemos ni como logró sobrevivir a aquello.
Finalmente el agua se puso un poco más cálida, templada quizás, me agaché y estampé esta contra mi rostro antes de cerrar el grifo y secar mi rostro con una toalla. Pensaba mucho en el pasado, se supone que no debería afectarme tanto, me tomo la medicación, eso debería bastar...
Bajé la toalla y miré al frente, mi cuenca estaba cerrada, claro, no se podía ni abrir, miré fijamente aquella zona, mi vista se bloqueó hasta que algo me hizo saltar, una silueta en el espejo, detrás mía, un rostro indiferente, una sombra, rojo, blanco, amarillo, da igual, era algo, o alguien. Me giré rápidamente ahogando mi grito y posé mis manos en el lavabo. No había nadie. Volví a mirar el espejo algo jadeante, estaba yo solo.
— . . . Me estoy volviendo loco . . . — Murmuré, caminando de vuelta al dormitorio y cerrando la puerta.
Me tumbé en la cama, envolviéndome con una sabana que caía a un castado, agarré mi teléfono y marqué sin mirar mucho más aquel número que tenía agendado al inicio de mis contactos.
Pi... Pi... P-
— Consulta de OMS, ¿Cuál es la emergencia? — Escuché decir al otro lado de la linea.
— Subeme la dosis. — Hablé sin si quiera saludar, escuché unos papeles removerse y algunos sonidos de dudas. — He vuelto a verlo.
— Oh, España... — Escuché su voz más cercana. — ¿Sabes si quiera que hora es?
— Suficiente tarde como para que estés trabajando.
— Son las 5:30 de la mañana, todavía ni he abierto la consulta. — Sonaba relajado, siempre estaba relajado. — No puedo subirte la dosis, hay un límite diario, tu medicación es de 20mg y es lo máximo.
— Pero he vuelto a verlo. — Repetí. — Estaba en el espejo, esa cosa, y cuando me giré y volví a mirarlo no estaba. — Sin darme cuenta me encontraba temblando.
— Son alucinaciones causadas por el estrés o la ansiedad, posiblemente por depresión... Tu cerebro estará cansado y habrá mal interpretado algún tipo de información visual. Es normal en pacientes como tú. ¿Estás durmiendo bien?
— Todo el día.
— Eso no es dormir bien. — Le escuché suspirar. — Escucha, es muy temprano para ti, tomate uno de los calmantes y duerme un poco más. Haz algo por la tarde que te distraiga, ¿sí? Si sigues con el cansancio ya te daré cita.
— Esta bien...
Colgamos la llamada, me tiré boca abajo y miré hacía la ventana, pequeños puntos naranjas se empezaban a asomar por esta. Si que era temprano... Cerré mis ojos y en cuestión de segundos dejé de notar el exterior.
Finalmente caí dormido, no sé cuando realmente, pero no desperté hasta el día siguiente por la noche, con dos recordatorios de Portugal de que comiera y mensajes de Italia preguntándome por mi día.
Almorcé... Cené... lo que fuera, un poco de arroz a la cubana, le mandé foto a Portugal para evitar que me siguiera petando para saber si estaba vivo y contesté a Italia con un simple "Durmiendo". Al terminarme mi plato miré la hora, eran las 11:30, dios... sí que dormí...
Antes de volver a mi vida nocturna mandé un último mensaje.
De: r.esp @ gmail.com
Para: UnitedKingdom @ gmail.com
Asunto: Yo que sé.
¿Siempre empiezas tú las conversaciones o soy yo? No me importa, la verdad, fuiste tú el que deseo todo esto.
No quiero que me tomes como loco, pero... ¿alguna vez has visto algo... ya sabes, que no debería estar ahí? A veces, por el rabillo del ojo o en el espejo veo a Castilla, o a Franquista, incluso a República. Veo a gente que no debería estar...
OMS dice que son efectos visuales raro por el estrés, es una fumada lo que tu cerebro puede llegar a hacer...
¿Tú crees que es posible arreglar algo que ya está roto? Todos dicen que sí pero, si agarro un jarrón y lo tiro al suelo, muchas piezas pequeñas pueden desaparecer, ¿Cómo arreglo eso? o un espejo. Si rompes uno es difícil de arreglar sin que queden marcas.
Creo que me está afectando tanto sueño... Iré a dormir, no respondas a nada, voy a ver si el vino me da inspiración, si muero de tanta locura quiero que mi ataúd sea de encina. Uhhh... se me antojaron castañas. Hablar contigo me da hambre.
Tu fiel sirviente,
E. Cortés.
≫ ──── ≪•◦ ◦•≫ ──── ≪2239 palabras.
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